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Ailyn tenía 13 años cuando comenzó a trabajar
para su profesor como trabajadora doméstica
a cambio de una formación que no podía costearse.
"JCasi siempre me levanto a las 3 de la mañana,
hago tres lavadas de ropa,
y me acuesto tarde por la noche.
No puedo hacer mis deberes
porque mi empleador apaga las luces por la noche."
Los trabajadores domésticos como Ailyn,
se han esforzado por que se reconozca su trabajo,
excluidos en la legislación que debería protegerles
frente a condiciones laborales difíciles...
"La situación en casa es difícil para mí,
no me alimento bien
porque los empleadores esconden el arroz
y por la mañana no puedo sentarme con ellos en la mesa.
También cuido de su hijo,
lo llevo al colegio, lo baño,
hago todo lo que me piden…"
En agosto, el Senado Nacional de las Islas Filipinas
ratificó el Convenio 189 de la OIT sobre los Trabajadores Domésticos.
En la actualidad, esos trabajadores
están jurídicamente protegidos en materia de salario
y seguridad social, y frente a posibles casos de abuso, acoso o violencia.
"Los trabajadores domésticos deberían gozar de protección jurídica,
no sólo en las Islas Filipinas, sino en todo el mundo."
La ratificación de Filipinas hará
que el Convenio entre en vigor a nivel internacional este año,
y que los trabajadores domésticos tengan
la misma protección que otros trabajadores.
"spero que ya no se cometan más abusos contra los trabajadores domésticos,
y que los dejen descansar,
porque también son humanos."