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Hoy en Cocina SIN
Roscón de Reyes de 12 a 16 raciones aproximadamente
Ingredientes: 320 grs. de harina (si es de trigo, mejor
usar de fuerza) 125 ml. de leche de soja
25 grs. de levadura de panadería 60 grs. de azúcar blanco
65 grs. de margarina 2 huevos
una pizca de sal 3 cucharas de postre de agua de azahar
Y para decorar: Un huevo
Frutas escarchadas Azúcar blanco
Azucar glasé
Esta receta es: Sin lactosa, sin altramuces, sin apio, sin
arroz, sin frutos secos, sin leche, sin moluscos y sin crustáceos.
Primero de todo vamos a realizar una masa madre que será la base de nuestra masa del
roscón. Para ello echamos en un recipiente cuatro cucharadas de los 320 gramos de harina
total por una parte y por otra calentamos la leche en un tazón hasta que esté templada.
Echaremos la levadura en la leche y removeremos hasta que se haya disuelto toda.
En medio de la harina introduciremos la mezcla de leche y levadura y removeremos con la misma
cuchara hasta que se haga una papilla homogénea. Cubriremos el recipiente de papel transparente
con cuidado de que no entre aire dentro y dejaremos fermentar la masa durante una hora.
Si podéis, dejadla en un sitio donde no haga mucho frío ya que de este modo no fermentaría
bien. Prepararemos la margarina dejándola fuera
de la nevera, ya que la utilizaremos más tarde a temperatura ambiente.
Pasado este tiempo, la masa madre deberá tener hoyitos y tendrá que haber duplicado
su tamaño.
Para preparar la masa final, cogeremos un bol bastante grande y echaremos el resto de
la harina, el azúcar, la sal, los huevos y las tres cucharadas de postre de agua de
azahar. Removeremos para mezclar los ingredientes y echaremos la masa madre que hemos realizado
anteriormente. También echaremos la margarina ya a temperatura ambiente poco a poco. En principio no deberíamos
tener mucha dificultad para removerlo con la cuchara ya que es una masa bastante blandita.
Una vez se hayan mezclado bien todos los ingredientes, lo cubrimos con papel transparente y la dejamos
reposar en la nevera durante un día o día y medio.
Al día siguiente, comprobaremos que la masa ha subido muchísimo, casi hasta el borde
del bol.
Precalentamos el horno a 200 grados mientras preparamos la forma de nuestro roscón y prepararemos
una hoja de papel vegetal, le echaremos una fina capa de harina para poder hacer la forma
con más facilidad y echamos la masa del bol.
Nos enharinamos muy bien las manos y con mucho cuidado de tocar lo menos posible la masa,
vamos haciendo el ahujerito del medio. Es normal si necesitais enharinaros las manos
bastantes veces.
Pintaremos de huevo toda la superficie del roscón e iremos decorándolo a nuestro gusto.
Yo he utilizado piña, plátano y pera y nararanjas confitadas, pero otra opción sería decorarlo
con cerezas confitadas, melón escarchado, almendras molidas o en láminas... Hay muchísimas
maneras de hacerlo.
Después le añadiremos azúcar blanco por encima y lo meteremos directamente al horno.
Lo tendremos a 200 grados durante 10 minutos y pasado este rato, bajaremos la temperatura
a 170 grados durante otros 10 minutos.
Lo quitaremos del papel vegetal con mucho cuidado de no quemarnos y espolvorearemos
azúcar glacé al gusto.
En este caso no lo he rellenado, pero si queremos hacerlo, cortaríamos el roscón horizontalmente
por la mitad y añadiríamos el relleno que más nos guste: nata, trufa, crema pastelera
o un trocito de cada.
Sólo queda esperar a que se enfríe y servir.
¡Esperamos que os guste!
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