Tip:
Highlight text to annotate it
X
Ojalá pudiera salir a la calle tal y como estoy ahora.
¡Ashton, me han llegado unas noticias maravillosas. . .! Disculpa.
Actúas como si la gente naciera con la ropa puesta.
Ashton, he recibido un mensaje de Billy.
Llegó hace tres días.
¿Y no ha dicho nada hasta ahora? No es muy galante.
Estoy segura de que tiene un buen motivo. Pero eso no importa.
Lo que importa es que está en Fuerte Moultrie. . .
. . .y que llegará a Charleston esta tarde.
¡Qué bien!
Vaya.
- ¿Qué pasa? - Bueno, es que. . .
. . .no he preparado a James para Billy.
No te preocupes, veré fuera a Billy. James ni sabrá que está aquí.
Ya sabes que me encantaría verle, pero tengo una reunión.
De todos modos, estoy segura de que preferirían estar solos.
- Da a Billy un saludo de mi parte. - Lo haré.
Para la próxima vez, ya lo arreglaré con James.
Escucha una cosa, hermanita.
Hoy debés tener mucho cuidado en las calles.
Es día de elecciones, y puede que la ciudad enloquezca.
Especialmente si esos estúpidos yanquis ponen a ese inculto en la Casa Blanca.
Ashton.
Brett, cariño. No pretendía insinuar que Billy es un estúpido yanqui.
Ya lo sé y gracias.
lremos con cuidado.
¡La Unión ha muerto!
¡La Unión ha muerto!
¡La Unión ha muerto! ¡La Unión ha muerto!
¡La Unión ha muerto! ¡La Unión ha muerto!
¡Lincoln, no! ¡Secesión, sí!
¡Lincoln, no! ¡Secesión, sí!
Vuelve al Norte de donde vienes, casaca azul.
Te he echado de menos.
Escribí a Charles hace unas semanas. . .
. . .pero aún no he recibido la respuesta, si es que la envió.
Estoy segura de que a Charles le encantó que le pidieras que fuera el padrino.
A menos que haya empezado a pensar que soy otro yanqui inútil.
Es tu amigo, Billy. Nunca pensaría algo así.
Lo sé.
lncluso si decide luchar por el Sur.
Le echaría mucho de menos si lo hiciera. Mucho.
Estás pensando en Orry, ¿verdad?
Le quiero mucho, Billy.
No quiero hacerle daño.
Estaba furiosa la noche que me fui. . .
. . .y dije cosas de las que ahora me arrepiento.
O sea que, ¿otra vez tenemos que esperar a que nos dé permiso?
No.
Sólo me gustaría tener su aprobación.
Mi familia significa tanto para mí como la tuya para ti.
Lo sé.
Y para Orry, eso significa mucho más de lo que te imaginas.
No podemos esperar a que tu hermano arregle su vida.
Tenemos que pensar en nuestras propias vidas.
No sé cuándo me darán permiso, pero cuando me lo den. . .
. . .quiero que nos casemos inmediatamente, ¿entendido?
Pareces enfadado, Billy.
Te amo, Brett, pero ya hemos esperado bastante.
- Las campanas de la iglesia. - Será el resultado de las elecciones.
Quiero ver qué está pasando.
¿Te sentirías incómoda paseando con un oficial yanqui?
lncómoda, no. Orgullosa.
Muy bien.
Escucha, Billy.
Es la ''Marsellesa'' .
¿La canción de la Revolución Francesa? ¿Están locos?
Es la Revolución Americana de 1860.
- Cañones. - Son los cadetes de la ciudadela.
No es más que un saludo.
Disculpe.
No parecen muy amistosos.
Disculpe.
- Quédate conmigo. - ¡Hola, yanqui!
Ponte detrás de mí, Brett. No se acerque.
No te arriesgarás a disparar en esta multitud.
No me ponga a prueba. Nunca antes he escapado de una pelea. . .
- ¡Billy! - ¡Vamos, corre!
¡Atrás!
¡Por él!
Vamos.
No puedo creer que los yanquis hayan elegido a Lincoln.
Ni siquiera estaba en las papeletas de 10 estados del Sur.
Ahora la secesión es un asunto de honor para el Sur.
Tienes razón, debemos independizarnos ahora.
Brett se ha ido a dormir.
Siempre ha sido muy asustadiza.
Eso, a mí, no me afectaría jamás.
A lo mejor ha aprendido una lección. Al salir a la calle con un yanqui. . .
- . . .es algo que se buscó ella. - No podría estar más de acuerdo.
Pero ahora quiero oírlo todo sobre la convención extraordinaria.
Está al caer. La secesión.
En lo que he trabajado durante tanto tiempo.
Y no sólo Carolina del Sur.
Cuando nos independicemos, otros seis estados lo harán.
Libertad, un nuevo gobierno, y estaré en la cima. Tú también.
¡James! Vas a derramar mi champán. Es muy caro.
¿Qué más da? Pronto podrás bañarte en él, si te apetece.
¿Señorita Ashton?
Un caballero quiere verla en la entrada.
- ¿Quién es, Rex? - No lo sé, señora.
Dijo que tenía que hablar con usted de un trabajo.
De acuerdo.
Seguramente es el marido de mi costurera.
No tardaré nada, James, querido.
Y luego quiero que me cuentes todo lo que ha pasado hoy.
Le dije que viniera mañana.
Quiero mi dinero por perseguir al yanqui.
Mi marido está en casa. Vuelva mañana.
No es culpa mía que escapara, señorita. Sacó una pistola.
Podría haber muerto alguien.
Aún he de pagar a mis chicos.
No le ha matado, ¿y pretende que le pague?
Ahora.
Dijo 20 dólares en oro.
Hay que ser prudente en estos tiempos. Muchas gracias, señorita.
- Ashton, ¿quién es? - Nadie importante, cariño.
