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Norte y Sur Segunda Parte
No puede subir arriba, Señorita Margaret.
¿Por qué no?
El Doctor Donaldson está arriba con su Mamá.
Le ha hecho un exámen completo esta vez.
¿Ha dicho lo que es?
Ella está...Ella está debil ahora mismo, pero mejorará pronto,
así que no debe preocuparse, Señorita.
- Ah. - Doctor Donaldson.
Sí, ah, gracias.
¿Podría interrumpirle y que viniera a la salita?
Sí, por supuesto.
Puedes marcharte, Dixon.
Muy bien, Señorita.
¿Qué sucede con Mamá?
Bueno, su madre me ha pedido expresamente que no se lo diga.
Por favor, Doctor. Como hija suya, debo saberlo.
¿Son mis sospechas correctas? Dígame la verdad.
Los últimos descubrimientos en la medicina nos han dado grandes poderes para aliviar.
- ¿Pero no una cura? - No una cura, no.
Gracias.
Mi padre, ¿se le debe decir?
Bueno, es difícil dar consejo, pero ya que me lo pide,
diría que no hiciera nada precipitado.
No, mis visitas por sí mismas agudizarán la preocupación.
así que manténgalo lo mejor que pueda, para poder enfrentarse a lo inevitable.
Sí, permitirle descubrirlo en su momento y después consolarlo.
¿Será mucho sufrimiento?
Eso no se puede decir. Depende de su constitución.
Haré todo lo que pueda en darle... todo el consuelo posible.
Gracias.
Buenos días, Doctor.
Buenos días, Señorita Hale.
¿Puedo, Mamá?
Sí niña, por supuesto.
Pensé que debería traer mi trabajo aquí arriba.
- Compañía para tí. - Eso es muy amable de tu parte, Margaret.
¿Qué estás haciendo?
Un nuevo cuello.
- ¿Te gusta? - Es muy bonito.
Mamá, oh, Mamá, déjame ser tu enfermera.
Oh, no, Margaret. Eso es trabajo de Dixon.
Por favor, déjame intentarlo, de cualquier manera.
No sabes lo que estás pidiendo.
Oh, sí, lo sé.
¿No has visto al Doctor Donaldson?
Oh, seguramente no rompería la promesa que me hizo.
Sí, Mamá, lo hizo, pero no lo culpes. Le hice decírmelo.
Eso estuvo muy mal de tu parte, Margaret. No quería que lo supieras.
Pero estoy contenta de saberlo, Mamá. Bueno, ahora puedo ayudar a cuidarte.
Dixon y yo pensamos que te alejarías de mí si lo supieras.
¿Cómo pudo ella?
¿Cómo se atreve a pensar que no te quiero lo suficiente como para no querer cuidarte?
No debes odiarla.
Lo siento, Mamá.
Intentaré ser humilde y conocer sus formas.
Sólo si me dejas estar en primer lugar.
Anhelo tanto eso.
Cuando estaba en Londres, solía temer que me olvidarías.
Lloraba para mí misma por las noches al dormir, imaginándolo.
Y yo solía pensar,
''¿Cómo va Margaret a aguantar Helstone tras los lujos de Harley Street?''
Y todo el tiempo que suspiraba por Helstone y sus formas sencillas.
Cuando estaba en Helstone, siempre quería dejarlo.
Y ahora moriré lejos de él.
Mamá, no debes hablar así.
Aún te llevaremos de vuelta a Helstone.
Ya veremos.
Señora, me he tomado la libertad de hacerle una limonada fresquita.
Gracias, Dixon.
Oh, que Dios la bendiga.
Es tan dulce.
¿Señora?
Sí, Dixon, lo sabe.
Lo dijiste, Nick, el miércoles noche, hace dos semanas.
Tendremos a los señores de rodillas rogando para que volvamos.
Bueno, ¿dónde están?
Estais ganando. No debeis temer.
Paciencia, John. Paciencia.
¿De qué sirve la jorobada paciencia?
Tengo una señora al borde la muerte.
No se entretenga, Señorita. Entre dentro.
Este es el Señor Boucher, vecino.
Buenos días, Señor Boucher.
Bessy, ¿cómo estás?
Te lo digo, Nick, mi señora se está hundiendo. Es lastimoso verla.
Estás sacando tus cinco chelines del dinero del sindicato, ¿verdad?
5chelines a la semana puede ser suficientemente bueno para tí con sólo dos bocas que llenar
- Tengo seis niños, seis. - Es duro para tí, John.
Pero debes aguantar.
Me maldecirás, maldito todo este mundo, amos y sindicatos.
- ¡Vete al infierno! - Las mujeres, John. Las mujeres.
Lleva a Bessy a dar una vuelta, ¿puedes, Margaret?
Vamos, Bessy.
Aguanta, hombre.
No pedirás.
Lo que es mío es tuyo si quieres.
Aquí, toma. Aquí.
