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Ya habíamos avanzado en unas reuniones exploratorias en el exterior con representantes de las FARC,
dije que un proceso para terminar el conflicto en mi gobierno solo sería posible si éste
sigue tres principios: Aprender de los errores y aciertos del pasado
para no crear falsas expectativas. Lograr efectivament el fin del conflicto,
no su prolongación y No ceder un solo milímetro del territorio
nacional.
Hoy les quiero anunciar que estas reuniones exploratorias han culminado con la firma de
un "acuerdo marco" entre el Gobierno Nacional y las FARC, que establece un procedimiento,
una hoja de ruta, para llegar a un acuerdo final que termine de una vez por todas, esta
violencia entre hijos de una misma nación. El acuerdo lleva del nombre de Acuerdo General
para la Terminación del Conflicto y tiene su origen en unos canales que había establecido
el Gobierno anterior y que nosotros retomamos y continuamos. Las conversaciones exploratorias,
realizadas de manera directa y con toda discreción, se llevaron a cabo durante 6 meses en la Habana,
con el acompañamiento de Cuba y Noruega, después de año y medio, año y medio de
trabajo preparatorio; en ellas se construyó una visión compartida del fin del conflicto
y se acordaron el propósito, la agenda y las reglas de juego de un proceso que debe
ser serio, debe ser digno, deber ser realista y debe ser eficaz. Luego de estas conversaciones
exploratorias tengo la convicción de que estamos ante una oportunidad real, una oportunidad
real de terminar de manera definitiva el conflicto armado interno, se trata de un camino difícil,
sin duda, muy difícil; pero es un camino que debemos explorar, cualquier gobernante
responsable sabe que no puede dejar pasar una posibilidad como esta, de acabar con el
conflicto, eso si que lo entienden las millones de víctimas, cuántos colombianos no han sufrido
el conflicto en carne propia, cuántos colombianos no tienen un familiar que haya sido víctima
de la violencia. Estamos ante una posibilidad real por dos razones fundamentales: la primera
porque Colombia ha cambiado y el mundo ha cambiado; la segunda porque este acuerdo es
diferente.
Lo primero, ¿qué ha cambiado?, hoy podemos hablar de paz porque Colombia crece y se abre
al mundo, nuestra economía es ya una de las mas próperas de America Latina, similar a
la de Argentina y solo superada por Brasil y México, es una economía que está creando
empleo, como pocas en el mundo, en medio de una fuerte turbulencia internacional. Hoy
podemos hablar de paz porque millones de colombianos estan saliendo de la pobreza y porque seguimos
avanzando en esa dirección, hoy podemos hablar de paz porque el uso de la violencia para
alcanzar objetivos políticos es cosa del pasado, ningún país de la región lo tolera
y en varios, hay gobernantes que dejaron atrás la lucha armada y optaron por el camino de
la democracia; no solo Colombia, el continente entero quiere vivier en paz y nos respalda
en ese propósito. Hoy podemos hablar de paz gracias a los éxitos de nuestras fuerzas
militares y de nuestra policía y gracias a la creciente presencia del Estado en todo
el territorio nacional. Hoy podemos hablar de paz gracias al esfuerzo diario de nuestros
soldados y de nuestros policias, a quienes en este momento quiero rendir un sentido homenaje,
yo sé lo que es la guerra, yo sé lo que es la guerra porque fuí Ministro de Defensa
en un momento crucial y conocí de primera mano el sacrificio de nuestros hombres, hoy
podemos hablar de paz porque la visión de mi gobierno es una visión integral, no combatimos
por combatir, combatimos para alcanzar la paz y tambien estamos contruyendo paz. Lo
hacemos cuando reparamos a las víctimas, lo hacemos cuando restituimos tierras a los
despojados, lo hacemos cuando buscamos mejorar la condiciones de vida de quienes han permanecido
olvidados en los confines de nuestra geografía, hoy podemos hablar de paz porque este gobierno
ha avanzado mucho, de la mano del Congreso, en crear condiciones para la "reconciliación
nacional".
