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Tienes que tener uno de estos... ¡a las mujeres les encanta!
Ingvar.
Lasse.
Birger.
Roger.
- ¡Me vendría bien un poco de ayuda! - ¡Ahí voy!
UNA HISTORIA DE AMOR
Ese es mi hijo menor. El mayor tiene un taller mecánico.
Le está yendo bien. Tiene 5 empleados.
Y tiene un hijo, un chico astuto. Tiene 15 años.
Recibió una moto para sus 15. Todos los chicos tienen que tener una.
¡Pero esa esposa que tiene! No hace nada salvo regar las plantas.
Pero ellos pueden permitírselo, así que ¿por qué no? Tú no puedes...
¡Espera a que tengamos un gobierno social demócrata!
¡Las cosas cambiarán entonces!
Vayamos al parque, ahí hay más lugar.
¡Lasse! ¡Lasse!
- Nada mal, gracias por preguntar. - Espero que te mejores pronto.
Gracias.
- ¡Hola, abuelo! - ¿Así que vienes a visitar al viejo?
- ¿Dónde están papá y los demás? - Por allá.
¡Aquí está!
¡Hola!
¡Vuelvan! Estoy yendo al puente.
Hay una repostería ahí. Verner la conoce.
Eva, cariño...
No estés triste. Ahí está...
Hola, Eva. Feliz cumpleaños.
¡Un brindis para Eva!
- ¿Dónde está Roger? - Aquí.
- ¡Una familia tan linda! - Verner ya estuvo aquí antes.
Verner ya estuvo aquí antes.
¡Hey, Lasse!
Puedes tomar ese camino.
¡Parece que tenemos diversión!
Pensé que lo había visto a Verner.
¡Hola, Lasse! No estoy tan mal, gracias.
¡Hola! Gracias. Podemos sentarnos aquí.
- El abuelo puede sentarse acá. - Tomaré el asiento de la esquina.
- Verdad que es lindo. - Y aquí hay algunas flores.
Gracias. Se las daré a la enfermera para que las cuide.
- ¿No hay una mesera? - No, aquí te sirves solo.
¿Qué pedimos?
- Yo quiero café. - ¡Eso suena bien!
- Un sándwich de jamón... - No sé si tienen eso.
¡Maldito chico! ¿Estás intentando matar al viejo?
¿Me pueden dar otro?
- Eva, ¿tú no quieres nada? - No, gracias.
- ¿Quieres café? - No.
- Siete cafés. - Siete.
¡Cállate!
¿No puedes callar a ese perro?
¡Hey! Ese perro. ¿No puedes callarlo?
Fue mi codo derecho. No sé por qué piensas que fue el izquierdo.
Pero fue la rodilla izquierda la que me golpeé cuando tenías siete años.
¡Pär! ¡Pregunta si hay sándwich de anchoa y huevo!
¡Pär! Si hay salchichón, también está bien.
- ¿No quieres nada? - No, gracias.
- ¿Tienen anchoas? - No, sólo jamón.
Aquí tienes tu pequeña taza.
Y deshazte de esta bandeja.
- Annika también va a estar. - Sí.
¡Guau! ¡Qué antorcha!
¿Viste esa flama?
¿Tengo que subirme a la mesa para conseguir un sándwich?
Supongo que te darán el alta pronto, abuelo.
No voy a ser dado de alta. ¿Por qué debería?
No me quiero ir.
¡No me quiero ir!
Este mundo no está... hecho para mí.
No está hecho para la gente solitaria.
¡¿Me están escuchando?!
Este mundo no está hecho para la gente solitaria.
Una vez pensé que lo estaba... ¡pero no es así!
Pensé que la vida algún día sería igual de buena para todos,...
pero eso no sucedió.
¿Me están escuchando?
- ¡No atropelles a nadie! - Ten cuidado entonces.
¿Lo estoy haciendo bien? ¿Más?
Hay 200.000 pájaros en esta ciudad.
Y yo sólo conozco siete.
- Bueno, ¡ponte a trabajar! - Tienes que ser fuerte.
Salud.
Yo quería ser azafata.
La primera vez me dijeron que me volverían a llamar.
