Tip:
Highlight text to annotate it
X
www.LGBTI-World.com
Tenía un montón de discos de Gilbert y Sullivan que estaban...
junto a una tornamesa averiada que nunca se ***ó en arreglar.
Dijo que no tenía que arreglarla, porque con sólo cerrar los ojos...
cuando quería, podía oír toda la música de Pinafore.
Le dije que yo también podía, y sin cerrar los ojos.
Eso le hizo sonreír, y me abrazó...
y nos pusimos a cantar.
Nos acostamos el primer día que nos conocimos.
O... quizá fue al día siguiente.
¿Quién se acuerda?
Yo sí me acuerdo.
Lo hice esperar un día porque, pues...
Quería tener algo que me hiciera ilusión.
Cuando lo conocí...
él vestía una chaqueta marrón con parches en los codos.
La tradición personificada, exagerada.
Una semana después encontré un paquete en mi puerta.
Era una...
primera edición de los poemas de Rupert Brooke.
Nada de Keats...
ni de Edna St. Vincent Millay.
Era Rupert Brooke.
Queríamos tener un hijo algún día, y supe que lo llamaría Rupert.
Tuve que esforzarme mucho.
Pero sí quería que funcionara... Eso creo.
Es decir...
Aún tengo el montón de malditos discos de Gilbert y Sullivan.
Va a necesitar a alguien. No puede sobrevivir solo.
Es bueno estar solo de nuevo.
Me puedo comer las palomitas yo solo.
Me siento desvalida.
Me gustaría llamarle.
No más llamadas telefónicas.
No más excusas.
Soy libre.
¡Maldito seas, Zack! Maldita sea tu integridad.
Quizá llame a Zack un día de éstos... para devolverle sus discos.
¿Yo para qué quiero los discos de Gilbert y Sullivan?
- Encontró la llave. - Qué bueno. Ojalá le guste.
- ¿Y bien? - No está mal. ¡Me encanta!
- Iré por los documentos. - Espere, Lila. No se precipite.
- Vamos a verla. - Sí. Qué grande es.
- Me asustaste. - Es hermosa.
Tiene todo lo que buscamos.
Y está abajo del precio del mercado, ¿no cree, doctor?
Hable con mi esposa. Es la gran ejecutiva, gana todo el dinero.
Su ubicación es perfecta. Todas las ventanas tienen vista.
Es ideal para una pareja recién casada.
Es muy tradicional, pero muy contemporánea.
Da la sensación de estar adentro y afuera...
y tiene un ambiente muy relajado.
Esta sala me parece cautivadora, sobre todo por los pisos R.
- ¿Pisos R? - Rústicos.
- Qué magnífica araña. - Lo es.
Claire, me encantan esas vigas.
¿Habías visto una casa con esta distribución?
En serio, ¿habías visto una igual?
- Perfecto para el piano. - Sí.
- Perfecto, con la iluminación. - Sí.
¿Dónde vamos a poner el sofá de New Haven?
- Ahí, en la esquina. - Perfecto. ¿Y sabes qué?
Los grabados que compramos en la luna de miel quedan perfectos aquí.
- Sí. Espera. - ¿Qué?
¿Qué estamos haciendo? ¿Sabes cuánto cuesta la casa?
¿Nos permite un momento, Lila?
- Ven conmigo. - ¿Qué?
- Esto te convencerá. - ¿Qué?
Al fin encontraste un dormitorio con chimenea. Qué azulejos.
Tienes razón, es todo lo que buscamos.
Los azulejos, muéstrele los del baño.
Bien, Zack. En serio, ¿qué opinas?
- ¿Podemos comprarla? - No.
- No creo que podamos pagarla. - Por favor.
Algo se te ocurrirá.
Podríamos economizar en otras áreas.
¿Para qué comer tres veces al día? Podríamos caminar al trabajo.
Tendríamos que levantarnos a las 4:00 a. M...
pero estaríamos muy delgados.
Sí, sé que tienes razón. Hay que ser sensatos.
Sí.
Maldición.
No encontraremos otra con chimenea.
¿Te conformarías con una manta más...
y un abrazo de toda la noche?
Lucen perfectos juntos en esta casa.
Presiento que aquí tendrán una larga y feliz vida.
- No podemos. - Es muy difícil rechazarla.
Pero habrá que seguir buscando. Debo regresar a la oficina.
Tengo una paciente más. Te veré en la casa.
Lo siento.
¿Por qué creemos que no nos puede pasar?
¿Me hace un favor, Arlene? ¿Sí?
¿Me permite hacer el diagnóstico?
Aún no le hacen la biopsia.
- Podría trabajar en el circo. - Calma, calma.
Vamos a tomar aire fresco. La acompañaré a su auto.
¿De acuerdo?
Si esto le pasara a Claire, creo que nos haría más unidos.
- ¿De veras? - Sí, de veras.
Cuando hiciéramos el amor, sabríamos que la estaba amando...
y que su cuerpo, no importa cómo, era el único para mí.
¿Lo dice en serio?
Arlene, puede resultar benigno.
Pero si tenemos que operar...
Harry se sentirá más necesitado que en los últimos 20 años.
- ¿De verdad lo cree? - Sí, de verdad.
Ya entiendo por qué se enamoran de sus doctores.
Vamos a comprar la casa.
¿De veras, Zack?
No puedo vivir sin pisos R.
¡Bravo!
- ¿Estás seguro? ¿Estás seguro? - Estoy seguro.
Perdón, queridos. Regresaré después.
Está bien, Winnie. Entra.
Vine a devolverle el Hemingway a Claire.
Zack dice que compraremos la casa.
- ¿Qué? - Zack dice que compraremos la casa.
Eso es fantástico, querida.
Es fabuloso.
Es maravilloso.
Winnie, igual cenaremos contigo los martes.
Sí, claro.
Fui una tonta al pensar que se quedarían aquí para siempre.
Me acostumbré a que vivieran en la planta alta.
Pues...
espero que estén conscientes de que extrañarán...
mis historias sobre Lawrence Hayden-Ford...
el único poeta romántico que Rupert Brooke admiró.
Winnie, siéntate y cuéntanos una ahora mismo.
¿Y arruinar la deliciosa espera?
Supongo que ya era hora de pintar de nuevo las paredes.
Recuerden:
Hay una gran fortaleza en estas viejas paredes.
¿Verdad?
Podríamos invitarla a vivir con nosotros.
- Mi amor. - Sí, pues...
está la habitación al lado.
Yo también la quiero.
Pero esa habitación es para Rupert.
Ya que compraremos la casa...
¿qué opinas...
¿Comiste una galleta?
¿Estás despierto?
Sí.
¿Podemos comprar una casa todas las semanas?
¿Qué pasa, Zack?
Nada.
Una de mis pacientes.
Hazte para atrás. Cambia.
¡Bien!
- Entra. - Muy bien.
Tómala, Zack. Llévalos.
¡Acá!
- Muy bien. - Buen tiro.
Oye, Ben. Hablé con Alan Baker el otro día.
- Adivina con quién se topó. - ¿Con quién?
Maxine DeMarco.
Venía todos los fines de semana para acostarse con todos.
Hacía unas galletas deliciosas.
¿Cómo la llamábamos? ¡Betty Crocker!
¿Qué más da? La comida es la comida.
- Hoy ya nadie madura. - Es un arte perdido, Charlie.
- Hoy jugaste mal. - Sí, lo sé.
- ¿Todo marcha bien? - Estoy agotado. Eso es todo.
Nos mudamos a la casa nueva esta semana.
- Las chicas nos esperan. - ¡Ya voy! ¡Allá voy!
