Tip:
Highlight text to annotate it
X
Esta mañana la Secretaria Napoletano ha nombrado las medidas nuevas que tomará mi administración
para remendar la política de imigración de nuestro país, para que sea más justa y más eficiente.
Especificamente, para los jóvenes conocidos a veces como soñadores.
Ahora, estos jóvenes que estudien en nuestras escuelas, jueguen en nuestros barrios,
que sean los amigos de nuestros hijos, juran a nuestra bandera.
Son americanos en sus corazones, en sus mentes, en todas las maneras excepto una:
sobre el papel.
Fueron traídos a este país por sus padres, a veces incluso como bebés.
A menudo no tienen ni idea de que sean indocumentados
hasta que solicitan un trabajo o un carnet de conducir o una beca universitaria.
Ponte en su lugar.
Imagínate que has hecho todo correctamente durante toda tu vida,
has estudiado mucho, trabajado mucho, quizás incluso has graduado en el primer puesto de tu clase,
y de repente te enfrentas a una amenaza de deportación a un país que no conoces para nada,
donde se habla un idioma que a lo mejor ni hablas tú.
De esa situación ha surgido la Dream Act (la Ley de los Sueños).
Esta ley dice que si tus padres te trajeron de niño a los EEUU,
llevas por lo menos 5 años aquí, y que estás dispuesto a ir a la universidad o a servir como militar en el ejército,
puedes algún día ganar la ciudadanía.
Y se lo he dicho una vez tras otra al Congreso, que;
envíenme el Dream Act, pónganla en mi escritorio, y lo firmaré de inmediato.
Ahora, los dos partidos han compuesto esta ley,
y hace un año y medio, los demócratos aprobaron la Dream Act en la Cámara de Representantes,
pero los republicanos la han rechazado.
En el Senado hubo 55 botos de aprobación, pero los republicanos la han bloqueado.
La propuesta de la ley no ha cambiado realmente. La necesidad no ha cambiado.
Sigue siendo la cosa correcta.
Lo único que ha cambiado, aparentamente, ha sido la política.
Ahora, como he dicho ayer en mi discurso sobre la economía,
no tiene sentido echar del país a los jóvenes con talento quienes, en todos los sentidos, son americanos.
Se les han críado americanos, ellos mismos se entienden ser una parte de este país.
Echar del país a estos jóvenes que quienen trabajar en nuestros laboratorios, iniciar empresas nuevas o defender nuestro país
simplemente por los actos de sus padres o por la falta de actuación de los políticos.
Por la falta de la actuación por parte del Congreso del intento de reparar nuestro sistema roto de la imigración,
lo que hemos intentado hacer es enfocar nuestros recursos en el lugar correcto.
Así que hemos dado prioridad a la seguridad de la frontera, poniendo más agentes en la frontera del sur que en cualquier época de nuestra historia
-hoy hay, y durante los últimos 40 años ha habido, menos imigración ilegal por la frontera.
Nos hemos enfocado y hemos utilizado discreción sobre a quiénes procesamos por violación de las leyes de imigración,
enfocándonos en los criminales que pongan en peligro a nuestras comunidades
en vez de en los estudiantes que estén estudiando.
Y hoy la deportación de los criminales ha subido el 80 porcentaje.
Hemos mejorado esta política de descreción con esmero y con consideración.
Bueno, pues, hoy día estamos mejorándola de nuevo.
Desde ahora mismo, el Departamento de la Seguridad del País está tomando medidas
para parar la deportación de estos jóvenes.
Durante los próximos meses, los individuos
que no sean un riesgo a la seguridad nacional or a la seguridad del público
podrán pedir no ser objeto del proceso de deportación
y podrán solicitar el permiso de trabajo.
Ahora, vamos a hablar claramente: eso no es la amnistía, esto no es la inmunidad.
Esto no es un camino a la ciudadanía. No es un paso permanente.
Esto es una medida temporal que nos deja enfocar nuestos recursos de una manera inteligente
mientras que demos un alivio y una esperanza a los jóvenes con talento, con energía y que sean patrióticos. Es -
(Otra voz:no se oye)
(Obama) Es la cosa correcta para hacer.
