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Si hablamos de compañeros de esquí
Kaj Zackrisson es uno de los mejores.
Este sueco de rastas
hace sonreír a cualquiera que esté cerca.
Llevamos seis años explorando Europa
en coche, tren y helicóptero
disfrutando de mucha nieve polvo y de grandes momentos juntos.
Este año hemos decidido invitar al gran esquiador sueco Henrik Windstedt.
El plan era sencillo.
Henrik y yo habíamos quedado en la sede de Salomon en Annecy, Francia,
y después iríamos a Chamonix en busca de Kaj
para pasar dos semanas esquiando en los alrededores del Mont Blanc.
No empezamos con buen pie…
… por ahora.
¿Cómo lo ves Henki?
Nada. Todas las luces del salpicadero están parpadeando.
Tras dos horas tratando de arrancar, el equipo se metió como pudo en un solo vehículo
para ir a Chamonix.
Al llegar, soplaba un fuerte viento del norte que se estaba llevando
toda la nieve al sur de Italia. La moral se nos cayó a los pies.
Sin previsiones de nieve en la zona del Mont Blanc,
el viaje se estaba torciendo por momentos.
Por suerte, la app de Salomon nos localizó nieve,
nos anunciaron que el coche estaba arreglado
y llegó Kaj.
Era todo lo que necesitábamos para subirnos la moral y ponernos de nuevo en marcha.
OK Listo para esquiar en "Pow"
una ruta por los Alpes y diversión. ¿Cómo lo veis?
¡Estás en el lugar adecuado!
Nos dirigimos al pequeño pueblo italiano de Argentera y
llegamos poco después de la medianoche.
Aparcamos nuestro hotel sobre ruedas al pie del telesilla.
Cuando nos despertamos, estaba todo cubierto de nieve.
Y teníamos toda la estación para nosotros solos.
Estábamos esperando que saliera el sol, y por fin lo ha hecho.
El cielo está azul, pero…
… una tercera parte del equipo
tiene problemas de estómago.
Anoche en el parking hubo escenas bastante desagradables…
Como no soy un experto con la cámara, se la voy a pasar a…
_ Ben, que todavía resiste. _ Bueno, he estado mejor…
¿Qué tal si hacemos algún truco chicos?
No sé si fue el sofocante calor del Mediterráneo,
los indicios constantes de avalancha o la pena que nos daban nuestros compañeros en el valle,
Quizás la combinación de las tres cosas,
pero al final del día decidimos ir al norte en busca de más frío y, con suerte, mejor nieve.
Acabamos en la villa italiana de Claviere,
que forma parte de la estación de Vialattea, en la frontera entre Francia e Italia.
Después del primer día, estábamos muy satisfechos.
Ese era el tipo de esquí que buscábamos…
No había ningún motivo para ir a otro sitio.
Estábamos a tope de acción y adrenalina.
Mi entusiasmo me impidió ver algunas de las señales típicas de peligro y
acabé teniendo el susto de la temporada.
Cabrón, ha ido muy justo. No está mal lo profundo que era.
Sí, me he asustado bastante, la verdad…
No esperábamos que hubiera tanta acción aquí.
De haberlo sabido, no hubiéramos bajado ni de broma
Hemos aprendido la lección.
Hay que ir con mucho cuidado por aquí.
Esa noche brindamos por nuestra buena amistad
y buena suerte.
A la mañana siguiente, reanudamos la búsqueda de buena nieve.
Pone al sur, otra vez al sur.
Con una previsión de más de 70 cm de nieve,
pusimos rumbo a Isola 2000, que en principio estaba a una hora de camino.
Ocho horas después, la nieve incesante
y la falta de tracción de la caravana
nos obligaron a detenernos en la población cercana de Saint-Etienne-De-Tinee.
A la mañana siguiente, tuvimos que tragarnos nuestro orgullo
y hacer aquello que todo esquiador considera un fracaso…
… alquilar cadenas.
Vamos a colocar las cadenas y
después intentaremos librarnos de todos los autocares
y llegar a Isola 2000.
A última hora de la tarde empezó a nevar.
Estábamos seguros de que el día siguiente sería el día que habíamos estado esperando.
Cuando nos levantamos, había 45 cm de nieve.
Fuimos corriendo al telesilla.
Con tanta nieve, tardaron dos horas en abrir la estación.
Pero nada podía chafar nuestro entusiasmo.
Ni siquiera las gotas de lluvia en la primera bajada.
Cuando esquías fuera pista piensas que la felicidad es una cuestión de nieve profunda y buen terreno,
pero un viaje como éste te demuestra que a veces lo único que
necesitas es compartir una aventura con amigos.
Si la vida te da limones…
…haz limonada.