Tan pronto como tengas tu cinco por ciento, me lo devuelves.
Nunca tendremos ese cinco por cierto, debes saber eso.
Entonces perderemos, todos con honestidad.
Como has podido observar, John, el hambre es una cruel agonía,
así que deja a la muerte venir a galope.
Si estamos malditos, entonces querrás estas insignicantes monedas. Aquí, cogelas.
Y espero que podrán aguardarte a tí y a los tuyos a la victoria.
Si cojo este dinero,
soy uno de los tuyos, ¿lo pillas?
Soy un hombre orgulloso, Nick, y te echaré del sindicato, ya verás si no lo hago.
Cogelo.
Bueno, creo que hemos llegado al final de nuestra lección por esta noche, Sr Thornton.
Sí.
Sí, hemos hecho un buen trecho.
Qué obra, Señor Thornton, es la Iliada.
Vaya obra.
Los heroes permaneciendo o cayendo por su propio corage personal.
Fieles y con determinación.
Una lección para todos nosotros, especialmente en un momento como éste.
Oh, por cierto, Señor Hale, He estado intentando mencionarlo.
- ¿El qué, Señor Thornton? - Doy una cena la semana que viene.
Estaría muy feliz de invitarle a usted y a la Señora Hale.
Muy amable de su parte.
Margaret, el Señor Thornton está invitando a tu madre y a mí a cenar con él.
Es el jueves que viene.
Los otros invitados serán los principales fabricantes de la ciudad.
¿Pero no estaremos un poco fuera de lugar?
Para nada. Estarán encantados de conocerle.
Todos están profundamente interesados en la educación.
Es muy amable de su parte, Señor Thornton,
al decir que conociendo a sus amigos, mi padre podría encontrar alumnos.
Es muy probable.
No sé si pasa en su parte del mundo, pero en ésta,
se puede conseguir mucho en una buena comida.
Señor Thornton, me temo que mi madre puede no estar suficientemente bien como para asistir.
Está un poquito mal en este momento,
pero estoy seguro de que la idea de salir fuera a cenar
le dará un soplo de aire fresco a su corazón.
Lamento oir que la Señora Hale no está bien.
Si no puede asistir, entonces lo entiendo perfectamente.
¿Podría hacer una sugerencia?
Señorita Hale, ¿honraría mi mesa al acompañar a su padre,
pueda o no venir la Señora Hale?
- ¿Asistir yo? - Sí.
Señor Thornton, aprecio su bondad y su cortesía,
pero me pone en una especie de aprieto.
¿Cuál es, Margaret?
Ya conoces mis sentimientos acerca de la huelga, Papá.
He encontrado amigos entre la gente más pobre
y he visto las penurias que están sufriendo.
Señorita Hale, admiro sus escrúpulos.
- Pero son injustificados. - ¿Injustificados?
Si usted los ha visto sufriendo, es porque se lo han buscado ellos mismos.
- Yo no comencé esta huelga. - Sólo están pidiendo un salario justo.
¿Cuál es un salario justo?
¿Diez chelines a la semana? ¿Diez libras? ¿Cien? ¿Cuál es un salario justo?
No lo sé.
Todo lo que sé es que quieren una vida mejor.
Eso queremos todos, pero lo que tenemos está aquí y ahora,
y está gobernado por estrictos principios económicos.
Un balance delicado entre el coste del trabajo, el mercado, el consumo y los materiales.
No entiendo los detalles del comercio, Señor Thornton.
Eso es una pena, entonces.
Y es una pena que los trabajadores no se tomen la molesta de averiguarlo tampoco.
Si los jornales siguen subiendo más y más,
¡el soberano de oro no valdrá más que cuarto de penique de latón!
No puedes subir los salarios así y ¡son idiotas si piensas que pueden!
Lo siento. He hablado precipitadamente y ...yo...me temo que bruscamente.
Señor Hale, a pesar de todas sus clases, aún soy un burdo fabricante.
Señorita Hale...Espero que me perdonará.
Por supuesto.
(Escalas de piano)
Jane, ¿irías y le pedirías a la Señorita *** que parara ese ruido?
Sí, Señora.
(El piano para)
(Notas discordantes)
(El piano se cierra de golpe)
¿¡Cómo te atreves, Mother!? ¿¡Cómo te atreves a interrumpir mi lección!?
No puedo aguantar tu lucha, así que paras.
- ¿Hacer qué? - No habrá más piano.
Esta es la primera vez, la primera vez en toda mi vida,
en la que he podido practicar sin todo el estruendo de las máquinas ahí fuera.
Bueno, daría mi brazo derecho para que volviera.
- ¿El qué? - Que las máquinas volvieran.
Ahí está tu música.
Es la única música que quiero.
No tienes cultura, Madre. ¿Sabes eso?
Por mucho nácar que tengan tus adornos,
siempre serás corriente hasta que te mueras.
