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El "Padre de los turcos". Eso es lo que significa Ataturk, y fue el título y apellido dados
a Mustafá Kemal para honrarlo como el líder y la fuerza impulsora detrás de la creación de la moderna
Turquía. Sus hazañas en la Primera Guerra Mundial son legendarias, y fue su habilidad táctica
el verdadero secreto, tanto en su carrera militar como política. Así que...Mustafá Kemal Atatürk.
Mi nombre es Indy Neidell. Bienvenidos a un nuevo episodio de quién hizo qué en la Primera Guerra Mundial.
Mustafá nació en mayo de 1881 en Salónica, hoy en Grecia,
pero que entonces era parte del Imperio Otomano. Su fecha de nacimiento exacta es desconocida, pero eligió
el 19 de mayo. Su padre era un comerciante de madera y un ex teniente de aduanas que
murió cuando Mustafá tenía siete años, mientras que su madre provenía de una antigua familia
rural. Creció en circunstancias bastante modestas y tuvo cinco hermanos, pero sólo una hermana
sobrevivió a la infancia. Después de la muerte de su padre, la familia se trasladó al campo
a vivir con uno de los tíos de Mustafá y Mustafá no asistió a la escuela regularmente hasta que
regresó a Salónica a los diez años de edad. Sin embargo, no estuvo allí mucho tiempo, retirándose
a la edad de 12 años, pero finalmente aplicó a una escuela secundaria, fue aceptado, y se graduó
en 1895 como uno de los mejores estudiantes. Aquí es aparentemente donde recibió su apellido
Kemal de su profesor de matemáticas. En elogio de sus habilidades; Kemal significa perfecto en árabe.
Después de graduarse, asistió a la escuela de cadetes en Manastir, hoy en Macedonia. En 1899,
se trasladó a Constantinopla, la capital del Imperio, hoy Estambul, y llegó a ser oficial
en la academia militar. Permaneció allí hasta 1902, pero fue arrestado por la inteligencia
del gobierno poco después de dejar la academia y pasó varios meses en prisión por oposición
al gobierno. Mustafá se había unido al partido de la oposición, mientras estaba en la academia, la cual
apoyaba movimientos de reforma de estilo occidental y quería una mayor autodeterminación y autonomía
en el imperio, en lugar del poder absoluto del Sultán. El director de la Academia intervino
y consiguió liberar a Mustafá y pronto fue capitán empleado por el Ministerio de Guerra.
En Damasco, fundó una organización secreta llamada "Patria y Libertad" y poco
después se convirtió en miembro del Comité de Unión y Progreso, también conocido como
los Jóvenes Turcos, una gran organización de oposición. En 1908 como jefe de personal del ejército apoyó
la revolución de los Jóvenes Turcos, que depuso al Sultán y restauró un gobierno constitucional.
En 1910, Mustafá visitó Europa Occidental por primera vez. Su famosa frase, "Hay
diferentes culturas, pero sólo una civilización, la europea," proviene de esa visita.
Entre 1911 y 1912, luchó como mayor en la Guerra Italo-Turca. Esta guerra mostró fisuras
en los cimientos del Imperio y en 1912 Grecia, Serbia, Montenegro y Bulgaria formaron
una alianza para explotar esas grietas y atacaron el Imperio en octubre. Esta fue la primera
Guerra de los Balcanes, y Mustafá luchó en Gallipoli y Bolayir. Después de la guerra, trabajó como
agregado militar y en 1914 se convirtió en teniente coronel en la embajada otomana en Sofía así que
cuando estalló la Primera Guerra Mundial, Mustafá Kemal vivía en Bulgaria.
El Imperio otomano luchó con el Imperio alemán durante la Primera Guerra Mundial, y en enero de
1915, la División 19 del 5to Ejército turco fue asignada a Mustafá Kemal. Fue transferido
a Gallipoli, y sus fantásticas hazañas contra los aliados defendiendo Gallípoli le trajeron
fama y notoriedad a nivel mundial, así como gloria militar. Sus fuerzas repelieron las
fuerzas británicas y francesas una y otra vez, y cuando la campaña de Gallipoli terminó con la derrota
de los aliados, Mustafá Kemal fue elogiado en todo el imperio, incluso con las cientos
de miles de vidas otomanas que se perdieron. Después de Gallipoli, estuvo estacionado en Edirne y
Diyarbakir. Ascendido a mayor general en abril de 1916, luchó para recuperar Mush y Bitlis
de manos de los rusos, y después de breves combates en Damasco y Alepo, regresó a Constantinopla.
A comienzos de 1918, visitó al Príncipe Vahideddin, futuro Sultán Mehmet VI,
también se reunió con el Kaiser alemán Guillermo II, el intendente general alemán Erich Ludendorff, y
el mariscal de campo Paul von Hindenburg mientras planeaban ofensivas de primavera. Esa es
una compañía impresionante.
En junio de 1918, Mehmet se convirtió en Sultán del Imperio, resultó ser el último. Mustafá
fue nombrado comandante del 7º Ejército con la tarea de defender Siria contra el avance
británico. Esto resultaría ser una tarea imposible, y Mustafá Kemal sólo pudo organizar
una retirada coordinada hasta que el Tratado de Mudros el 31 de octubre terminó la campaña.
Después de la guerra, Mustafá regresó a Constantinopla. El Imperio se derrumbó después de la guerra y el
Tratado de Sévres en 1920 dividió el Imperio entre los vencedores y los pueblos
nativos. Sin embargo, el tratado nunca fue ratificado porque la Guerra de Independencia Turca llevó
a todos de vuelta a la mesa de negociación. Mustafá Kemal fue a la vez el líder político
y militar durante esa guerra, defendiendo su país contra la incursión extranjera y cimentando su
posición como el hombre a cargo, aun cuando la inestabilidad en el país dio lugar a matanzas de
armenios y griegos. Esto es demasiado breve como para hacer justicia a la historia de la
guerra o las tragedias civiles, pero para reducirla aún más, después de cuatro años de guerra, la
moderna República de Turquía fue fundada con Mustafá Kemal como su primer presidente, un puesto
que mantendría por 15 años, siendo honrado con el apellido Ataturk en 1934. Fue,
y es, la figura simbólica de la conciencia nacional turca. Yo viví en Estambul por un tiempo
a mediados de los noventa, e incluso entonces, cada casa, tienda o restaurante tenía una fotografía
de Ataturk en un lugar bien visible, a tal grado que, personalmente, nunca he visto de cualquier otra
figura en cualquier otro país.
No es mi trabajo hablar de su carrera como presidente, ya que, al igual que la
Guerra de Independencia, está fuera del alcance de este programa, pero los animo
a leer más sobre una de las figuras legendarias del siglo 20.
Mustafá Kemal Ataturk murió de cirrosis hepática el 10 de noviembre de 1938. Inicialmente
fue sepultado en el Museo Etnográfico de Ankara, la nueva capital de Turquía, pero en
1953 fue trasladado a un enorme mausoleo que domina la ciudad.
He aquí un extraño pero genial dato: una de las hijas
adoptivas de Ataturk fue la primera mujer piloto de combate del mundo.
Así que ahí lo tienen, un hombre que en muchos aspectos fue imponente, Mustafá Kemal Ataturk,
el padre de todos los turcos, y la fuerza impulsora detrás de la creación de la Turquía moderna.
Si desean ver cómo todo el lío de Gallipoli se puso en marcha, echen un vistazo a este episodio
sobre los primeros desembarcos y cómo Mustafá Kemal participó en la defensa.