Tip:
Highlight text to annotate it
X
Traductor: Armando Maximo Hernandez Sanchez Revisor: Eduardo Sierra
Este es mi abuelo.
Y este es mi hijo.
Mi abuelo me enseñó a trabajar con madera
cuando yo era un niño,
y también me enseñó la idea de que
si se corta un árbol para convertirlo en algo,
se debe honrar la vida de ese árbol y hacerlo tan hermoso
como sea posible.
Mi niño me recordó
que con toda la tecnología y todos los juguetes del mundo,
a veces, pequeños bloques de madera,
si se apilan alto,
pueden volverse algo increíblemente estimulante.
Estos son mis edificios.
Construyo por todo el mundo
desde nuestras oficinas en Vancouver y Nueva York.
Construimos edificios de diversos tamaños y estilos
y de diversos materiales, dependiendo de dónde estamos.
Pero la madera es el material que más me gusta.
Voy a contartes la historia de la madera.
Parte de la razón por la que me encanta es que, cada vez
que la gente entra a uno de mis edificios de madera,
me doy cuenta que reaccionan de manera totalmente diferente.
Nunca he visto a nadie entrar a uno de mis edificios
y abrazar una columna de acero o de concreto,
pero si he visto hacerlo en edificios de madera.
He visto cómo la gente toca la madera,
y creo que hay una razón para ello.
Al igual que los copos de nieve, no hay dos piezas
de madera iguales en ningun lugar de la Tierra.
Es maravillosa.
Me gusta pensar que la madera
deja las huellas dactilares de la madre naturaleza en nuestros edificios.
Las huellas de la madre naturaleza conectan
nuestros edificios con la naturaleza en el entorno construido.
Ahora, vivo en Vancouver, cerca de un bosque
de la altura de 33 pisos.
Aquí en las costas de California, los bosques de secuoyas
llegan a 40 pisos de altura.
Pero los edificios que diseñamos en madera
tienen solo cuatro pisos en la mayoría de los lugares.
Es que, en verdad, los códigos de construcción no permiten hacerlos
más altos de cuatro pisos, en muchos lugares;
eso es cierto aquí en los EE.UU.
Ahora, no es así en todas partes.
Tenía que haber algunas excepciones
y las cosas van a cambiar, eso espero.
La razón por la que lo creo es que
hoy en día la mitad de nosotros vive en ciudades,
y ese número va a crecer al 75 %.
Ciudades y densidades significan que nuestros edificios
van a seguir siendo grandes,
y creo que la madera puede jugar un papel en las ciudades.
Pienso así porque 3.000 millones de personas
en el mundo, en los próximos 20 años,
necesitarán nuevos hogares.
Esto es, el 40 % del mundo va a necesitar
nuevas construcciones en los próximos 20 años.
De cada tres personas en las ciudades, hoy, una
vive en tugurios.
1.000 millones de personas viven en barriadas deprimidas.
100 millones de personas están sin hogar.
El gran desafío para los arquitectos,
y para la sociedad, respecto a la construcción,
es encontrar soluciones para todas esas personas.
Pero el desafío es que, al mudarnos a ciudades,
estas se construyen con estos dos materiales:
acero y concreto; que son muy buenos.
Pero son materiales del siglo pasado.
También son materiales de alta demanda de energía
y con altas emisiones de gases de efecto invernadero en su producción.
El acero representa alrededor del 3 % de las emisiones
de efecto invernadero producidas por el hombre
y el concreto es más del 5 %.
Así que, si lo piensan, el 8 %
de nuestra contribución a los gases de efecto invernadero hoy,
viene de estos dos materiales solamente.
No pensamos mucho en eso y, por desgracia,
tampoco ni siquiera pensamos mucho en construcciones, creo,
tanto como deberíamos.
Estas son las estadísticas de los EE.UU. sobre el impacto de los gases de efecto invernadero.
Casi la mitad de los gases de efecto invernadero están relacionados con el sector de la construcción,
y, si nos fijamos en la energía, es lo mismo.
Notarán que el transporte es el segundo de la lista,
pero esto es algo que siempre hemos oído.
Y aunque mucho se trata de energía,
también es sobre el carbono.
El problema que veo es que, en definitiva,
aparece un choque frontal entre la solucion al problema
de atender a las 3 mil millones de personas que necesitan un hogar,
y por otra parte, el cambio climático; choque que
va a suceder, o que ya está ocurriendo.