Prefiero ser corriente que ablandarme como mis hijos.
Tu hermano y tú hacéis una bonita pareja.
Es porque tenemos méritos, ¿no es así?
Bueno, no puedes ir lejos en este mundo sin méritos
y mis dedos son uno de ellos.
Walter dice que tengo unos dedos perfectos.
Bueno, coge tu oportunidad.... y cásate con él.
¡Madre!
Si conozco al hijo de Slickson, va detrás de nuestro dinero.
Bueno, tenemos una buena oportunidad de acabar como pobres,
así que asegúratelo mientras puedas.
Es suficiente para caiga en uno de mis ataques de desmayo.
Soy delicada.
Bueno, acabo de ver a Hamper.
Quiere llegar a un acuerdo con ellos, darles un aumento del dos por ciento.
- ¿Y? - Le he dicho que no podemos.
Sería un suicidio. Tiene que esperar hasta que lleguen los obreros irlandeses.
¿Cuándo llegan?
El agente en Dublín no me dará una fecha determinada.
Pido a Dios que sea pronto.
Ahora, grábaselo en la cabeza a esos dueños de fábricas en la cena del jueves,
Los trabajadores irlandeses son la única respuesta.
Sí.
Madre, ¿puedo llevar mi vestido de seda azul?
- ¿Eh? - A la cena del jueves.
Por el amor de Dios, niña, ponte lo que quieras.
Gracias.
Por otro lado, Madre, he invitado a los Hales.
Oh, ya veo.
***, ¿te gustaría que invitara
a tu maestro de baile y su esposa también?
Hay una gran diferencia entre el Señor Hale y un maestro de baile.
¿La hay?
¿Cómo te puedes preocupar por un profesor de griego en un momento como éste...
Es una indulgencia, Madre.
Sudo bastante. Creo que me lo merezco.
Tendrás que ir, Margaret.
Tu padre no puede ir solo y yo, me temo que apenas no puedo moverme.
Lo sé, Mamá, lo sé.
Gracias, Dixon.
¿Qué vestido te vas a poner?
No he pensado en eso.
No has tenido vestidos nuevos esta temporada, ¿no, niña?
Pero está el vestido que te pusiste en la boda de Edith.
Sí.
Dixon, ve y búscalo por mí, ¿de acuerdo?
Señora.
¿Qué hay de malo, Margaret? ¿No me puedes decir qué es?
Hay gente en la ciudad pasando hambre.
y aun así aquí estoy yo, ir a una comida suntuosa
Bueno, lo estás haciendo por tu padre.
Estoy tan perdida, Mamá. Tan perdida.
Necesitará airearse.
Quitar el olor a lavanta. Tiene demasiado polvo.
Pero no queríamos polillas, ¿verdad, señora?
Póntelo por encima, Margaret. Déjame verte.
Uhmm. Estará como en un retrato, ¿no es así, señora?
Sí, Margaret, lo estaras.
Oh.
¿De verdad va air a cenar a casa de Thornton, en la fábrica de Marlborough?
Sí, Bessy.
Pero ellos se codean con toda la clase alta de Milton.
¿No crees que soy lo suficientemente buena para ir?
Bueno, ya sabe, allí piensan sobre una gran cantidad de dinero
y creo que usted no tiene mucho.
No, eso es muy cierto. Pero no es la primera gran cena en la que he estado, Bessy.
Bueno, ¿qué llevará puesto, Señorita?
Seda rosa, un vestido que llevé a la boda de mi prima el año pasado.
Es lo mejor que tengo.
Eso servirá.
(Tose)
Detestaría que le miraran por encima.
Bessy, querida, eres tan amable
preocupándote en saber cómo estaré para la cena.
Me siento tan malvada y culpable por ir allí solamente.
Oh, no, Señorita, no debe decir eso.
A algunos les toca trabajar duro toda su vida,
otros van a fiestas suntuosas.
Quizá es uno ellos.
Desearía poder verla, toda arreglada, Señorita.
Siento tanto que su hijo esté aquí aún, Señora Thornton.
La historia de siempre, Señor Slickson, el negocio interfiriendo con el placer.
- Pero estará aquí enseguida. - Esplendido. Esperemos eso.
Unámonos a las damas.
Señora Thornton, debo felicitarla por su casa. Es de lo más refinada.
Aunque me pregunto si quizás la cercanía a la fábrica
¿no la hace un poco desagradable a veces?
Jamás. No hay otra fábrica como ésta en Milton.
¿Sabe que una de las salas mide 184 metros cuadrados?
¿Es un hecho?
Disfruto escuchando buena música, pero yo no toco bien.
Vendimos nuestro viejo piano cuando nos vinimos a vivir aquí.
Me pregunto cómo puede vivir sin uno.
Creo que tienen buenos conciertos aquí.
Oh, sí, deliciosos. Pero demasiado llenos.
