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El océano Índico es la segunda zona de pesca de atún más grande del planeta.
Esta pesquería, vital para los países costeros como Mozambique, también atrae a las flotas extranjeras, principalmente de Asia y Europa.
La Zona Económica Exclusiva, o ZEE, de cada país
le da jurisdicción sobre una zona concreta de este océano y sus recursos marinos.
Al carecer de la tecnología y la inversión necesaria para pescar lejos de la costa, estos países conceden licencias de pesca a flotas extranjeras,
permitiéndolas pescar en sus aguas bajo ciertas normas.
João Noa Senete coordina las operaciones de vigilancia para el Ministerio de Pesca de Mozambique.
Su trabajo es controlar e investigar los barcos de pesca para asegurarse de que cumplen con las normas.
Pero los recursos limitados de Mozambique solo permiten a este pais contar con dos embarcaciones para patrullar 400.000 kilómetros cuadrados de océano,
un área mayor que Alemania.
Queda mucho por hacer para acabar con la pesca ilegal.
Debería hacerse un gran esfuerzo no solo de un gobierno, sino a nivel nacional, regional e internacional.
Pero hoy no es un día cualquiera. Noa y sus compañeros se han unido a Greenpeace para aumentar su capacidad de vigilancia.
Con la ayuda del barco de Greenpeace Rainbow Warrior puede patrullarse una zona mayor.
Nos subimos a bordo. Comprobamos si el barco tiene toda la documentación,
como la licencia de pesca y otros requisitos en relación a la ZEE donde están pescando.
Los inspectores también entran en la bodega y se aseguran que la captura cumple con los términos de la licencia
y no incluye especies protegidas.
Durante estas dos semanas que estamos trabajando juntos, hemos sido capaces de controlar nuestra Zona Económica Exclusiva
en zonas remotas en las que no habíamos estado antes.
Esta vigilancia conjunta también permite documentar la pesca en las aguas de Mozambique
y aumenta el conocimiento de los inspectores sobre las flotas pesqueras que operan aquí.
El palangre es una técnica pésquera, es un sedal muy largo, puede tener 100 kilómetros o más
y pueden utilizar más de 3000 anzuelos.
Los palangreros en las aguas de Mozambique pescan principalmente atún blanco (o bonito del Norte), patudo y rabil.
Pero el palangre es una técnica poco selectiva.
En los anzuelos quedan capturadas especies no objetivo que son devueltas al mar muertas o moribundas.
A su vez, las especies objetivo han estado disminuyendo en los últimos 10 años.
A medida que se reducen los stocks de atún, los palangreros van aumentando la pesca de tiburones para proveer al lucrativo mercado de aletas de tiburón en Asia.
Las empresas pesqueras deben cambiar la forma en la que pescan para asegurar que lo hacen de una forma sostenible.
Para eso es necesaria una total transparencia en las cadenas de custodia para que todo el mundo sepa
de dónde viene el atún que compran y cómo ha sido pescado.
Solamente mediante la reducción de la capacidad total de pesca y tomando medidas contra la pesca ilegal
África podrá gestionar de forma sostenible sus stocks pesqueros en el futuro.