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Sesión informativa a cargo de Albert Triola.
Buenas tardes. Me llamo Albert Triola.
Ordenaremos esta sesión en los siguientes apartados:
Primero hablaremos de la leyenda de Tristán e Isolda.
Luego, del argumento de la ópera.
Hablaremos de la música de Wagner.
Y, por último, de la dirección escénica de Alfred Kirchner.
Empezamos por la leyenda medieval.
El texto de Wagner no habla de lo que precede al viaje
de Tristán e Isolda con el que empieza la ópera.
Pero lo presupone.
Por eso, merece la pena hablar de ello.
Esta leyenda tiene muchas versiones desde sus orígenes en el siglo XII.
Voy a resumir los puntos esenciales.
Tristán es hijo de rey y princesa real.
Su madre es hermana del rey Marke, uno de los protagonistas.
Al nacer Tristán, su padre había sido destronado y muerto.
Su madre muere de sobreparto tras darle a luz.
Esta es una de sus peculiaridades...
ser un chico falto de afecto y de familia desde su infancia.
Por eso le llamaron "Triste" o lo que es lo mismo, Tristán.
Además, es un hombre valiente y un guerrero excelente.
A los 15 ańos fue a la corte de su tío, el rey Marke.
Se ganó el respeto de todos y el afecto del rey por su coraje
y a sus victorias como caballero.
El rey Marke lo valoró y amó como si fuera un hijo.
En una hazańa se enfrentó a un gigante. Pese a vencerlo,
fue herido de muerte con un dardo envenenado
en la costa irlandesa donde llegó en una embarcación
que, ahora, malherido, no podía orientar.
Cuando las olas lo lanzaron a la costa
lo acogió y curó la reina, experta en brebajes curativos.
Es la madre de Isolda, a quien confió la cura de Tristán.
De esta relación nació el afecto que nunca les abandonará.
Ya curado, Tristán volvió al reino de su tío Marke, a Cornualles.
Contó la belleza y la bondad de Isolda,
a quien debía el haber vuelto vivo de su aventura.
En Cornualles Tristán se encontró que nobles celosos lo acusaban
de trabar el matrimonio de su tío para heredar el trono.
Por eso el rey decidió casarse con la mujer que Tristán elogiaba.
Tristán, para desmentirles, se ofreció para volver a Irlanda
para pedir la mano de Isolda en nombre de su tío.
En la leyenda la madre de Isolda prepara un brebaje de amor
para asegurar que Isolda y Marke se quieran.
Tristán e Isolda, seguros de su deber, emprenden su viaje a Cornualles,
donde se celebrará el enlace que convertirá Isolda en reina.
No sigo con la leyenda medieval porque aquí empieza la ópera.
Con el viaje de Tristán e Isolda.
Pasamos al argumento.
Tristán e Isolda de Wagner tiene tres actos.
El primero se sitúa en el barco en el que Tristán
lleva a la princesa a Cornualles, donde se casará con el rey Marke.
También viajan Kurwenal, escudero de Tristán, y Brangäne,
sirvienta de Isolda, que guarda los brebajes mágicos
para asegurar el amor entre Marke e Isolda.
Este acto empieza en alta mar y termina al llegar a Cornualles.
En la travesía Isolda se muestra irritada con Tristán por no ir a verla.
Esto muestra el amor de Isolda y la resistencia de Tristán,
que no quiere traicionar al rey Marke.
Isolda explica a Brangäne su antigua relación con Tristán.
Tristán había matado en combate a su prometido Morholt.
Cuando Isolda lo descubrió, decidió matar a Tristán.
Al acercarse para matarlo, la mirada triste de Tristán se lo impidió.
Brangäne al ver los peligros de estos sentimientos,
recuerda a Isolda que su madre le había dado unos brebajes mágicos.
Isolda le ordena preparar el filtro de la muerte para los dos.
Tristán acepta beber la copa que le ofrece Isolda como reconciliación.
A la mitad del vaso, Isolda, que cree que es un brebaje mortal,
le arrebata la copa y termina de beber el brebaje.
Pero no es la muerte lo que acontece.
Brangäne había cambiado el brebaje de la muerte por el del amor.
Los dos jóvenes se miran y notan que el amor les domina.
En un impulso de pasión se abrazan mientras llegan a Cornualles.
Hasta aquí llega el primer acto.
