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Belleza *** por Anna Sewell CAPÍTULO 14.
James Howard
Temprano una mañana de diciembre Juan me había llevado a mi caja después de mi ejercicio diario,
y fue mi paño de flejes y James venía de la cámara de maíz con un poco de
la avena, cuando el maestro entró en el establo.
Parecía más bien serio, y se mantuvo una carta abierta en la mano.
John cerró la puerta de mi caja, se tocó la gorra, y esperaban órdenes.
"Buenos días, Juan," dijo el maestro.
"Quiero saber si usted tiene alguna queja de Santiago."
"Quejas, señor? No, señor. "
"¿Es diligente en su trabajo y respeto a usted?"
"Sí, señor, siempre." "Nunca se encontrará que él desprecia su trabajo cuando
vuelves la espalda? "
". No, señor" "Eso está bien, pero debo decirlo de otra
cuestión.
¿No tienes motivos para sospechar, cuando sale con los caballos para ejercerlos o
llevar un mensaje, que deja de hablar con sus conocidos, o entra en las casas
donde no tiene ningún negocio, dejando a los caballos afuera? "
"No, señor, desde luego no, y si alguien ha estado diciendo que alrededor de Santiago, yo no
creo que, y no me refiero a creerlo a menos que yo lo he probado bastante antes de
testigos, no es para mí decir que tiene
estado tratando de llevar el personaje de James ", pero voy a decir esto, señor, que una más estable,
agradable, honester, más inteligente joven que nunca tuve en este estable.
Que puedo confiar en su palabra y que puedo confiar en su trabajo, sino que es suave e inteligente con la
caballos, y yo no los tendría a su cargo con él que con la mitad de los jóvenes
compañeros que conozco en los sombreros de cordones y
libreas, y el que quiere un personaje de James Howard, "dijo John, con una decidida
movimiento de cabeza, "que vengan a John Manly."
El maestro permaneció todo este tiempo grave y atenta, pero como Juan terminó su discurso
una amplia sonrisa se dibujó en su cara, y mirando amablemente a través de James, que todos los
este tiempo se hubiera detenido en la puerta,
dijo: "Jacobo, hijo mío, establecida la avena y venir aquí, yo estoy muy contento de encontrar que
Opinión de Juan de su carácter así lo acuerda exactamente con la mía.
John es un hombre prudente ", dijo con una sonrisa burlona," y no siempre es fácil
obtener su opinión acerca de las personas, así que pensé que si golpeo a la selva en este lado de las aves
volaría hacia fuera, y que debería aprender lo que
quería saber con rapidez, así que ahora vamos a entrar a los negocios.
Tengo una carta de mi hermano-en-ley, sir Clifford Williams, de Clifford Hall.
Él quiere que yo le buscara una joven novio digno de confianza, unos veinte o veintiún años, que
conoce su negocio.
Su viejo cochero, que ha vivido con él treinta años, se está débil, y él
quiere a un hombre a trabajar con él y entrar en sus caminos, que sería capaz, cuando el viejo
el hombre se jubila, para ocupar su lugar.
Tendría dieciocho chelines a la semana en un primer momento, un traje, un traje de estabilidad de conducción, una
habitación sobre la cochera, y un niño debajo de él.
Sir Clifford es un buen maestro, y si se pudiera conseguir el lugar que sería una buena
comenzará para usted.
No quiero separarme de ti, y si usted nos dejó saber que Juan perdería su derecho
mano ".
"Que debo, señor", dijo Juan, "pero no se interpondría en su luz para el
mundo. "" ¿Qué edad tienes, James? ", dijo el maestro.
"Diecinueve de mayo próximo, señor."
"Es joven, ¿qué te parece, John?"
"Bueno, señor, que es joven, pero él es tan firme como un hombre, y es fuerte, y así
crecido, y aunque no ha tenido mucha experiencia en la conducción, que tiene una empresa de la luz
mano y un ojo rápido, y es muy
cuidado, y estoy bastante seguro de que ningún caballo de su se arruinó por falta de tener a su
pies y los zapatos cuidado. "
"Tu palabra será ir a la John más lejos," dijo el maestro ", de Sir Clifford añade
una posdata: "Si pudiera encontrar a un hombre entrenado por la John me cae bien
mejor que cualquier otro, "es así, James, muchacho,
Piensen en eso, hable con su madre en la hora de cenar, y luego que me haga saber lo que
lo desean. "
En unos días después de esta conversación que se había terminado completamente que James debe ir a
Clifford Hall, en un mes o seis semanas, como convenía a su amo, y al mismo tiempo
que iba a obtener toda la práctica en la conducción que se pudiera dar con él.
Nunca supe el carro para salir tan a menudo antes, cuando la señora no fue
el amo se llevó en la silla de dos ruedas, pero ahora, si se trataba de
maestro o las jóvenes, o sólo una
diligencia, el jengibre y se pusieron en el carro y nos llevó James.
En la primera Juan iba con él en el cuadro, diciéndole que esto y aquello, y después de eso
James condujo sola.
A continuación, fue maravilloso lo que un número de plazas del maestro iría a la ciudad
el sábado, y lo que extrañas calles que fueron conducidos a través.
Él estaba seguro de ir a la estación de tren justo cuando el tren estaba entrando, y los taxis
y carruajes, carros y ómnibus fueron todos tratan de entrar por el puente juntos;
ese puente quería buenos caballos y buenos
los conductores de trenes cuando la campana estaba sonando, ya que era estrecha, y hubo una muy
fuerte suba de la estación, donde no habría sido nada difícil para
la gente a correr en la otra, si lo hicieran
No ven más nítidos y mantener su ingenio sobre ellos.