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La verdadera felicidad viene cuando te das a los demás.
Tienes más libertad para hacer mucho más de que lo que
muchas mujeres piensan.
muchas mujeres piensan.
Ahora estoy estudiando Administración Hotelera con la especialidad de planificación de eventos.
Decidí hacer hostelería
porque desde muy joven
me di cuenta de que lo que me gustaba era entretener a la gente
y yo era buena en eso,
ya que al final,
vivir es servir a los que están a mi alrededor
en vez de de a mí misma. Hay que hacer lo que te gusta,
y si es eso es hacer feliz a la gente, entonces ya está.
Lo que más me entusiasma de ser
ama de casa, es el hecho
de ser capaz de hacer feliz a la gente.
Vemos que existe una unión entre nuestros hijos y de ellos con nosotros,
por lo que hay
una clara armonía
en nuestra vida de familia.
Si todo el mundo es feliz en la familia,
y personalmente creo que quizás se deba
al hecho de que estoy en casa con ellos,
eso también quiere decir que hemos tomado unas decisiones que han funcionado bien.
Me siento totalmente realizada en mi trabajo profesional, tengo un trabajo que me gusta
y también me siento llena cuidando de mis hijos porque los quiero
y quiero que crezcan y se conviertan en hombres y mujeres libres
y esto supone para mí una gran libertad, ser capaz de cuidar de ellos
y no lo veo para nada como una limitación.
Creo que el valor de mi elección, de lo que he elegido,
de alguna manera permanecerá grabado para siempre en su corazón y en el carácter
de cada uno de mis hijos y mis familiares.
Decidí quedarme en casa porque me di cuenta de que la felicidad
de los míos era lo más importante
para mí.
Puedes disfrutar
sirviendo a los demás,
puedes enseñarles
a disfrutar sirviendo a los demás
porque mucha gente
puede no saberlo.
Que gusto es
poder compartir,
darte a los demás.