Luego un amigo mío me dijo: "eres demasiado alta".
Y nunca me llamaron.
Al año siguiente, me enfermé cuando estaban tomando exámenes de admisión.
Cuando mejoré, la clase ya estaba empezando y era muy tarde.
Al año siguiente, ese amigo me dijo: "podrías tomar clases para ser guía".
"Es casi lo mismo".
Así que lo hice.
Llegué ahí y el profesor me dijo: "¿habla inglés?"
Un hombre moreno con anteojos negros.
Había un ventilador de techo andando.
"Claro", le dije, "sé un poco de inglés y un poco de alemán".
Estaba terriblemente nerviosa.
Había otras chicas también que estaban igual de nerviosas.
Nos hizo girar para acá y para allá.
Y dijeron que nos volverían a llamar, pero no volví a saber de ellos.
A veces siento pánico porque no me casé.
Cuando veo a mis viejos amigos de la escuela...
llevando cochecitos de bebé, siento como...
si la gente se me quedara mirando.
- ¿Annika vive acá? - Sí, ¿por qué?
¡Hey! ¡Ella vive acá!
Lárguense.
¡Parece que no tengo mala puntería!
Quiero saber más sobre el delantero.
- ¿Puedes ayudarme con esta puerta? - Ahí voy.
Los delanteros son buenos haciendo goles.
¿No lo son todos?
- Geneva, Marseille. - ¡Marseille!
Están en el lugar equivocado. Toma ese y haremos un cambio.
- ¿Frem Kobenhavn-Groningen? - ¡Kobenhavn!
- ¿FV Furst-Wiener CK? - ¡Empate!
- ¿No deberían colgar para el otro lado? - No, no deberían.
Vamos,... ¡ahora!
Se balancean un poco desparejas.
Eso es lo que pasa cuando pierdes tu tiempo libre en esto.
¡Si hubiésemos ganado la lotería, no estaríamos colgando esta mierda!
Gunhild, esto fue idea tuya. ¿Para qué quieres esta mierda?
No sirve para nada.
- ¡Y no levantaste un dedo! - No creo que queden bien.
No...
Ven ahora.
- Hola. - Hola.
- El globo se reventó. - Oh...
- ¿Cómo estás? - Bien. ¿Y tú?
Bien.
- Creo que está cansado. - Es casi la hora de su siesta.
- Hola. - Hola.
El globo de Roger se reventó subiendo las escaleras.
¿Cómo estás?
Bien.
- ¿Y vos? - Bien.
- ¿Estás pegándole al perro? - ¡No te pongas histérica otra vez!
- ¿Te vas a mudar aquí? - ¡Cállate!
- Annika, ¡date prisa! - Ven a casa temprano o no dormiré.
- Esos chicos arruinarán el auto. - Ve a detenerlos.
- No me importa el auto. - Oh, ¿de veras?
Hola, hombre de hielo. ¿Tú qué manejas?
Un Peugeot, ¿por qué?
- Pésima marca. ¿Cómo va el trabajo? - Bien.
Negocio equivocado.
Si quieres manejar un auto abollado, ¡bien!
¡Annika! Este lugar es una morgue...
¿Qué tienes en el cuello? ¿Un chupón?
- ¿A dónde vas? - Al Domino.
- ¿Te gusta bailar? - Sí.
- ¿Con quién te encontrarás ahí? - Con Lotta.
¿No te vas a encontrar con un muchacho?
Sí...
- ¿Alguien especial? - No.
Quería hacerlo. No sé por qué no lo hice.
Todos dicen eso. Yo también.
Estuve ahí una hora, por él. Pero cuando vino, no le hablé.
Y cuando vino hacia mí, me escapé.
Luego se fue.
Qué pena.
"Por suerte, tu problema es común.
"Todos hacemos cosas de las que nos arrepentimos.
"Pregúntate qué es lo que quieres, y hazlo.
Entonces sabrás si eres infeliz por alguna razón".
- Así son las cosas. - Quizás...
Fue una pena que no le hablaras.
Simplemente no se dio.
¿Te dijo que no te daría otra oportunidad?
