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(Música)
Soy Awele, hija de Alice, nieta de Ruth,
bisnieta de Gran Mamá Alice y Madir Corine,
tataranieta de Anna y Zitii Benyen.
Es mi esperanza
encontrar lo mejor de mí en servicio de los demás.
¿Y mi papá? Solía contarme historias.
Mi papá decía:
"Quiero que sepas quién eres y de dónde vienes".
Eso te guiará conforme descubras quién debes ser.
Ahora escucha esta historia ¿me oyes mi niña?
No la vas a encontrar en un libro,
tus maestros no te la van a contar,
pero necesitas entender quién eres".
Eso se convirtió en un principio a seguir
en las historias que quise contar.
Historias acerca del legado de quiénes somos.
Solía escuchar todo el tiempo que los niños son el futuro,
¿pero qué significa ese cliché en realidad
y cómo los estamos preparando?
Entonces busqué narrativas de jóvenes
y el legado que traen consigo
como agentes de cambio.
El poder que hoy tienen.
Hoy, 2 de marzo de 1955,
la historia que quiero compartir con Uds.
es del 2 de marzo de 1955.
Es acerca de una valiente joven de 16 años,
Claudette Colvin.
Y hoy se cierra el círculo,
porque hoy hace una semana en San Francisco,
mis estudiantes de secundaria
presentaron una obra escrita por mí,
"Agentes de Cambio",
que empieza con la recreación de Plessy vs. Ferguson
de 1892 a 1896,
avanza con Brown vs. La Junta y una huelga estudiantil
dirigida por Barbara Rose Johns;
brinca hasta Claudette Colvin y el boicot de autobuses de Montgomery
y termina en 1960 con el movimiento de sentadas,
el movimiento de no-violencia dirigido por estudiantes.
Entonces voy a compartir mi historia
y me gustaría también compartir el trabajo que hago
con ella como caso de estudio.
Pagué mi boleto en el frente del autobús y me dirigí a la puerta trasera
con el resto de los niños de color, para que el chofer
no arrancara antes de que nos subiéramos.
Bueno, además, a los blancos no les gusta que caminemos en el pasillo junto a ellos.
Cuando subí nuevamente al autobús, la sección de color, estaba llena,
entonces me senté en la sección intermedia.
Me senté en la última fila a la izquierda,
junto a la ventana,
sin pensar particularmente en nada.
"Oye".
Tampoco conocía a la niña junto a mí, mayor que yo,
así que sólo miraba por la ventana.
El chofer pasó por varias paradas y más gente subía,
de color y blanca.
Muy pronto ya no había asientos disponibles.
"Dénme esos asientos", gritó el chofer.
La gente de color simplemente empezó a levantarse.
Los blancos empezaron a tomar los asientos, pero yo me quedé sentada.
La chica junto a mí y dos más del otro lado, se quedaron sentadas.
Yo sabía que no era el área restringida.
"¡Ahueca el ala rápido!"
La chica junto a mí se levantó de inmediato.
Se paró en el pasillo y luego las otras dos chicas.
Pero me dije a mí misma, esta no es el área restringida.
El chofer, levantó la vista,
miró la ventana, el espejo.
Se estacionó. La Sra. Hamilton, embarazada, subió al autobús.
Se dirigió a la parte de atrás,
sin saber que el chofer estaba intentando quitarme mi asiento,
ella se sentó justo junto a mí.
"Uds. dos se tienen que parar para que pueda continuar".
"Señor, yo pagué mi moneda, mi boleto.
Es mi derecho, mi derecho constitucional..."
«¿Constitucional? Ja, ja, deja que llame a la policía.»
Bueno, se bajó, detuvo a dos policías motorizados
que se acercaron.
Entonces los policías se subieron al autobús,
y miraron a la Sra. Hamilton.
"Uds. dos deben levantarse para que el chofer siga su camino".
"Oficial, yo pagué mi boleto, estoy embarazada.
Si me muevo ahora, me sentiría mal, oficial".
"Oficial, yo también pagué mi boleto y es mi derecho,
mi derecho constitucional.
Soy una ciudadana de los Estados Unidos.
Sólo lea las enmiendas Trece y Catorce...
y eso le dirán.
