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(Aplausos)
¿Cómo están?
¿Nerviosos como yo?
Probablemente no.
Hoy hablaré de
cómo ser innovador en tecnología
sin un título de ingeniería o padecer el síndrome de Asperberg.
Si observan algo desde un ángulo por mucho tiempo
será muy difícil verlo desde otra perspectiva.
Observen esta imagen. Es un abrojo.
Es una de esas plantas espinosas que se adhieren
a sus prendas cuando caminan al aire libre.
¿Pero qué pasaría si pudieran ver el abrojo y pensar en el Velcro?
El abrojo fue la inspiración para crear el Velcro.
Trato de pensar de esta manera cada vez que sé de una nueva tecnología,
o acerca de cómo funciona cualquier cosa en el mundo.
¿De qué manera se puede aplicar
una cosa, una tecnología a algo más en el mundo?
Un ejemplo es, hace un tiempo me enteré de una nueva
película a prueba de agua para la electrónica.
Y apliqué este ejercicio.
¿En donde más podría ser útil una película a prueba de agua?
Entonces me di cuenta de que, si metieran esto dentro del champú,
se podrían eliminar los paraguas.
No tengo ni idea si esto es científicamente posible
pero parece una idea genial y valdría la pena probar, ¿no?
Si abren su mente pueden tener ideas realmente creativas
conectando objetos y tecnologías que en la superficie
parecieran no tener nada que ver entre sí.
Aquí otro ejemplo. Esta es la tira nasal Breathe Right.
Fue creada por un creativo de Disney, no por un médico.
Una noche se fue a dormir y su nariz estaba congestionada
y se dio cuenta de que si se levanta la piel de la nariz
se puede respirar claramente.
Así que inventó una tira que hace justamente eso
y el resultado es un producto de millones de dólares.
Ascensores espaciales, energía derivada del agua,
comida que se sintetiza a partir de cajas de carbono y oxígeno.
Parecen ideas locas,
pero quizás estas ideas simplemente no se han explorado aún del todo.
Vivimos en un mundo donde estamos divididos por habilidades
de acuerdo con nuestros antecedentes educativos
y las letras junto a nuestros nombres como Doctorado y Maestría.
Estas personas son consideradas expertos en sus áreas.
Y, naturalmente, uno supondría que las personas
que más saben sobre sus áreas
serán los innovadores dentro de sus campos.
Y muchas veces lo son.
Pero estas personas también tienen dificultades a veces por saber demasiado.
Han sido entrenados para pensar de cierta manera,
por eso sus conocimientos y experiencias en un campo
están estrechamente ligados a sus propias experiencias
y a lo que les han enseñado.
Y así la gente a veces está entrenada para pensar
dentro de la caja.
Los expertos a menudo ven los problemas desde el mismo punto de vista
que resulta casi imposible para ellos
verlos desde una perspectiva diferente.
Y de hecho eso crea una disonancia cognitiva
o un malestar en todos nosotros cuando somos forzados
a ver las cosas de una manera en la que no estamos acostumbrados.
En otras palabras, en virtud de tener perspectiva,
nos falta perspectiva.
Y este fenómeno dificulta enormemente
la innovación tecnológica y la creatividad.
Así que no es ninguna coincidencia que los más grandes descubrimientos
fueron hechos por personas que iniciaban en sus carreras.
No es coincidencia que la mayoría de los ganadores del Premio Nobel
presentaran sus innovadoras investigaciones
durante o poco después de graduarse.
Y sin embargo estas personas a menudo no son premiadas
sino hasta décadas después de sus investigaciones.
Hasta que la trascendencia de sus investigaciones son de uso común.
Así que planteo que es la gente que no ve nuevos campos
con ojos cansados, que no están ligados a 5, 10, 20 años
de formación son quienes pueden de llegar y ver un problema
desde una perspectiva totalmente fresca.
Pueden llegar con una manera más fresca de ver los problemas
partiendo desde los enfoques tradicionales
que han seguido los expertos.