NOCHE DE TALENTOS
Me gustan.
GRANDIOSOS PREMIOS PREMIO AL PEOR NÚMERO
Hola.
¿Sigues tú?
Subiré al escenario y cantaré con todo el corazón.
Y le voy a gustar al público, estoy segura.
- Ojalá. - Así se habla. Sube pues.
Ahora, de Chatsworth, nuestra última concursante.
¡Denle un gran aplauso a Lucie Lee Prescott!
¡Suerte!
Es más fácil cantar una canción triste
Que dejar al ser amado
¡Márchate!
¡Baja de ahí, cariño!
- Es un caso perdido. - Se está esforzando.
¡Vete a casa!
Vaya, vaya.
No es difícil adivinar quién ganará...
el premio al peor de esta noche, ¿verdad?
Pero sigue ensayando, linda, y regresa pronto.
- Podemos hacerlo peor. - Llegó el momento...
- de entregar el primer premio... - ¡Espere!
Al concurso de talentos.
Calienten las manos, señores. Prepárense.
¿Dónde... ¿Qué pasa aquí, señores?
- Queremos concursar. - ¿Cómo se llaman?
- Capitán. - Y Florecita.
Señores, tenemos unos últimos concursantes...
así que denle un aplauso al Capitán y Florecita.
- ¿Qué vamos a cantar? - Pinafore.
Muy bien. Muy bien.
- ¡Fuera! ¡Fuera! - ¡Bájenlos!
- ¡Vamos! - Qué mal.
No les gustamos más.
Parece que Lucie Lee no ganará el premio al peor después de todo.
¡Más con la izquierda, Zack!
- Hola, Mag. 271. - ¿Dónde está el baño?
- Allá. Es el que tiene el inodoro. - Se me olvida. ¡Claro!
- Sí. - Bien. Gracias.
Te llamó Arlene Powers cuatro veces.
- ¿Eh? - ¿Quién es Arlene Powers?
Es la que tuvo la mastectomía.
¿Cuatro?
Soy el Dr. Elliot.
Calma, Arlene.
Espere ahí. Llegaré en 10 minutos.
¡Maldición!
Su esposo la dejó.
Esa noche, en la cama, se colocó tan al borde que creí que caería.
Será que perdí el don, ¿eh?
¿Eh, doctor?
¿Qué opina?
¿Perdí el don? ¿Por eso me dejó?
¿Qué opina? ¡Cállese! ¡No necesito su falso consuelo!
¿Por qué no me dijo la verdad?
¿Para qué me hizo tener esperanzas?
¡Maldición!
- Hola. ¿Adónde te diriges? - Voy en camino a casa.
¿Quieres tomar algo?
Sube.
- Me llamo Ken. - Frank.
Mucho gusto.
Vivo a dos manzanas de aquí.
Oye. Espera, espera.
Perdón.
- Me equivoqué. Perdón. - Está bien.
Está bien. En otra ocasión, ¿sí? Nos veremos por aquí.
Hola.
Hola.
"No me mires así, cariño".
- Cariño, no me mires así. - Estuve cerca.
- "¿Por qué no me dijiste?" - ¿Por qué no me dijiste?
- "Si tenía que ser uno"... - Pasarle a uno de los dos...
- "¿Por qué tuviste que ser tú?" - ¿Por qué tú?
"¿Por qué tuviste que ser tú?"
- "Fue... mi culpa"... - "Fue mi culpa y de nadie más".
Fue mi culpa y de nadie más.
- "Estaba mirando hacia arriba". - Hacia arriba.
- "Era lo más cerca"... - "Era lo más cerca...
- al cielo". - "Era lo más cerca al cielo".
- "Tú estabas ahí". - Tú estabas ahí.
- Mi amor. - "No te preocupes, mi amor".
No te preocupes, mi amor.
- Si tú puedes pintar... - "Si tú puedes pintar...
- yo puedo caminar. - Yo puedo caminar".
"Todo es posible. ¿No crees?".
"Sí, mi amor. Sí, sí".
Adoro esa película.
El gran amor de mi vida fue Melanie Franklin.
La única otra persona que conozco que podía ver seis filmes en un día.
Desde las 2:00 p.m. Hasta entrada la noche.
Me quería casar con ella.
Ella quería estudiar una maestría.
Nunca entendí por qué escogió los estudios por sobre mí.
Creo que ya puedo entender, pero...
Me tomó mucho tiempo sobreponerme.
Aún no he encontrado a nadie igual, ni entre tantos fanáticos del cine.
A veces me pregunto cómo sería mi vida...
si ella me hubiera dado el sí.
¿Para qué preguntármelo? Soy feliz.
Ser soltero tiene muchas ventajas.
Hola, Danny. Oye, Danny.
- ¿Te dieron el papel? - Me dirán el martes.
- Suerte. - Gracias.
Hola.
- Hola. Creí que me ibas a llamar. - Tuve una semana pesada.
- ¿La próxima semana? - Sí, claro.
- Hola, Michael. ¿Cómo estás? - Hola.
¿Me das una cerveza, Pete?
- Estoy muy mal. - ¿Qué pasa?
¿Ves al de la esquina, el de rojo?
Llevo una hora ligándolo, y ni me mira.
¿Para qué pierdes el tiempo con él?
Michael, qué bien luces. Pero te tienes que mover.
Andando.
Bart, sí irás a la fiesta del 15, ¿verdad?
- Sí. - Bien.
- ¿Qué hay? - No mucho.
- Me llamo Bart. - Soy Timmy.
- ¿Por qué no te quedas a dormir? - A la siguiente.
¿Qué escribes?
No sé. Todo tipo de cosas.
- ¿Algo que yo conozca? - Probablemente no.
¿Sabes qué se me antoja?
Una gran hamburguesa con salsa de chile.
- ¿Vamos por una? - Estás loco.
¿Sabes qué hora es?
¿Podemos volver a vernos?
- ¿Por qué no? - Déjame darte mi teléfono.
¿Me llamarás?
Claro.
Había un chico en Columbia... La universidad, no el estudio.
Era toda una leyenda con las mujeres.
Ligaba cinco noches por semana...
con las chicas más hermosas del campus.
Una distinta cada noche.
Lo raro es que no era especialmente guapo.
Ytampoco era rico.
Incluso se decía que no era...
muy agraciado ahí abajo.
¿Cuándo regresas?
No sé.
Quizá nunca.
Cuéntame del árbol de la vida.
- ¿Cómo te enteraste? - ¿Crees que lo encontrarás?
¿No te parece una tontería?
Finalmente, un día...
alguien le preguntó cómo hacía para salirse con la suya.
Qué tenía él que los demás no parecían tener.
Y lo miró directamente a los ojos...
y le dijo con mucho orgullo:
"Imaginación".
Sr. McGuire. Soy el Dr. Elliot. ¿En qué le puedo ayudar?
- ¿Dónde está el Dr. Bloom? - De vacaciones. Ocupo su lugar.
Qué raro. No me dijeron cuando llamé.
Nos gustan las sorpresas, Sr. McGuire.
No me diga Sr. McGuire.
- ¿Qué edad tiene? - 30 años.
¿Un doctor de 30 años?
El Dr. Jekyll, el Dr. Doolittle... Ésos sí eran actores.
¿En qué le puedo ayudar?
Vine a hacerme una revisión.
Siéntese en el extremo de la plancha.
Puede poner aquí su chaqueta.
Su expediente dice que ya tuvo un examen físico hace cuatro meses.
Me gusta estar seguro.
¿Ha cambiado algo desde su última consulta?
