Tip:
Highlight text to annotate it
X
Mientras tanto, en el sótano de Can Barça
—Pep, no paran de llegarte ofertas. —¿Más?
¡Pesados! ¿Cuántas veces tengo que decir que quiero hacer un año sabático?
—Mira, una del Milan. —¿Y volverme a encontrar con Zlatan? ¡Paso!
—No, quizá se va al Madrid. Además, allí podrías hacer de entrenador-jugador, por edad no desentonarías.
—Que no, Tito, que no me interesa.
—Mira, esta es de un multimillonario ruso.
¿Has visto la cantidad de ceros que hay aquí?
—En Rusia hace demasiado frío.
—¿Y presidente del Fondo Monetario Internacional?
—Con la crisis, es un marrón.
—¡Ostras! Pep, mira esto.
—Interesante...
Unas semanas más tarde
—¡Habemus papam!
—En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Y ahora, decid conmigo: ¡Ziga!
¡Zaga!
¡Ziga-zaga!
Bien, pues ya nos iremos viendo por aquí. Amén.
—Enhorabuena, Santidad. —Gracias, muchas gracias.
Escucha, una cosita: eso de que la fumata sea blanca...
—¿Y de qué color la quiere? —Pues mire, azulgrana no estaría mal.
—Con un poco de suerte no la utilizaremos en mucho tiempo. Su Santidad es joven, estará con nosotros muchos años.
—¿Qué? No, yo me estoy un año y después ya pensaré si renuevo o no.
—¿Cómo? —Es que yo lo tengo que sentir, ¿sabe?
Ah, y hablando de sentir, tengo hambre.
¿No tendríais unos "pets de monja"? (Literalmente: pedos de monja. Galletas típicas de Cataluña)