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Campamento de refugiados de Al Zaatari, Jordania A 15 km de la frontera con Siria
Vivíamos rodeados de horror y miedo.
Había ataques constantes con morteros, aviones de combate y cohetes;
además, había francotiradores.
También rodearon la ciudad y bloquearon el acceso de alimentos, agua y medicamentos.
Era muy difícil seguir viviendo así.
Sólo tomamos nuestra ropa.
No podíamos llevar nada,
porque había enfrentamientos por todas partes a nuestro alrededor.
Sólo nos quedaba huir y salvar la vida.
No tenemos ropa para cambiarnos, ni siquiera para ella.
El CICR les permite llamar a su familia y hablar tres minutos,
el llamado puede ser a cualquier país del mundo
una vez cada quince días.
Gracias. Saludos a las niñas. ¿Cómo está mi tío Abu Saeed?
Hablé con mis familiares y confirmé que se encuentran a salvo.
Les dije que estamos bien.
Ahora me siento más tranquilo.