¿Algún síntoma nuevo?
No. De hecho, me siento muy bien.
Bien. Vamos a darle un vistazo.
Con cuidado, McGuire. Eso no es un juguete.
Oiga, Doc. No oigo nada.
Quizá tengan razón y yo no tengo corazón.
- Los doctores sacan lo mejor de mí. - Sí, se nota.
Voltee a la derecha, por favor.
Bien.
Muy bien. Y a la izquierda.
Está bien.
Ahora mire al frente.
Elija un sitio en la pared...
y no vea directamente a la luz.
Directamente al frente.
Leí su primer libro.
Mire al frente. Reunión final. Fue su primer libro, ¿verdad?
- Así es. - Es un escritor fuerte y duro.
- Gracias, Doc. - Pienso leer los otros.
Abra la boca. Diga "Ahhh".
Gracias.
- Arremánguese. - ¿Para qué?
Para tomar la presión sanguínea.
En serio, me siento bien, Doc.
- Nado dos kilómetros al día. - ¿Sí?
Tomo muchas vitaminas, no como comidas fritas.
Míreme el estómago, qué duro.
- Qué bien. ¿Consume drogas? - ¿Por qué, usted las vende?
Qué gracioso.
De hecho, me cuido de no arruinarme el cuerpo.
Fumo hierba de vez en cuando, quizá una línea o dos de coca.
Un Quaalude de cuando en cuando.
Y a veces, tomo Percodan.
Y un poco de ácido.
Pero si me pregunta si me dedico a las drogas, la respuesta es no.
Bien. Ya se puede bajar la manga.
Oiga, Doc.
Ya que estoy aquí, ¿podría revisarme algo?
Claro.
Es algo que noté la otra noche.
Está hinchado, y no ha bajado.
- ¿Lo ve? - Sí.
- Es un tumor, ¿verdad? - No. No es un tumor.
- ¿Un ganglio? - Un pelo que crece hacia adentro.
¿Seguro que no es un tumor, Doc?
Le podemos pedir su opinión al Dr. Dolittle.
- ¿Se puede hinchar así nada más? - No se preocupe.
Sucede con frecuencia. Vaya a casa a escribir.
Qué bien. No más ansiedad.
¿Cómo sobreviviré el resto del día?
- Tome un largo almuerzo. - ¿Quién toma almuerzo?
Yo, y ya me quiero ir de aquí.
De hecho, sí tengo hambre.
- ¿Eres de Nueva York? - De Queens.
Adonde va la gente del Bronx cuando quiere mudarse al campo.
- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? - Desde que me titulé en Columbia.
Pensé que si tenía que sufrir, al menos podría broncearme.
Sabes, el pan no mata.
La harina blanca es veneno.
No es de harina blanca. Es de grano, de trigo.
Déjame en paz, Doc.
- Si digo que es veneno, es veneno. - ¿Consultas a un psicólogo?
¿Qué fue, pregunta o sugerencia?
Cuéntame de ti y de tu esposa. ¿Cuánto tiempo llevan casados?
- Ocho años. - ¿Tienen hijos?
- No, todavía no. - Han esperado mucho tiempo.
Queríamos echar a andar nuestras carreras primero.
¿Y tú? ¿Sales con alguien?
Claro. Salgo con mucha gente.
Ocho años, ¿eh?
Las ganancias son para enviar niños pobres al campamento.
Por favor, ayúdenos. Por favor, amigos.
¡Oigan! ¿Qué les pasa?
¿No ven que la pobre niña les está pidiendo ayuda?
- ¿Le van a fallar? - ¿Qué le pasa a él?
¿Así somos los estadounidenses?
Vamos. Saquen el dinero.
Envíen a los niños pobres al campamento.
- Todos quieren predicar. - ¡El dinero!
Muchas gracias, Don Importante. Me hiciste perder dos clientes.
No te vayas, así podrás asustar al resto de la población.
Ven. Quiero mostrarte algo.
Tengo que estar en la clínica a las 2:00.
Anda. Sólo tomará un segundo.
BUENAS INTENCIONES DE BART MCGUI RE
- No lo hice para que lo compraras. - Claro que sí.
Dime, ¿qué parte te corresponde?
Lo que me gasté en la hamburguesa.
¿Quieres que te lo dedique?
Algún día. Disfruté el almuerzo.
Claro, Doc.
En quinto año, tenía un maestro guapísimo, el Sr. Canizarro.
Estaba muy enamorada de él.
Todas las mañanas me paraba en el mismo sitio...
y él pasaba y me decía: "¿Lista para un día feliz, princesa?".
Yo solía soñar que cuando creciera...
me casaría con él y seríamos felices para siempre.
El Día de San Valentín hice un corazón gigante con papel crepé.
Estaba a punto de dárselo cuando...
le anunció al grupo...
que se iba a casar.
Me sentí devastada.
No era lo que llamarían...
"una niña comprensiva" tratándose del romance.
El papel crepé es difícil de romper.
- Me preocupa, Claire. - ¿Qué te preocupa?
Si no funciona, lo cancelamos, pero hay que intentarlo.
- Ni pensarlo. - Estás soñando, cariño.
Nadie verá una antología semanal de grandes obras de EE. UU.
- No en el horario estelar. - Prefieren ver basura.
Podemos cambiar esa actitud. Es culpa nuestra.
Quieren basura porque les enseñamos a querer basura.
Si les damos calidad, si les damos opciones...
y las presentamos de forma adecuada...
podemos enseñarles a querer algo mejor.
No estoy hablando de Shakespeare, pero sí de calidad.
¿Vieron a Olivier y Woodward en Sin rastro del pasado?
Fue el programa menos visto de la semana. No obtuvo ni el 15.
Lo transmitieron en fin de año, ¿no, Marty?
¿Qué me dicen de Playhouse 90?
¿No respetan la mentalidad del público?
- ¿Qué mentalidad, cariño? - La mentalidad flexible.
Tenemos los recursos para elevarla al nivel que queramos...
¡pero ni siquiera lo intentamos!
Donald, deja de decirme "cariño".
Su lugar está de vuelta en PBS.
No quiero volver a PBS.
En PBS no me necesitan, maldita sea.
- ¿Cómo te fue? - Muy mal.
Llamó Harrington; dijo que es importante.
Querrá otro piloto sobre sexo y corrupción entre los ricos.
¿Me comunicas con Zack?
LOS FARKLE DE TENNESSEE
LAS MUÑECAS DE CALLAHAN
Espera, no me digas. No ha...
regresado del almuerzo, no está en casa...
y tampoco está en la clínica.
Por tercera vez en esta semana.
¿Cómo estás?
- Bien. - ¿Trabajas por aquí?
No, no.
- ¿Qué bebes? - Escocés.
Discúlpame.
Creo que dejé las llaves en el auto.
¿Estás bien?
Sí. Vamos.
- Hay que vestirnos. - Tenemos tiempo.
Es a las 8:00. Si no llegamos a tiempo, papá enfadará.
- Llegaremos a tiempo. - Eso dices siempre.
Pero tardas, llegamos tarde, y me culpa a mí.
¿Me quieres decir qué pasa?
No pasa nada. Pero quiero evitar un regaño innecesario.
Conozco a tu papá. Es inofensivo.
¿Qué sabes de mi papá, si no conoces al tuyo?
- Hablas con él dos veces por año. - Basta.
Perdón.
Lo siento.
Estoy de mal humor. Perdón.
¿Seguro que no quieres hablar?
No hay nada de que hablar. Yo...
Tuve un día difícil, es todo.
- Bueno. - Anda. Vístete.