Alguien que quería algo a cambio de nada.
Dios mío.
¿Eres tú, George?
Bueno, quítame las cenizas del pelo y lávame la cara. . .
. . .y así podremos asegurarnos los dos.
Jed, sube las maletas del Sr. Hazard a la habitación de invitados.
Asegúrate de que Semiramis prepare la cama.
¿Por qué no me has avisado de que venías?
Porque no quería que me dijeras que no lo hiciera.
Ya sé que no he escrito, pero he estado muy ocupado con la cosecha. . .
- . . .y con toda esta agitación política. - Sí.
Cuando me bajé del tren en Charleston. . .
. . .me recordó a México. . .
. . .pero aquí me sentí más bienvenido.
- ¿Cómo van las cosas en el Norte? - lgual que aquí.
Hay gente en el Norte que no puede esperar. . .
. . .a que Carolina del Sur se independice, para poder ir a la guerra.
Pero la guerra no es el motivo por el que he venido.
Entonces, ¿por qué?
Para intentar salvar nuestra amistad.
- George. . . - Escúchame, Orry.
Había pensado en pedir disculpas por escrito, pero no parecía suficiente.
Así que he venido para decirlo cara a cara.
Lo siento.
No dejes que los fanáticos como mi hermana y la gente de aquí. . .
. . .acaben con lo que sentimos el uno por el otro.
- ¿Sabes algo de Virgilia? - No, no desde aquella noche. . .
. . .pero ése es otro asunto.
No tendría que haberme llevado su parte.
Perdí la calma.
Yo también.
Ahora me haces quedar mal, George.
Me alegro de que hayas venido.
Ahora puedo pedir disculpas. Te he echado de menos, George.
Es fantástico, George.
- Felicidades. - Gracias.
- Sabía que serías un buen padre. - El próximo marzo, si todo va bien.
- Claro que sí. - Eso creo.
Constance es una mujer increíble.
Mi hermano Stanley e lsabel, por otro lado, pondrían a prueba. . .
. . .la paciencia de un santo. Es una pérdida de tiempo hablar de ellos.
No me has contado nada de ti.
No hay mucho que contar.
¿Qué hay de Madeline? ¿Has podido ir a verla?
Madeline no es la mujer que era, George.
Siempre está distante. . .
. . .y, a menudo, enferma, por lo que me han dicho.
Nadie que yo conozca la ha visto en los últimos meses.
Lo siento. No debería haber preguntado.
No podemos hacer nada, excepto cambiar de tema.
Orry. . .
. . .ya hemos hablado de todo el mundo.
¿Qué hay de Billy y Brett?
- ¿Qué pasa con ellos? - Quieren casarse aquí, Orry.
Mont Royal.
¿Y qué pasa con los rumores de guerra, George?
¿No ves a lo que tendrían que enfrentarse si estallara?
Sé cuáles son los obstáculos. Y ellos también.
Pero son jóvenes. Y están enamorados.
Lo superarán.
Orry, tú sabes lo que es no poder casarte con la persona que amas.
Sí, es verdad.
De acuerdo. De acuerdo, George. Aún tengo mis dudas. . .
. . .pero le daré permiso a Brett para que se case con Billy.
Fantástico.
¿Por qué no vamos juntos a Charleston?
Para que podamos decírselo a la vez.
- ¿De verdad? ¿Has dicho que sí? - Gracias.
- Siento haber tardado tanto. - Orry, gracias.
Gracias por tu ayuda.
- Siento lo de nuestra discusión. - Está olvidada.
- No puedo esperar a decírselo a Ashton. - ¿Dónde está nuestra hermana?
Ha ido a ver a James.
¿Al lnstituto Hall, para verle dar discursos con los otros secesionistas?
Orry.
Lo siento. No debería amargar este día.
Nada puede amargar este día. Nada en absoluto.
Quiero proponer un brindis. Por su felicidad eterna.
- Salud. - Salud.
Mead.
Hazard. Me envía el comandante Anderson.
- La guarnición está en alerta. - ¿Qué?
Esperan que haya violencia si se anuncia la secesión.
Usted debería saberlo. Es un sureño.
Teniente Mead, él es mi futuro cuñado, el Sr. Orry Main. . .
. . .y mi prometida, la Srta. Brett Main. Ya conoce a mi hermano George Hazard.
Debe acompañarme al fuerte de inmediato.
- Pero está de permiso. - Los permisos han sido cancelados.
Esperaré fuera.
Teniente. . .
¿Cuándo volveré a verte?
No lo sé.
No lo sé.
Adiós.
- Te amo, Billy. - Ten cuidado, Billy.
Adiós.
LARGA VlDA AL REY ALGODÓN
¡Esos yanquis se van a enterar de lo que es bueno!
- ¡Sur libre! - ¡Ha llegado la hora!
¡Que Dios bendiga al Sur!
Bueno, supongo que lo han logrado.
Secesión.
¿Quieres ir afuera, George, para ver cómo el Sur celebra su propio funeral?
Esperen, voy con ustedes.
- Brett, puede ser peligroso. - Tengo derecho, Orry.
También es mi país.
lNDEPENDENClA SUREÑA
lNDEPENDENClA SUREÑA
LARGA VlDA AL REY ALGODÓN
¡Secesión! ¡Lo hemos logrado y yo estaba allí!
¡Las uniones existentes entre Carolina del Sur y los otros estados. . .
. . .de los Estados Unidos ha sido disuelta!
Harías mejor en felicitar a tu hermana, Ashton.
Ella y Billy se van a casar.
No se puede celebrar a la vez eso y la secesión.
Entonces, ¡maldita sea la Unión y maldita sea su unión!
¡Cállate! ¡No tienen ni idea de lo que han hecho. . .
. . .a sus hijos, a nosotros y a ustedes mismos!
