Tip:
Highlight text to annotate it
X
-De hecho, Beth lo que nos quiere proponer es que hagamos una especie de viaje en el tiempo.
-Sí, un flashback, Marta.
Un flashback para ver como vivían nuestros abuelos, no?
Nuestros abuelos no escucharon hablar de la crisis del ladrillo, ni de estas grandes palabras que, lamentablemente ahora,
tenemos muy presentes: el impacto ambiental, el desastre ecológico...
Y en cambio sus comportamientos eran totalmente sostenibles. Actuaban por intuición, prácticamente por subsistencia.
Esto es lo que piensan Marc Escoda, o por lo menos eso es lo que nos han dicho, Marc Escoda y Sofía Houtman,
del equipo de arquitectura sostenible ReAcció. No es un nombre cualquiera, tampoco.
-Marc y Sofía, buenos días. -Hola, buenos días. -Hola.
-¿Qué sois? A ver, ¿como os definís vosotros? ¿Como arquitectos ecológicos?
-Nos definimos como arquitectos e ingenieros que queremos hacer una mejor arquitectura.
Sencillamente esto, teniendo en cuenta criterios de sostenibilidad y de respeto por el medio ambiente.
-¿Y lo hacéis como lo hacían nuestros abuelos?
-No sólo... Es decir, nuestros abuelos tenían una manera sostenible de construir. No sólo de construir, sino de vivir.
Pero bueno, hoy en día sabemos que en esto hay una base científica.
Nosotros lo que queremos es coger todo lo bueno que tenía la arquitectura tradicional,
pasada por el filtro de programas de cálculo, y de maquinas y equipos eficientes de los que disponemos hoy en día.
-Cosas tan sencillas como cerrar con porticones para evitar que pase el frío o el calor, ¿no?
Son ejemplos que querría que explicaseis, algunos de esos ejemplos tan evidentes pero que muchas veces no tenemos en cuenta.
-Sí, a ver. Sólo hace falta mirar una masía, o cualquier casa tradicional de un pueblo.
Encontramos unas características comunes como, por ejemplo, que siempre están bien orientadas hacia el Sol,
con lo que se aprovechaban perfectamente todas las horas de radiación solar.
Después, estas mismas casas tenían muros gruesos. Todos hemos visto masías y casas antiguas y tienen grandes muros de piedra.
Esto se hacía, no sólo por los sistemas constructivos de la época, sino porque estos muros gruesos de piedra actúan como regulador térmico.
-Claro. - Es decir, absorben todo el calor y después lo van soltando poco a poco.
-Y, ¿entonces vosotros hacéis casas, actualmente, con algunos de estos criterios, diríamos?
-Exacto. Evidentemente no podemos construir casas actualmente con piedra... -Eso iba a decir, una pared de un metro de ancho...
No se puede. -No, evidentemente que no podemos, pero sí que los criterios y la base se pueden adaptar.
Es decir, podemos hacer casas que tengan inercia térmica, que estén bien aisladas, que estén bien orientadas, que aprovechen...
-¿Pero eso no se mira ahora, actualmente, desde hace tiempo, que las casas en general estén bien orientadas?
-No, justamente, en este momento que nos damos cuenta del coste de la energía, es que empezamos a mirar atrás y a tener en cuenta
todas estas cosas que nuestros abuelos y nuestros antepasados tenían en cuenta cuando construían sus casas.
Porque ya no podemos depender de las máquinas para poner la calefacción: tenemos que reducir los costes.
Tenemos que tratar de volver atrás y ser un poco más sostenibles.
-Por ejemplo, estos grandes ventanales que nos gusta tener, ¿no? Estas vistas cuanto cuestan, me decían ellos, ¿no?
-Claro. -Las ventanas que tenían nuestros abuelos eran ventanitas pequeñas. - Claro.
Una de las cosas, por ejemplo, con las que trabajamos, es teniendo noción de lo que cuesta cada cosa.
Si tienes una vivienda con unas ventanas muy grandes y sabes que por ahí pierdes mucho calor y tienes que poner mucha más calefacción
para poder calentar la vivienda... Si tienes conciencia de esto, es cuando entonces decides hacer la ventana un poco más pequeña.
-Hay una frase que dicen todo el equipo de ReAcció: "los edificios tienen piel y también pasan frío". Es más, su tesis de final de proyecto
(se conocieron en un postgrado de arquitectura sostenible) era "el abrigo de tu hogar". O sea, ¿tienen piel los edificios? ¿Cómo va esto?
- Sí, a ver, bien bien no era una tesis, era un concurso al que nos presentamos que no tenía nada que ver con el posgrado que hicimos.
Pero la excusa fue... -Pero viene del postgrado, ¿no? -Evidentemente, nos conocimos en el postgrado y aplicamos lo que
aprendimos en el postgrado en este concurso que se llamaba, como decías, "el abrigo de tu hogar".
Así, nuestra actuación era en un edificio real, en una casa real, en una de tantas casas construidas entre los años 60 y 70,
en este caso en el Maresme, pero que encontramos por toda Cataluña, que se construyeron como segunda residencia.
Entonces, claro, en aquella época se construía sin ningún tipo de aislamiento térmico.