Vamos a cenar para ponerle carne a esos huesos.
- ¡No me hagas cosquillas! - Estás demasiado delgada.
- Me enfada. - Hay que ponerte en engorda.
Me concentro en los poetas románticos, sobre todo, en Shelley.
Estarás volviendo a leer a Virgilio, como base.
Voy a usar a Milton como base.
Descubrirás que Milton usó a Virgilio como base.
Veo que estás tomando el doctorado con toda seriedad.
Tendré dos hijos doctores.
El internista y el "externista".
- ¿Cómo va el nuevo? - ¿Alan Milgrom?
- Sí. - Va bien.
Qué bien.
Aunque se llevará tiempo.
- Tuve que retirarlo de un caso. - Qué mal. ¿Por qué?
Tuvo cinco errores en su primer contrato.
Acaba de titularse de Leyes, sé más paciente con él.
¿Y si tú tuvieras un paciente con leucemia?
Si tuviera los síntomas y le mandaras un...
- ¿Un conteo de linfocitos? - Sí.
Tu nuevo técnico de laboratorio se equivocó.
Le diagnosticas anemia...
y tu paciente muere sin tratamiento.
¿Justificarías el error por su inexperiencia...
y permitirías que el técnico continuara trabajando?
No es lo mismo.
Se trata de una vida, no de un contrato.
El desempeño es el desempeño.
Hay que inculcarles eso a tus empleados.
Si no puedes, no debes ser el responsable.
¿Quién quiere más carne?
- ¿Pam? - No. Gracias, Christine. Estoy bien.
Ya puse a Alan a hacer otra cosa: Monopolio de periódicos.
De hecho, el sábado nos iremos a Milwaukee por una semana.
¿El sábado que viene? ¿Y la cena?
- ¿La cena? - Iban a venir...
- a ver cómo está la casa nueva. - Perdón.
Cenaremos la siguiente semana.
- Bueno. - Seguro.
¿Cómo estás?
Sólo llamé para...
Preguntar si se te quitó el tumor.
¿Lo ves? ¿Qué te dije?
Me preguntaba si te gustaría ir a cenar esta noche.
Perfecto. ¿A las 8:00 en La Masía?
Ahí nos vemos.
¿Susan? Soy Zack. Hola.
¿Está ocupada Claire? Gracias.
Hola.
Perfecto.
Claro.
Sí. Nos vemos más tarde.
Se casó con uno que conoció en la maestría.
Desde entonces, no he tenido ninguna relación.
Por favor. Por favor.
Soy un famoso escritor, amigo mío.
Tengo que hacerle honor a mi reputación.
Requiere de mucha concentración.
No tengo tiempo para relaciones frívolas o para encuentros forzados.
Claro.
¿No puedes aceptar que algunos queramos estar solos?
No si te esfuerzas tanto por convencerme.
- Y tú tienes el matrimonio perfecto. - No dije eso.
Llevamos juntos ocho años.
- Yo llevo ocho años con mis botas. - ¿Sí?
- Sí. - Espero que sean muy felices.
¿Adónde vas para conocer gente?
A cualquier lado.
¿Siempre quisiste escribir?
Desde antes de hablar.
Solía escribir unos cuentos cortos maravillosos...
Muy obscenos, sobre el adulterio y el incesto.
Un niño de 10 años escribiendo sobre el incesto.
Los hermanos lo hacían debajo del puesto de limonada.
¿Quieres tener una familia?
Francamente, no.
Antes sí quería.
El cuadro completo.
Una casa grande en el campo.
Un par de perros. Tú me entiendes.
Aún es posible. Ni que tuvieras 80 años.
No sé por qué, pero creo que no es mi destino.
No sé.
He pasado por muchos cambios.
- ¿Sí? ¿Qué clase de cambios? - Tú sabes. Cambios.
No, no sé. Explícame.
- ¿A qué quieres llegar? - ¿Tú a qué quieres llegar?
- ¿Yo? - Sí.
- Yo no quiero llegar a nada. - ¿No? Tú tocaste el tema.
Quise decir que soy feliz, eso es todo.
¿Y tú, amigo? ¿Eres feliz?
- La mayor parte del tiempo, sí. - ¿Sí? ¿Y qué hay de la otra parte?
- ¿Por qué te ríes? - No sé.
Es que tu confusión me parece encantadora.
Bien. Tengo...
Tengo algunos misterios, qué más da. Igual que todos.
Me encantan los misterios.
- ¿Y los estás resolviendo? - ¿Tú resuelves los tuyos?
- No dije que tuviera misterios. - ¿No?
Está bien. Lo reconozco. He experimentado un poco.
- ¿Como qué? - Un poco de todo.
- De todo. - Dime qué es todo.
La verdad es que he tenido muchos tipos de experiencias.
Soy escritor. Tengo que abrirme a cosas nuevas...
y ampliar mis horizontes.
¿Por qué no lo dices y ya?
Soy gay.
Gracias.
De nada.
Bien.
Cuéntame de tus misterios, amigo. ¿Cuánto más vas a esperar?
- ¿Esperar? - La vida es muy corta para engañ***.
- ¿De qué hablas? - Hablo de las miradas...
del interrogatorio, del impulso para ir a cenar.
Luego de un tiempo, uno percibe, Doc.
¿Quieres hablarlo?
Es más fácil si se habla de ello.
Lo sé.
¿Has leído algún buen libro últimamente?
Oye. Estoy casado, Bart.
Si se siente bien, hazlo.
No te van a premiar por cumplir con las reglas.
Mira, no es...
No es que yo sea gay.
Pero tengo curiosidad, ¿me entiendes?
Estoy enamorado de Claire. No sé...
qué clase de vida podría tener sin ella.
La amo. No quiero estar sin ella.
Traeré más escocés.
Sánate a ti mismo...
médico.
Oye.
¿Quieres arruinar el misterio?
Permíteme.
- ¿Cómo estás? - Muy bien.
- ¿Y tú cómo estás? - Muy bien también.
- No me di cuenta qué hora era. - Aún no es medianoche.
Tengo que levantarme temprano.
Sí. Yo también.
Dime, ¿te gusta ser doctor?
¿Que si me gusta ser doctor?
Luego de cuatro años de universidad, cuatro de Medicina...
un año de internado y dos de residencia...
diría que le he tomado un cierto afecto a la profesión.
Está bien. Sólo quise hacer conversación.
No desperdicies tu energía, te tienes que levantar temprano.
- ¿Y por qué el sarcasmo? - Olvídalo.
- Hay que hablarlo. - Es que esperaba un poco más.
Ése siempre ha sido mi problema.
En los años por venir...
cuando hables de esta experiencia... y lo harás...
sé amable.
Fue broma.
- ¿Cómo salgo de aquí? - ¿Vas a Westwood?
No. Ése fue el de anoche.
Cálmate, ¿sí?
¿Qué quería de mí? ¿Qué quería que fuera?
¿Maestro?
¿Guía de turistas? ¿Padre confesor?
No quiero ser maestro de nadie.
Supongo que no debí animarlo.
Era la primera noche y ya quería mudarse.
¿Quién quiere eso?
Yo puedo ligar cinco noches por semana, sin problemas.
Con una persona distinta por noche. ¿Yqué? Me gusta la diversidad.
Me gusta el reto, la aventura.
No me interesa sufrir las crisis de identidad de otros.
Te haré esta pregunta sólo vez.
- ¿Estás listo? - Adelante.
- ¿Eres sonámbulo? - ¿Qué?
Sonámbulo. ¿Eres sonámbulo?
¿Alguien tiene la oportunidad de descubrirlo?