El segundo acto se sitúa al exterior del palacio real.
Es de noche y allí se han citado Tristán e Isolda.
Saben que el rey y sus caballeros irán de caza.
Brangäne vigila.
Isolda le pide que lleve una antorcha encendida
y la apague cuando no haya peligro. Tristán esperará esta seńal para reunirse con ella.
Isolda, impaciente, apaga la antorcha.
Aparece Tristán. Los dos amantes se abrazan.
Se inicia el dúo que empieza invocando la noche, olvidando el tiempo,
en una de las escenas de éxtasis amoroso más extraodinarias de la historia de la ópera.
Tras mucho rato, Brangäne les advierte de que pronto amanecerá.
No la escuchan. El grito de Brangäne es inútil.
Llega el rey junto a Kurwenal y otros caballeros.
La reacción del rey es de tristeza ante la traición de Tristán
que no logra entender.
Tristán decide exiliarse y pide a Isolda que vaya con él.
Pero Melot se avalanza sobre Tristán con una espada y lo hiere de gravedad.
Isolda se lanza encima de su amante, herido. Así termina el acto.
El tercer acto es de la muerte de Tristán e Isolda.
Acontece en el castillo de Kareol que Tristán posee en la Bretańa.
Kurwenal ha traslado allí a su seńor y amigo Tristán, herido de muerte.
Esperan a Isolda. Kurwenal la ha advertido del estado de Tristán
y le ha pedido que vaya, convencido de que solo ella podrá curarle.
Preso por la fiebre y el delirio, Tristán evoca a Isolda la noche y la muerte.
Un pastor avisa de la llegada de Isolda. Kurwenal va a recibirla.
Tristán, angustiado por la espera, se levanta, se arranca las vendas
y va a buscarla.
Isolda llega para recoger en sus brazos un Tristán que se tambalea
que la ve por última vez y muere.
Isolda se desvanece.
Llega una segunda embarcación con el rey, Melot y Brangäne.
Esta había contado al rey el secreto del brebaje.
Marke estaba dispuesto a perdonar a Tristán.
Pero los bretones creen que van a rescatar a Isolda
presentan batalla.
Kurwenal mata a Melot antes de que lo malhieran a él y muera.
Marke se lamenta pero Isolda ya no está en este mundo
y transfigurada se hunde en la noche de la muerte.
La única realidad que la puede reunir a Tristán.
Mientras canta la extraordinaria "Liebestod", o "Muerte de amor",
uno de los momentos culminantes de la música de Wagner.
Hasta aquí el argumento.
Puntualizaré un par de cosas más sobre el argumento.
Primero, según la concepción de Wagner, lo más importante no es lo que se acontece,
sino lo que sucede en los corazones de ambos protagonistas.
La pasión que les posee y que les entrega a los brazos del otro.
Esta acción esencial la cuenta la música.
Esta ópera es muy emocionante pero también, muy estática.
Todo se acontece como un trámite al término de los actos.
Durante la parte más larga de los actos apenas sucede nada.
Pero las emociones que inundan a Tristán e Isolda
son agitadas, complejas e intensas.
Esta es la principal acción de esta ópera.
Segundo, la grandeza de la historia está en mostrar un amor tan extraordinario,
que ninguna voluntad ni norma puede limitar o contener.
Tristán e Isolda es la expresión más poderosa de la pasión amorosa, incontenible,
pese a la voluntad de las normas morales y de la Ley Divina.
Un amor que encuentra su realización en la noche y, luego, en la muerte.
Este amor es el único objetivo de la música de Wagner.
Ahora pasaremos a la música.
Vamos a escuchar y ver por primera vez en el Liceu,
una versión íntegra de Tristán e Isolda.
Una versión sin los cortes que, por su dificultad,
son habituales de hacer en la partitura.
Pasamos brevemente a la música y sus características principales.
Wagner creó para Tristán e Isolda una música nueva,
con un cromatismo exasperado
que ha marcado la historia de la música de nuestros tiempos.
Es casi un tópico que la música contemporánea empieza con el acorde del preludio
o Acorde de Tristán. Al límite de la tonalidad.
La intensidad que quiere expresar Wagner va más allá de las normas musicales.
Más allá de lo que Wagner había hecho hasta entonces.