¡Derechos sureños! ¡Derechos sureños!
¡Derechos sureños! ¡Derechos sureños!
- ¡Derechos sureños! ¡Derechos sureños! - ¡Derechos sureños! ¡Derechos sureños!
lNDEPENDENClA SUREÑA
¡Forbes! ¡Forbes!
- Señora Huntoon. - Forbes, estás borracho como una cuba.
Aún no, pero estoy en ello.
Escucha. Billy y Brett se van a casar.
Orry les ha dado su permiso.
- ¿Cuándo? - Lo sabremos bien pronto.
La pregunta es: ¿qué vas a hacer al respecto?
Creo que deberíamos discutirlo en la cama.
Pues vamos allá.
- ¿Han visto a Ashton? - Está por ahí.
¿Le gusta nuestra celebración, Sr. Hazard?
¿Qué cree, Huntoon? George y yo luchamos por la Unión. . .
. . .y ustedes la han hecho añicos.
Hemos declarado nuestra libertad a todo el mundo.
Por supuesto, tendremos que protegerla.
Ninguna fuerza extranjera puede tener sus bases aquí.
Eso significa que todas las propiedades federales, incluyendo los fuertes. . .
. . .deberán ser entregadas inmediatamente.
Los comisionados lo arreglarán antes de que el presidente Buchanan deje el cargo.
¿Y si el viejo Buck no está de acuerdo?
Entonces lo haremos a nuestra manera.
Y si yo fuera usted, caballero, tendría la boca cerrada en Charleston.
Su acento yanqui es más ofensivo que nunca.
Brett, querida, ¿qué te parece?
Cuando tú y Billy se casen, ésta será la rama de los Hazard en la familia.
Si es que nos casamos.
Han pasado casi dos meses desde que Orry dio su consentimiento.
No he visto a Billy ni una vez, ni siquiera en Navidad.
Tu hermano dijo que la guarnición de Billy dejó Fuerte Moultrie en Navidad. . .
- . . .y se trasladó a Fuerte Sumter. - Tuvieron que salir en secreto, madre.
En mitad de la noche.
Quemaron todos los carros de armas de Fuerte Moultrie antes de partir.
La gente de Charleston estaba furiosa.
Ahora quieren matarlos de hambre en Fuerte Sumter.
A lo mejor les dejan salir del puerto para que vuelvan al Norte.
Orry dice que el comandante de Billy, el comandante Anderson. . .
. . .ha jurado defender Fuerte Sumter a cualquier precio. . .
. . .a pesar de que todas las armas de Charleston les están apuntando.
Brett, procura no perder la fe.
El presidente Davis no quiere guerra.
Sólo quiere que dejen tranquila a la Confederación.
- A lo mejor, a nosotras también. - Lo intento, madre.
Pero casi he perdido toda esperanza de casarme con Billy.
Rezo para que lo manden a un lugar seguro. . .
. . .aunque sea lejos de mí.
También estoy preocupada por tu primo Charles.
Ahora que Texas se ha independizado. . .
. . .me pregunto si seguirá siendo leal a la Unión. . .
. . .o si su sangre le hará volver con los suyos.
CAMPAMENTO COOPER, TEXAS ESE MlSMO DÍA
¡Todos los oficiales y hombres alistados leales al Norte. . .
. . .deben prepararse para partir en 10 minutos!
¿Tienes tu petate?
Por aquí. Devuelvan todo ese equipo a la barraca.
No puedo creer que hayamos llegado a esto.
Yo tampoco.
He de llevar al contingente de la Unión hasta el golfo.
De repente estamos en diferentes bandos por decisión de los políticos.
No voy a escoger ningún bando. Me quedaré aquí.
No tiene ningún sentido, ¿verdad?
Hemos derramado sangre juntos, hemos comido la misma comida.
Hemos sido como hermanos.
Y ahora he de verte como enemigo.
No puedo hacer eso.
- Cuídate, Charlie. - Tú también. . .
. . .o iré por ti, soldado.
- Te acompañaré. - Déjame ir primero.
La mitad de los hombres ya ha decidido, la otra mitad es capaz de cualquier cosa.
Vete, yanqui.
¡Púdranse, casacas azules!
No les necesitamos, yanquis.
Cabo, nunca olvidaré que salvó mi cabellera. . .
. . .cuando el comanche intentó quitármela. Le estoy muy agradecido.
Cambie lo que cambie, eso no cambiará.
Una lástima, ¿verdad?
Porque ahora estoy pensando que debería haberle dejado quitársela.
Lamento que piense eso.
Porque los hombres que se quedan no pueden llevar el azul del Ejército.
- ¿Qué ha dicho, cabo? - He dicho. . .
. . .que el que se queda, es un traidor cobarde.
No dejes que se salga con la suya.
Nadie me llama traidor, cabo. Desmonte.
Vete al infierno.
¡No les disparen! ¡Déjenle luchar!
- ¡Dale! ¡Dale! - ¡Dale a ese maldito yanqui!
¡Dale! ¡Dale!
Eso es, dele una paliza al traidor.
¡Dixie!
¡Recójanlo y llevenselo con ustedes!
Mataré al próximo que me llame traidor.
- ¿Qué está escribiendo, señor? - Mi dimisión.
No queda ningún oficial del ejército para poder aceptarla.
La voy a dejar aquí. Me voy a casa.
¿Qué le ha hecho cambiar de opinión, teniente Main?
No lo sé.
No suelo tener razones para las cosas.
Sólo soy un soldado que lucha a caballo.
Pero creo que el Sur ya tiene suficientes filósofos.
A lo mejor necesitan a alguien como yo.
18 de febrero de 1861 ¡A quien corresponda!
Por la presente presento mi dimisión del Ejército de los Estados Unidos.
FUERTE SUMTER
- Señor. - Teniente.