Un momento. ¿Qué quieres de mí?
Hay 40 millones de hombres, y todos te están esperando.
Es así, ¿no? Una noche por persona. Ésa es la regla, ¿no?
Así es. Ésa es la regla.
Citaré a un visionario conocedor:
"No te van a premiar por cumplir con las reglas".
Caray, hablando de visionarios.
Si de verdad deseas ver algo, lo verás, exista o no.
Te habrá devastado descubrir que Santa Claus no existe.
De hecho, así fue.
A mí también.
Déjame volver a trabajar, ¿sí? Estoy ocupado.
Nos vemos en unos días, ¿de acuerdo?
Oye, Zack.
¿Qué te parece el viernes?
Era muy alto.
Y tenía el cabello tan oscuro que brillaba bajo el sol.
Yo representaba a Viola en Noche de reyes.
Una noche, se presentó en la puerta de mi camerino.
El Honorable capitán Lawrence Hayden-Ford.
Soldado de la espada, pero esclavo del corazón.
Y dijo:
Nada de lo que dijo esa noche me conmovió más que...
el verso de uno de sus poemas que recitó.
"Adiós, mi doncella de Dover...
de porcelana y lapislázuli.
Adiós, acantilados del canal de Albión...
y mi belle dame, avec merci".
Yya conocen el resto de la historia.
Cuéntala, Winnie.
Château-Thierry.
Y nunca regresó.
Pero...
nunca murió.
Aquí está.
"Adiós, mi doncella de Dover, de porcelana y lapislázuli".
- ¿Puedes creer esa oración? - Ay, no seas malo con ella.
- Es una gran oración para ella. - Sé lo que quisiste decir.
- ¿Creíste que me estaba burlando? - No, no creí eso.
Eso pareció.
Si quiere vivir en la fantasía, es cosa suya.
Relájate, Zack. Ya te dije que no creí que te burlaras.
- Sí, sí creíste eso. - Claro que no. ¿Qué te pasa?
¿A ti qué te pasa? Tengo mucha presión en la oficina.
Bloom sigue de vacaciones.
- Olvídalo. Vámonos a la cama. - No quiero.
- ¿Cómo que no quieres? - No quiero.
Está bien, pero mañana no te quejes porque estás cansada.
¿Qué es esto? ¿Por qué sigues comprando pasta con rayas?
Sabes que no me gustan las rayas. ¿Te lo tengo que repetir?
Lo olvidé.
¿Por qué no una pasta de dientes a la antigua, sencilla y blanca?
Puedo aceptar azul, pero que no tenga rayas.
Haznos un favor y compra tu maldita pasta de dientes.
¡Eso haré!
- ¿Cómo estás, Claire? - Buenos días.
- Luces hermosa. - Necesito tiempo libre, Alex.
Por asuntos personales.
- ¿Por Zack? - Sí.
Es un mal momento.
Tienes mucho potencial aquí.
Si ahora tengo potencial, ¿no lo tendré en un año?
¿En un año? Ya sabes cómo es el medio.
Dentro de un año, podrías llegar...
y ya nadie te reconocería.
Linda, sé racional. Eres la más inteligente de mis empleados.
Ay, Alex, por favor. ¿De qué hablas?
Siempre que propongo una idea nueva u original, la rechazan.
Pero al menos la propones.
No vine a expresar mi insatisfacción con el trabajo.
- ¿Quieres más dinero, más control? - No es eso.
Algún día podrás ser presidente de la cadena.
Pronto podrías tener mi puesto.
Tengo casi 30 años.
Me pregunto dónde estaré a los 40.
El reloj no se detendrá.
Adoro mi trabajo.
Pero temo acabar yendo a una cama vacía en una casa vacía...
con mis guiones, mi Betamax y todo mi potencial.
Zack y yo tenemos un sueño.
Necesito un año.
- Te voy a hacer la vida difícil. - No, no lo digas.
Te nombro directora de Desarrollo de Programas.
- Eres un infeliz. - Puse a Marty a cargo...
mientras conseguía al sustituto de Brinkman.
- Tú eres la mejor para el puesto. - Alex, no me hagas esto.
No lo digas como si te estuviera enviando a prisión.
- Te estoy dando una oportunidad. - Me estás quitando una oportunidad.
¿Lo pensarás? ¿Por favor?
Ve a Nueva York este fin de semana.
A conocer a los ejecutivos.
Háblalo con Zack. Estoy seguro de que te apoyará.
Claro que me apoyará.
- Tenemos que hablar, Zack. - ¿Qué pasa? ¿Algo malo?
- Necesitamos hablar. - Bueno. Vamos a caminar.
No quiero ir a caminar, no soy tu paciente.
- Me quiero quedar aquí. - De acuerdo.
¿Qué?
Me nombraron directora de Desarrollo de Programas.
Me parece fantástico.
Felicidades.
¿Qué?
No sé. Dímelo tú.
¿Qué hay de Rupert?
- Rupert tendrá que esperar. - Ya casi tengo 30 años.
No puedes rechazar el nombramiento.
Lo has buscado por años y resentirías al niño.
¿Así sería más fácil para ti?
Perdón.
Quiero que me digas que mueres de ganas...
de enseñarle a Rupert a jugar básquet...
a montar a caballo...
o a caminar con sus piernitas.
Quieren que vaya a Nueva York este fin de semana.
Directamente de la cafetería.
- Come antes de que se enfríen. - Sí.
Sabes, eres un excelente escritor.
- ¿Leíste el libro? - Sí. Es asombroso.
Eres dos personas distintas, tienes mucho en tu interior.
¿De qué hablas? Es una obra de ficción.
Y no eres ninguno de los personajes, ¿eh?
Pues...
¿De dónde te sale la imaginación?
Uno la va desarrollando.
¿Sí?
¿No jugaste deportes de niño?
No era un niño muy activo que digamos.
Lo pensé por cómo te ejercitas, tú sabes, la natación.
- Esa impresión doy, ¿verdad? - Tienes pesas y demás.
No, no practiqué deportes en mi niñez.
- Estuve en la liga menor. - ¿Sí?
Sí.
Sí que estuve en la liga menor.
Mi padre estaba decidido a hacerme hombre.
Y cuánto me resistí. Pero él se negó a ceder.
Nunca olvidaré cuando invitó...
a los de su oficina a verme jugar.
Practicamos mucho con el bate y me prohibió "poncharme".
El problema fue...
que olvidó que no sabía atrapar la bola.
Las bases estaban llenas, la cuenta estaba en 2 y 2.
Yo estaba en el jardín derecho, rezando para que se ponchara.
Pero, claro, la bateó directo a mí.
Estiré mi guante Spalding nuevecito.
Tuve esa horrible sensación en el estómago.
- Ya sabes, cuando... - Sí.
Cerré los ojos.
Y cayó a un metro de mí.
Papá no fue a la oficina una semana...
por lo avergonzado que estaba.
Cielos.
La noche cuando él murió, yo...
Fui... a un bar gay por vez primera.
No lo hice para celebrar ni nada por el estilo.
Lo hice porque estaba enfurecido.
Enfurecido por no haber podido decirle...
que a su gran beisbolista le gustaban los beisbolistas.
Me habría encantado ver su reacción.
De verdad quería ver esa escena.
Toma.
Gracias.
Quiero que leas mi nuevo proyecto.
Encantado. Vendré mañana.
¿Estás de guardia esta noche?
Tu esposa está en Nueva York.
¿Por qué no te quedas a dormir?
Quédate todo el fin de semana.
Perfecto.
Tiempo fuera. Espera. Tú pagas la cena.