Los directores permiten que todo tipo de gente entre de forma bastante indiscriminada.
Pero seguro que se oye la música más nueva allí.
Siempre tengo que dar un pedido mayor a Johnsons el día después del concierto.
Hey, Thornton, pensábamos que nunca llegaría.
Señor Slickson, sí, perdóneme.
Me entretuve con alguna gente, no podía escaparme.
Bien, lo mejor es que se consiga una copa. Yo ya llevo dos.
Lo haré. Gracias.
THORNTON: Venga ya, Señor Slickson. No todos los londinenses son así.
Se lo digo, todo son pícaros y bribones en Londres.
No podrían sobrevivir un día sin nosotros.
Agentes e intermediarios, gorrones y la chusma de la creación.
Ése es su Londres. ¿Tengo razón, Señorita Hale?
- Bueno, yo... - Tengo razón.
Hay refinamiento en Londres, Señor Slickson.
El refinamiento se puede comprar, como cualquier otra cosa.
Coja a ese tipo que viene por aquí a tocar el piano
a nuestros conciertos de fumadores, ¿cómo se llama?
- Frank Hally. - Eso, eso es, Hally.
- ¿Viene Frank Hally por aquí? - Viene una o dos veces en invierno.
Cuando hay un recital de Hally en Londres, sencillamente todo el mundo acude en masa.
Eso es lo que estoy diciendo, tenemos el dinero y el lo sabe,
así que viene como por arte de magia, para dar una melodía o dos.
Ése Hally sabe donde está el metal.
Bueno, señoras, ¿nos retiramos?
Mi hijo tiene asuntos serios de los que hablar.
No tan serios, Señora Thornton. Sería un insulto a su mesa.
Gracias, Señor Slickson. Por este lado, señoras.
El mundo toma un cariz mejor una vez que te has llenado el estómago.
Muy cierto.
- Sí - Sí.
- ¿Un puro? - Sí.
Oh, gracias.
Hey, Thornton, ¿por qué esa cara de juez de repente?
Un asunto que no quería abarcar antes de cenar por si la cena se ponía mala con la expectación
Los irlandeses llegaron esta mañana. Han estado caminando todo el día.
- Traelos antes de que haya problemas. - Bien,
Vamos, adentro.
Vamos. Vamos.
Alineaos frente a la pared por ahí abajo.
No hace falta que os crucéis. No somos puñeteros paganos aquí.
Montón de papistas rebeldes irlandeses.
Vamos, adentro.
¡Seguid moviéndose!
Vamos, adentro aquí. Alineaos frente a la pared, todos vosotros.
Meteos dentro antes de que haya líos.
Vamos, seguid moviéndose.
Si hay algo que podamos hacer para ayudar a que su Mamá mejore,
debe decírnoslo con toda seguridad.
Gracias.
Tengo la bobina eléctrica del Doctor Goodman.
Usted coge la maneta y siente un hormiguo por los brazos.
La tengo para tonificarme cuando estoy agotada
Además tengo el extractor de caldo de ternera patentado.
Es lo mejor para conseguir nutrientes frescos en vez de sacarlos de una botella.
Sé lo que a ella le gustaría.
- Mi cama de agua con goma de India. - ¿Cama de agua?
Sí, es un nuevo tipo de cama para inválidos que acaba de salir al mercado.
La llenas con agua caliente y es siempre tan cómoda.
¿A dónde va Mamá?
Debería estar mezclándose.
Perdone sus modales.
Vamos, metéos aquí.
Mientras antes entréis, antes os daremos algo de sopa. Venga, moverse.
Irlandeses.
Irlandeses.
- ¿Están fuera en el patio? - Sí.
Bien, vamos, echémosles una ojeada.
Perdón, señoras.
SLICKSON: Ah, ahí están. Dichosos los ojos, ¿verdad?
Señor Thornton, ¿quiénes son?
Trabajadores irlandeses.
Así que ha conseguido realizar sus planes.
Sí. No tenía alternativa.
- ¿Irlandeses? - En el patio de la fábrica, te lo digo.
- ¿Dices que ha contratado irlandeses? - Estamos en el puñetero infierno.
- Ahora, luego, John, tómatelo con calma. - ¿Calma?
Sí. Pensábamos que podría venir así.
(Toses)
- ¿Qué vais a hacer? - ¿Cuáles son tus planes, Nick?
- ¿Quemar sus puñeteras fábricas? - Calma, te lo digo.
¿Cuál es el siguiente paso?
Decidimos aguantar juntos en lo bueno y en lo malo.
Sí, maldita sea.
Pero no vale ir en contra de la ley de la tierra otra vez.
Tenemos la razón de nuestra parte.
No queremos mezclar lo corrento con lo que está mal.
- ¿No a nada? - Sin violencia, eso es lo que decidimos.
Sin violencia, venga lo que venga.
Ahora, mira, aquí, tengo niños que se mueren de hambre.
