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Pocos años después del Descubrimiento de América se inicia el tráfico de esclavos con el nuevo mundo.
Durante más de tres siglos, los buques negreros no cesaron de realizar sus siniestras singladuras
cargados con su vil mercancía humana.
Millones de personas fueron capturadas en Africa y vendidas en América.
A finales del siglo XVIII, sólo en Haití, había una población de 2.900.000 esclavos africanos.
A partir de 1697 Haití pasa a ser una posesión francesa
y pronto se convierte en la primera productora de azúcar de América
y también en uno de los lugares con más esclavos del mundo.
Hoy podemos encontrar algunas de las antiguas haciendas azucareras convertidas en museos.
Enormes alambiques para destilar el ron, prensas donde se extraía el jugo de la caña
y depósitos elevados donde se guardaba el fruto del trabajo que realizaban los esclavos a golpe de látigo.
Las condiciones de vida de los africanos cautivos en estos patios eran atroces.
Después de sufrir las penalidades de un viaje donde morían habitualmente el 20%,
llegaban a las subastas extenuados y enfermos.
Las familias eran separadas y sus miembros vendidos a diferentes colonos.
Padres e hijos nunca volvían a encontrarse.
Los capataces aplicaban duros castigos a los que no se empleaban a fondo en su trabajo
y los cazadores de esclavos huidos sometían a sus presas a tormentos ejemplares
que llegaban a ocasionarles la muerte.
Muchos sucumbían víctimas de las heridas que les producían los pesados grilletes,
o deshidratados al sol encadenados a estas siniestras cruces.
Cabo haitiano era el punto donde los negreros solían desembarcar su mercancía de ébano,
como llamaban a la carga maloliente de esclavos moribundos que superaban el viaje.
Hoy es una de las ciudades coloniales más bellas de Haití.
Sus casas nos hablan del pasado opulento de los colonos franceses que dirigían las plantaciones de caña.
La población negra de la colonia a finales del XVIII llegó a ser de unos tres millones
y las dificultades para controlarla eran cada día mayores.
Los negros que se fugaban, los llamados marrones,
se escondían en las montañas y se organizaban en grupos rebeldes muy numerosos.
Los rumores sobre la Revolución Francesa dieron nuevas fuerzas a los insurrectos.
Boukman, el líder de los marrones, organizó una gran ceremonia secreta en BOIS CAIMAN.
Aquella noche del 14 de agosto de 1791, se sacrifico un cerdo *** y todos bebieron su sangre.
La revolución de los esclavos había comenzado.
La consigna era clara: cortar cabezas, quemar casas y arrasar plantaciones.
En pocos días murieron más de mil blancos.
Los aterrorizados colonos dieron pie a la leyenda de que los negros pactaron con el diablo
la noche de BOIS CAIMAN.
Muchos esclavos fueron apresados y ejecutados.
El marrón Makandal fue quemado vivo convirtiéndose en el mártir legendario
que todavía hoy es invocado en las ceremonias de vudú.
Toussaint Louverture se erigió en líder de los negros y puso en pié una rebelión que duró diez años,
hasta que el día 1 de enero de 1804
Haití proclamó su independencia convirtiéndose en la primera república negra del Nuevo Mundo.
Dos años después, el general Henry Christophe se proclamó rey
y construyó la Citadell en el norte, mientras que el mulato Petion se hizo con el sur.
la construcción de esta colosal fortaleza para defenderse de los franceses que nunca volvieron, duró 14 años.
Cada piedra tenía que transportarse a mano hasta 980 metros de altitud.
20.000 personas murieron en su construcción.
Cuenta la leyenda que Christophe mandaba empalar en los enormes muros de la ciudadela
a aquellos que se negaban a trabajar.
Podía albergar a 10.000 personas y por su situación geográfica era prácticamente inexpugnable.
El rey Christophe acumuló un arsenal de más de 250.000 balas para los diversos tipos de cañones
que instaló en sus cientos de troneras.
La Citadell, la mayor fortaleza del Caribe, quedó anclada en las montañas
como testimonio de la lucha del pueblo haitiano por su independencia.
El paisaje del norte choca con la idea de aridez que se puede tener de Haití.
En esta región donde el rey Cristophe parece seguir reinando,
los bosques son frondosos y llenos de vida.