- Ahí voy. Cuidado. - Te bloqueé.
Cuidado. Ahí va.
Ahí es.
Bien. Ahí es.
Cuidado.
Bien. ¡Cuidado!
¡Bien!
- ¿Qué me dices? - Espera.
Creo que puedes hacerlo mejor.
No es tan franco como el resto de tu obra.
- ¿Franco? - Sí, creo que no crees en él.
Parece... que lo escribiste para venderlo como película.
Cielos. No sé por qué te dejé leerlo.
¿Tú qué sabes? ¡Eres un maldito doctor!
Si sólo querías aprobación, lo siento. Creí que querías mi sincera opinión.
¿Sincera? ¿Cómo te atreves a hablar de sinceridad?
- ¿A qué te refieres? - Olvídalo.
Quiero saber qué quisiste decir.
Bien.
- ¿Qué estás haciendo aquí? - ¿Qué hago...
Tú me invitaste. Estoy aquí porque quiero.
Sí, pero no eres gay, ¿verdad? Es sólo por curiosidad, ¿no?
Sí, tengo curiosidad. ¿Y qué?
Me está hartando la curiosidad. Es sumamente conveniente.
¿De qué hablas? ¿Es porque no me gustó tu proyecto?
Me estoy hartando de tus juegos.
Estás aquí, y luego vas con tu esposa.
Reconócelo en lugar de huir como un maldito cobarde.
¿Yo soy el cobarde? ¿Yo huyo?
Yo no voy a ligar a la central de autobuses para reafirmarme...
y luego huyo antes de que me conozcan.
Al menos sé quién soy y no me da miedo reconocerlo.
Y para tu información, sabelotodo...
nunca he ligado en una central de autobuses.
¿Has pensado cómo será dentro de 10 años...
cuando no puedas ligarte al primero que veas?
Tendré una gran colección de cintas y tú seguirás resolviendo tu misterio.
Bueno. Cambiemos de tema.
Sí, qué bien. Qué bien.
Cambiemos de tema. ¡Hay que reprimirlo!
Yo he pasado por lo mismo, Zack.
Y no funciona.
Te puedes convencer a ti mismo de que es curiosidad...
de que es una etapa que se te pasará.
Pero al hacer el amor con tu esposa, pensarás...
en el que te ligaste en la tarde.
Lo quiero, Bart.
Sí lo quiero, pero no quiero las aventuras de una noche...
los nombres falsos, ni irme a casa solo.
Claire y yo estamos mal en la cama...
pero al menos estamos juntos a la mañana siguiente.
¿Y crees que no puedes tener eso con un hombre?
- ¿Estás despierto? - Sí.
No voy a entregar el proyecto.
Tienes razón. Es pésima idea.
¿Oye, Bart?
Te quiero.
No tienes que decir nada.
- Buenos días. - Buenos días. ¿Dormiste bien?
Muy bien.
Sírvete jugo, está en el refrigerador.
- ¿Algo interesante en las noticias? - Lo de siempre.
¿Qué quieres hacer hoy?
Se me ocurrió una gran idea para un libro y voy a escribirla.
- ¿Cuánto tiempo te llevará? - Probablemente casi todo el día.
¿Nos vemos para cenar?
Me encantaría, pero no puedo. Tengo un compromiso.
Y no creo que pueda cancelarlo.
¿Por qué no nos vemos en la semana?
Claire regresa mañana.
Voy a hablar con ella.
Bueno...
ése es un paso en la dirección indicada.
Toma, ¿lo quieres?
Supongo...
que me iré.
- No olvides tus discos. - Quédatelos.
- Te los traje a ti. - Gracias, pero...
no me gusta Gilbert y Sullivan.
Te va a gustar el nuevo proyecto.
Pasamos el sábado revisando la programación de otoño.
Mi influencia se sentirá el año próximo...
pero sí puedo echar a andar buenos programas.
El piloto del matrimonio interracial los puso nerviosos...
y pensaban cancelarlo, así que...
sugerí que la pareja se dedicara a la importación...
para así poder incluir intrigas internacionales.
Lo aceptaron. Sólo es cuestión de saber cómo manejarlos.
Mira. Nos vamos a dejar de cosas y vamos a hablar.
No me puedes hacer esto. No es justo.
No sé qué hacer. No sé qué decir.
No sé cómo abrazarte. No sé si deba abrazarte.
Siempre hemos podido ayudarnos mutuamente...
porque nunca nos dio miedo compartir.
Te has cerrado, me siento impotente.
No sé qué hacer. Me tienes que decir.
¿Estás enfermo? ¿Estás en aprietos?
Mira. Sea lo que sea, yo sabré soportarlo.
Sabré manejarlo, no importa qué sea.
Pero no soporto el silencio.
Hola, papá. ¿Te desperté?
Soy Claire.
Todo está bien. Sólo quería saludarte.
Él está bien.
Perdón por llamarte tan tarde.
Olvidé la diferencia de horario.
Pues...
Estaba... pensando en ti y...
Estaba pensando en la vez que fuimos a esquiar.
Fuimos por dos semanas, ¿te acuerdas?
Pero yo no podía mantenerme en pie.
No podía pararme con los esquís, y tuviste que sostenerme.
Sí.
¿Te puedo decir algo más, papá?
¿Viste La princesa que quería vivir?
Sí, es una maravillosa película vieja.
Eran Gregory Peck y Audrey Hepburn.
Y... él era reportero y ella era princesa.
Estábamos pensando hacer una serie basada en ese tema.
Él era reportero, ella era princesa.
Ella se había fugado, pero él no lo sabía.
Pero en la serie, él tendría que saberlo.
Cada semana tendrían una nueva aventura, y él...
la ayudaría a mantener el anonimato para que nadie la descubriera.
Perdón por despertarte.
Gracias por escucharme, papá.
De niño me la vivía pensando en la soledad. Sí.
Cuando eres el último que queda al escoger equipos...
y ambos equipos se niegan a escogerte...
vives muy solo.
Y tienes mucho tiempo para pensar en ello.
Como no tenía con quién compartir...
todo ese dolor y toda esa confusión...
los compartía con Natalie Wood o con Elizabeth Taylor.
O con Marilyn Monroe.
Como no podía hablarlo, lo escribía.
Tenía mucho para escribir.
Él se lanzó con demasiada fuerza, esperaba demasiado.
Ojalá hubiera podido decirle que también era algo nuevo para mí.
FI N Pero sí se sentía bien estar con él...
LA GATA SOBRE EL TEJADO tener a alguien que me quería.
Creo que nunca había sentido eso por alguien.
Francamente.
Él está confundido, está por salir del clóset.
¿Quién quiere eso?
¡Maldito sea!
Todo iba tan bien.
¿Por qué tuvo que decirme que me quería?
Bienvenido a casa.
¿Dónde estabas? Estaba muy preocupada.
Llamé a tu hermano, intenté llamar a tu papá.
- Pasé la noche en mi oficina. - ¿No pudiste llamar?
Claire, ahora sí vamos a hablar.
- Bien. - Será mejor que nos sentemos.
¿Es necesario sentarse, eh?
Mira, Zack. Trátese de lo que se trate, soy tu esposa y te amo.
Dime qué pasa.
No lo puedo creer. Lo he pensado, lo he ensayado...
y ahora no sé cómo decirlo.
Dilo y ya.
He descubierto cosas sobre mí mismo.
He tenido lo que podríamos llamar deseos...
que he reprimido, pero ahora empiezan a salir a la superficie.
Resulta que los hombres me atraen.
Supongo que...
siempre fue así, pero yo no lo entendía.