Hace una semana iba a pedir mi trabajo de vuelta, sólo dijiste que permaneciera firme,
confiara en el sindicato, ellos verán más allá.
No me dijiste que estaba firmando una sentencia de muerte.
Era una decisión de la mayoría.
¡Que le den a la decisión de la mayoría! ¡Mis niños se mueren!
¿Qué pasa contigo? ¿Vas a ser como él, hacerte el martir gentil?
¿O eres un hombre, un hombre con validez sobre tí mismo?
- No lo sé. - Bueno, aclárate las puñeteras ideas.
Morir luchando, eso es lo que digo. Morir luchando.
(Bessy tose)
Señor. Oh, Señorita Margaret, gracias a Dios que ha vuelto.
- ¿Qué ocurre? - El Doctor Donaldson está aquí.
Ya ha superado lo peor, pero... Creí que se moría.
- ¿Morirse? - Ah, Señor Hale.
- ¿Qué le ha pasado a mi mujer? - Ahora está más tranquila.
El opio está haciendo efecto.
Los espamos han sido muy malos. No me extraña que asustaran a tu criada, aquí presente.
¿Espasmos? ¿Qué le ocurre?
Se repondrá esta vez.
¿Esta vez? ¿Qué está diciendo usted? ¿Cómo de enferma está?
- Está muy enferma, señor. - Pero...
Margaret, ¿sabías todo esto?
Me lo escondiste. Eso ha sido cruel.
No, no, señor, no ha sido cruel.
La Señorita Hale estaba actuando bajo mi dirección.
(Murmura)
Mi esposa.
Mi querida esposa.
Mi amada esposa.
Me temo que su madre estará mucho tiempo en la cama, a partir de ahora.
¿Tiene una cama de inválida?
No. Pero me han ofrecido una.
¿Puede conseguirla para mañana?
- Sí, eso estaría bien. - De acuerdo.
Gracias por todo lo que ha hecho, Doctor.
Buenas noches, Señorita Hale.
Buenas noches, Dr Donaldson.
¡Mamá!
Los señores nos tiranizan, estamos traicionados por el sindicato.
- Estamos en nuestro camino. - Bien, ¿a qué estamos esperando?
- Prendamos fuego a la fábrica. - No, no, Carter, eso no.
Bueno, ¿qué hacemos?
(Pasos)
¿Qué hacemos entonces, Boucher? ¿Qué hacemos?
Cuando te vayas a tu casa, avisa a tus vecinos,
y durante la noche, que tus vecinos llamen a otros,
hasta que toda la ciudad lo sepa.
Todos nos encontraremos a las puertas de Thornton a las nueve de la mañana.
Ni un minuto antes. Hasta ese momento, permaneceremos fuera.
Que los magistrados pienesen que todos estamos acostados.
Sobre las nueve en punto, en parejas o solos, con calma por las calles,
como si fuéramos a la capilla,
Llegaremos a la de Thornton.
Y luego...que Dios le ayude.
(Pegan a la puerta)
(Pegan a la puerta)
(Se abre un cerrojo)
- Buenos días - Oh, es usted, Señorita Hale.
- Sí. - ¿Viene con alguien?
- No. - ¿Está segura?
Sí, por supuesto.
Un momentito.
- Mejor entre deprisa. - Gracias, Williams.
- Está tranquilo, ¿verdad? - Sí.
- Demasiado tranquilo. - Las calles están vacías.
Sí, el diablo debe andar tramando en algún lado.
Mamá, es la Señorita Hale.
Me pregunto qué quiere.
Quizás intenta hacer amigos.
Los Hales fueron los primeros en irse anoche.
Creo que es porque tuvo una pelea con John.
- Señora, es la Señorita Margaret Hale. - Traigala dentro, Jane.
MARGARET: Gracias.
- Buenos días, Señorita Hale. - Buenos días, Señora Thornton.
Buenos días, Señorita Thornton.
Sé que me inmiscuyo en el el que debe ser un momento de lo más preocupante...
Si quiere ver a mi hijo, no puede. Está en la fábrica, ocupado con los irlandeses.
No, es la Señorita Thornton a la que quiero hablar.
¿A mí?
Anoche dijo que tenía un colchón de inválido.
Me temo que mi madre se ha puesto a peor,
así que estaríamos de lo más agradecidos si pudiera prestárnosla.
Estoy segura de que podemos arreglar eso, Señorita Hale.
- Gracias - (Se acerca una multitud)
¿Qué es eso?
¿Qué es ese ruido?
Están a las puertas.
***, trae a John de la fábrica. Los tumbarán a golpes.
No, no, está más seguro donde está, Mamá.
Sí, quizás lo está.
¡Arriba los trabajadores!
(Un hombre grita)
¡Abajo con los tiranos!
¡Abajo! ¡Abajo! ¡Abajo!