Estos mensajes son para el general Scott.
- Quiero que los entregue. - ¿A Washington, señor?
Espero que se alegre de salir de esta isla.
No me gustaría estar ausente en caso de que haya hostilidades.
Nosotros no empezaremos ninguna hostilidad.
Me niego a pasar a la historia como el hombre que disparó la primera bala.
- ¿Señor? - Pero notifico al general Scott. . .
. . .que necesitaremos 20.000 hombres para penetrar las defensas del puerto. . .
. . .y para reforzar esta guarnición.
Llevará eso y otros papeles confidenciales.
- Señor, saldré de inmediato. - Ojalá pudiera.
El capitán Hart necesita permiso del gobernador.
- Lo comprendo. - Si consigue el permiso. . .
. . .saldrá mañana al atardecer.
Haga su equipaje, teniente.
- No va a volver. - ¿Señor?
¿Señor?
Se va a Washington, permanentemente.
Pero, señor. . . Estoy comprometido.
- Con una chica de aquí. - Somos conscientes de ello, teniente.
¿Cuánto tiempo tardaría? ¿Vive cerca?
Lo bastante cerca, si pudiera mandarle un mensaje.
Hart puede entregar uno, si lo escribe ahora.
- Sí, señor. ¿Significa eso. . .? - Tiene permiso hasta mañana a la noche.
Lo que haga mientras es asunto suyo.
Pero mañana a las 9, estará en un tren yendo al Norte.
Casado o soltero.
Sí, señor.
¿Comandante Anderson?
Voy a disfrutar metiendo una bala entre los ojos de Billy Hazard.
Estoy seguro de ello, Forbes.
- ¿Tienes las pistolas? - Sí.
Ten cuidado al cargarlas.
Hay una que no debería tener mucha pólvora, ¿verdad?
Preston, deje que le llene el vaso.
Gracias, señor.
¿A qué hora quiere casarse Hazard con la chica de los Main?
A mediodía, según Ashton.
Y no nos han invitado.
Una chica sureña casada con un asqueroso yanqui.
No importa. Podremos ir al funeral del yanqui.
Ashton nos mandará otro mensaje. . .
. . .en cuanto sepa a qué hora parte su tren.
Entonces, nos cruzaremos con ellos.
Bien.
Y después de eso, habrá un yanqui menos del que preocuparse.
Beban, caballeros.
Tenemos tiempo de sobra para otra ronda.
Lo que ha unido el Señor. . .
. . .que no lo separe el hombre.
Gracias.
Mis mejores deseos, Brett. Sabes que lo digo sinceramente.
Charles. Eres un buen regalo de bodas.
- Pensaba que aún estabas en Texas. - No.
- Tú y Brett, ya te lo dije. - Gracias.
Quiero creer que esta boda mantendrá unidas a nuestras familias.
Pase lo que pase.
Yo también.
Billy. Felicidades. Lástima que George no pudiera estar aquí. . .
- Eres una novia preciosa. - Es el vestido.
Me hizo sentir hermosa cuando lo llevé yo.
Casi se me rompió el corazón cuando Ashton quiso uno nuevo.
Yo me alegro. Así has podido dármelo a mí.
Brett, querida.
Gracias por haberme invitado a tu boda.
Especialmente por lo mal que me porté en Charleston.
Te comportaste muy mal, Ashton.
Muy mal.
Me temo que estaba afectada por la fiebre de la secesión.
James y yo queremos acompañarles a la estación para despedirles.
Gracias, Ashton, pero no es necesario.
Vamos. No aceptaremos un no por respuesta.
¿A qué hora se va su tren?
A las cuatro y media, Sr. Forbes.
He esperado a la señorita Ashton, como usted me dijo.
Dijo que el tren va a partir a las cuatro y media.
Buen trabajo, Clarence.
Ve a comer un poco de pan de maíz.
- Gracias, señor. - Te lo has ganado.
Cuatro y media.
Más vale que nos preparemos.
- No queremos llegar tarde. - Buena suerte, chicos.
Van a hacer un servicio público.
Un buen escarmiento para esos Main amigos de los yanquis.
Madeline.
¿Qué estabas haciendo, querida?
Estabas escuchando, ¿verdad?
Ha sido sin querer, Justin.
Lo he entendido mal.
No has enviado a tu sobrino para matar a alguien, ¿verdad?
Madeline, estás enferma.
Deberías estar en tu habitación.
Necesitas más medicina.
No.
He dicho que vayas a tu habitación.
- No, voy a. . . - No irás a ningún sitio.
Déjame pasar.
¡No vas a salir de esta casa!
- ¡Amo Justin! - ¿Qué estás mirando?
¡Vuelve a la cocina o te arrancaré el pellejo!
¡Te mataré por esto!
¡Te mataré!
Elijah. ¡Elijah!
El Sr. LaMotte está herido. Ayúdale.
¡Ayúdale!
¡Ayúdale!
¡Arre!
- Les veremos en la estación. - Allí estaremos.
Que seas feliz, querida.
Escríbenos al Departamento de Guerra en Washington.
- ¿Washington? - Sí, Washington.
Adiós.
Tengan cuidado.
Muy bien.
Gracias, Homer.
Adiós. Adiós a todos.
Por el Sr. y la Sra. William Hazard.
¡Dios mío!
Madeline.
Teniente, se acercan unos jinetes.
¡Detente! ¿Me oyes? ¡Detente!
- ¡Detente! - ¡So!
Quería presentar mis respetos, señora.
Recordará a mi amigo, Preston Smith.
Y usted, caballero, debe de ser el novio.
Teniente Hazard.
Soy Forbes LaMotte.
No nos conocemos oficialmente. . .
. . .pero he disfrutado de su esposa.
Me refiero a conocerla, antes que usted.
Teniente, debemos ponernos en marcha.