O quizá...
Quizá nunca lo reconocí...
ni permití que surgiera.
No sé de dónde surgen esos sentimientos...
pero el hecho es que los tengo.
Y tengo que dejar de negarlo.
Tengo que llamar a Bárbara. Nos invitó a cenar el sábado.
- ¿Oíste lo que te dije? - ¿Qué respuesta les doy?
Escúchame, Claire.
Tengo que dejar de negarlo. Estuve con alguien.
¿Qué quieres cenar? ¿Ternera o pescado?
Anoche dijiste que podías soportar todo.
¡Detente! ¡Cállate!
¡Anoche dijiste que podías soportar todo!
¿Me estás diciendo que nuestro matrimonio es mentira?
¡No! ¿Qué dices? Siempre hemos podido... Mírame, Claire.
Siempre nos hemos apoyado mutuamente.
- ¿Como amigos? - Sí, como amigos.
Es lo mejor que podemos tener.
- ¿Y la pasión? - ¿Y el apoyo?
¿Y la traición?
¡Dios mío!
Creí que te conocía. ¿Quién eres?
El hombre que te ha amado durante ocho años.
- ¿Amado o utilizado? - No me estás escuchando.
- ¡Te estoy escuchando! - ¡No entiendes!
Sí entiendo: Me utilizaste, te ocultaste atrás de mí.
¿Te puedo decir algo? Creí que andabas con otra.
- Estás mal. - No quiero saber más.
- No es cierto. - ¿Por qué no te vas? ¡Vete!
Es algo que no puedo controlar.
No sé si así nací o así me hice.
Pero hay una parte de mí que necesita estar con un hombre.
- ¡Dios mío! - Quizá por su... Por su fuerza.
Por su actitud. Quizá él es todo lo que yo no soy.
Quizá sea la hermandad, la unión, la libertad.
Quizá sea la necesidad de aprobación de otro hombre.
- Pero ese sentimiento... - ¡Detente!
Dios mío.
¿Sabes cómo me siento, Zack?
Como en Radio City a los ocho años.
- Mi papá detestaba Radio City. - No lo hagas, Claire.
Pero estuve rogándole que me llevara hasta que al final aceptó.
- No es lo mismo, Claire. - Y el día que íbamos a ir...
encontré sus armarios vacíos.
Su ropa no estaba.
Mi mamá me dijo que papá había tenido que salir en un largo viaje.
Nunca llegó a Radio City.
Bonita manera de despedirse.
- Qué buena frase para despedirse. - Sí.
Cree que nuestro matrimonio ha sido un engaño...
y que soy un farsante.
Dale tiempo, ya se le pasará.
Necesito dónde quedarme por un tiempo.
¿Y si vemos una película para que te distraigas?
Oye.
Bart, ¿me puedo quedar?
Pues elegiste un muy mal momento.
En otro momento no habría problema.
Pero... estoy desarrollando la idea. Deberíamos comentarla.
- Creo que te va a gustar. - ¿No piensas parar?
- ¿Parar? - De luchar contra lo nuestro.
- ¿Lo nuestro? - Sí, lo nuestro.
Somos personas, "personas que necesitan a otras personas". Tu letra favorita.
Me quieres hacer sentir culpable porque no me quiero involucrar.
- ¿Cuál es tu problema? - ¿Problema?
¿Por qué es problema querer estar solo?
Yo elijo vivir mi vida así.
Sí, cómo no.
No quiero tener una relación.
Soy feliz así como estoy.
Maldita sea, sí había algo ahí, y no me refiero al sexo...
ni al reto.
Después de tantos años de aventuras de una noche...
conocí a alguien que de verdad me hacía el amor a mí.
Quizá por eso tuve que destruirlo.
No sé. Quizá la próxima vez sea más fácil.
Quizá necesito pasar por esto.
Es raro. No estoy enfadado con nadie.
Pero si alguna vez decido tener una relación...
tendré que estar dispuesto a abrirme un poco...
y... a no tener miedo de que él huya.
Zack no huyó.
Yo lo eché.
Pero sí me dejó algo.
No creo que tener una relación sea lo más importante en la vida.
Tengo mi trabajo, mis amigos.
Soy bastante feliz.
Pero si decido explorar esa otra parte...
Zack me dio esperanzas de que sí puedo querer a alguien...
tanto como él me quiere...
y que no tengo que vivir sólo de la imaginación.
Francamente.
- ¿Quién sabe? - Hola, Bart, ¿dónde has estado?
- Por aquí. - ¿Adónde vas?
- Voy por un trago. - Hola, Bart.
- ¿Cómo estás, Paul? - ¿Te veré más tarde?
Puede ser.
Zack era mi fuerza.
Él era mi protector.
Nada podía dañarme estando Zack ahí.
Recuerdo la primera Navidad que pasamos juntos.
Zack quería ir a una cena...
pero yo tenía que esperar la llamada de mi padre en mi cuarto.
Le dije a Zack que fuera sin mí, pero no quiso.
Prefirió esperar la llamada conmigo.
Mi padre nunca llamó, pero Zack se quedó conmigo.
Acabamos comiendo papitas...
y se quedó conmigo toda la noche.
Me pasé el día siguiente leyendo a Rupert Brooke.
Ydecidí que pasara lo que pasara...
si algún día tenía un hijo, lo llamaría Rupert.
- ¿En qué te puedo ayudar, linda? - ¿Eres Ted?
- El mismo que viste y calza. - ¿Podemos hablar un momento?
Depende de qué vendas.
- Soy la esposa de Zack. - ¿De quién?
- De Zack Elliot. - Me rindo. ¿Quién es?
- ¿Tú escribiste esto? - Sí. ¿Y qué?
Por favor, tengo que hablar contigo.
Pasa. Entra.
Disculpa el desorden. ¿Te sirvo algo de beber?
- ¿Una copa de vino blanco? - No, gracias.
- ¿Vives solo? - Sí, solo.
¿Cómo te llamas?
Toma asiento, cariño.
Detesto arruinarte la fiesta...
pero no conozco a nadie llamado... ¿Zack?
Mira. Traigo una foto de él.
Quizá podrías...
verla y... decirme si...
Sí. Lo conozco.
Pero no se llama Zack. No se llamaba así cuando estuvo conmigo.
Se llamaba Frank. Eso es: Frank.
- ¿Dónde lo conociste? - En el bar.
¿De veras no quieres un trago o un poco de hierba?
¿Cómo fue? ¿Se conocieron, hablaron...
y lo invitaste a venir aquí?
Es así de sencillo. Igual que hacen los niños y las niñas.
- ¿De qué hablaron? - Si valiera la pena...
no se habría llamado Frank, ¿no crees?
¿Qué sucedió cuando llegaron aquí?
¿Puedo ser muy sincero?
La verdad, no me acuerdo.
Entran y salen más hombres de aquí...
que de una estación del metro.
Te diré algo. Tiene que haber sido bueno en la cama...
o no le habría dado mi teléfono.
¿Puedo pedirte que recuerdes otra cosa?
¿Te dijo que estaba casado?
No. De eso sí me acordaría.
¿Puedo preguntar una tontería? ¿Eres feliz?
Te explicaré.
Pierdo la cabeza en el tráfico.
Sangro cuando me corto al afeitarme.
No me gusta gastarme mi salario en una hamburguesa.
Aparte de eso, diría que sí soy feliz.
- ¿Dónde encontraste los fósforos? - En su chaqueta.
Habría sido más sencillo que él te los diera.
Gracias.
¿Es mi culpa? Debí ser una mejor esposa.