Y sin las limitaciones de un sistema arraigado
pueden ver los problemas sin décadas de prejuicios,
y ser capaces de proponer grandes conexiones
entre objetos y tecnologías que aparentemente
no tienen nada que ver entre sí.
Así que el pasado octubre, mientras estudiaba en Penn
propuse una forma de transmitir energía inalámbricamente
a través del aire en solo 2 días.
Solo pensando diferente en el problema
y haciendo muchas preguntas.
No era una ingeniera y no tenía el síndrome de Asperger.
Mi experiencia me ha enseñado que hay mucha
creatividad en este mundo que no está siendo aprovechada
porque la gente no tiene las letras correctas junto a sus nombres.
Y porque la gente tiene mucho miedo de apoyar
sus ideas que tal vez no funcionen porque las pensaron.
Cuando vi mi laptop con un cable de más de 4 metros y medio
colgando de su toma de corriente
me pregunté, ¿cómo puedo deshacerme de ese cable?
¿Cómo podría transmitir energía a mi computadora
de modo que no tuviera que enchufarla para cargarla?
¿Cómo podría hacer que la forma de cargarla se pareciera mas a wifi?
Empecé por pensar en objetos
que transmitían energía a través del aire.
Hice preguntas realmente simples.
Cosas que probablemente personas en esta sala ya saben.
¿Cómo funcionan los controles remoto?
¿Cómo funcionan los láseres? ¿Cómo funciona el wifi?
Busqué en Google el panorama de la energía inalámbrica
y me di cuenta de que había pocas soluciones viables.
Pero cada solución tenía sus propios problemas
que se interpondrían en su comercialización.
Entonces me di cuenta de que puedes transmitir la totalidad
del espectro electromagnético, que es básicamente todo
desde ondas de radio hasta ondas gamma.
Pero la mitad derecha del espectro era demasiado peligrosa.
No querrán rayos X pasando a través de su cuerpo
solo para poder cargar su teléfono celular.
Y la mitad izquierda del espectro era o muy ineficiente
o muy estrictamente regulada por el gobierno.
Así que tuve que abordar el problema de forma creativa.
Investigué el aprovechamiento de la energía de las vibraciones
que constantemente nos rodean como los baches de la calle que sientes en el auto.
Pero, ¿cómo podrían aprovechar mis dispositivos electrónicos esta energía?
Sabía que nadie querría poner un agitador en la parte posterior de su teléfono
o adherir placas de captación de energía de gran volumen en sus zapatos.
Así que tuve que encontrar una manera de enviar vibraciones a través del aire.
Y entonces me di cuenta que el sonido hace eso.
El sonido viaja a través del aire mediante partículas de aire que vibran
y debido a que el sonido es una forma de energía,
puedes aprovechar la energía de vibración del sonido.
Así que empecé a investigar acerca del ultrasonido
ya que era demasiado alto en frecuencia para poder escucharlo.
Y en mi investigación me enteré de que el ultrasonido
se usó para crear armas acústicas.
Así que pensé que si había suficiente energía de ultrasonido
para crear una bomba, tal vez podrían cargar su teléfono celular con ella.
Así que ¿cómo aprende una especialista en paleobiología
como convertir el ultrasonido en electricidad?
Bueno, literalmente solo lo busqué en Google. Y encontré un...
(Risas) (Aplausos)
Y encontré un material que hizo exactamente eso.
Así que esto es menos de 48 horas después
de la idea original de crear energía inalámbrica.
Energía inalámbrica ultrasónica. Parecía una idea genial,
pero imaginé que si lo había pensado era imposible que pudiera funcionar.
¿Por qué alguien no había pensado en eso antes?
¿Por qué el experto en ultrasonido no había pensado en eso antes?
No sabía suficiente de la tecnología para saber si podía funcionar o no.
Y dudaba un poco acerca de comentarle a los verdaderos ingenieros al respecto.
Porque honestamente, pensé que se reirían de mí.
Pensé que creerían que era una estúpida.
Pero más o menos una semana después decidí
contarle a mi profesor de física, la idea.
Y cuando lo hice, me dijo que no funcionaría.