Segundo: la partitura está compuesta de pequeńas células musicales
que Wagner asocia a personajes, emociones, acciones u objetos
por lo que, al oírlos, el espectador entiende lo que la música quiere comunicar.
Les daré el nombre que el ilustre Joaquím Pena
utilizó en su traducción para algunos de estos temas.
Sus identificadores son: alegría de Kurwenal, brebaje de amor,
noche liberadora, éxtasis, canto de la muerte o el lamento de Marke.
Son algunos ejemplos de lo que conocemos por "Leitmotiv".
Wagner recuerda al publicar el folleto informativo
que los motivos musicales, surgen, se desarrollan, se asocian y se separan
para volver a confundirse, crecer y borrarse y, al final, entrar en conflicto.
Se traban y deboran casi los unos a los otros.
Motivos que expresan una vida afectuosa donde alternan el anhelo más vehemente
de voluptuosidad y la aspiración más decidida a la muerte.
No percibimos melodías que podamos retener,
sino una música que fluye ininterrumpida e intensamente, como el amor que expresa.
Tercero: quizá deberíamos recordar algo que ya saben.
Tristan e Isolda es una de las partituras más difíciles y exigentes
a la que se pueden enfrentar un tenor y una soprano.
Convergen la violencia de algunos agudos
con la intensidad sostenida que requieren estos papeles.
También recordar que la complejidad y la extensión de la partitura
representa para la orquesta del Liceu uno de los mayores retos de la temporada.
Cuarto. Los momentos álgidos de esta obra son...
Del primer acto, el monólogo de Isolda.
Es una de la páginas más importantes del repertorio de las sopranos wagnerianas
y que tiene una violencia vocal excepcional.
El dúo de amor de Tristán e Isolda del segundo acto.
Seguramente el dúo de amor más importante y largo del repertorio operístico.
Y la Muerte de amor, o "Liebestod", del tercer acto.
Empieza serenamente y estalla en gritos de júbilo.
La orquesta crece hasta absorber la voz.
Pasaremos a la dramática de Alfred Kirchner para Tristán e Isolda.
Ha trabajado con la escenógrafa Annette Murschetz,
que ha creado un espacio refinado, esencial, estilizado...
que no quitara protagonismo a los cantantes o a la música.
En el primer acto vemos la proa con aspecto de muralla.
La escenógrafa quiere comunicar una doble idea:
que lo importante del barco y del viaje es su orientación a Cornualles,
el destino trágico de los amantes.
Se refiere y subraya la inmensa proa.
La otra idea es que para Tristán e Isolda este viaje es una prisión.
Van presos hacia su destino que terminará con sus vidas.
Estos dos componentes esenciales, la trágica orientación y el sentido de prisión,
se reflejan con elegancia.
En el segundo acto encontramos todos los elementos:
la naturaleza, la antorcha o la escalera donde está Brangäne.
Estos elementos no constituyen un paisaje real, sino desestructurado.
La sensación de inestabilidad, de fragmentación sin confort
con el que cantarán su éxtasis amoroso parece expresar la hostilidad
del contexto en el que viven.
El tercer acto es un espacio cerrado, con ventanales
desde donde los personajes ven la luz, la oscuridad o las estrellas.
Con aire reservado, íntimo, pero opresivo
que parece esperar la liberación de la muerte.
Una de las escenografías más sobrias y bellas para enmarcar este acto.
Contrastando con esta escenografía,
la dirección escénica y la gestualidad responden a lo que dice el texto
y al legado de la tradición dramática de la obra.
Las dos únicas excepciones, habituales en esta obra,
son que no es Melot quien hiere a Tristán en el segundo acto,
sino que él mismo se precipita hacia la espada.
Y, al final, Isolda no cae muerta sino que mira estática por la ventana.
Dos recursos para identificar lo que sucede:
que Tristán no quiere vivir más y su acto simboliza un suicidio;
y que Isolda ve en la muerte el espacio para que su amor siga vivo.
Cambios para hacer más explícito el sentido de ambas escenas.
Un espacio estilizado y un movimiento escénico
que sigue el texto y permite seguir la acción dramática
conceden a la obra el rigor que Kirchner menciona en sus declaraciones.
Quiere hacer sentir lo que hay detrás de cada línea de esta ópera.
Les deseo una feliz tarde y que disfruten de la obra.
Gracias.
[aplausos]
Sesión informativa a cargo de Albert Triola.