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Scott, le he oído en otras ocasiones hablar sobre el estándar del sector y esas cosas. ¿Qué espera
el mercado y cómo podemos asegurarnos de acercarnos o superarlo, o incluso superar
con creces esos estándares del sector? ¿Qué son? ¿Qué hay en el mercado? ¿Qué
hacen ustedes? Bueno, quizá los dos o tres más importantes
estén relacionados con estándares de seguridad y normas que deben cumplir los productos que
se desarrollan y fabrican. Y han cambiado mucho con el paso de
los años, sobre todo los de seguridad. Ya saben que, cuando se desarrolló el 34401A,
estaba vigente la 1.ª versión de la llamada IEC 1010 o ISO 61010, el estándar de seguridad
de entonces, en su 1.ª edición. Saben que la nueva familia 34460 ha sido diseñada, probada
y certificada según la 3.ª edición, la más reciente, que entra en vigor este mismo
año 2013, por lo que será nuestro primer multímetro digital que la cumpla. Y uno de los
pocos, si no el primero del mercado, en cumplir los nuevos estándares. Y esto
exige pruebas mucho más rigurosas y de mal uso, y determinar los márgenes de seguridad
del diseño del producto en general. Además, hay otros estándares del sector, como los
relativos a la EMC, las interferencias radiadas y conducidas, y ese tipo de cosas, para que
no interfieran con otros instrumentos ni con el dispositivo sometido a prueba del cliente en su
entorno. Y quizá todavía quede un estándar del sector interesante, el ISO
sub-team 025, que en realidad es un método, una metodología estandarizada para documentar
y comunicar el rendimiento de los instrumentos de un modo que permite comparar en papel las
especificaciones de los fabricantes A, B y C. Y nos parece interesante porque actualmente
en el sector todo gira en torno a las correspondencias con varios tipos de competidores.
Algunos son grandes empresas que llevan en el mercado mucho tiempo y tienen métodos de
documentación y especificaciones escritas que se acercan mucho a los métodos históricos de
Agilent. En el otro extremo tenemos empresas que publican números en un trozo de papel que
son más bien su lista de deseos de lo que creen que pueden publicar para ser competitivas,
pero realmente carecen de base estadística que permita comparar esas especificaciones con
el rendimiento del diseño de sus instrumentos.