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La gracia de Dios y este don gratuito de la justicia de Dios
no le es conferida a nadie, excepto a través del Cristo verdadero,
y el Cristo verdadero es el Cristo revelado en las Escrituras.
Es Él Quien dice: ‘A menos que renuncies a todo lo que tienes, no puedes ser mi discípulo’.
Es Él Quien dice: ‘¿Por qué Me llamas “Señor, Señor”, y no haces las cosas que digo.?’
Es Él Quien dice: ‘Muchos Me dirán en ese día: “Señor, Señor”’...
Y Él va a decir: ‘No todo aquel que Me dice: “Señor, Señor”
hereda, o entra en el Reino de los cielos,
son los que hacen la voluntad de Mi Padre [que está] en el cielo.
Él es el mismo que dijo:
que no deberían ser sólo ‘oidores de la Palabra y no hacedores de ella.’
Él es el que habló de esta manera.
Es Él Quien dijo: ‘Cuando tengas una comida no invites a tus amigos ricos, invita a los pobres.’
Él es el que dijo:
‘Toma tus posesiones, anda y véndelas, para que así tengas algo que darle a los pobres.’
Él es el que dijo: ‘Probarán que son mis discípulos de unas cuantas maneras diferentes:
Por la forma en que tratan Su Palabra ...
Por los frutos que dan ...
Él fue el que dijo repetidamente: “Sígueme”
Y cuando los hombres no lo siguieron, se fueron y perecieron.
JESUCRISTO ... Es Aquel a quien se le va a encomendar todo juicio.
El Jesucristo de las Escrituras les dijo cosas duras a los hombres.
Él dijo: ‘A menos que tu justicia exceda la de la mayoría de los religiosos de esa época,
no heredarás el Reino’.
Él es el que dijo que no acumuláramos tesoros aquí, sino que almacenáramos en el cielo.
Él es Quien dijo: ‘Benditos son los pobres de espíritu,
benditos son los mansos,
benditos son los que lloran,
benditos son los que procuran la paz,
benditos son los que tienen hambre y sed [de justicia]’.
No en ese orden, pero...
Él es el que dijo eso.
Él es quien dijo: ‘Ustedes, hagan obras tales, que Dios sea glorificado en el cielo.’
Él es el que dijo ora,
ayuna, da, y no hagas como los hipócritas.
Él es el que dijo: ‘Cuando ores … cuando ayunes …’
Él es el que nos llamó a seguirlo, aunque eso requiriera aborrecer madre y padre.
Él es el que dijo que si amas a cualquiera más que a Él, no eres digno de Él.
Él es el que dijo que si pones tu mano en el arado y miras atrás, no eres digno.
Él es el que dijo: ‘¿Recuerdan a la esposa de Lot?’
Él les dijo cosas duras a los hombres.
Él es el que le dijo a uno de Sus principales apóstoles,
que tuvo pensamientos mundanos: ‘¡Quítate de delante de Mí, Satanás!’
Él dijo cosas fuertes.
Él es el que habló más claramente acerca del infierno y su realidad,
y del lloro y el crujir de dientes, y ‘las tinieblas de afuera’, [Mt 8:12, 22:13, 25:30]
y que muchos de aquellos que pensaban que iban a estar en el reino serían lanzados a las tinieblas de afuera.
´El es el que recalcó a los hombres,
que es mejor arrancarse los ojos, y cortarse las manos y cortarse los pies,
antes que ir al infierno con ese pie, con esa mano, con ese ojo,
y Él no estaba hablando de mutilación corporal,
estaba hablando de amputación espiritual y de deshacerse de los ídolos.
Él es el que le decía a la gente:
‘Vete y no peques más, para que no te suceda algo peor’ [Juan 5:14]
Él fue el que le dijo a alguien:
‘Anda, vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres y después ven y sígueme,
y tendrás tesoro en el cielo’ . [Mt 19:21; Mc 10:21 y Lc 18:22]
Y cuando la gente no lo seguía
Él decía: ‘Ah, está bien, sólo serás un cristiano de segunda categoría’
¡Él no dijo eso! Él dijo que era todo o nada.
Renuncias a todo por Mí, o no.
O es rendición total, o nada.
Él es el que dijo: ‘No puedes servir a Dios y servir al dinero’.
Éste es el Cristo de las Escrituras.
Él no engañó a nadie.
Él lo dijo claramente y sin rodeos.
Él siempre dijo: ‘Tienes que considerar el costo’.
Es gratis, pero costará … va a costarte todo.
Él es el que dijo: ‘esfuérzate por entrar’.
Él es Quien dijo: ‘El Reino de los cielos es arrebatado por la fuerza, por violencia.’ [Mt 11:12]
Él es el que dijo: ‘Esfuércense por entrar, porque muchos tratarán de entrar ahí,
y no van a poder’. [Mt 7:21]
Él es Quien dijo que en el día del juicio,
si no dedicaste tu vida a alimentar, y a vestir, y a dar de beber,
y a servir a los necesitados, se te dirá que te apartes, y estarás a la mano izquierda.
Él es Quien les dijo a los hombres que lo siguieran, y sin considerar el costo.
