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Hola, el próximo martes, el 18,
hace 2 años que me casé
por sexta vez con el mismo marido.
Me explico.
Es que para Marco, el día en el que decidió casarse conmigo
y el día en el que cambió el estado de Facebook también cuentan.
Es un poco exagerado.
Pero el hecho es que fueron muchas bodas
y 2 de ellas en Viamão.
La primera fue una boda espiritual, vinimos a un retiro en carnaval,
y nos hicieron una boda sorpresa.
Sí, existen las bodas sorpresa, no solo los cumpleaños.
Y para mí fue la más válida, la más intensa, muy sentida.
Después vino la boda civil, iglesia católica, para contentar a la familia
y, finalmente, una fiesta para amigos y familia.
¿son los que tienen que saber que te has casado no?
Y también fue en Viamão.
Así que Viamão es muy simbólico para mí, tiene una historia,
inesperada, nunca había imaginado que mi historia fuese a pasar por Viamão,
prácticamente ni lo conocía.
Y es simbólico que esté hoy aquí, de hecho es fruto de estos casamientos
y también está aquí Carolina, mi pequeña gran maestra.
En realidad, Carolina me ha inspirado y me ha ayudado a recuperar
a la niña que llevo dentro, y a dejar salir la observadora curiosa que soy
Y de eso vengo a hablarles, de esa Andrea curiosa,
que está mirando cosas muy curiosas por ahí.
Como dijo Miguel, soy comunicadora,
pero soy muchas cosas, y he descubierto
que soy buena conectando gente.
Pongo a personas interesantes en contacto, y da buenos resultados.
Hablo con mucha gente dentro y fuera de las empresas.
Mucha gente. De hecho me estoy volviendo un poco psicóloga,
y eso es muy curioso.
Permite ver que, independientemente de llevar un determinado uniforme o no,
somos en esencia seres humanos en busca de la razón de nuestra existencia.
Ese "yo" mayúsculo, del que ya les han hablado, sucede independientemente
de si tengo identificación o no.
Parece que existe un botoncito que une y separa,
pero no es verdad.
Todo está conectado.
Esa interdependencia es la parte y el todo,
el nudo y la red, ¿tiene sentido, no?
No es broma.
He visto grandes vacíos existenciales en personas
independientemente de las empresas.
Tengo el privilegio de convivir con personas de X tipos, de diferentes edades,
y en distintos momentos de su vida.
Conozco, por ejemplo, a muchos presidentes de empresas.
Señores de 60 y pico, 70 años, que llegaron a lo más alto.
Tienen dinero, prestigio, un alto cargo, y tienen un vacío dentro de ellos.
Tengo acceso a niños prodigio de 20 años, súper inquietos,
que quieren empezar algo diferente, aprender.
No tienen orgullo de lo que han hecho sus padres, no quieren
construir un mundo igual al de sus padres.
Pero no saben qué hacer y sienten también un gran vacío.
Hay una persona con la que he hablado mucho, y me ha ayudado a entender estas cosas,
que es Osvaldo Oliveira, el chico de las redes le llaman.
Osvaldo me cuenta historias curiosas, que hay otros vacíos por ahí
que tiene mucho que ver con lo visto hoy.
Por ejemplo, artistas que tuvieron el valor de vivir de su arte desde muy pronto,
que no ahorraron y que llegaron a los 60 años
y se arrepienten porque no tienen de qué vivir.
Por otro lado, están los grandes emprendedores, los grandes profesionales,
que están ahorrando para un día ser artistas.
Y tampoco llegan. Algunos sufren infartos y eso.
Así que la sensación que tengo es que no es "o" es "y".
No podemos quedarnos esperando para hacer esto.
También están las cosas que no nos cuentan, que se hacen de forma automática
vivimos mucho en el modo automático, ¿no?
Por ejemplo, cuando abres una empresa, se hace un contrato social.
Debería haber razón social para existir como empresas.
Y también deberíamos que tener una razón social para existir como personas.
La gente se pone a abrir una empresa en modo automático, llama al abogado,
hace el papeleo, pone una razón social cualquiera,
y nunca se para a pensar en qué le hace tener ese deseo
de abrir una empresa con todas las dificultades, impuestos y demás.
Y me olvido de que estoy hablando de personas, que voy a trabajar para las personas.
La razón social, el contrato social, un contrato que hago para la sociedad.
Otra cosa que nos cuentan es que, hoy en día, parece que estar en una empresa
es feo, es pecado,
es un "monstruo". Como si solo lo que hay fuera estuviese bien.
He hablado con mucha gente que está cansada de la vida en empresas,
y quiere emprender.
Voy a romper con todo y a ser feliz lejos de aquí.
Pero, trabajar fuera o dentro de una empresa es lo mismo.
Las empresas son reflejo de nuestra alma inquieta, insegura, con miedo.
No voy a decir que todas las empresas sean maravillosas,
veo que hay situaciones complicadas, y creo que mucha gente no debería malgastar energía
en algunas empresas que son de verdad destructivas,
pero, por qué no intentar emprender dentro de una empresa, de una estructura ya existente
e intentar ser el agente transformador de esa compañía.
Creo que algunas cosas están mal contadas y son erróneas.
