Tip:
Highlight text to annotate it
X
—Son unos guarros. ¿Y la bofetada de Pepe, qué? Que no me vio, dice. ¡Los coj***s!
—Y Mourinho en el aparcamiento... —¡Eh, míster, me parece que nos están grabando!
—¿Otra vez? Que esto no formaba parte del gag: era una conversación privada. —Tranquilo, míster, que esto lo arreglo yo...
—¡Eh! Tres segundos y comenzamos. Tres, dos, uno... ¡Acción!"
—Chicos, ya sé que el miércoles tuvimos un partido muy, muy duro, pero nos tenemos que centrar en la Liga. El Madrid ya se ha acabado.
—¡No! Esto no acabará nunca. ¡Es un infierno!
—Ya no queda nadie. Hemos tenido muchas bajas.
—Tranquilízate, Busi. —¿Que me tranquilice? ¡Tú no sabes lo que vivimos! ¡Tú no estabas allí!
—Sí, sí que estaba. —¿Ah, sí? ¡Pues no se te vio!
—Es por las pesadillas, ¿verdad?
—Chicos, sé por lo que estáis pasando.
—¡Basta, dejaos de tonterías! ¡Va, a jugar! ¡Venga! ¡Ziga-zaga! ¡Va! ¡Vamos!
Tú no, Alexis. Tú no. Que ya sabes que me tienes el corazón robado y no quiero que te rompas. Va, siéntate a mi lado. Siéntate conmigo. Siéntate, que ya comienzan.