Este desafío significa que tenemos que empezar a pensar en nuevas formas,
y creo que la madera va a ser parte de esa solución.
Voy a contarles la historia del porqué.
Para mi como arquitecto, la madera es un gran material,
el único material, con el que puedo construir
que crece con la energía del sol.
Cuando un árbol crece en el bosque, libera oxígeno,
absorbe dióxido de carbono,
y luego cuando muere y cae al suelo y
devuelve el dióxido de carbono a la atmósfera o al suelo.
Si se quema en un incendio forestal, el carbono
igualmente regresa a la atmósfera.
Pero si se toma esa madera y se pone en una construcción,
o en una pieza de mobiliario, o en ese juguete de madera,
con esa increíble capacidad que tiene
para almacenar el carbono, nos proporciona una gran retención de este elemento.
Un metro cúbico de madera almacena
una tonelada de dióxido de carbono.
Nuestras dos soluciones al clima son obviamente
reducir las emisiones y encontrar almacenamiento.
La madera es el único material que utilizo
que cumple esas dos funciones.
Entendemos que es
ético que en la tierra crezca la comida.
Ahora necesitamos que en este siglo se
prescriba que nuestros hogares crezcan en la tierra.
Pero, ¿cómo vamos a hacerlo
cuando nos estamos urbanizando a este ritmo
y pensamos en edificios de madera de solo cuatro pisos?
Necesitamos reducir el concreto y el acero, y necesitamos
construir en altura --en esto hemos estado trabajando--
edificios altos, de 30 pisos, de madera.
Hemos hecho diseños con un ingeniero
llamado Eric Karsh que trabaja conmigo.
Hacemos este nuevo trabajo porque
hay nuevos productos disponibles
que llamamos "paneles masivos de madera".
Se trata de piezas hechas con árboles jóvenes
de corto crecimiento, con pequeños trozos de madera,
pegados para fabricar esos tableros enormes:
de 2,40 m. de ancho, casi 20 de largo, y varios espesores.
Me parece que la mejor forma de decirlo es:
usualmente hablamos de madera en
medidas de 5 x 10 cm.
Así es la conclusión a la que salta la gente.
Una construcción con 5 x 10 es como con los
pequeños ladrillos de Lego de ocho puntos, con los que todos jugamos de niños.
Se puede hacer todo tipo de cosas geniales con Legos
de ese tamaño, o con 5 x 10.
Recordemos que cuando niños,
cuando revisábamos el cuarto de juegos
y encontrábamos una pieza de Lego de 24 puntos,
era algo así como,
"Genial, maravilloso. Puedo construir algo bien grande,
va a ser realmente grandioso".
Es el cambio.
Los paneles masivos de madera son como los ladrillos de 24 puntos.
Con ellos se cambia la escala;
hemos desarrollado lo que llamamos FFTT.
Una solución "creativa comunal"
para construir sistemas muy flexibles
con esos grandes cuadros donde podemos alcanzar
seis pisos de una vez, si queremos.
Esta animación muestra cómo el edificio se va ensamblando
de manera muy sencilla. Estas construcciones están disponibles
para arquitectos e ingenieros
en diversos medios por todo el mundo,
en diferentes estilos arquitectónicos y formas.
Hemos diseñado edificios seguros
que se pueden construir,
en Vancouver,
en una zona de alto riesgo sísmico,
incluso a alturas de 30 pisos.
Naturalmente, cada vez que muestro esto,
la gente, aun aquí en la conferencia, dicen:
"¿En serio? ¿30 Pisos? ¿Cómo lo van a hacer?"
Y hay un montón de preguntas realmente buenas;
cuestiones importantes sobre las que llevamos mucho tiempo
trabajando en sus respuestas, mientras se generaba
nuestro informe y el de revisión de los pares.
Solo voy a centrarme en algunas de ellas.
Vamos a empezar con el fuego, porque
probablemente el fuego es en lo que todos están pensando ahora mismo.
Muy bien.
Y la forma en que lo describo es así.
Si pido que tomen un fósforo, lo enciendan,
lo acerquen a un tronco y traten de conseguir que prenda,
no sucede nada, ¿cierto? Todos lo sabemos.
Para hacer fuego, se debe empezar con piezas pequeñas
de madera, y luego se aumenta el tamaño,
hasta que eventualmente se puede agregar el tronco.
