Tip:
Highlight text to annotate it
X
“La pureza deseable”
-¿En que se transforma el espíritu después de su última encarnación?
Es la pregunta 170 de “El Libro de los Espíritus”.
[♪ Música Suave ♪]
Espiritualidad en Gotas
- Espíritu bienaventurado; es un espíritu puro.
Esa pregunta, ella viene a nuestro encuentro porque
aquellos que deseamos mantener una comunión
intrínseca con Dios, hay veces, nos confundimos
con ese deseo queriendo disfrutar de la plenitud
máxima sin que hayamos conseguido viajar
por las escalas intermediarias.
Porque estamos haciendo una jornada;
estamos más próximos, tal vez,
del inicio de que del final.
Y, si nos inquietamos con una ansiedad
toxica para que lleguemos a la cima, corremos
el riesgo de entrar en procesos neuróticos,
que se revelan en actitudes extrañas,
en una falsa tentativa de perfección,
en un estereotipo de pureza.
Es así, nuestro comportamiento, hay veces,
por la vía del perfeccionismo , revelando esa
culpabilidad interior por no conseguir
ajustarnos con lo Divino en el máximo grado,
nos impide, en el grado en que estamos, de poder
hacer un buen link, una buena conexión.
Ser espíritu puro completamente,
un buen aventurado… es
para donde apunta nuestra jornada.
Pero, con lo que debemos ocuparnos
es aquí y con el ahora.
Con la capacidad de tornarnos
mejores cada día, con la
pureza de nuestras acciones, de nuevas actitudes…
buscando ser más humanos,
comprendiendo que todavía no somos ángeles,
y buscamos dar a nuestra humanidad
una espiritualización creciente,
de tal modo que, la bondad, la verdad y la
justicia, puedan ir coronando nuestra existencia, por medio
de los pasos de nuestro movimiento continuo.
De este modo, la pureza que ansiamos – Máxima –
ella comienza con pureza relativa que
ya podemos atingir.
Por lo tanto, ser un buen aventurado es hacer
una caminada y quien hace la caminada
disfruta del punto en que esta.
Si no estamos en la cima,
estamos en el medio de la montaña…miramos para
y atrás y degustamos, satisfactoriamente,
con la mirada
que ya podemos hacer de lo mucho que caminamos…
Sin ninguna acomodación, y sin ninguna
ansiedad por llegar a la cima, hagamos lo que
está en nuestra esfera de competencia hoy,
buscando dar el trato que nuestro nivel
conciencia comporta, alcanzando lo máximo
de iluminación en el nivel
en que nos encontramos.
En la seguridad que todavía somos cristianos,
¡no somos Cristo!
Y cabe al cristiano,
siguiendo los pasos del maestro,
hacer lo máximo que necesita hacer,
sin la expectativa de una iluminación absoluta
y de una comunión con el Creador, máxima.
Pero, con la seguridad de que siendo verdadero,
cristiano, es capaz de mantenerse en sintonía
com o Divino, no nível que nos encontramos
y podemos ser felices, tanto cuanto la situación
de vida se nos depara.
Y pudiendo, por lo tanto, sentirnos dentro
de la vida como siendo un peregrino
que camina en la luz en la dirección
de la “Gran Luz”, iluminándose
a cada dia.
[♪ Música Suave ♪]