O perderá el tren.
No irás a ningún sitio hasta que te dé permiso.
Homer, adelante.
Si tocas esas riendas. . .
. . .la carretera se manchará con tu sangre.
- Forbes, estás loco. - Confieso, querida. . .
. . .que sigues gustándome.
Aunque hables como una puta de Charleston.
¡LaMotte, cerdo!
Bájese de ese caballo. ¡Bájese!
¿Has oído lo que me ha parecido oír?
¿Me ha insultado este cerdo yanqui?
- Eso es. - Creo que sí.
En ese caso. . .
. . .exijo satisfacción.
Billy. Billy, no.
Para eso han venido.
En ese caso, me alegrará complacerles.
- Billy, no lo hagas. - No.
*** ignorante. Su padrino tiene que estar allí.
¿Preparados, caballeros?
Gírense y disparen a la de 10.
Uno. . .
. . .dos. . .
. . .tres. . .
. . .cuatro. . .
. . .cinco. . .
. . .seis. . .
. . .siete. . .
. . .ocho. . .
- . . .nueve. . . - ¡Billy! ¡Espera!
¡Entrometido! Hijo de. . .
¡No!
Has escogido al hombre equivocado para esto.
¿Estás bien?
Billy.
- Te dieron una pistola con poca pólvora. - ¿Qué?
Por eso la bala sólo recorrió la mitad del trayecto.
Madeline fue a Mont Royal y nos dijo lo que planeaban.
Gracias, primo Charles.
Más vale que vayan a la estación cuanto antes.
Homer.
Antes de que Preston Smith avise a todo el mundo.
Ashton, aún no comprendo por qué volvimos a medio camino de Columbia.
- Pensaba que íbamos a despedir a Brett. - No seas pesado, James.
No me apetecía esperar en esa estación dejada de la mano de Dios.
Porque pensabas que Billy y Brett jamás llegarían, ¿verdad?
No sé de qué estás hablando.
Lamento decepcionarte, pero Billy y Brett han llegado al tren a pesar. . .
- . . .de lo que has hecho para evitarlo. - Orry, ¿qué está ocurriendo?
Eso es lo que va a contarme tu esposa.
¡Me haces daño!
Pareces muy enfadado.
Fue idea tuya, ¿verdad?
Una forma legal de que Forbes matara a Billy.
No sé de qué estás hablando.
Ashton, no puedes mentir para librarte de ésta.
Me estás asustando. ¿ Y si mamá te oyera decirme esas cosas?
¡Para! ¡No va a funcionar!
Madeline oyó cómo le llegaba tu mensaje a Forbes con la hora de partida del tren.
¡No voy a rebajarme a negar los delirios de una mujer enferma!
¡Cierra la boca o te la cerraré yo!
No importa si lo niegas o no.
Lo planeaste con Forbes.
¿Quién te ha dicho eso? Forbes no.
Forbes ya no puede decir nada a nadie.
¡Está muerto, Ashton!
¡Gracias a tu plan!
¿Muerto?
¡Ha sido culpa tuya!
¡Tuya y de esa basura yanqui a la que llamas amigos!
Lástima no haberlo conseguido, porque merecían morir todos.
¡Vete de aquí y llévate a tu marido!
- ¡Ya no formas parte de esta familia! - Me alegro.
Pero recuerda esto:
Mi marido forma parte del nuevo gobierno.
¡Y se asegurará de que los traidores tengan su merecido!
No sé qué le ha pasado.
Yo sí.
Está pasando por todo el país.
Las manzanas podridas están afectando a todo el barril, Orry.
Orry.
Estoy muy enferma.
Aquí te pondrás mejor. Cuidaremos de ti.
Y nunca volverás con él.
No, nunca.
Me siento muy débil.
¿Qué te estaba dando?
Un tónico.
Se lo dio su doctor.
Era algún tipo de droga.
Es posible que te encuentres peor antes de mejorar.
Pero estaré a tu lado.
Eso es lo que importa.
Caballeros, no desmonten. . .
- . . .hasta que me digan qué desean. - Vengo por mi esposa.
Y tú te interpones en mi camino.
Yo no haría eso.
- ¿Qué quiere, Smith? - Me lo pregunta. . .
. . .cuando ese yanqui ha asesinado a mi amigo Forbes.
Matado, tras aceptar el duelo.
El resto, quédense donde están.
Puedes desmontar, Justin.
Mi primo Orry quiere hablar contigo en privado.
He dado refugio a Madeline aquí, en Mont Royal.
- ¿Refugio? ¿De su marido? - No te has portado como un marido.
Le has pegado, encerrado, drogado y tratado peor que a un esclavo.
Y los tratas peor que cualquier otro hombre que conozca.
- Escucha lo que voy. . . - No, escucha tú.
Si alguna vez tratas de llevarte a Madeline, será por encima de mi cadáver.
Y si vuelves a entrar en mi propiedad. . .
. . .interpretaré que has venido a hacerlo y te mataré en cuanto te vea.
¿Qué hará Justin?
Nada, si quiere seguir vivo.
Ya te he dicho que estás a salvo en Mont Royal.
Pedirás el divorcio por maltrato físico. . .
. . .y luego nos casaremos.
Casi lo creo.
Es tan verdadero como mi amor por ti.
WASHlNGTON, D.C. 4 DE MARZO DE 1861
''En sus manos, mis descontentos compatriotas, y no en las mías. . .
. . .está el destino de la guerra civil.
El gobierno no les atacará.
El único conflicto posible será el que empiecen ustedes.
No han hecho ningún juramento que les haga destruir el gobierno. . .
. . .pero yo he hecho el más solemne. . .
. . .para preservarlo, protegerlo y defenderlo'' .
Me honra que haya seguido mi consejo de no hablar de su promesa de. . .
. . .recuperar los fuertes federales en su discurso de investidura, Sr. Presidente.
