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Los 5 pasos de Miss Gayle para los Torneos de Poesía:
una lección de transformación.
Paso 1:
Escriban todo.
"Tomen un recuerdo,
explórenlo como a un nuevo territorio",
dice la poetisa invitada a la clase.
"No dejen nada fuera".
Tyler se sienta en su taller de la escuela secundaria,
mareado pues no sabe por dónde empezar.
Los recuerdos divagan por el interior y exterior de su corazón
como vagabundos que buscan un hogar.
Se dobla sobre su escritorio,
escribe:
"La nieve se vuelve negra
cuando la luna la ignora,
todo el papel es amarillo,
todas las letras son un acta de desalojo,
las mentiras de mamá son
demasiadas como para poderlas contar.
Poniendo excusas sobre la nieve negra.
'Yo pagué el alquiler,
este es tu cuarto por siempre, tesoro.
Te amo'.
Pero, ella ni siquiera me miraba".
Paso 2:
Lean en voz alta.
A medida que él escribe, sus labios ensayan palabras
para después sacarlas como a inquilinas insoportables.
Empuja su escritorio hacia atrás,
se pone de pie.
"El budín de arroz de la tía Jocelyn estaba dulce
sin embargo eso no es lo que quiero escribir.
¿Alguna vez has tenido tanto frío
que tu pelo se congela?
El miedo que tu hermanita menor le tiene a la oscuridad
enfría sus labios
como si le hubiera dado un beso a la cubeta de hielo.
¿Qué tan hambriento has estado?
Paso 3:
Eliminen la grasa.
Abandonen las palabras que sobran.
El bolígrafo de él se vuelve un machete,
tajando palabras como 'y', 'entonces', 'porque'.
Paso 4:
Lean en voz alta
de nuevo.
El alumno de último año de secundaria se asegura
que lo que eliminó en el tercer paso no haya sido definitivo.
Paso 5:
Añádanle sabor,
sustancia,
poder,
movimiento
y emoción.
"La esencia de vainilla es el secreto del budín de mi tía;
me deshago de unas cuantas uvas pasas pero dejo otras.
La vida necesita algo del sabor agrio
para madurar la dulzura".
Sus manos se extienden como caparazones
que sostienen nuestra incredulidad.
¿Es Tyler el que está hablando?
¿Es el que dirige su mirada al piso
como si estuviera cargando un peso?
La voz hace vibrar las ventanas.
"Ahora soy libre".
El cuerpo se estremece con la pulsación de cada palabra.
"La alegría del sol derrite la nieve".
Los dedos siguen la curvatura de su mandíbula.
"El rostro de mi tía estaba tibio como el calentador de agua
la noche en que nos dejó entrar a su casa".
Nuestro niño terminó
su completa transformación.
Paso 1: escríbanlo todo.
Paso 2: lean en voz alta.
Paso 3: eliminen la grasa.
Paso 4: lean en voz alta.
Paso 5: añadan sabor.
El primer poema de Tyler se aloja en su corazón.
El abre sus brazos
como una puerta abierta.
¡Bienvenido a casa!