Con esto, surge el tema sobre el cual me han invitado a hablar hoy,
que es el "Beneficio" admirable y merecido.
¡Dios mío, Andrea, lo que dices es pecado!
Beneficio es pecado, quien tenga beneficios irá al infierno.
Pues perdonen, pero no es así.
Hace unos 20 años surgió un concepto que nuca estuvo tan de actualidad,
José Carlos Teixeira Moreira, consultor, y Nélio Arantes
crearon un concepto al que llamaron "empresa válida".
Según ellos, una empresa es válida cuando es genuina.
Cuando las personas tienen verdadera intención de hacer algo bueno,
cuando se enorgullecen de ello.
Dentro de ese concepto de ideas válidas, crearon una constelación de valor,
que son las estrellitas que hacen que esa empresa sea válida
y una esas estrellitas es el beneficio admirado y merecido.
¿cómo es eso Andrea? ¿cómo puede ser que beneficiarse de algo esté bien?
Recuerden que las empresas son una parte de las personas.
Nosotros y y la empresa somos lo mismo, la parte y el todo.
Cuando estamos mal de dinero y tenemos deudas
la gente no aguanta,
no es sostenible.
Nadie está bien debiéndole al banco, nadie está feliz así.
No está en nuestra naturaleza, usamos esta terminología incluso
en nuestras vidas personales.
Yo invierto, invierto en esta relación y no obtengo nada a cambio;
o me siento explotada, yo valgo más que eso.
Por naturaleza, el ser humano necesita reconocimiento,
y el dinero es parte de eso, la gente sabe que vive en el mundo real,
que no puede llegar a un restaurante y cantarle al camarero
diciéndole que son muy majo y que creo en un mundo sin dinero.
El hecho no es ese, la cuestión es que lo que yo haga para ayudar
a construir una empresa, que cuando tenga beneficios haga algo bueno para la sociedad.
¿saben ese amigo que tenemos que cuando le va bien estamos felices?
¿por qué estamos felices?
Ah, le ha ido bien en la vida.
Ha estudiado, ha ganado dinero. ¿Qué va a hacer con ese dinero?
Va a hacer muchas cosas buenas,
va a viajar, estudiar más, crecer como persona.
Ese es el concepto de lucro admirable,
tiene sentido en la medida en la que el dinero sirve para dar la energía necesaria
para construir cosas que están bien, retroalimentar la cadena.
Hablamos de la vida real.
¿Cómo hago eso?
He visto empresas que de verdad están preocupadas por hacer las cosas bien,
para Uds. serán pocas, porque la mayoría de las empresas están perdidas
el sistema se comió a las personas, y se perdió este sentido
pero yo diría que hay gente revolucionando empresas
tradicionales, que podrían estar acomodadas.
Exige mucho valor hacer esto.
Es muy fácil estar ganando, obteniendo beneficios
y tener el valor para empezar esto, empezar de cero es más fácil.
Pero se están llevando a cabo iniciativas
de las que se puede ir sacando todo lo que se ha dicho aquí,
tomar nuestros sueños y ayudar a que esto suceda en las empresas
y esperar que se lucren sí, que obtengan beneficios para que puedan
transformar ese beneficio en cosas buenas.
Va un poco por ahí.
Creo que lo que está sucediendo, la gran deconstrucción de la que se habla hoy aquí,
las cosas están empezando a cambiar,
no existo para trabajar, también trabajo para existir.
Trabajo, pero tengo otras cosas, el trabajo solo ayuda
a pagar un sueño. Con eso tengo dinero para hacer cosas,
pero no solo está en juego lo económico.
¿qué más? si su trabajo no le realiza, no le hace mejor persona, cambie.
Porque en cualquier otro trabajo tendrá una remuneración
con la que ganar lo necesario
para comprar las cosas básicas y necesarias.
No lujos.
Creo que la clave es la inversión de valores que está sucediendo,
así las llaman.
¿Cómo se hace eso, Andrea?
¿Cómo sé si estoy en una buena empresa?
¿cómo construyo eso?
¿cómo veo si el camino que sigo tiene sentido?
¿Cómo sé si estoy perdiendo el tiempo,
si de verdad tengo que cambiar?
No llega con que la gente empiece a pensar de una forma más racional.
Imagínense que voy junto a Carolina, o Uds. al niño que tiene dentro
y se ponen a hablar con él de esta historia del lucro.
Mira hija, mi empresa ganó X millones este año,
eso es muy bueno para los mercados financieros, la venta de acciones,
y les va a decir: "¿eh?"
Pero existen otras formas de hacerlo, y eses son los grandes indicadores
que nos van a decir si lo que hacemos tiene sentido,
si ese beneficio es de verdad admirable etc., etc., etc.,
Si una empresa y yo somos válidos, si lo que hago me tiene sentido.
Empieza a hablar, a contar lo que sucede entra la compañía,
dentro de ese mundo corporativo,
empieza a contar cómo se trata a la gente,
cómo te sientes estando allí.
Ahí, el principal indicador va a ser el tono con el que lo han contado,
la forma de la que esa historia empezará a tener sentido.
Si en un determinado momento miran a su Carolina,
a sus niños internos, y les brillan los ojos,
entonces están haciendo lo correcto.
Esto era todo, muchas gracias.