Él es el que dijo que tenías que amarlo a Él más de lo que amas tu propia vida.
Y que si amas tu propia vida más que a Él, no eres digno de Él.
Él es el que dijo que es preferible morir, que es mejor entregar tu vida,
que es mejor darlo todo … y tenerlo a Él.
Él es quien contó las parábolas.
Él es el que advirtió.
Él es el que dijo que hubo un hombre que fue y vendió todo lo que tenía,
para poder tener este tesoro que es Cristo.
Fue y vendió todo para poder tener esta perla de gran precio, para tener a Cristo.
Él habló acerca de personas que recibirían gozosas la palabra,
pero no serían capaces de soportar el sufrimiento y la persecución y se apartarían.
Él advirtió acerca de aquellos que se enredarían tanto en los afanes de este mundo,
que no llegarían a dar fruto.
Él advirtió acerca de que aquellos que no dieran fruto
serían como árboles listos para ser cortados
y lanzados al fuego, o vides. Él dijo que hay que permanecer en Él.
Él no era -como dijo C.S. Lewis- “Él no era un león domado”.
Él vino como el León de la tribu de Judá.
Y cuando caminó entre los hombres, Él dijo: ‘Aprendan de Mí, que soy manso y humilde.’
Y al mismo tiempo Él habló con tal valentía, y poder, y semejanza de león,
y Él no midió sus palabras. Y Éste es el Cristo. ¡Éste es el Único!
¡Éste es el Único, no hay otro!
Ustedes pueden -escuchen- pueden llamarlo Cristo,
pero si hacen como que Él es menos que lo que acabo de describir,
ése no es el Cristo de las Escrituras; es otro hombre; es un producto de su imaginación,
y no salva.
¡Ah, hermanos! Gente, damas, caballeros, amigos, visitas.
Esta es una salvación que no se entiende. No es para compararla.
Esta es una salvación que ofrece Jesús, por medio de la cual Él viene y perdona todo tu pecado.
No sólo un poquito, todo.
Y Él no solamente perdona las cosas que hiciste en forma accidental
y que no te diste cuenta que hiciste, como en el Antiguo Testamento.
Ustedes se acuerdan cómo era: siempre y cuando el pecado no fuera algo que se hiciera arrogantemente.
Siempre y cuando fuera algo involuntario, de lo que se dieran cuenta después,
que había que hacer un sacrificio.
Él perdona aquellas cosas que hiciste en la forma más arrogante, más rebelde.
Y Él no sólo perdona lo que ya has hecho,
Él perdona lo que vas a hacer mañana, y el resto de tu vida.
Todo, todo tu pecado, dice: ‘Tan lejos como el este está del oeste’.
Así como no puedes medir qué tan lejos está el oriente del occidente,
así no puedes medir qué tan lejos de ti lanzó Él todo tu pecado. No sólo algo de éste.
Esto no es como el catolicismo, donde solamente se perdona el pasado,
y ahora tienes que hacer penitencia y hacer todas las cosas por el futuro.
Ellos pueden tener eso, [pero] esa no es la salvación de la Biblia.
Jesucristo te ofrece expiación completa.
Expiación completa, ¿puede ser? ¡Sí, es así!, por todos tus pecados, por todo.
Tú dices: ‘¿Qué si he asesinado?”. El cielo tiene asesinos.
¿Qué si he violado?, ¿qué si he cometido toda clase de cosas sexuales horribles?;
¿qué si he tenido rencor y codicia?;
¿qué acerca de la inmoralidad *** y toda clase de impureza?;
¿y qué si fui ladrón, y he hecho todas estas horribles cosas malvadas,
y deshonrado … ¿qué si he hecho pedazos Biblias antes?;
¿qué si he odiado al pueblo de Dios, y he hecho las cosas más perversas y viles y abominables?’
Escucha: Jesucristo, cuando dejó el cielo, bajó a buscar y a salvar pecadores. 131 00:10:05,410 --> 00:10:10,470 Y si eres pecador, Él vino a buscar gente como tú.
Jesucristo murió por los impíos, leímos antes en el capítulo 5.
Tú dices: “Eso es para mí, yo soy impío”
Bueno, a ésos es a quienes Él vino a salvar.
Y miren, si Él viniera y dijera: ‘No hay infierno, pueden quedarse aquí para siempre’.
Eso sería glorioso, eso sería incalificable, eso sería inmerecido,
eso sería misericordia y gracia que serían incomprensibles.
Pero eso no es lo que Él hace.
Él viene y dice: ‘Perdonaré todos tus pecados,
y te llevaré a estar conmigo en el paraíso de Dios,
y te sentaré en el trono de mi Padre conmigo,
y reinarás conmigo; y serás mi esposa.
Te haré mi novia, y te tomaré para mí, para estar conmigo para siempre,
y entrarás a la familia de Dios, serás hijo del Altísimo.
Él será mi Dios, tu Dios’.
Él nos llevará a tal gloria, y no sólo eso,
nos transformará a la propia imagen de Sí mismo.
Esta es la clase de salvación que Él ofrece.
Pero sólo mediante este Único hombre