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No es mi cuerpo lo que quiero salvar...
...es mi alma.
Tráiganla.
Verán la señal que he sido enviada a hacer.
¿Quién eres para incluso pensar que puedes conocer la diferencia entre el bien y el mal?
Bastante adinerada para una campesina, ¿no le parece?.
Usted se ve bastante adinerado para un siervo de Dios, ¿no le parece?.
Eso es demasiado fácil.
¿Me oyes?
No hay nada que oir.
Que todos los que me amen ¡me sigan!
Mañana a la noche, algunos de ustedes estarán muertos.
Necesitaré...
un nuevo caballo de guerra,
una espada, armadura...
y un estandarte para mí.
Dios me habla.
Soy sólo una mensajera.
¿Quieren detenerme?
No es un juego.
¿Aun necesitan más señales?
Estaba sola en su caballo blanco, enfrentando a todo el ejercito inglés
y los ahuyentó.
Bueno, eso es lo que llamo un maldito milagro.
Dice que escucha voces.
¿Cómo sabes que estas voces no son simplemente tú?
Soy el tambor en el que Dios está tocando su mensaje.
Dios me ha dado un mensaje,...
...un mensaje para entregar.
¿Cuál era el mensaje?
Francia no le pertenece a usted Charles, le pertenece a Dios.
Detente.
¿Cómo te atreves a impedirme hacer la voluntad de Dios?
Ustedes estuvieron con su consejero, y yo con el mío.
Siempre fui fiel a Dios.
Seguí todo lo que dijo.
Hice todo lo que me pidió que hiciera.
Que Dios perdone su blasfemia.
Yo nunca lo haré.
Ya vi...
...suficiente...
...sangre.
¿Cómo te atreves a decirme qué es lo que Dios me dice que haga?
No puedo detenerlos, solo puedo advertirles...
Ustedes que dicen ser mis jueces, ¡ustedes tengan cuidado!
...será su sangre, no la nuestra.
Ustedes también un día serán juzgados.
Yo creo en ti.
Averigüémoslo.
Luchabamos por una causa.
¿Esto es gloria?
¿No es lo que querías?
No así.
Es un mensaje de Dios.
Después de 500 años
la pregunta sigue viva.
Juana de Arco