Conozco la ley. Mi maestra me la enseñó en la escuela".
Verá, mi maestra, nos enseña la Constitución,
la Declaración de Derechos, la Declaración de la Independencia,
el discurso de Patrick Henry, incluso me lo sé de memoria.
Mi maestra, indaga en nuestras mentes,
tratando de ver qué pensamos.
Ella nos preguntaría: "¿Quién eres, eh?
¿Quién eres tu, sentado justo aquí y ahora?
¿Eres la persona que la gente piensa que ve
desde afuera?
¿Quién eres dentro? ¿Qué piensas?
¿Cómo te sientes? ¿En qué crees?
¿Estarías dispuesto a defender lo que crees,
aun si alguien quiere detenerte
por ser diferente?
¿Amas a tus bellos hijos de piel oscura, eh?
¿Eres estadounidense?
¿Qué significa ser estadounidense, eh?
La tarea de esta noche es escribir un ensayo: ¿Qué significa ser estadounidense?
¡Niños, deben saber quiénes son!"
Mi maestra nos enseñaba historia y eventos actuales.
Decía que esa es la forma en que podemos entender todo lo que está pasando
y que hagamos algo al respecto.
"Oficial, todo lo que sé es que odio a Jim Crow.
También sé que si no tengo algo por lo que valga la pena vivir,
tampoco tengo nada por lo que valga la pena morir.
¡Entonces deme libertad o muerte!
¡Ay, no me importa! Llévenme a la cárcel".
La arrastraron fuera del autobús.
En seguida, Claudette Colvin estaba sentada
en el asiento trasero del carrro de la policía,
esposada a la ventana.
Al año siguiente, el 11 de mayo de 1956
Claudette Colvin era la testigo estrella en el caso de la corte federal,
Browder vs. Gayle.
Ella, una joven de 18 años
y dos mujeres más, una dama, la Sra. Browder.
Su caso, Browder v. Gayle llegó a la suprema corte,
seguido de Brown vs. La Junta Educativa, la enmienda Catorce
y su convincente testimonio en ese día, el resto es historia.
¿Por qué hoy no conocemos esta historia?
El Boycott de autobuses de Montgomery,
oímos de Rosa Parks, Martin Luther King,
ellos por siempre estarán presentes.
Pero el rol de las mujeres que jugaron en ese movimiento,
el rol de Claudette, como una persona íntegra,
nos enseña lecciones importantes que hoy nos ponen a prueba.
¿Qué significa ser un participante?
¿Un ciudadano responsable en una democracia?
¿Y las lecciones de valor y fe?
Es así que busco historia de movimientos de libertad que incluya a los jóvenes
tal que puedan explorar estas grandes ideas
de identidad, de su identidad elegida
y la identidad impuesta.
¿Qué significa ser miembro de la sociedad?
¿Quién la tiene? ¿Cómo nos redimimos?
Raza y violencia en Estados Unidos,
así como participación ciudadana.
Es así que estas historias me permiten conversar,
hablar de lo indecible, que muchos tienen miedo de tener.
Una vez en Eugene, Oregón, un chico de secundaria de ojos azules y cabello rubio,
me dijo al final de una función:
"Sra. Awele, ¿ya se acabó el racismo, verdad?
Sin querer contestar por él, le dije: "Bueno,
dirígete a la persona sentada junto a tí,
y ve si puedes obtener evidencia".
Les dí cuatro minutos para platicar.
Enseguida empezaron a contar historias, evidencias de racismo en su comunidad.
Una chica me escribió, una estudiante de preparatoria en San Francisco:
"Iba a faltar a la escuela cuando escuché que habría una asamblea entonces fui".
Después de escuchar a los estudiantes hablar y ver su presentación,
pensé que debía organizar a mis amigos
que debíamos ir a la reunión de la junta
y decirles que queríamos tener lecciones avanzadas
con condiciones de los niveles de la A a la G".
Por eso, hoy les cuento esta historia
en honor al legado de jóvenes que nos precedieron
para dejar hitos y símbolos del cambio
que ellos querían ver en este mundo,
como Claudette Colvin lo quiso.
Porque ella revocó la constitucionalidad de los asientos segregados
en Montgomery, Alabama.
Gracias.
(Aplausos)
Gracias.