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Bueno, señorita Cárcaba, es la última vez que te llamo así, señorita, puesto que,
como les decía al principio del programa, pues los gordos también tenemos nuestras
chances, como se decía antes, nuestras pequeñas oportunidades. Y tan pequeñas. Y tan pequeñas,
efectivamente. Y a mí pues la vida o Dios me dio una oportunidad extraordinaria de conocer
a María Cárcaba con la que me casaré en apenas unos días. Y hemos querido compartir
nuestra alegría con todos nuestros espectadores ofreciéndoles un programa sobre las relaciones
conyugales, en el que trataremos de dilucidar cuál es el fundamento y la sustancia, los
impedimentos y los fines de la institución matrimonial. E ilustraremos nuestro coloquio
con una de las obras cumbres de la filmografía de John Ford: El hombre tranquilo, protagonizada
por unos inmensos John Wayne y Maureen O'Hara, a quienes acompañan algunos de los más característicos
secundarios del maestro Ford, desde Victor MacLaglen, a Ward Bond pasando por Barry Fitzgerald.
El hombre tranquilo es uno de los gozosos monumentos más grandes que jamás se hayan
levantado hacia el amor y hacia la vida. No se la pierdan, ya saben que, a partir de ahora,
no podrán llorar, lamentando que la televisión es un desierto de la inteligencia y el buen
gusto. Ahora ya pueden refrescarse en el oasis que les brinda Lágrimas en la lluvia. Todos
los domingos a las cuatro de la tarde, con Juan Manuel de Prada y María Cárcaba, casados,
aquí, en Intereconomía televisión. Eres mi John Wayne. Y tú mi Maureen O'Hara.