Que no había forma de conseguir suficiente energía
del ultrasonido para cargar un teléfono celular.
Estaba devastada, pero seguí pensando en esa bomba acústica.
Sabía que necesitaba investigar más,
así que leí de todo referente al ultrasonido y diseñé el sistema básico.
Trate de enseñarme a mi misma tanto como pude.
Estaba leyendo "Ingeniería Eléctrica Para Tontos"
y rogando a profesores que me enseñaran conceptos extra después de clases.
Y, descabellado como suena, decidí presentar la idea
en la Competencia de Invención de Penn.
Compré unos transmisores y receptores ultrasónicos en línea.
Y conseguí un estudiante de ingeniería eléctrica
para que me ayudara a conectar algunas cosas.
Pudimos probar que se podía transmitir
una pequeña cantidad de energía de cerca de una pulgada.
Esto fue suficiente para seguir adelante.
Ganamos la Competencia de Invención de Estudiantes.
Y unos días más tarde, me dijeron que Walt Mossberg,
el columnista de tecnología senior del Wall Street Journal,
quería hablar con nosotros.
Fue una locura. (Risas)
Nos dijo que si podíamos construir un prototipo real de esta tecnología
podríamos mostrarlo en su conferencia anual de tecnología.
En ese momento no sabía mucho sobre Walt o su conferencia D.
Pero pronto aprendí que era la principal conferencia de tecnología del año.
Que era donde Steve Jobs debatió con Bill Gates.
Sabía que necesitaba llegar a esta conferencia.
Pero no tenía ni idea de si realmente podía construirlo.
Tenía un mes. La carrera estaba en marcha.
Para hacer que esto funcionara, tuve que hacerlo a una escala mayor
de lo que básicamente era un pequeño juguete a un prototipo de tamaño decente.
Recuerden, yo era la persona de la idea, ya saben.
Podía hablarles de la ciencia y cómo funcionaba,
pero no tenía idea de cómo conectar algo.
Así que encontré un ingeniero en Indiana y le rogué
que me ayudará a construir este prototipo.
Simplifiqué el diseño usando partes de uso comercial.
Y trabajamos juntos día y noche por teléfono durante 2 semanas seguidas
construyendo este prototipo y lo terminamos justo 2 días antes de la conferencia.
Y conseguí que funcionara solo 10 minutos
antes de mostrarlo por primera vez. (Risas)
Hubo ansiedad.
Pero funcionó y fue genial.
Transmitimos energía a casi un metro, unas 30 veces
la cantidad de energía que conseguimos
desde la prueba inicial del modelo concepto.
La conferencia fue un éxito enorme.
Pero sorprendentemente incitó a mucha ira y crítica
de ingenieros reales.
(Risas)
Me dijeron que nunca podría funcionar a gran escala,
no había manera en verdad
de usar el ultrasonido para cargar un teléfono celular,
que lo que intentaba hacer era imposible.
Pero también sabía que nadie realmente podría determinar
si la tecnología podía funcionar o no.
Porque la tecnología todavía no existía.
Y lo que había mostrado allí en el escenario D
usaba partes de uso comercial.
Ni siquiera intentamos llevarlo más allá.
Y sigo escuchando la misma historia sobre
cómo una persona dijo que algo era imposible,
luego alguien más lo descubrió.
Pero a pesar de mi optimismo, todavía me sentía insegura
porque muchas personas estaban tratando de derribarme.
Así que volé por todo el país hablando con los mejores profesores
en investigación acústica.
Y me alegró saber que la mayoría de ellos pensaba que podría funcionar.
Pero con algunos cuestionamientos.
Y probablemente la pregunta más persistente era:
Si esto pudiera funcionar, ¿por qué no se hizo antes?
Y también parecía que por cada opinión positiva que conseguía
había otra negativa.
No podía creer que hubiera opiniones tan diferentes
de expertos en el mismo campo.
Pero a pesar de mi frustración, esta fue una lección muy importante para mí.
Me enseñó a ser escéptica respecto de los expertos,
que la experiencia representaba una estrecha manera de ver las cosas,
y que los expertos sabían lo que sabían basados en sus propios estudios previos.