Cuando se añade el tronco al fuego, por supuesto,
se quema, pero arde lentamente.
Bien. Los paneles masivos de madera, esos nuevos productos
que estamos utilizando, son como troncos.
Es difícil prenderles fuego. Y cuando lo hacen,
se queman de manera fácilmente predecible.
Se puede utilizar lo que se sabe del fuego para predecir
y hacer esos edificios tan seguros como
los de concreto y acero.
El próximo gran tema es la deforestación.
El 18 % de las contribuciones
a las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el mundo
son resultado de deforestación.
La última cosa que queremos hacer es cortar árboles.
O, lo último que queremos hacer es cortar los árboles equivocados.
Existen modelos de silvicultura sostenible
que nos permite cortar árboles correctamente.
Esos son los únicos árboles apropiados
para esto.
Realmente creo que estas ideas
van a cambiar la economía de la deforestación.
En los países con problemas de deforestación,
tenemos que encontrar una forma de brindar
un mejor valor para el bosque
impulsar a la gente a hacer negocio
con ciclos de crecimiento rápido,
de árboles de 10, 12 y 15 años de los que se hacen esos productos
y nos permiten construir a esa escala.
Lo hemos calculado para un edificio de 20 pisos:
cultivaríamos suficiente madera en EE.UU. cada 13 minutos.
Eso es cuánto tarda.
La historia del carbono aquí es realmente buena.
Para construir un edificio de 20 pisos de cemento y concreto,
el resultado es que en el proceso de fabricación
del cemento se producen 1.200 toneladas de dióxido de carbono.
Si lo hacemos en madera, con esta solución,
capturamos unas 3.100 toneladas,
o sea, una diferencia neta de 4.300 toneladas.
El equivalente a sacar cerca de 900 coches
fuera de los caminos, en un año.
Recuerden los tres mil millones de personas
que necesitan nuevos hogares.
Tal vez esta sea una contribución a la reducción.
Estamos en el comienzo de una revolución, espero,
por la forma como construimos. Es que se trata de la primera innovación
para construir rascacielos, probablemente en 100 años o más.
El reto es cambiar las percepciones de la sociedad
sobre las posibilidades; un gran desafío.
Los diseños son, a decir verdad, la parte más fácil de esto.
Esta la forma como lo describo.
El primer rascacielos, técnicamente,
--la definición de rascacielos era de 10 pisos de altura, créanlo o no--
fue este, en Chicago
La gente se aterraba de pasar bajo ese edificio.
Solo cuatro años después de que se construyó,
Gustave Eiffel hizo la Torre Eiffel.
Cuando la construyó,
cambió los perfiles de las ciudades de todo el mundo.
y al hacerlo se generó una competencia
entre lugares como Nueva York y Chicago,
donde se comenzaron a construir edificios cada vez mayores
elevando esos perfiles cada vez más alto
con mejor y mejor ingeniería.
Construimos este modelo en Nueva York, en realidad,
como un modelo teórico en el campus
de una universidad técnica que vendrá pronto.
La razón por la que elegimos este sitio,
fue para mostrar cómo se pueden ver estos edificios,
porque el exterior puede cambiar.
Es simplemente la estructura de lo que estamos hablando.
La escogimos por tratarse de una universidad técnica,
y yo creo que la madera es el material
más avanzado tecnológicamente con el que podemos construir.
Resulta que la madre naturaleza tiene la patente,
y confieso que no nos sentimos muy cómodos con ello.
Pero así es la cosa,
con las huellas de la naturaleza en el entorno construido.
Estoy buscando la oportunidad
de crear un momento de Torre Eiffel, como lo llamamos.
Las construcciones están empezando a levantarse por todo el mundo.
Hay un edificio en Londres de 9 pisos,
otro nuevo recien terminado en Australia
que creo que es de 10 u 11.
Estamos empezando a presionar hacia arriba la altura de estos edificios de madera.
Esperamos, yo espero,
que mi ciudad natal de Vancouver realmente pueda anunciar
el edificio más alto del mundo, de alrededor de 20 pisos
en un futuro no muy lejano.
Ese momento de Torre Eiffel romperá el límite,
estos límites arbitrarios de altura,
y permitirá que los edificios de madera se unan a la competencia.
Creo que la carrera ya comenzó.
Gracias.
(Aplausos)