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Nuestras reservas de alimentos son bastante abundantes, especialmente de leche, churros,
magdalenas y demás comidas que usted pidió.
También imagino que nos quedarán montones de galletas.
Mi fürer,
No,
No nos quedan galletas.
No nos queda dinero para galletas.
Que salgan de esta sala los que se hayan comido un par de galletas.
¡¿Qué es eso de que no nos quedan galletas?! ¡Deberían de quedarnos montones!
¡¿Qué coño voy yo a desyunar ahora que no nos quedan galletas?!
Tendré que tomar Oreos.
¡Y yo creo que ya deberíais saber que pienso acabar con los Oreo!
¡Voy a cargarme al maldito subnormal que es el responsable de esto!
Mi fürer el encargado no sabía lo que hacía...
¿Cómo que no sabía lo que hacía? ¡Claro que lo sabía!
Mi fürer creo que se lo había gastado en té.
¿Cómo que en un té? ¡Las galletas son mucho más importantes!
y ahora se supone que por el cocinero tendré que comer la comida del perro, ¿no?
Y como yo no voy a poder comer galletas, ¡Nadie en el imperio alemán podrá tampoco! No hasta que ese idiota me compre la galletas.
¡Me cago en Churchill!
¡y por supuesto nadie tenía calderilla para comprar en el Carrefour!
Y encima no podré tomarme...
...esas galletitas de chocolate tan buenas...
¡Por qué, joder, por qué!
¡Todo por culpa de un subnormal que no supo emplear su calderilla!
¡Pienso quitarle hasta la última galleta salada que la quede en su jodida casa!