TODOS: ¡Abajo con los tiranos! ¡Abajo con los tiranos!
Vamos, ¿estáis listos?
¡Fuera con esto, muchachos!
¡Empuja!
TODOS: ¡Empuja!
¡Empuja! ¡Empuja!
¡Empuja!
¡Empuja! ¡Empuja!
¡Empuja!
¡Empuja! ¡Empuja!
¡Empuja!
¡Empuja! ¡Empuja!
Williams. ¡Williams!
Me quería, señor.
De vuelta a Pinner Lane. Haz como hemos planeado.
- ¿Soldados, señor? - Sí.
TRABAJADORES: ¡Empuja!
¡Empuja!
¿Qué está haciendo el señor Thornton?
Los está separando de los irlandeses hasta que llegue el ejercito.
¡Empuja! ¡Empuja!
¡Empuja! ¡Empuja!
¡Un momento, Thornton! ¡Un momento, Thornton!
¡Queremos a Thornton!
TODOS: ¡Queremos a Thornton! ¡Queremos a Thornton!
¡Queremos a Thornton!
¡Queremos a Thornton! ¡Queremos a Thornton!
Gracias a Dios que está dentro.
Atacarán la casa, Mamá.
Sí, si el ejercito no llega a tiempo.
¡Queremos a Thornton! ¡Queremos a Thornton!
¡Queremos a Thornton!
¡Queremos a Thornton! ¡Queremos a Thornton!
- Gracias a Dios que estás a salvo. - He llamado al ejercito.
Señorita Hale.
- Entrarán en razón - Sí, lo harán.
MARGARET: ¿Qué clase de razón?
La única razón que las bestias salvajes entienden.
¡Queremos a Thornton! ¡Queremos a Thornton!
¡Paz, hermanos! ¡Paz, hermanos!
¡Paz!
La fábrica, hermanos, la fábrica.
¡Vayamos por los tragones irlandeses!
Han cogido la fábrica.
***, aléjate de esa ventana.
Dadme una herramienta. Un tubo, algo.
Acabaremos con esto.
- Señor Thornton, baje un momento. SEÑORA THORNTON: ¿Bajar? ¿Estás loca?
- Si usted no es un cobarde, Señor Thornton. - No la escuches, John.
Vaya y hable con sus hombres como si fueran seres humanos.
No permita que los soldados los agredan.
Son hombres pobres que sufren y se han vuelto locos.
Si tiene hombría, baje y hable con ellos de hombre a hombre.
¡John!
¡Señor Thornton!
Señor Thornton.
Señor Thornton, yo...
Bloquee la puerta detrás de mí. Mi madre y mi hermana necesitarán esa protección.
Y usted también, Señorita Hale.
¡Hey, mirad! ¡Es Thornton!
¡Thornton!
¡Vamos, lo tenemos, muchachos!
- ¡Thornton! - ¡Silencio! ¡Calma todo el mundo! ¡Calma!
¡Silencio!
¡Silencio!
- Caballeros... (Gritos)
¡Silencio!
¡No nos llames caballeros!
Has sido listo, has sido listo Señor Thornton, de entregarte.
No querríamos haber herido a tu familia.
pero les hubieramos dañado si se hubieran cruzado en nuestro camino
Te hemos juzgado, Señor Thornton,
¡y te encontramos culpable de todos los cargos!
(Gritos)
No esperaría que mostráramos piedad, ¿verdad?
¡Porque no vamos a tener ninguna!
- ¿Quién es? Su hermana, ¿no? - No lo sé.
- Vaya adentro. Váyase adentro. - No.
- Están desesperados. - Hablaré con ellos.
No, por favor.
¡Os lo ruego!
(Quejidos)
Os lo ruego. No uséis la violencia.
Vuestra causa no se puede ganar con violencia.
Tenéis quejas, lo sé, y se os contestarán.
¡Cómo se atreve a hablar de nuestra parte!
MARGARET: iros a vuestra casa ahora.
Han enviado a los soldados. Ya vienen.
¡No permitáis que esto acabe en una matanza!
Por amor a vosotros mismos, y por el amor a los que queréis,
id a vuestras casas en paz.
¿Qué pasa con los irlandeses?
¡Silencio!
Eh, ¿los mandarán a su casa de vuelta? Dile que nos lo diga.
¿Y bien?
No haré nada bajo amenaza, que os quede claro a todos vosotros.
(Gritos)
¡Mis acciones las elijo yo!
¿Lo oís, muchachos? ¡Ni siquiera nos escuchará!
Sus ojos están cerrados. Sus oídos sellados.
Bueno, se los vamos a abrir requetebien, ¿verdad?
¿A qué estamos esperando?
¡No! ¡No!
¡Oh!
¿Quién lo ha hecho?
No es nada. Estoy bien, totalmente bien.
La habéis hecho bien.
Una mujer se os acerca,
suplica por vosotros para que entréis en razón, y la tratáis de este modo.