- ¿Qué quieres que le diga? - Quiero hablarle, pero no puedo.
Dile que quise saludarlo, pero...
no pude.
No quiero admitirlo. Me hace sentir como un tonto.
¿Por qué no?
No quiero admitir que...
- Yo se lo diré. - ¡No!
- ¿Tú vives ahí? - Sí, pero al lado del patio.
- ¿Está Pär? - ¡Pär! ¡Tienes visita!
- Esto es inaceptable. - ¿Qué?
- Golpear a la gente así. - ¿Así cómo?
Me golpeaste la rodilla. Y estás causando problemas.
Acaba con eso.
- ¿Dónde puedo comprar cigarrillos? - Where can I buy cigarettes?
Annika.
En la habitación detrás mío, tu mamá está tirada...
como una indigente.
Y yo soy un imbécil.
- Hola. - Hola.
- ¿Dónde estuviste? - Afuera.
No me siento muy feliz.
Estoy segura de que mejorará cuando consigamos un nuevo departamento.
Ahora ve a la cama.
Voy a agarrar a ese bastardo.
¡Todos se quedaron mirando sin hacer nada!
Y ella... ¡Ella no me importa una mierda!
¿Ahora puedo salir con ella?
¡No puedo aguantarlo!
¡Te quedaste mirando!
No le importo un carajo...
¡Pär!
¡Pär! ¡Espera!
¡Espera!
¡No!
¿Vienes?
Mejor que estés lista.
¿No ves lo tonta que eres? ¡Idiota!
- Annika, ¿quién es ese? - Pär.
Entren y siéntense en el living. Hay gaseosa en la heladera.
Hola.
- Hola. - Hola.
- Hola. - Hola.
¿No vas a traer la gaseosa?
- ¿Qué vas a hacer? - No sé.
- ¿Aún no lo decidiste? - No.
- Veo que eres músico. - Sí, toco la guitarra.
- Entonces debes conocer "Guitar Boogie". - No...
- ¿No conoces nada español? - No...
- ¿"Come prima"? - No...
Eso... eh...
No.
¿Y no sabes lo que quieres ser?
- ¿Te bañaste? - No, sólo me arreglé el pelo.
Annika... Annika...
No dejes que se quede mucho tiempo.
- ¿Quieres un sándwich? - Claro.
- ¿Queso o salchicha? - Salchicha.
- ¿Me veo bien así? - Sí.
- ¿Y así? - Sí.
- ¿Y así? - ¿Lo hiciste tú misma?
Están buenos.
- Dale. - Uno, dos, tres...
Ese es el único acorde que sé.
No puedo hacerlo.
¿Quieres jerez?
- ¿Vendes cordones de zapatos? - ¡Vete al infierno, bastardo!
- Hola. - Hola.
Es Eva.
- Hola. - Hola.
- ¿Te asustaste cuando llegué? - Sí.
- ¿Por qué? - No sé.
- ¿Te divertiste? - Sí.
Y ellos vienen esta noche.
- ¿Cuántos años tienes? - Casi 14.
Vine porque...
No sé por qué vine.
¡Estoy tan sola!
En este camino que eligo recorrer,...
libre y alto, me conduce a casa...
tocada por la mano eterna del sol,...
como un mar de pinos imponentes,...
interminables climas de montañas antiguas...
se estrechan frente a ti en una gloria infinita...
Suecia...
Suecia...
Mi patria.
¡Si tan sólo tuviera dinero!
- Viajaría a algún lado. - No pudimos pagar un viaje a España.
La mayoría de ustedes me conocen, pero por si acaso:
soy Lennart Engkvist y les hablaré...
sobre nuestro nuevo programa de marketing.
Lo que tienen delante es un producto de nuestra nueva "Línea futura":...
el RV 77.
Línea futura: la línea de productos del futuro.
Cuando Elsa conoció a John, ella estaba saliendo con el peluquero Sven.
Él era de Dalarna.
Este es Erik.
Salí con él dos años.
Es muy guapo.
Ahora lo perdí de vista.
A papá no le gusta que hablemos del pasado.
...uno de los veteranos en esta compañía,...
