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Le toca el turno a la 2ª clasificada.
Recibirá 90€, los libros de 1º de bachiller y ser socio de Caixa Vinaròs.
La segunda clasificada es Malena Jaraba Vives, del I.E.S. Leopoldo Querol.
¡Y también debe leer la redacción! (risas de fondo).
(se aclara la voz)Hace años, en tiempos de nuestros abuelos
las "camaraes" eran cuadrillas de trabajadores que se reunían todos los otoños
y se encargaban de recoger los cultivos.
Aquellas personas vivían en pequeñas casas rodeadas de campo, donde tanto pequeños como adultos
trabajaban sembrando, cultivando, quitando hierva, ...
Mi abuelo, igual que muchos otros, formaba parte de uno de estos grupos;
Iban al campo a recoger algarrobas, siempre en otoño.
Eran uno de los grupos pequeños pues sólo estaba formado por 4 hombres y en ocasiones las mujeres les ayudaban.
Todos los años, el día que finalizaban hacían una gran fiesta y se despedían hasta el año siguiente.
El tiempo fué pasando y con él las "camaraes" comenzaron a desparecer;
no se conoce a ciencia cierto el motivo, bien por la aparición de nuevas máquinas
o simplemente porque se hicieron mayores y los hijos no quisieron continuar el trabajo.
Pero ahora las "camaraes" son grupos; grupos de baile que visten con el traje típico
y cantan las canciones de aquella época.
Sé que las "camaraes" eran grupos de trabajo, pero tabién que entre sus componentes
había muy buen ambiente. Por este motivo decidí hacer aquella fiesta.
Una fiesta preparada con mucho detalle.
Fui a casa de aquellos amigos de mis abuelos y les informé
de mis intenciones. Por suerte, aquel día se encontraban en casa
y se alegraron enormemente de tener noticas suyas.
25 de septiembre, aún me emociono al recordar.
Era uno de esos calurosos días de otoño. Me levanté a las 7:00h de la mañana. ¡Por fin había llegado el día de la fiesta!
Me arreglé para un día muy especial y junto a mis padres subimos al campo.
Allí nos esperaban los compañeros de los abuelos, también engalanados para la ocasión.
Sólo faltaban que llegasen ellos y no se hicieron esperar mucho.
Todos los nietos juntos hicimos una representación del trabajo
que nuestros abuelos realizaban. Después comenzamos a cantar canciones,
a las cuales, los invitanos no tardaron en unirse.
Hicimos una parrillada de carne excelente y más tarde bailamos todos juntos mientras los abuelos
nos contaban algunas de sus historias. Pero se nos hizo de noche, y con ella la hora de regresar a casa.
¡Todos nos fundimos en un fuerte abrazo! ¡Fue algo realmente emocionante!
Puesto que todos disfrutamos reviviendo aquella época,
decidimos convertirlo en una tradición. Y desde entonces nos reunimos todos los años (aplausos).