Es decir, simplemente se construían los muros de ladrillo y ya está. -Y punto. -Y punto.
Entonces, claro, muchos hemos escuchado decir... Esto nos ha pasado a nosotros y a mucha gente que nos escucha,
que tienen segunda residencia, pero que en invierno no van porque "la casa es fría".
La casa no es que sea fría, es que no está aislada. Nosotros lo que propusimos fue poner una piel por la envolvente de la casa, envolver...
-¡Eso debe ser carísimo! Yo te estoy escuchando y pienso: ¡uy, menuda inversión! ¡Ponerle una piel a la casa!
-Justamente, lo interesante de este concurso era que el presupuesto era muy reducido y teníamos que ver bien donde actuábamos.
Entonces, hicimos todo un análisis para saber donde teníamos que actuar, por donde era la mayor pérdida.
Y este aislamiento por el exterior era un aislamiento que al final tenía un coste bastante razonable
y que implicaba un ahorro bastante importante.
Solamente con poner el aislamiento por toda la vivienda subíamos la temperatura de la casa, sin calefacción, cinco grados.
-Eso es mucho, ¿eh? -Es mucho. Si tú tienes que calentar tu vivienda a 20 grados, si la tienes a 10 y de 10 pasas 15,
ya sólo tienes que usar la mitad de la energía.
-De hecho, nosotros justificamos con cálculos que el gasto en calefacción de esta vivienda bajaba a la mitad.
-¡Caramba! -Es decir, se amortizaba en un periodo muy razonable de tiempo.
-Hablando de aislamientos, hay uno que sorprende mucho, ¿eh? Vosotros habéis vuelto a aislar las casas con lana de oveja.
Esto lo han hecho en una casa en Vilagrassa, Lérida, que además debe hacer mucho frío allí, ¿eh?
-Pues ha de ser mucha lana, ¿eh? ¡Muchas ovejas esquiladas! ¡Madre de Dios!
-Sí, exacto. En este caso fue un poco por presión nuestra, y un poco también porque el cliente tenía un punto de conciencia
y estaba abierto a experimentar con nuevos materiales.
-¿Y los paletas ya sabían como utilizarlo esto?
-No. -Los constructores pensaron que se habían vuelto locos. Esto me lo dijeron a mi el otro día, ¿es verdad o no?
-Sí, sí, es verdad. De hecho, el aislamiento, la lana de oveja fuimos a comprarla nosotros con el cliente, con su furgoneta,
porque el constructor no sabía de qué le hablábamos.
-¿Pero donde se coloca la lana? ¿Cómo funciona esto?
-Sí, simplemente cuando se construye una vivienda de obra nueva, la pared tiene una capa de ladrillo... -Sí.
Y, por fuera, hay un aislamiento térmico, una cámara de aire y una capa de acabado.
Puede ir al revés, pero básicamente, un croquis sencillo sería este ¿no?
Entonces, simplemente en lugar de utilizar materiales como el porexpán, que se utilizan como aislamientos, es poner lana de oveja,
que es un producto que, respecto al convencional, que es el porexpán que se utilizaba hasta ahora, no es más caro,
cuesta mucho menos fabricarlo a nivel de energía, porque claro, fabricar el porexpán necesita altas temperaturas,
y la lana de oveja es darle de comer a la oveja... -Y punto. -Y punto. -Ella solita lo va fabricando. -Sí, exacto, lo fabrica sola.
Simplemente se le hace un tratamiento, como es un material vivo, para evitar que haya bacterias e insectos, pero prácticamente esto.
Y la verdad es que los resultados, a ver... Tú, cuando estás en invierno y te pones una chaqueta, lo que más te gusta es ponerte
una chaqueta de lana porque es lo que te abriga más. Pues una casa, podríamos decir que... -Es más o menos lo mismo. -Sí, sí.
-Cabe decir que todas estas declaraciones parecen muy revolucionarias, pero vosotros lo dijisteis: "nosotros nos creemos mucho
esto de la arquitectura sostenible, pero no estamos haciendo nada que no se esté haciendo ya en Suiza o Alemania".
Quiero decir que, quizás, es el cambio este de mentalidad del que hablábamos, ¿no? Quizás nosotros llegamos tarde, ¿no?
-Sí, como en tantas otras cosas... -Como siempre. -En Suiza y Alemania hace 20 o 30 años que se está construyendo de esta manera.
Y una casa que consume mucha menos energía tiene un valor de mercado mucho más alto, porque el cliente que la compra o la alquila,
sabe que gastará mucho menos para mantener esa casa caliente.
-Pues escuchad, yo creo que se tiene que recomendar, tenéis una página web supongo, que la gente puede consultar para coger ideas,
supongo que hay colgados varios proyectos, etc., ¿no? ¿Cual es la página web, Sofía?
-www.reaccio.com
Perfecto, y puede ser interesante para aquellos que quieran hacerse una casa nueva, que no sé si hay demasiada gente que,
en estos momentos esté en esta situación, y también para aquellos que quieran adaptar sus casas para que sean más sostenibles.
-Así es. -Pues escuchad, os agradecemos mucho que hayáis venido al programa y felicidades por el trabajo. -Muchas gracias.