John Hellberg.
Si no vamos, papá piensa que no nos interesa. Se siente dolido.
Bertil Edberg.
Nisse Nilsson.
Y Sven Johansson.
- Y el ganador es el Nº 71. - ¡Oh, soy yo!
- ¿Dónde estabas? - Haciendo una llamada telefónica.
- ¿En qué tren viene? - En el de las 7.30.
- ¿Qué hace su padre? - Es un vendedor.
- Hola. ¿Cómo estás? - Bien.
- ¿Qué estás mirando? - Tienes nuevos anteojos.
Déjame llevar tu bolso. Es grande.
Tengo que llamar a casa.
Mamá se preguntaba si eras un chico bueno, ¡lo que eso signifique!
¿Esto es señal de ocupado? ¿Toot-toot-toot-toot?
¡Eso es una señal de atáque aéreo!
La señal de ocupado es toot... toot... toot... toot.
Hola, habla Annika. El viaje estuvo muy bien.
No.
No...
- No. - Mamá quiere hablarte. - ¿A mí?
Hola. Sí.
No.
No.
No, no lo hará. Chau.
Un poco más a la derecha.
Ahí.
Ahí vienen.
- Hola. - Hola.
- ¿Cómo estuvo el viaje? - Bien.
- ¿Estaba muy lleno? - Sí.
- ¿Café? - Claro.
- ¿Vamos a pescar más tarde? - No, no tengo ganas.
Estaciona tu moto y yo llevaré el bolso adentro.
- ¿Será una fiesta grande? - Bastante grande.
Este es lugar donde pesca mi papá.
Una vez agarró 18 lucios acá.
Apuesto a que le propondrá a tu papá venir a pescar aquí.
- A mi papá no le gusta pescar. - ¿No le gusta?
- ¿Qué le gusta hacer? - Cazar.
¡Hora de acostarse!
Buenas noches.
Vamos a la cama.
¿Estás segura de que quieres la cama de abajo? Bien, entonces.
Nos levantaremos a eso de las 7.30.
- ¿Cariño? ¿Has encargado las langostas? - ¿Qué dijiste?
- ¿Has encargado las langostas? - Sí.
- ¿Suficientes para todos? - Sí.
-¿Cariño? - ¿Sí?
- ¿Compraste sombreros de fiesta? - Sí.
- ¿Suficientes para todos? - Sí.
- ¿Cariño? - Sí.
Es una pena que no haya terminado la silla antes de que ellos llegaran.
- ¿Eres la mamá de Annika? Bienvenida. - Mi marido estará aquí a las 10.
Bienvenida.
- ¿Está cansado? Llevémoslo adentro. - Eso sería agradable.
Hola, amor. Papá estará aquí a las 10.
¡Hola!
- Bertil. - Eva.
- Solo les mostré el lugar. - ¿Te quedarás para las langostas?
¡Sí, me quedaré!
¿Escucharon este? Era el primer día de colegio...
y la maestra estaba anotando los nombres de los chicos cuando llegaban.
- "¿Cuál es tu nombre?" - "Nisse Karlsson".
- "¿Y tú?" - "Olle Karlsson".
- "Y tú?" - "Sven Karlsson".
- "¡Dios mío! ¿Son trillizos?" - "Sí".
"¿Por qué tu voz es tan grave?"
"Mamá sólo tenía dos pechos, así que tuve que mamar de mi papá".
¿Escucharon este? Un granjero y un peón...
estaban sentados en la cocina...
preparándose para el desayuno, avena y leche.
Luego... déjenme ver... Sí, el granjero...
abrió la ventana y tiró afuera la avena.
El peón vio eso y agarró la leche y también la tiró afuera.
"¿Qué demonios están haciendo?", dijo el granjero.
"Pensé que íbamos a hacer un picnic".
Esto está muy bueno. ¿Tú has hecho esta ensalada?
- ¡Miren, aquí viene John! - ¡Hola!
¡Eva!
¡Hola! Siéntate y calentaré la comida.
Sí, hay comida.
- John Hellberg. - Hola.
John Hellberg.
- John Hellberg. - Verner.
¡Hola, hombre de hielo!