Tenía usted razón, Sr. Seward. . .
. . .con lo de no excluir a los unionistas sureños.
No puede haber paz sin ellos.
¿Está seguro de que no podemos ofrecer más concesiones. . .
. . .al Sur?
Tienen su Ley del Esclavo Fugitivo, ¿verdad?
He prometido no interferir con los estados en los que ya hay esclavitud.
¿Qué más pueden querer?
Consideran que su promesa de mantener la esclavitud. . .
. . .fuera de los nuevos territorios. . .
. . .les amenaza económicamente. Temen que no permita la expansión sureña.
Creo. . .
. . .que ya es hora de que el Sur aprenda a comprometerse.
Voy a ser el presidente de todos los Estados Unidos.
Nos ha mirado.
Me alegro de haber venido aquí en vez de haber ido al Capitolio para su discurso.
- Sí. - Creo que prefiero verle.
- ¡Ahí está! - Ahí viene.
- ¡Sr. Presidente! - ¡Sr. Presidente!
¿Verdad que es impresionante?
¿lmpresionante?
Ese hombre es un incompetente.
Jefferson Davis es el único que le iguala en ese aspecto.
Pero eso nos da ventaja.
Has dicho: ''nos da ventaja'' .
¿En qué aspecto nos da ventaja?
Ni el Norte ni el Sur están preparados para la guerra. . .
. . .pero no hacen más que amenazar con ella.
Cuando llegue la guerra, durará mucho tiempo.
Ningún bando sabrá cómo luchar o cómo terminarla.
Cuanto más dure, mejor será. . .
. . .para los que sólo servimos a nuestros propios intereses.
Cuentas con que asedien los puertos sureños.
Muy bien, Burdetta.
Esto lo he aprendido en el ejército: Nada como la guerra para ganar dinero.
¿Y si no los asedian?
¡Estás hablando con un genio militar!
El asedio de puertos sureños es inevitable.
Tu inversión te hará más rica. . .
. . .de lo que te hizo tu difunto esposo.
A veces creo que amas más a su dinero que a mí.
Bueno, amo su dinero.
Y no recuerdo que esa emoción te incluya a ti.
Seguro que me amas. No podría confundir la avaricia por pasión.
Mi querida Burdetta. . .
. . .si no tuvieras el dinero para invertir en mi barco. . .
. . .estaría acostándome con alguien que lo tuviera.
Eres malvado.
Me pregunto si es inteligente que viaje al Sur contigo.
Una vez que me quite el uniforme. . .
. . .no sería muy prudente que confiaras en mí, allí solo, con ese dinero.
Haz lo que quieras.
Tengo amigos. . .
. . .que se alegrarían de volver a verme en el Sur.
Y yo tengo enemigos. . .
. . .que se sorprenderían.
Es sólo cuestión de tiempo que llamen a George.
He oído que Lincoln busca a oficiales de West Point, especialmente.
Supongo que a George no le hará mucha gracia.
Pero a mí sí, y a ti debería también.
George es un estúpido por no ganar todo el dinero que pueda con la guerra.
Dijo que sería especulación, lsabel.
No importa cómo lo llame. . .
. . .siempre que nos dé el dinero y el poder para recuperar Hierro Hazard.
En cuanto George se vaya al ejército. . .
. . .recuperaremos el control.
Y entonces ya veremos qué pasa con tu hermano. . .
. . .y su puta irlandesa. 671 01:02:15,454 --> 01:02:16,807 Cuidado.
Odio tener que irme tan pronto, especialmente ahora.
No puedes hacer nada.
Los encargos del gobierno están poniendo a la fundición al límite.
Tienes razón. Parece que Hierro Hazard sea el único fabricante de cañones. . .
. . .cartuchos y morteros de todo el Norte.
Es una lástima que el discurso del Sr. Lincoln no haya arreglado nada.
No había muchas posibilidades de que pasara.
Ahora que ha sido investido, es más seguro que haya guerra que antes.
Si ocurre algo, házmelo saber enseguida.
El Dr. McLain dijo que sólo serían un par de días.
Tú preocúpate de la fundición, querido.
Estaremos bien.
Buenos días.
- Adiós. - Adiós.
Dios mío.
¡Virgilia!
¡Raymond! Necesitamos a alguien que ayude a llevar. . .
. . .a la señorita Virgilia a su habitación.
¡No! Puede ir a un hotel. . .
. . .o a un hospital. . .
- . . .o irse al infierno. - No puede quedarse aquí.
¿Creen que habría venido aquí si tuviera otro lugar al que acudir?
¿Y de quién es la culpa, Constance?
Haga lo que haga, le das la bienvenida con los brazos abiertos. . .
. . .sin importarte el resto. Sin importarte lo que pueda sentir George.
Estoy pensando en George.
Ella es su propia enemiga y siento lástima por ella.
No voy a dejar que George se culpe por lo que pase.
Tienes el don irlandés de profetizar.
- No permitiremos. . . - Cállate, lsabel.
Virgilia también es mi hermana. . .
. . .pero será responsabilidad tuya mientras esté en esta casa.
De acuerdo.
Mamá. . .
¿Qué ocurre, querido? Apenas has dicho una palabra en todo el día.
He de irme una temporada.
Pero he hablado con Charles. Va a retrasar su alistamiento. . .
. . .para poder quedarse contigo mientras yo no esté.
¿Para protegerme de Justin?
No confío en él.
Pero no intentará hacer nada si está Charles.
¿Adónde vas?
Al Norte. Debo ver a George para hablar de nuestra asociación.
¿Al Norte? Pero si empieza la guerra, Pensilvania será territorio enemigo.
Lo sé. Lo sé.
Pero el nuevo gobierno ha ordenado que todos los talleres. . .
. . .produzcan material para la guerra.