(Otra voz:) .....los extranjeros
(Obama) Disculpe, señor. No se puede hacer preguntas ahora, señor.
(Otra voz: no se oye)
(Obama) Mientras que esté hablando yo, no.
Precisamente por el hecho de que sea temporal, el Congreso necesita actuar.
Queda tiempo para que el Congreso apruebe la Dream Act este año,
porque estos jóvenes se merecen la oportunidad de planificar sus vidas más que en incrementos de dos años.
Y nos queda todavía la necesidad de aprobar una reforma comprehensiva de la imigración
que sirva nuestras necesidades económicas y las de nuestra seguridad.
Una reforma que dé a nuestros granjeros y rancheros la confianza de poder saber con seguridad el número de trabajadores que tendrán.
Una reforma que dé a nuestros sectores de la ciencia y la tecnología la confianza de saber con seguridad
que los jóvenes que vengan para estudiar sus doctorados universitarios
not tendrán que dejar nuestro país para iniciar otras empresas en otros países.
Una reforma que continúe a mejorar nuestra seguridad de la frontera,
y que se conforme con nuestra herencia de ser una nación de leyes y una nación de imigrantes.
Solamente hace seis años, el trio improbable de John McCain, Ted Kennedy y el Presidente Bush
se juntaron para defender esta clase de reforma.
Y yo orgullosamente me junté con 23 republicanos para votar en favor.
Así que no hay porque no podamos juntarnos y cumplir con esta ley.
Y siempre que yo sea el Presidente, no abandonaré este tema,
no sólo porque es la cosa correcta para hacer para nuestra economía - y los directores de empresas están de acuerdo conmigo -
no sólo porque es la cosa correcta para hacer para nuestra seguridad,
sino porque es la cosa correcta para hacer, punto.
Y creo que, pronto o tarde, un número suficiente de republicanos en el Congreso terminará aceptando este punto de vista también.
Y creo que es la cosa correcta para hacer porque he estado con grupos de jóvenes
que trabajan tanto y hablan con sus corazones sobre lo que es mejor en America,
aunque sé que algunos de ellos habrán vivido con el miedo de deportación.
Sé que algunos se han descubierto, con riesgo importante para ellos mismos y para su futuro,
con la esperanza de que nos animarían a los demás a vivir en conformidad con nuestros ideales más queridos.
Y he visto los casos de los americanos en las escuelas
y las iglesias y las comunidades por todos lados del país
quienes les han defendido y les han apoyado,
y se nos han apresurado a darles un camino mejor y la libertadad de no tener miedo
porque somos una nación mejor que uno que eche del país a los jóvenes inocentes.
Y la respuesta a su pregunta, señor
- y la próxima vez preferería que me permitiera terminar de hablar antes de que me haga una pregunta -
es, esta es la cosa correcta para hacer para el pueblo americano.
Ellos - (interrupción que no se oye)
No le he pedido una discusión. Le estoy contestando su pregunta. (interrupción que no se oye)
Es la cosa correcta para hacer (interrupción que no se oye) para el pueblo americano. Y ahora le digo el por qué.
Aquí está la explicación: porque estos jóvenes van a contribuir de una forma extraordinaria,
y ya estan contribuyendo de una forma positiva a nuestra sociedad.
Hablo de un jóven que esté sirviendo como militar en nuestro ejército, protegiéndonos a nosotros y a nuestra libertad.
La idea de que de algunas formas les trataríamos como si fueran gastables no tiene sentido.
Y se está aquí algún jóven quien haya crecido aquí
y quiera contribuir a esta sociedad, quiera iniciar una empresa
que creará empleo para otros que estén buscando trabajo,
es la cosa correcta para hacer.
Dando confianza a nuestros granjeros y a nuestros rancheros;
asegurándonos que, además de la seguridad de la frontera,
estamos creando una base comprehensiva para la imigración legal,
éstas son todas las cosas correctas para hacer.
Hemos aspirado siempre a ser fuertes por ser una nación de imigrantes, tanto como una nación de leyes,
y así va a ser en el futuro.
Y espero que el Congreso valore y apoye este esfuerzo.
¿De acuerdo? Mucha gracias a todos.
(Otra voz) ....el año pasado.