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El colesterol es un lípido, una grasa que circula
a través de nuestras arterias junto con las lipoproteínas.
Un 80% de nuestro colesterol lo genera el hígado,
mientras que el 20% restante proviene de nuestra alimentación.
Hay dos tipos de colesterol: «el malo», que es el LDL
y «el bueno», que es el HDL: el fundamental para poder vivir.
El colesterol «malo» es el que provoca la hipercolesterolemia,
que es el exceso de colesterol en la sangre.
Este surge por la mala alimentación, enfermedades hereditarias,
vida sedentaria y practicar poco deporte.
Además, por tener sobrepeso u obesidad.
La gente que tiene colesterol puede padecer enfermedades coronarias.
Como método de prevención, se recomienda no fumar
porque provoca que la circulación sangüínea
sea más espesa, mantener un nivel mínimo de estrés
para producir toxinas, no beber mucho alcohol, hacer ejercicio
y consumir una dieta equilibrada con mucha fruta.
Es decir, la dieta mediterránea.