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Kubinka está en la lista de lugares que hay que visitar de todo aficionado a los vehículos blindados que se precie por la gran variedad de piezas únicas y raras que expone.
Estamos aquí para ver alguna de estas joyas. Empezaremos por el Object 704.
Este antitanque partió originalmente de una conversión del chasis del IS-3.
El vehículo estaba diseñado para ser el colofón de la serie ISU-152, haciendo hincapié en la protección.
En comparación con su predecesor, veréis que es un poco más bajo y ancho,
la parte delantera presenta una gran inclinación de unos 32 cm de grosor.
Como es habitual, primero vamos a echar un vistazo a las características exteriores del vehículo
y luego lo examinaremos por dentro.
Al ser un arma de asalto muy sencilla, el exterior resulta bastante simple, no nos llevará mucho.
En la parte delantera, tenemos la luz de servicio, para conducir.
Encima, a la derecha, hay una pequeña luz indicadora para movimientos tácticos, y en la horquilla negra redonda, hacia la parte inferior, hay un claxon.
Notaréis que el mantelete tiene un orificio muy grande; es para poder ver con las ópticas.
Se podría considerar un punto débil, pero no es muy grande comparado con el tamaño del vehículo.
Dado que la parte delantera del blindado es tan lisa, los diseñadores tuvieron la deferencia de poner algo para agarrarse y subir.
El órgano de rodadura es IS-3 en estado puro.
Seis pares de ruedas por lado, suspensión de barra de torsión y tres grupos de rodillos por lado.
Las orugas: el típico pasador ancho diseñado para ofrecer una gran flotación sobre terreno blando, que abundaba por la zona.
Las ruedas van sobre un sistema de suspensión con barra de torsión.
Como es habitual en las barras de torsión, notaréis que están un poco descentradas.
Al mirar horizontalmente, se ve que las de la derecha están algo más adelantadas que las de la izquierda.
Rueda guía para ajustar la tensión de las orugas, como es normal. Aquí hay una pequeña tuerca hexagonal.
Básicamente, se coge la llave más grande que hayáis visto, se coloca y se hace palanca arriba o abajo
para mover la rueda guía hacia delante o hacia atrás, tensando o aflojando.
Las orugas. Pasador único.
Que yo haya contado, en este vehículo hay unos cuatro tipos distintos de eslabones.
Unos son cortos y otros, largos.
Algunos tienen agujeros para enganchar zapatas adicionales —para cuando el terreno era resbaladizo—, otros parecen ser macizos, también los hay soldados.
No tiene ni pies ni cabeza, pero como excusa pusieron que era un prototipo y usaron lo que tenían a mano.
En la parte trasera, hay claramente bastante espacio entre el chasis y el eslabón para las zapatas que se añadían a ambos lados, por lo que ahí no había problemas.
Los pasadores se sujetan en su sitio mediante una sencilla arandela o abrazadera, nada sofisticado, pero funciona.
Y lo último que añadiré desde aquí abajo es que esto es una plancha de metal delgada, ni más ni menos.
Como en el IS-3, la chapa del blindaje principal está muy inclinada hacia dentro y confluye con el lado inferior vertical del chasis.
Nada relevante sobre el piñón de las cadenas, lo único destacable es la rasqueta para quitar el barro.
Pasemos a la parte superior del chasis. Os fijaréis en que el vehículo no es mucho más alto que yo.
Aquí se les ocurrió poner el número 704 en el lateral, por si no nos dábamos cuenta de que este es el único 704 que existe.
Depósitos de combustible externos que, como siempre, no iban conectados directamente al sistema de combustible,
por lo que había que bombear o trasvasar el combustible del depósito a su compartimento.
Obviamente, se pueden quitar fácilmente, pues la idea era no llevar estas cosas en pleno combate.
Justo detrás, uno de los dos tubos de escape; hay uno parecido en el otro lado.
Ahora vamos a acercarnos más a la parte trasera.
La zona posterior del vehículo no nos depara grandes sorpresas; hay luces indicadoras en los extremos, dos puertos de acceso para la transmisión,
que hay que abrir desatornillándolos y luego tirando hacia abajo. Es un poco incómodo y ahora no podemos hacerlo.
Debajo de la parte trasera del chasis, tenemos los dos ganchos y enganches para los eslabones de repuesto.
Eso es todo en cuanto al chasis. Ahora subamos y echemos un vistazo al techo y a la plataforma.
Esto ha sido fácil.
La plataforma del motor, francamente, carece de interés alguno.
Lo único reseñable son los dos orificios para repostar combustible, uno a cada lado.
El aceite tiene su propio orificio. En el centro está el del refrigerante.
Aparte de eso, todo está atornillado y pesa mucho.
Me pregunto cómo se supone que se realizarían las labores de mantenimiento de una manera razonable sin llevarlo a un taller o sin disponer al menos de una grúa.
Lo único que se puede levantar, de hecho, es la cubierta central del compartimento del motor, y creedme, no es nada ligera.
Más adelante tenemos la ametralladora de 12,7 mm del cargador, la famosa DShK.
He de decir que está muy compensada en este equilibrador.
Casi no cuesta esfuerzo levantarla.
Para apuntar con ella, dispone de una sencilla mira de hoja, aunque debajo hay una óptica.
Está sobre una fijación circular, que gira, casi literalmente, sobre un anillo; no se trata de una fijación de patín.
La propia fijación circular pivota, de modo que puede oscilar encima de la escotilla del cargador al abrirla. Luego, la ametralladora puede girar sobre el pivote y,
combinando uno, dos, tres ejes, el artillero tiene tiro a casi cualquier lado.
Al subir al techo de la superestructura, podemos ver que los diseñadores tuvieron un detalle.
Pusieron una escotilla para cada tripulante.
Empezando por la parte trasera izquierda,
tenemos la del cargador, el conductor, el artillero, la del comandante (parte delantera derecha) y la del ayudante del cargador, aquí a la derecha, detrás de mí.
La mayoría de escotillas también cuentan con un periscopio giratorio.