Lo segundo ¿por qué es diferente este acuerdo?, ¿por qué no repite los errores del pasado?,
es diferente porque es un acuerdo para terminar el conflicto, contiene las condiciones que
el Gobierno considera necesarias para abrir un proceso con suficientes garantías, aunque
por supuesto el éxito no se puede dar por descontado, por eso, un punto de la agenda
es precisamente el fin del conflicto, es decir, lo que pasa cuando cese definitivamente las
acciones militares, este acuerdo, no es ya, la paz, ni se trata de un acuerdo final, como
ya lo dije es una hoja de ruta que define con precision los términos de discusión
para llegar a ese acuerdo final, este acuerdo es diferente porque no tiene despejes, no
tiene despejes de territorio y porque no hay cese de operaciones militares, es diferente
porque las conversaciones se llevarán a cabo fuera de Colombia, para seguir trabajando
con seriedad y discreción, comenzarán en Oslo, la primera quincena de octubre y luego
continuarán en La Habana, es diferente porque las conversaciones no tendrán un tiempo ilimitado,
se medirán en meses, no en años, en todo caso acordamos que la duración estará sujeta
a que se revisen los avances cada cierto tiempo y si no hay avances, sencillamente no seguimos.
Es diferente porque el acuerdo establece un proceso con una estructura clara, dividida
en tres fases: la primera fase, la fase exploratoria, definió una agenda cerrada y unas reglas
de procedimientos para evacuarla, que es lo que ya se firmó; la segunda fase estará
enmarcada dentro de unas sesiones de trabajo reservadas y directas, será una discusión
sin interrupciones y sin intermediarios, sin intermediarios, ¿sobre qué?, sobre los puntos
acordados para llegar al acuerdo final y con ese acuerdo final se terminaría, se terminaría
formalmente el conflicto; la tercera fase es la implementación simultánea de todo
lo acordado, con las correspondientes garantías y mecanismos de verificación y de participación
ciudadana.
Este acuerdo es diferente a los anteriores porque contiene una agenda realista sobre
5 puntos concretos, el primer punto es el desarrollo rural, eso significa dar mayor
acceso a la tierra, llevar infraestructura a las regiones mas apartadas, hacer que la
prospiri (sic), la prosperidad y los servicios del Estado lleguen a todos los habitantes
del campo; es repartir de manera más equitativa la prosperidad por todo el territorio. El
segundo punto son las garantías para el ejercicio de la oposición política y de la participación
ciudadana, no solo en la norma sino en la realidad, es decir, que quienes disientan
y protesten lo hagan sin temor y que se rompa para siempre el lazo entre política y armas.
El tercer punto es el fin mismo del conflicto armado, esto incluye la dejación de las armas
y la reintegración de las FARC a la vida civil, junto con todas las medidas del Gobierno
para dar garantías al proceso de terminación. El cuarto punto es el narcotráfico, que tanto
daño le ha hecho y le hace a nuestro pais, si este proceso contribuye a que se combata
con más efectividad este negocio ilícito, esto por si solo, sería un gran avance. El
quinto punto son los derechos de las víctimas, nadie, nadie puede imaginar el fin del conflicto
sin atender a quienes han sido sus víctimas, que precisamente, es lo que comenzamos a hacer
con la ley de víctimas; satisfacer los derechos de las víctimas es una obligación de todos,
eso siginifica también emprender un ejercicio de esclarecimiento de la verdad porque no
solo las víctimas sino todos los colombianos tenemos derecho a saber qué paso y quiénes
fueron los responsables. Todos estos puntos tendrán su correspondiente verificación
y en su conjunto constituyen una fórmula integral para la terminación efectiva del
conflicto y para avanzar en la construcción de una paz estable y duradera y son además
consecuentes con las políticas de este gobierno.