George no ha invertido dinero en el taller para que sea usado en su contra.
Ya sé que quieres devolver su parte a George. . .
. . .pero, ¿de dónde vas a sacar el dinero?
He hipotecado Mont Royal.
- ¿Qué? - Mi madre me dio permiso.
Está de acuerdo conmigo, es un asunto de orgullo familiar.
Orgullo sureño.
Tu orgullo.
Y te amo por ello.
Somos sureños y aún conservamos el honor. . .
. . .y nada ni nadie nos lo quitará.
Así que éste es el aspecto de medio millón de dólares.
Aunque la bolsa para llevarlo no tiene mucha clase.
Exacto.
Cuanto menos llame la atención, mejor.
Orry, este viaje es demasiado peligroso.
lnsisto en que me dejes ir y que tú te quedes con Madeline.
No. Le debo a George Hazard algo más que dinero. Es mi deuda y la pago yo.
Hay otro motivo, ¿verdad?
Quiero verle de nuevo.
Puede que sea la última vez que lo haga.
¡Batería, carguen!
BATERÍA CONFEDERADA
PUERTO DE CHARLESTON 12 DE ABRlL DE 1861
Listo, señor.
Dentro, batería.
Carguen.
FUERTE SUMTER 12 DE ABRlL DE 1861 , 4:30 AM
Carguen.
- Carguen. - 1 .760 yardas, señor.
Apunten.
Quietos.
¡Fuego!
¡Fuego!
¡Fuego!
¡Fuego!
¡Fuego!
¡Fuego!
Atención a las órdenes.
Doce de abril de 1861 .
A las 4:30 de la mañana de este día. . .
. . .la guarnición de los Estados Unidos en Fuerte Sumter ha sido atacada.
Ahora se encuentra siendo bombardeada por la artillería. . .
. . .de los estados confederados rebeldes.
Nuestra nación ha sido atacada sin provocación. . .
. . .y ahora estamos en guerra.
Que Dios defienda y proteja. . .
. . .a los Estados Unidos de América.
Amén.
No hay nada de lo que preocuparse.
Un tren ha descarrilado.
Despejaremos la vía enseguida. Seguiremos nuestro viaje.
¿Qué hay del viejo Beau? Va a echar a esos yanquis de Fuerte Sumter.
Pero no va a ser fácil.
Beauregard es un buen general, pero el comandante Anderson es muy terco.
¡Sumter ha caído!
¡Sumter ha caído!
¡Sumter ha caído!
¡Acaban de informarnos por telégrafo!
¡Sumter ha caído!
No parece muy contento.
¿Es un simpatizante norteño?
Todo mi apoyo está con el Sur, caballero.
¿Puede escribir más rápido?
LlNCOLN DECLARA LA EXlSTENClA DE LA lNSURRECClÓN
¡Bien dicho, Abe!
Sabemos cómo tratar a esos perros sureños.
NECESlTAN A 75.000 VOLUNTARlOS PARA lR TRES MESES A LA GUERRA
Disculpe, señor. Le pido disculpas.
- ¿Qué ha dicho? - Necesito pasar para tomar un tren.
Parece que hemos encontrado un caballero sureño.
¿Qué lleva en la bolsa?
Les aconsejo que me dejen pasar.
¡Atrás!
Disculpe, señor.
Mi marido y yo también somos de Carolina del Sur.
Hice esto para él.
Muestra su apoyo por la Unión.
Puede comprar uno de verdad cuando llegue a su destino.
Gracias, pero ¿cree que es necesario este pequeño engaño?
Llévelo puesto. . .
. . .por su propia seguridad.
Gracias.
Buenos días.
TRAlDOR SUREÑO
LEHlGH STATlON, PENSlLVANlA
No sé cómo has podido pasar. . .
- . . .pero me alegro de verte. - Ambos estamos encantados, Orry.
- Gracias, Constance. - Tenemos mucho que contarnos.
Empiecen ustedes, yo volveré enseguida.
Recibí tu carta sobre lo de Madeline. No sabes. . .
. . .lo contentos que estamos de que estén por fin juntos.
George, jamás imaginé que fuera a ocurrir. Es como un milagro. . .
¡Virgilia!
- ¿Ha vuelto a casa? - Sí.
Está enferma y necesitada. . .
. . .y Constance no tuvo valor para echarla.
Quería mostrarte las mejores noticias que hemos tenido.
Ah, no.
Ahí está.
Es preciosa.
Deben de estar muy orgullosos.
Se puede decir que George estuvo muy orgulloso cuando ella nació.
Todos los hombres de Lehigh Station recibieron un puro. . .
. . .incluso el pequeño Thaddeus Hunter, que sólo tiene seis meses.
- ¿Cómo se llama? - Hope.
Hope.
No hagas preguntas estúpidas, Aggie.
Ve a la taberna de Murphy cuanto antes y diles lo que te he dicho.
- Sí, señora. - Rápido.
¿Para esto has arriesgado tu vida? ¿Para traerme dinero?
¿A qué te refieres? Es tu dinero.
Te pertenece a ti, no al gobierno Montgomery.
No lo has invertido para que te lo confisquen.
Lo invertiste por mí.
No sé qué decir. No me lo esperaba.
Pero, conociéndote, creo que debería haberlo hecho.
En estos tiempos, no hay mucho honor entre la gente, Orry.
Estás más chiflado de lo normal.
¡Amigo de traidores!
¡Hemos oído que simpatizas con los sureños, Hazard!
¡Han venido a por ti!
¡Yo los he traído!
- En nombre de Dios, ¿por qué? - Porque es un traidor.
¡Es un traidor sureño, y él y los suyos asesinaron a Grady!
- ¡La milicia mató a Grady! - No me importa.
¡Se hará justicia! ¡Espero que te maten!
¡Espero que te maten! ¡Espero que te maten!
