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Siempre existen sueños. Los sueños nos mueven.
En 1988, cuando empecé a correr en Motocross aquí en Brasil,
André debutó en el rally Dakar.
Se conocía el rally París-Dakar como el Rally de la Muerte,
cosas que nos impresionaban como pilotos en Brasil.
Nunca había participado un brasileño
y siempre tuve ganas de estar ahí.
Obtuve muchas conquistas y algunas victorias en el Enduro de Regularidad,
que sería el Karting, y el Dakar sería el Fórmula 1 1 en este deporte, incluso las reglas son muy similares.
Luego, vencí las principales pruebas brasileñas y mi sueño creció un poco más.
Este es el gran desafío.
Poder superarse cada momento.
Uno siempre está el 100% concentrado,
siempre esperando una sorpresa.
Vine para ser el primer piloto brasileño en la línea de salida, en llegar,
estar primero y luego vencer una categoría.
Así se fueron dando las cosas. Persistimos los tres primeros años,
no logramos finalizarlos.
En el tercer año, fui el primer sudamericano en concluir la prueba.
Y al año siguiente conquisté mi primera victoria,
el primer piloto no europeo en vencer una categoría en el Dakar.
Dejamos atrás un pasado de dieciséis años
en que participaban solo dos motos y llegamos al contexto actual,
el de una moto, un coche y un camión que logran buenos resultados
en pruebas internacionales y pruebas brasileñas.
El monobloque, suspensión, juntas homocinéticas, semiejes,
motor,
neumático,
direção hidráulica,
fluido de los frenos,
agua, aceite,
radiador,
para saber que el coche está al 100%.
Al 99,9% no sirve. Hay que estar al 100%.
Al 99,9% no sirve. Hay que estar al 100%.
Es algo que me satisface.
Uno prepara, evoluciona su equipo.
Trabajamos mucho con el Cenpes,
con el personal de Reduc, en mejores lubricantes para las motocicletas,
los coches y los camiones.
Llevamos nuestros problemas al personal del Cenpes para que nos presentara alguna solución.
Por ejemplo, los lubricantes de caja de transferencia del camión hervían.
Para nosotros, es algo novedoso y ellos nos presentaron la solución. Eso está bueno.
Y requiere tiempo.
En 1996, ya contábamos con el apoyo de Petrobras,
pero todavía era un pequeño apoyo, recién empezaba la asociación.
En esa época, eran tres motos. Luego se convirtieron en dos motos y un coche.
Enseguida una moto, un coche y un camión.
Ello ocurrió en 1999. Desde ese entonces, el equipo Petrobras Lubrax
es el único en el mundo en las tres categorías.
La moto es la categoría más peligrosa, que depende mucho del condicionamiento físico.
Uno está sobre dos ruedas, hay que equilibrarse. Conducir sobre la arena no es tan fácil.
El coche y el camión fueron un gran hallazgo.
Pude obtener respuestas para algunos miedos del pasado.
La seguridad del coche es muy superior, ya que uno está dentro de un habitáculo bastante protegido, sujetado por un cinturón.
En el primer año en que participé, me llevé un gran susto.
Conducía a 120, 130 km con mi motocicleta.
De repente, un dinosaurio igual a ese pasa a unos 160 km por hora.
Es un gran evento. Tanto allá en el Sahara como en el Sertão es el evento del año.
Pasamos por el rally do Sertão. Pasamos por regiones de muy bajos recursos.
El equipo Petrobras Lubrax tiene una marca: Sonría en los sertões.
Tenemos un set que contiene una crema dental, un cepillo de diente, un libro.
Hay un juguete: un cochecito. Allí lo distribuimos con una olla
porque vemos que las madres cocinan en latas de aceite.
Ponemos todo en la olla y lo distribuimos. Y hay regalos para el niño y la madre.
Es un gran aprendizaje de vida. No es solo conducir bien una moto, un coche, un camión.
Se necesita conocer mecánica, conocer navegación por estrellas, por equipos,
conocer medicina porque uno puede lastimarse y el médico puede tardar uno, dos días en llegar.
Supervivencia, manejar la gente, manejar el equipo, manejar lo inesperado.
Uno no sabe como explicarlo.
Después que termina el Dakar, después de veinte días de sufrimiento,
uno vuelve a Brasil y dice que no participará nunca más.
Después de una semana, uno ya está pensando en los preparativos,
que el próximo año habrá una nueva competición,
que necesitará prepararse y que habrá mucho por hacer.
Nuestra mayor adrenalina es el sabor de la victoria. Eso está bueno.
Nossa a adrenalina maior assim é o sabor da vitória, que isso é gostoso.