¡La habéis hecho bien!
Era para tí, tú sólo te escondías detrás de ella.
(Gritos)
Ya veo.
- ¿Está bien, Señorita Hale? - Sí, sí, estoy bien.
Bueno, ahora no me escondo.
¡Vamos! Lo que sea que queráis,¡hacedlo!
Jamás me moveréis de lo que he decidido. ¡No vosotros!
¡No vosotros!
¡Hey, parad! ¡Parad!
¡Volved!
Parece que es entre tú y yo.
La mujer, señor, la mujer.
Señorita Hale. ¿Señorita Hale?
Señorita Hale.
SOLDADO: Patrulla, alto.
Vosotros dos, a la puerta de la fábrica. Vosotros dos, la tienda. Puerta principal.
Vamos, Sargento.
¿Señorita Hale?
- Señorita Hale. - ¿Le hicieron eso, señor?
- Busque un médico. - Estamos esperando a que presente cargos...
- ¡Un médico! - Sí, señor.
Sargento, un doctor. Venga, corra.
- Esperaré aquí, señor, ¿no? - ¿Eh?
- Los cargos. - Claro, volveré ahora. La puerta.
Oh, mi Margaret.
Mi Margaret.
Nadie sabe lo que significas para mí.
Se ha acabado todo, Mamá.
Hemos ganado.
¿Ganado? Oh, calla esa tontería.
- Madre, la golpearon. - ¿Qué?
- Defendiéndome. - Oh, la sangre, Mamá. ¡La sangre!
Busca a Jane. Dile que traiga gasa y agua.
¡Venga, vamos!
Ella... Se desmayó. Un shock.
Parecía que estaba bien y entonces de repente, se desmayó.
- Debemos traer a un médico. - He pedido que traigan uno.
Déjamela a mí. Tienes otras cosas que atender.
- Esos irlandeses estarán asustados mortalmente - Gracias, Madre.
Venga, vamos.
Sí.
Defendiste a mi hijo, ¿no?
Oh, Jane, ven aquí.
Coge ese cuenco.
¿Viste qué ocurrió, Jane?
Sí, Señorita Thornton. Teníamos vista completa desde arriba.
¿Quieres decir que todos los criados vieron su comportamiento?
Oh, Dios mío.
¿Qué le dices a Dios, ***?
Lanzó los brazos sobre mi hermano y lo abrazó.
- ¿Qué? - En frente de toda esa gente.
Hizo un buen espectáculo, ¿verdad, Jane?
- ¿Sí, Señorita. - ¿Lo abrazó? ¿Públicamente?
Muy atrevida y directa.
Puso los brazos alrededor de su cuello.
- ¿Por qué no me lo dijiste? - Me mandaste callar, ¿verdad?
Bueno, ahora te lo has asegurado, ¿no?
Felicidades.
- ¿Presenta cargos sólo para los cabecillas? - ¿Quiere que toda la ciudad acabe en prisión?
- No, pero... - Haga que sean los menos posibles.
- (Llaman a la puerta) - Hagan un ejemplo con ellos.
Se debe proteger la propiedad. No queremos este ultraje de nuevo.
- ¿Está preparado para identificarlos, señor? - A aquellos que quiera.
Los capturáis. Yo os diré cuáles.
Mejor llévese a los soldados a patrullar por las afueras.
Mejor dígaselo al Capitán, señor.
Bien, de acuerdo, lo veré.
- Ah, Doctor Lowe. - Me pidió venir, Señor Thornton.
Suba a las escaleras. La joven está en el salón.
¿Sería amable venir a la estación, señor,
de manera que podamos hacer los cargos y usted lo firme?
Sí, venga, vamos a ello.
Si la joven no se recupere, mande a alguien de inmediato a buscarme a la estación.
- Sí, señor. - Vamos, oficial. ¡Deprisa!
Bueno, la herida no es profunda.
Le dolerá la cabeza, pero se le pasará.
Lo que necesita ahora es descansar tras el impacto.
¿Puedo irme a casa?
No hasta que haya descansado un poco.
No, debo irme a casa.
No estoy seguro de que pueda permitir eso, Señorita Hale.
- Pero debo. Es por mi madre - ¿Su madre?
Sí, su madre está terriblemente enferma, Doctor.
No debe saber lo qué ha pasado aquí. La pondría peor.
Oh, ya veo.
Oh, Dios mío, esto se verá.
Ahí.
Mejor.
Madre, debe acostarse.
No está bien.
Eres una joven decidida, ¿no, Señorita Hale?
¿Puedo...coger un carruaje?
Creo que lo mejor es, quizás, no ir encontra de los deseos de la joven.
Mi carro está fuera Si me lo permite, la llevaré a casa.
- Gracias, Doctor. - Señora Thornton.
- Adios, Dr Lowe. - Señorita Thornton.