Nosotros seguiremos haciendo en el terreno lo que le prometimos a los colombianos, restituir
tierras, reparar a las víctimas, garantizar justicia, disminuir la pobreza, crear empleo,
hemos trabajado con seriedad y debo reconocer que las FARC también, todo lo que hasta ahora
se ha acordado se ha respetado, si las FARC abordan la siguiente fase con la misma seriedad,
tenemos buenas perspectivas para la fase que comienza, vamos a establecer mecanismos para
informar sobre los avances y para garantizar una adecuada participación de la sociedad,
manteniendo eso si, el carácter serio y discreto, discreto de las conversaciones, en el entretanto,
repito, el Gobierno no hará concesiones de ningún tipo en el terreno militar, las operaciones
militares, señor Ministro Juan Carlos Pinzon, señor General Navas, señores comandantes,
señor Director de la Policía, las operaciones militares continuarán con la misma o más
intensidad, tampoco nos dejaremos amedrentar por los extremistas y los saboteadores de
cualquier sector que suelen aparecer en estos momentos; al pueblo colombiano le pido templanza,
le pido paciencia y fortaleza ante eventuales nuevos ataques de las FARC o un incremento
de la violencia, que de todas maneras serán respondidos con toda la contundencia por parte
de la fuerza pública y de la justicia; por último quiero agradecer a los Gobiernos de
Cuba y de Noruega, por el generoso apoyo que nos han brindado, sin su concurso no habría
sido posible llegar a este punto. Cuba y Noruega seguirán actuando como anfitriones y garantes
en la segunda fase, también quiero agradecer al Gobierno de Venezuela, por su permanente
disposición a ayudar en todo momento y al Gobierno de Chile por haber aceptado apoyarnos
en la siguiente fase, estos dos paises, Venezuela y Chile, serán acompañantes, agradezco finalmente
a una serie de expertos internacionales, que desde el principio, con su conocimiento, con
su experiencia, con gran dedicación, han enriquecido enormemente este proceso, compatriotas,
hay momentos en la historia donde un gobernante debe decidir si se arriesga a emprender caminos
nuevos para resolver los problemas fundamentales de su Nación, este, este es uno de esos momentos,
sin duda hay riesgos, pero creo que la historia sería mucho más severa con todos nosotros
sino aprovechamos la oportunidad que hoy se nos presenta; en todo caso, la responsabilidad
de esta decisión recaerá sobre mis hombros y sobre los de nadie más, eso si, quiero
poner muy de presente, a todos mis compatriotas, que si no somos exitosos, tendremos la tranquilidad
de que hicimos lo correcto, de que no hicimos concesiones, ni cedimos un centímetro del
territorio, ni tampoco desatendimos las tareas del Gobierno; hemos procedido y procederemos
con la debida cautela, pero también con determinación.
Los invito, entonces, a que miremos este proceso con prudencia; pero también con optimismo,
si somos exitosos habremos puesto fin a esa oscura noche de medio siglo de violencia,
no podemos seguir siendo un país con uno de los conflictos internos más largos del
planeta y el último del Hemisferio. No podemos dejar que sigan naciendo nuevas generaciones
como la mía, que no conozcan un solo día de paz; no hay duda de que es hora de pasar
la página, hace unos días, una madre cabeza de familia, con cuatro hijos, de los cuales
había perdido dos en este conflicto, se me acercó y me dijo, presidente busque la paz,
en paz seremos, seremos personas, en paz, los dos hijos que me quedan tendrán mejores
oportunidades, así lo creo, así lo creo.
Si ponemos fin al conflicto los colombianos estaremos frente a un mundo lleno de oportunidades,
si terminamos el conflito se desatará todo nuestro potencial y a Colombia no la parará
nadie, tenemos que unirnos, tenemos que unirnos todos, para hacer que el sueño de vivir en
paz se convierta por fin en una realidad, muchas gracias.