Hola.
John Hellberg.
- Aquí tienes. - Un pequeño sombrero.
Y un babero.
- Gunhild, ven a brindar con John. - ¡Salud!
Salud.
- Veo que tienen electricidad. - Sí.
- Traje una mini heladera... - El sótano está congelado.
- Salud... - Lasse. ¡Salud, John!
Probemos la heladera de todos modos. Tienes electricidad ahí afuera.
¡Arne! Ven y brinda con el vendedor de heladeras.
- ¡Salud! - Su nombre es John.
¡Salud, chanta de los autos!
Está siendo descortés, este chanta de las heladeras.
Salud, John.
Más tarde iremos a pescar pescado fresco del lago.
¿Quién necesita una heladera?
¡Salud, John!
Trae tu auto viejo y te lo pintaré.
Se suponía que estén frías.
- Incluso en el campo. - Tienes un sótano...
¿Quiénes están durmiendo en la carpa? ¿Los de jerseys?
- Vino... No es mi fuerte. - Es una cuestión de temperatura.
¡Ten cuidado!
Como dije, no hay nada malo con el sótano. ¡Frío como el hielo!
Pero siempre podemos probarla.
- ¿Está enchufada? - Sí. ¿No encendió?
Voy a girar el enchufe.
- ¿Ahora encendió? - No.
¡Mierda!
¿Quieres café?
Iba a tirar algunos fuegos artificiales.
- ¿Debería hacerlo ahora? - Adelante.
- John, ¿trajiste un carretel de pesca? - ¡Cállate!
¿Has visto esto antes?
John.
¿John?
¿John?
¡Salud!
¡Salud, Bertil!
- Las cosas están por animarse. - Bertil, enciéndela.
Paciencia. Tienes que tener cuidado. Puede estar húmedo.
- Lo guardo desde Año Nuevo. - Enciéndela.
- Oh, no veo nada. - ¡Una vez más!
No, solo tenía una.
¡No pueden quedarse ahí adentro y mirar!
John, ¿viste eso?
- ¿Elsa? - Sí.
Quiero dar un discurso.
Si pudiera hacer ese discurso...
sería para todos los hombres de la tierra...
¡Para toda la humanidad!
Diría que el mundo consiste en un grupo enorme de bastardos.
¡¿Me están escuchando?! ¡Bastardos!
Elsa, desperdicié 45 años de mi vida.
- ¿Tienes frío? - No, está agradable.
Y mi hija... ¡La quiero fuera de aquí ahora!
¡No la convertirán en una pueblerina!
¡Ella será rica! ¡Rica! ¡Rica! ¡Rica!
¡¿Me escuchan?! ¡Ella será rica!
No tendrá que besar el culo de otros como yo...
¡Desperdiciando su vida en un montón de mierda!
¡Ella tendrá dinero! ¡Dinero! ¡Dinero! ¡Dinero!
¡Eso es todo lo que importa en este maldito mundo!
¡Lo sé! ¡Lo sé! ¡Lo sé! ¡Lo sé!
¡Si no, te caminan por encima!
¡Aplástalos! ¡Pisotéalos, Annika!
¡Pisotéalos, Annika!
¡Bertil! Acá estamos.
- ¿Vienen todos? - Sí.
- ¡Hola! - ¡Sí!
- ¿Vienen todos? - ¡Sí!
¡Lasse! ¡Espera!
Por aquí.
¡Harald!
- Hay un sombrero acá flotando. - No es mío.
¿Todos tienen sus sombreros? ¿De quién carajo es este, entonces?
Ese John es un gritón. Un verdadero chanta.
Creo que todos somos un poco así.
¿No fuiste un poco severo con él?
Le invitaré un trago más tarde.
¿No crees que es el sombrero de John? Uno de esos pequeños puntiagudos.
- ¡Bertil! ¿Dónde estás? - Aquí, en el asador.
¡John!
¡John!
- ¡John! - ¡No!
¡John!
¡John!
Por aquí, entonces. ¡Arne!
¡John!
¡John!
- ¿Dónde estaban? - Pescando, creo.
¡Lasse, acá está el cohete!