Y puesto que la energía inalámbrica ultrasónica no existía todavía,
nadie tenía estudios previos de eso.
Nadie podía realmente determinar si podría funcionar a gran escala.
Y nadie realmente entendió completamente el problema.
Y nadie pudo con precisión contestar a mis preguntas.
Me di cuenta de que dependía de mí resolverlo.
Fue un panorama muy desalentador
considerando que mi experiencia científica era a nivel de estudiante.
Y mi formación en ingeniería fue en gran medida autodidacta.
Así que hacerle a 7 personas la misma pregunta y promediar la respuesta
fue una manera muy ineficiente de hacer las cosas,
pero impulsó el concepto.
Y mientras más investigaba la tecnología
y la teoría subyacente,
se volvieron más complejos los obstáculos tecnológicos.
Y con cada nuevo obstáculo otro ingeniero me decía:
No va a funcionar.
Pero como ya aprendí a no confiar en la opinión de una persona
me volví inmune a los detractores.
Por cada obstáculo tecnológico considerado insuperable por los expertos
pasaba solo unas cuantas horas pensando en el problema
desde una variedad de enfoques.
Como dijo Steve Jobs, tuve que pensar diferente.
Así que encontré soluciones basadas en la acústica de los instrumentos musicales,
en base a otras tecnologías y desde la investigación básica,
tal como... fuentes autorizadas como en la Wikipedia.
Y cuando presentaba mi avance a los ingenieros
decían: "Sí, podría funcionar".
Así que pude resolver problemas
cuando los expertos con doctorado no pudieron,
con solo unas horas de investigación realmente simple.
Cada argumento sobre por qué la tecnología no podría funcionar
ha sido indiscutiblemente incorrecto.
Y por cada objeción que se ha planteado
he encontrado soluciones.
Esta fue otra lección muy importante para mí.
Los ingenieros son inherentemente pensadores lineales
y tienden a adoptar un enfoque muy binario para resolver problemas.
Cuando se enfrentan con un problema piensan: ¿puede funcionar, o no puede funcionar?
Pero yo pensaría, ¿cómo puedo hacer que funcione?
Como no experta tenía una ventaja porque
podía ver un problema desde diferentes ángulos
porque simplemente no sabía si era posible.
A veces es bueno ser ingenua.
Porque sin restricciones el mundo es verdaderamente tuyo.
Esto no quiere decir que los expertos no sean necesarios, eso es totalmente falso.
Los expertos son extremadamente cruciales para llevar a cabo la visión científica
y materializar ideas.
Y ahora 8 meses después tengo 4 de los mejores
ingenieros ultrasónicos del mundo trabajando para mí, o trabajando conmigo.
(Risas)
Y desarrollando mi prototipo de acuerdo con mi diseño.
Va a funcionar y va a ser asombroso.
Y no veo la hora de enseñar el dedo medio y sonreír
a todos los ingenieros que me criticaron hasta la mierda.
(Aplausos)
Mi experiencia también me hizo preguntar:
¿Cuántas ideas revolucionarias, brillantes, allí afuera
pensadas por cualquiera, adolescentes, empleados de tienda, paleobiólogos
han sido aplastadas por expertos que dijeron:
"Eso no puede funcionar"?
Sé que si no fuera tan obstinada como soy
hubiera abandonado toda esta idea hace 8 meses.
Porque me dijeron que mi idea era imposible.
Pero por pensar diferente, por pensar en forma lateral,
tratando de prever situaciones, pueden adelantarse a los mejores pensadores.
Dicen que las ideas más revolucionarias del mundo
se consideraron locas hasta que se convirtieron en revolucionarias.
El mundo era plano.
La tierra era el centro del universo.
La electricidad nunca podría domarse y el ultrasonido no podría cargar el iPhone.
Pero eso era entonces y esto es el futuro.
Así que sueñen en voz alta. Hagan preguntas.
Asuman riesgos. Nunca se rindan.
Insistan y crean en sí mismos
incluso cuando nadie más lo haga.
Gracias.
(Aplausos)