¿En qué forma? ¿Dejando tu carrera?
Creí que nuestro matrimonio era el mejor del mundo.
Es increíble cómo te puedes engañar y ver sólo lo que quieres ver.
Lo que yo veo es mágico... en tu matrimonio.
¿Y por qué no vi que Zack se estaba desmoronando?
Porque, obviamente, él no quería que lo vieras.
Pero debí haberlo visto.
En lugar de ver las cosas de color de rosa, de idealizar...
y de tener tantas expectativas...
debí dejarlo ser humano.
Pero no lo hiciste.
Y él es un ser humano.
¿Por qué siento que hice algo mal?
Querida, querida, no hiciste nada mal.
Zack sigue siendo Zack, tú eres tú...
y aún tienen una relación muy especial.
Zack es el único hombre con el que he estado.
El único con el que he querido estar.
Entonces, al diablo con todo. ¿Qué haces aquí?
¿Eh?
Me abrió el gerente.
Le dije que soy tu esposa.
- Podemos hacer que funcione, Zack. - No, no puede funcionar.
Busquemos ayuda, hay muy buenos psiquiatras.
No es una enfermedad y no voy a cambiar.
Bueno. Entonces, lo aceptaremos.
Viviremos aceptándolo. Hay matrimonios que lo hacen.
No sería justo para ti.
Tienes derecho a una buena vida ***.
¿Y si te digo que no me importa?
No sería justo para mí.
No quiero vivir una doble vida...
con un pie en un lado y el otro, en otro.
No quiero eso.
Tienes que desprenderte... por el bien de los dos.
Hay un puesto vacante en un hospital de Nueva York.
Trabajaría de tiempo completo con pacientes de cáncer.
¿Qué te parece?
Que serán afortunados de tenerte.
Pero ya no podríamos vernos mucho.
Así es. Es demasiado fácil apoyarnos mutuamente...
y terminaríamos donde empezamos.
- ¿Nada de contacto? - No.
No hasta que estemos listos.
Quizá en un mes. En un año.
Aunque nunca estemos listos, siempre estaremos juntos.
Qué bonita vista.
No me da miedo estar sola.
Adoro mi trabajo.
Creo que sí puedo vivir sola.
Me gustaría tener un hijo.
Pero... Pero quiero tenerlo cuando sea el momento adecuado.
Supongo que estoy buscando a alguien como Zack.
Alguien a quien mi hijo pueda admirar.
Quizá lo encuentre, quizá no.
O quizá él... simplemente no existe.
Pienso mucho en Zack.
Por la noche, en mi cama, pienso en él...
y sé que en ese preciso momento, él también está pensando en mí.
No fue fácil hacer...
lo que él tuvo que hacer.
Pero sé que tenía que hacerlo, y...
De verdad, tengo motivos para creer...
Lo extraño.
Extraño lo mal que tocaba el piano.
Extraño las viejas películas cursis.
Y extraño su compasión.
También sé que así tiene que ser.
Quiero que él sea feliz.
Yo contesto.
Diga.
Josh, ¿cómo estás?
Me da gusto oír tu voz.
Qué bien.
Estamos bien. Sí, claro que sí.
Espera. Lo llamaré.
- Sí. - Es tu hermano.
- Le contestaré aquí. - Bueno.
Hola, niño. ¿Cómo estás?
¿Qué hay de nuevo?
Dios mío.
¿Cuándo será el funeral?
¿Cómo está Claire?
¿Dijo algo sobre mí?
Sí, entiendo. Escucha, Josh.
Voy a tener que pensarlo y te aviso luego, ¿sí?
¿Qué pasa?
- Murió Winnie Bates. - Lo siento.
Era una vieja amiga de Claire y mía.
Sí, me has hablado sobre ella.
Sí.
Claire le avisó a Josh que el funeral será mañana.
- ¿Y qué piensas? - No sé.
Está casada, tiene un hijo. Está...
¿Qué opinas tú?
Que deberías ir.
Sí.
"El Señor es mi pastor, nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar.
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma.
Me guiará por sendas de justicia por el amor de su nombre.
Aunque camino por el valle de la sombra de la muerte...
no temeré mal alguno porque Tú estarás conmigo.
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos.
Unge mi cabeza con aceite.
Mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida.
Y en la casa del Señor moraré por siempre".
- Amén. - Amén.
- Hola, Claire. - Hola.
¿No me vas a dar un abrazo?
Creí que iba... a vivir 80 años más.
La voy a extrañar mucho.
Seguí yendo a cenar con ella los martes.
¿Sí?
"Porcelana y lapislázuli".
Nunca cambió.
Nunca cambió.
- ¿Cómo has estado? - Bien. Muy bien.
- Qué bueno. - Luces muy bien.
- Gracias. - Josh me ha tenido al tanto.
Casada y con un hijo, ¿eh?
Larry es maravilloso. Te simpatizaría.
- ¿A qué se dedica? - Es arquitecto.
- ¿Cuánto tiempo estarás aquí? - Mi vuelo sale a las 5:00.
Pasa a la casa de camino al aeropuerto.
Me gustaría.
Anda. Sígueme.
Mira cómo corres.
¿Cómo está mi niño? ¿Y mi otro niño?
Yo estoy agotado, él quiere seguir corriendo.
Zack, te presento a Larry. Larry, Zack.
Encantado. Claire me habló mucho de ti.
- Y éste es nuestro niño. - ¿Cómo estás, fortachón?
Soy Rupert.
- ¿Cómo se llama? - Rupert.
- ¿Te quedas con tu papá? - Ven acá.
Voy a entrar, pero no tardo.
Claire insistió en el nombre, es único.
- ¿Verdad? - Hola, Rupert. ¿Cómo estás?
No me conoces, pero soy un viejo amigo de tu mamá.
- Es Zack. Saluda a Zack. - Hola, Zack.
Eres un niño muy bonito. ¿Lo sabías?
- Levántame. - ¿Que te levante? ¿Muy alto? ¿Así?
- ¡Sí! Bájame. - Bueno.
- Bajas. - ¿Quieres jugar a la pelota?
- Sí. - Bueno.
- Te quedarás a cenar, ¿verdad? - No puedo. Mi vuelo sale a las 5:00.
Sólo pasé a saludar. Quizá en mi siguiente viaje.
- Claire luce muy contenta. - Es una gran mujer, Zack.
Lo sé. Cuídala mucho, ¿sí?
Claro.
¿Quieres algo de beber o de comer?
No, gracias. Ya me tengo que ir.
- ¿Te acompaño a tu auto? - Sí.
- Cuídate, Zack. - Tú también, Larry.
No tardo.
- ¿Rupert, eh? - Sí.
- Larry parece un buen hombre. - Pero se va de la sala...
siempre que pongo Gilbert y Sullivan.
Nunca leyó a Brooke, paró en Carl Sandburg.
Pero estamos bien. Estamos muy bien, Zack.
¿Y tú? ¿Tienes a alguien?
Sí. Estamos juntos desde... Ya casi son dos años.
- Estamos contentos. - Qué bueno.
- ¿Sabes qué? - ¿Qué?
Él tampoco soporta a Gilbert y Sullivan.
Me diceJosh que sigues en el hospital.
- ¿Cómo vas? - Bien. Bueno, es un trabajo muy duro.
- Pero estoy sobreviviendo. - Qué bueno.
- ¿Eres feliz, Zack? - Sí.
Sí, soy feliz.
A los dos nos fue bien, ¿no crees?
Yo también estoy feliz, Zack, feliz por los dos.
Hasta luego, Claire.
Hasta luego, Zack.