Entonces si me perdona, adios, Señorita Thornton. Adios, Señors Thornton.
Adios, Señorita Hale.
Haré que su madre reciba el colchón de inválida.
Esa era una de las cosas por la que vino, ¿verdad?
Sí.
Oh, Señorita.
Está de vuelta, bueno, sana y salva.
- Sí. - Gracias al Cielo.
- Había oído que... - ¿Oído qué?
Acaba de venir del mercado y estaba ese cuento dando vueltas
¿Has estado cotilleando, Dixon? Me sorprendes.
- ¿Dónde está Papá? - Está en el comedor, Señorita, pero...
Gracias.
Ah, Margaret.
La revuelta, ¿qué ha pasado?
Hubo un pequeño desorden, Papá, y algunas voces, pero se acabó pronto.
Eso no es lo que oí, Señorita.
Dixon, estaba allí.
Es la hora de que Mamá tome su medicina.
Sí, se la llevaré.
Gracias.
Y dile que le van a traer el colchón de inválida.
Muy bien.
Un momento, Dixon.
Lo que sea que hayas oído, no lo repetirás.
Preocuparía a mis padres y no quieron que tengan inquietud.
¿Es la única razón, Señorita?
Su pelo no está como estaba cuando salió esta mañana.
Oculta algo tras eso, ¿verdad, Señorita?
Dixon, si respetas a esta familia,
no cuestionarás o preguntarás nada acerca de esta mañana.
Es porque respeto a esta familia que lo hago.
He servido 30 años a su madre en las buenas y en las malas.
Y ahora que está a punto de morir,
Tengo que decir lo que ella querría decir,
aunque tenga que pasarme de mi lugar.
Siempre has sido fiel, Dixon. ¿Verdad?
No crea que la estoy condenando. Fue natural.
Estaban atacando al hombre que amaba.
Cuando arrojó sus brazos alrededor de su cuello, no se lo pensó dos veces.
- Dixon, ¿qué dices? - Estoy de su parte, Señorita.
No importa cuánta gente la viera.
Aunque sea una solterona,
se lo digo, no sólo las malas mujeres tienen esos sentimientos.
Y los que digan lo contrario, mienten.
Oh, Dixon. Dixon, ¿eso piensa todo el mundo de mí?
¿Qué hay de malo, Señorita?
Puse los brazos alrededor suya... para protegerlo de esa muchedumbre. Yo...
Yo pensé...
¡Oh!
Bueno, qué tonta soy, yo...yo sólo pensaba en...
(Llora)
¿Donde está?
- Se ha ido a casa - ¿Ido a casa?
- Estaba mucho mejor. - Seguro que no debería...
No te preocupes, John. No se había hecho mucho daño.
Alguna gente se desmaya con nada.
- ***. - ¿Sí, Mamá?
Vete de la habitación. Hay algo que quiero hablar con John a solas.
Muy bien, Mamá.
Ah. Sí, Mamá.
Sobre los irlandeses...
Los irlandeses pueden esperar. ¿Cierras la puerta, John?
¿Y bien?
Ella permitió que sus sentimientos la dominaran.
En un patio lleno de trabajadores como testigos.
- No tengo nada que decir en contra de eso. - Lo hizo para protegerme.
- Vió la oportunidad y la aprovechó. - No, Madre, no.
No queremos cuentos de vosotros que vayan de boca a boca por la ciudad,
y los habrá, después del espectáculo de aquí.
Así que páralos de la única forma posible.
Cásate con ella, pronto, por su bien.
¿Matrimonio? Madre, jamás se plantería tal cosa.
Ya has tenido una prueba.
Poco le faltó para arrodillarse y pedírtelo, ¿qué más podía hacer?
Madre, no es nada de eso. Lo que hizo fue completamente inocente.
No es inocencia tal inocencia.
Las mujeres no somos diosas.
Somos humanas.
Digamos que usó una astucia justificable... porque está enamorada.
Madre.
¿Realmente crees eso?
Bueno, no la culpo.
¿Cómo podría?
Tiene corage y determinación. Te merece, John.
Madre, realmente no puedo creer que yo le importe.
- Te lo he dicho. - No has visto...
No seas tonto. Ahora, no me irrites.
La has puesto en un pedestal. No hay pedestal.
Ella te quiere y tu la quieres. Bueno, ¿no es así?
Sí.
Ahora te obliga moralmente.
- ¿Obligar moralmente? - Al comprometerse, y a tí.
Sí, podría verse así, supongo.
¿Qué otra forma hay?
Madre, sé que no me quiere.
Pero cogeré mi oportunidad.
Si hay una entre mil, la cogeré.
Ahora, debo darle tiempo a descansar, ¿verdad?
Y hay cosas que hacer aquí, pero mañana por la mañana...
Sí.
Iré mañana por la mañana.
Subtítulos de ElizzyB para PorSiempreOyP, El Salón de Té y los amantes de los buenos libros