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Voy a cruzar el río Jordán
Te digo, voy a cruzar el río Jordán
Uno de estos días, aleluya!
Parashat Vaetchanan comienza
en el lado oriental del río Jordán
donde el pueblo de Israel ha acampado
preparándose
para cruzar el río y entrar en la Tierra Prometida.
Moisés todavía está con ellos
y toma la oportunidad para resumir
el viaje y reiterar las leyes
de la Torá. Todo el libro
de Deuteronomio
es el discurso final de Moisés.
D-os le ha dicho a Moisés
que él no cruzará el Jordán
con el resto de la gente.
Con la tierra tan cerca,
Moisés intenta convencer a D-os que revierta
su sentencia de muerte en el exilio.
Hay algo trágicamente humano
sobre el intento de Moisés de convencer a D-os
de posponer su muerte.
Como todos, él primero niega
la realidad de la muerte y luego trata de negociar
con D-os un desenlace diferente.
Pero no es cualquier persona enfrentando sus últimos días.
Este es Moisés, el más grande profeta
con el que D-os habló cara a cara,
que guió a los Israelitas a la libertad,
que bajó
con los Diez Mandamientos del Sinaí.
Por qué Moisés muere
exactamente afuera de la Tierra Prometida?
Según el libro de Números,
el error fatal de Moisés fue extraer agua
de una roca golpeándola dos veces,
cuando D-os le dijo a Moisés que le hablara a la roca.
Según Deuteronomio,
hay que culpar al pueblo por insistir
que Moisés enviara espías a la tierra
y luego por creer en su reporte negativo.
Tal vez Moisés simplemente tiene que morir
porque pertenece a la generación destinada a morir
en el desierto.
Pero hay algo más allá que estas razones.
Los grandes profetas y visionarios
nunca logran entrar
a la Tierra Prometida.
Ellos tienen la visión de la siguiente fase de la Historia,
pero nunca viven para verla.
Los sueños de estos profetas
se tornan realidad a través de "Josués",
sucesores con diferentes habilidades
que pueden convertir los sueños en realidades.
D-os le asegura a Moisés que Josué
guiará al pueblo a través del río Jordán
y lo establecerá en la tierra.
Moisés escala una cima
sobre el valle del Jordán
y mira las montañas en el norte,
los desiertos en el sur,
y al este hasta el mar.
No sólo ve la geografía del país,
pero también toda la historia
del pueblo.
Pero más importante, él ve a las futuras generaciones
interpretando estos cinco libros y se da cuenta
que es a través de ellos
que él logrará la inmortalidad.
Los Hijos de Israel y D-os
están entrelazados en una cadena
de olvidar y recordar.
También hay amor
entre los Hijos de Israel y D-os.
D-os salvó al pueblo de la opresión,
los alimentó en el desierto
y pronto los llevará a una tierra
donde fluye leche y miel.
A cambio, se les pide que amen a D-os
con todo su corazón, con toda su alma,
y con toda su fuerza.
Las palabras de D-os están siempre con ellos:
en el hogar y en el camino,
acostados o de pie,
en sus brazos y en sus frentes,
en las jambas de sus casas,
y en sus portales.
Oye, Israel, Adonai es nuestro D-os,
Adonai es Uno.
Productora: Sarah Lefton
Director de Animación: Nick Fox-Gieg
Animación: Colleen MacIsaac
Director de Edición: Matthue Roth
Tema Musical: Tim Cosgrove
Escrito y narrado por Rachel Havrelock
Beatbox y armónica por Yuri Lane
Grabación de Sonido: Hyim