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Un grupo de activistas de Greenpeace está en custodia en Rusia...
...enfrenta posibles cargos de sentencia por hasta 15 años.
Su embarcación fue tomada por la fuerza dos días después de que intentaran abordar...
...una plataforma petrolera en aguas profundas, propiedad de Gazprom.
...La vida ha sido muy difícil...
...hace demasiado frío ahora...
...me mantendré fuerte...
...todos dormimos con nuestra ropa puesta...
...paso 23 horas diarias aquí...
...el mundo está hablando sobre el petróleo del Ártico...
Querido James...
Queridos amigos que nos apoyan...
...Ha pasado un mes desde que la fuerzas especiales descendieron armadas en helicóptero
y tomaron nuestro barco.
Fue un momento horrible, debo admitirlo.
Fue irreal, como en una película de acción
Desde entonces, la vida ha sido muy difícil.
Fuimos llevados al puerto bajo la guardia armada.
Murmansk sería el destino final.
Cuando fuimos bajados del barco para ser arrestados,
se sintió como en una escena de la guerra fría.
Estaba obscuro y yo aterrada.
El momento más difícil fue la primera noche en prisión,
cuando entré a mi celda en la que había un par de extraños
fue aterrador, por decir lo menos.
La celda mide unos 8 metros de largo, 4 metros de ancho y 6 metros de alto
paso 23 horas diarias aquí, sin nada más que un casual libro y mis pensamientos.
El clima se convirtió en invierno.
Todos duermen con su ropa puesta.
Escuché que en Diciembre, Murmansk está obscuro durante 6 semanas.
¡Dios, espero estar fuera para entonces!
No hay un momento en que no piense en mi familia.
Sueño con el día en que pueda correr a sus brazos.
Aquí la vida es increíblemente bipolar,
va desde lo fatalista hasta ser presa del pánico.
Estaré 15 años en una celda de la prisión rusa
por un crimen que no cometí.
Le dije a mi amigo Phil que lo sentía por no poder hacerle frente
y me dijo que estaría bien.
"Siempre recuerda que hay mucha gente trabajando muy duro para liberarte."
Saber que mis amigos y mi familia están luchando por mí, es la fuente de mi fortaleza.
Paso mucho tiempo observando a través de la ventana cuando el sol brilla.
Pienso en el Ártico, el mar de hielo.
Me hace sentir feliz, me da fortaleza.
Ayer, ví que alguien pintó "Salva el Ártico" en el muro. Me hizo reír.
Definitivamente me estoy volviendo más fuerte.
Todos nosotros, nos preguntamos uno al otro,
si lo volveríamos hacer aún sabiendo las consecuencias,
Sí, lo haríamos.
No podemos ser amenazados. Y a veces, es necesario pagar un alto precio por aquello en lo que creemos profundamente.
Escucho noticias sobre las protestas alrededor del mundo.
El mundo está hablando sobre el petróleo del Ártico.
Hay 30 personas cuyas vidas han sido cambiadas irreversiblemente,
de 18 naciones del mundo.
28 de esas personas resistían por aquello en lo que creen,
y 2 reporteros estuvieron ahí para documentar esa historia.
Ahora, tenemos la esperanza de que el mundo apoye el derecho para hacerlo
y que Rusia escuche.
Greenpeace es sólo una palabra,
pero la gente detrás es nuestra fuerza.