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Como la mayoría sabe,
código QR significa "código de respuesta rápida",
un código de barras bidimensional
que tiene mucha más información
que los tradicionales.
Surgió en ***ón, en la fábrica de Toyota,
en el seguimiento de la fabricación de piezas de automóviles.
Desde entonces, ha ganado popularidad,
y lo vemos en la publicidad en todos lados.
El escaneo de un código QR, instantáneamente
dispara una de varias experiencias de base tecnológica:
podría ser un mensaje de texto,
podría ser un mensaje de audio,
podría ser un sitio web,
podría ser un video.
Es como magia.
Las herramientas para crear un código QR son esencialmente gratis,
y las herramientas para interactuar con el código QR
son de uso cada vez más sencillo y común.
Es una gran herramienta, gratis,
pero, ¿para qué sirve?
Los maestros han descubierto mucho potencial en
los códigos QR para el aula.
Recientemente, le dije a mi clase que aprenderíamos
algunas palabras nuevas,
algo que hacemos 2 o 3 veces por mes.
Se quejaron porque
es una actividad un poco aburrida.
Entonces, les pasé códigos QR, a mis alumnos,
y les dije que interactuaríamos con ellos mediante dispositivos,
y así conseguirían su lista de palabras.
La actitud de la clase cambió por completo.
Pasaron de las quejas y protestas
a la emoción y el entusiasmo.
Podría enseñar exactamente la misma lección con códigos QR
y sin códigos QR
y obtener actitudes totalmente diferentes.
Una actividad divertida para hacer con códigos QR
es la búsqueda del tesoro.
Creo unos códigos QR con tareas implícitas.
Los escondo por toda la habitación.
Los alumnos van con sus dispositivos
los escanean y tienen que ejecutar la tarea.
Recientemente, dirigí un evento de tecnología en mi escuela
y cubrí la escuela de códigos QR.
A los alumnos les encantó.
Los niños de 6 a 12 años,
estaban totalmente dedicados y entusiasmados,
literalmente corriendo de código en código
porque estaban muy ansiosos
por ver cuál sería la próxima tarea.
Los alumnos que no tenían dispositivos
le rogaban a sus padres
que les dejaran llevar sus teléfonos inteligentes
para poder participar también.
Fue muy refrescante ver
ese nivel de entusiasmo y emoción hacia el aprendizaje.
Los maestros usan los códigos QR en forma creativa
como refuerzo positivo.
Ponen un cartel en el aula
con códigos QR numerados,
cada uno lleva a un mensaje diferente.
Cuando un alumno necesita una refuerzo,
le decimos: "Ve a escanear el 5".
"Ve a escanear el 22".
Y el mensaje dirá:
"¡Gran trabajo! Me encanta tu entusiasmo".
"¡Buen trabajo! Veo que estás trabajando arduamente".
El alumno se entusiasma mucho más
al levantarse del asiento,
escanear el código,
e interactuar con algo
que cuando simplemente el maestro dice "¡Buen trabajo!"
Es mucho más memorable.
Las bibliotecas tienen infinidad de usos para los códigos QR:
reseñas de libros escaneables,
listas de sugerencias de lectura
y listas de libros en las paredes,
biografías.
Imaginen que toman una biografía
de Martin Luther King Jr. del estante,
escanean un código QR,
e instantáneamente llegan
al discurso "Tengo un sueño".
El aprendizaje literalmente cobra vida.
Los códigos QR pueden darle un lindo toque del siglo XXI
a la enseñanza tradicional.
Cada año, hago que mi clase
cree un póster para un informe literario,
algo que quizá todos hemos hecho
en algún momento de la primaria.
Es una tarea un poco aburrida.
Aunque los alumnos lo disfrutan.
Esta vez, hice un cambio,
y el segundo paso de la tarea
fue pedirles que grabaran sus voces,
que grabaran en códigos QR con sus propios audios
haciendo una reseña literaria.
Luego imprimieron el código QR,
lo adjuntaron al póster,
y le dieron al póster un carácter interactivo.
Los pusimos en el pasillo
y los niños de diferentes aulas
pasaban, los escaneaban,
y escuchaban las reseñas literarias.
Era mucho más divertido
que con los pósteres tradicionales.
Mi clase recientemente tuvo el privilegio de participar
en una lección de códigos QR
con una maestra del otro extremos del país.
Y como si el video chat no fuera súper emocionante en sí,
el hecho de que incorporara códigos QR en la lección,
mis alumnos, desde sus asientos,
desde la comodidad del aula,
en realidad podían escanear los códigos en la pantalla de la computadora,
interactuar con sus códigos QR a 4800 km de distancia,
fue muy emocionante y memorable para mis alumnos.
No dejaron de hablar de la lección durante semanas.
No se consiguen esas experiencias memorables
y atractivas usando una hoja de cálculo
o leyendo un libro de texto.
Los códigos QR tienen usos posibles
en todos los grados y
en todas las áreas temáticas.
Los maestros de preescolar pueden hacer que sus alumnos
escaneen códigos QR que lleven a lecciones con voz.
El maestro de música puede crear códigos QR con audio
de sus alumnos tocando instrumentos o cantando.
Los profesores de educación física pueden publicar
resultados deportivos en tiempo real
asociados a códigos QR.
El consejo de estudiantes o la asociación de padres
pueden anunciar los próximos eventos escolares
y enviarlos a casa en volantes en códigos QR.
Las posibilidades con esta herramienta gratuita y de fácil uso son infinitas.
Usados en forma apropiada, los códigos QR tienen el potencial
para despertar a los estudiantes,
transformar las lecciones,
y derribar los muros del aula,
creando la oportunidad suprema de aprendizaje del siglo XXI.