¡Entréguenlo!
- ¡Tráelo, Hazard! - ¡Más vale que lo entregues, Hazard!
Hay un tren local que parte hacia el este a las 11 .
- Creo que sería mejor. . . - Lo tomaré.
- No quiero poner en peligro a tu familia. - Virgilia se ha encargado de ello.
- Puedo escapar por atrás. - No lo creo.
Es posible que estén allí. Déjame a mí.
¡Vuelvan a sus habitaciones y quédense allí, por favor!
- De vuelta a la lucha. - Sígueme.
¡Línchenlo!
¡Por ellos!
Vamos, adelante, es una regla del ejército:
El que da la orden, va al frente del ataque.
Entrégalo, Hazard. ¡Es un sureño!
- Es verdad. - Este hombre no es un traidor.
Estuvimos en la misma clase en West Point.
Sirvió al general Scott en México a mi lado.
Les conozco a casi todos. Son mis vecinos.
Pero el primero que se acerque a mi amigo. . .
. . .será el primero en morir.
- Es un traidor. - Vamos.
¡Usted! ¡Guarde la pistola!
Podemos agarrarlo.
Háganlo ustedes. No vale la pena morir por ello.
Hazard no protegería a un traidor sureño.
Por muy poco.
Aún no estamos a salvo. Estaré más tranquilo cuando subas a ese tren.
Que Dios te acompañe, Orry.
Hasta que volvamos a vernos.
Espero que así sea.
Sé que será así.
- Ten cuidado, por favor. - Por supuesto.
Me voy antes de que vuelva George.
Lamento que haya acabado así, Virgilia.
Es la última vez, Constance.
- No volveré a entrar en esta casa. - No digas eso.
Es más tu casa que la mía, Virgilia. Naciste aquí.
Pero lo que has hecho esta noche estuvo mal.
Orry Main tenía derecho a estar a salvo en esta casa.
No tolero a mis enemigos.
lncluso si vienen disfrazados de amigos.
Ya lo sé.
Y me da lástima.
Virgilia, sé que lo has pasado mal desde que murió Grady.
Puede que te haya costado equilibrar todo esto en tu interior.
Voy a decirte una cosa, Constance:
Lo has intentado.
Repetidas veces has intentado mantenerme en esta familia.
Y te lo agradezco.
Pero no ha funcionado y nunca lo hará.
No digas eso. Son tu sangre. Algún día. . .
No, lo que hay en mi sangre no está en la de ellos.
¿Sabes que miro a mis hermanos y a mi madre. . .
. . .y no puedo creer que haya formado parte de esta familia?
No me conocen. No les importa mi causa o por lo que lucho.
Sí, lo admiran.
Pero no sacrificarían nada por ello. No soportarían la crueldad o la dificultad.
Me temo que eso puede decirse de todos, de ambos lados.
¡Entonces que vengan!
La libertad ha de conseguirse con sangre y fuego.
Sólo con eso puedo lavar mi pecado.
- Virgilia. - He pecado.
Me casé con un hombre de color.
Ése es mi pecado ante los ojos del mundo.
Pero, Constance. . .
. . .¿sabes cuál es mi verdadera culpa?
El amor.
Mi amor por Grady le destruyó.
Y jamás me perdonaré por ello.
Aún no estás bien. ¿Dónde vas a ir?
A Washington, donde está el poder.
Donde hay hombres comprometidos con mi causa.
Hombres con el poder de atacar y el poder de castigar.
Ése poder es de Dios, Virgilia.
Mis ojos han visto la gloria de la llegada del Señor.
¿De qué vivirás?
Tengo mis métodos.
Adiós, Constance.
Creo que éstas son tus cosas, Virgilia.
¡Agarralas y vete!
Orry.
¿Qué harás. . .
. . .si el Sur te ofrece una comisión?
Ya lo ha hecho.
Como brigadier en su nuevo Departamento de Guerra.
Supongo que la cojera no es un problema para ese rango.
Pero ahora estoy con Madeline, así que. . .
Gracias a Dios.
Espero no tener que dejar Mont Royal. . .
. . .hasta que se divorcie y nos casemos, porque no puedo dejarla sola allí.
Supongo que tú irás a Washington con Constance y el bebé.
Me han ofrecido un puesto en la plantilla general.
He de darles una respuesta, pero aún no la tengo.
Pero Stanley puede llevar la fundición. . .
. . .y Lincoln quiere a todos los hombres de la Academia que pueda encontrar.
También Jeff Davis.
Hace unos años. . .
. . .John Calhoun dijo que los hombres de West Point liderarían grandes ejércitos.
Pero no se le ocurrió que los liderarían para enfrentarse entre ellos.
Bueno, si la próxima vez que nos veamos ha de ser de ese modo. . .
. . .espero que no volvamos a vernos nunca.
¿Recuerdas esto?
Nuestra apuesta de 10 dólares a que me graduaría de West Point.
Eso es.
A lo mejor nos dio suerte entonces.
¿Por qué no nos quedamos una mitad cada uno?
Y las volvemos a juntar cuando acabe la guerra.
Cuando acabe la guerra.
George. . .
¿Crees que podríamos haber hecho algo para evitar todo esto?
No lo sé.
Creo que, en algún momento, tuvimos la oportunidad. . .
. . .pero la perdimos.
O la tiramos.
- ¿Para qué paramos? - Soy George Hazard de Hierro Hazard.
Yo fabrico esos cañones.
- ¿Adónde se dirigen? - A Washington.
El presidente Lincoln cree que los rebeldes atacarán el Capitolio.
¿Por qué nos ha hecho parar?
Un pasajero especial.
Este hombre tiene un encargo oficial del Departamento de Guerra.
Ahí hay sitio.
Muchas gracias.
Orry, un momento.
Será mejor que lleves el de verdad.