Tip:
Highlight text to annotate it
X
EION SOUND SYSTEM.
UNA PRODUCCIÓN DE DAIICHI EIGA.
LAS HERMANAS DE GION
Guión de KENJI MIZOGUCHI y YOSHIKATA YODA.
Fotografía de MINORU MIKI. Sonido de HISASHI KASE.
Protagonizada por:
ISUZU YAMADA YOKO UMEMURA
BENKEI SHIGANO YA KAZUKO HISANO
FUMIO OKURA TAIZO FUKAMI
EITARO SHINDO SAKURAKO IWAMA
SOMENOSUKE HAYASHIYA REIKO AOI
SHIZUKO TAKIZAWA KOZO TACHIBANA, MOTOKO MIMASU
Escrita y Dirigida por KENJI MIZOGUCHI.
¿Cuánto dan por esto?
¡Una caja de té de sándalo rojo!
¿He oído 500? Vendido por 500.
¿Cuánto por este vaso de plata?
Una mesa de madera de Paulownia.
Es triste, la verdad es que se me hace duro...
...ver como tiene que subastar...
...todos sus muebles.
No tenemos elección.
Nuestra suerte cambiará. Estoy seguro.
Sadakichi, llevas con nosotros desde que mi padre aún vivía.
Lo siento mucho, no quería que las cosas acabarán así.
No, yo soy el único que lo siente.
He estado con ustedes mucho tiempo, pero no pude evitar esto.
Algún día volveremos a trabajar juntos.
Hasta entonces, vete a trabajar para Kagiyoshi.
Su tienda va muy bien.
Muchas gracias por preocuparse por mi bienestar.
Señora...
¿Usted y el Señor Furusawa se irán al campo mañana?
Eso parece.
¿Quiere que le ayude a hacer las maletas?
Gracias, pero no hace falta.
No llevo mucho equipaje.
La primera vez que vine aquí...
...nunca imaginé que todos los muebles que traje acabarían siendo subastados.
Cuando me fui de mi pueblo, lo hice con mucho dinero y futuro.
¿Con que cara...
...voy a volver yo ahora?
¿Cuántas veces he de decírtelo?
¡No quiero que digas eso!
No permitiré que nos arruinemos del todo.
Nuestros hijos...
...tendrán que vivir en pobreza.
Eso es lo que más me entristece.
Primero te quejas, y luego dices que es por tus hijos.
¿Por que no te quejas a las personas de ahí fuera?
Pídeles que no se lleven los muebles...
...pero que nos regalen el dinero.
Es muy fácil quejarse.
¿A dónde vas?
A donde me plazca. No puedo soportar que me vigiles siempre.
- No quiero que vengas conmigo. - ¡Espera!
¡Maestro!
Té y flores.
Compren té y flores.
- Buenos días. - Oh, bienvenido.
¿Cómo va su tienda?
Mal.
Estoy en bancarrota.
¿Quiere que venda alguna cosa mía para ayudarle?
Ni se te ocurra hacer tal cosa.
No te preocupes por mí.
Usted ha sido tan bueno conmigo...
Debería devolverle el favor en estos momentos difíciles para usted.
Llévese cualquier cosa de aquí que crea que le pueda ayudar.
No te preocupes.
Estoy cansado de todo.
Buenos días, Omocha.
Bienvenido.
Voy a mudarme aquí. Espero que no te importe.
¿Es cierto eso?
Haré todos los recados. Estoy a vuestro servicio.
Pare de bromear.
Su ropa está muy sudada.
Se la lavaré. Se secará rápido.
Debería ir a los baños y olvidarse de todas sus preocupaciones.
Creo que lo haré.
Parece un anciano sucio, sudando así.
- Vaya ahora. - Muy bien.
Mi fortuna ha caído con el paso de los años...
...como la hoja de un árbol cae en otoño.
Qué triste.
Dese prisa.
No le quiero aquí.
No quiero que dejes al Sr. Furusawa que se quede.
¿Cómo puedes decir eso?
No podemos abandonarle en estos momentos.
¿Por qué? ¿Por lo de su tienda?
Eso no tiene que ver con nosotras.
No digas eso.
Tenemos la obligación de ayudarle.
Nosotras no podemos ayudarle con dinero...
...lo menos que podemos hacer es dejar que se quede.
¿Por qué tenemos que hacerlo?
Si apenas podemos cuidar de nosotras mismas.
Ya es otoño,
y sólo tenemos un kimono cada una.
Debemos meses de alquiler.
Y que conste que no estoy diciendo esto...
...porque que él se quedará nos significaría un gasto más.
Lo digo porque la imagen que tienes de los hombres es totalmente equivocada.
"La obligación de ayudarle" ¿Estás bromeando?
¿Qué obligación?
La razón por la que quieres ayudarle es porque él te ayudó en el pasado.
Pero tu imagen de los hombres es equivocada.
Tú creciste trabajando en el distrito del placer.
Por eso tienes esa imagen de los hombres.
Pero yo no estuve aquí antes de convertirme en geisha.
Y tengo ciertas cosas muy claras.
Escucha:
Los hombres vienen aquí y pagan...
...para hacer de nosotras simples juguetes.
¿Crees que éste es una excepción?
No hace falta que me digas eso, no soy tan tonta.
Entonces no actúes como tal.
Así es como son los hombres.
Lo que tenemos que hacer es encontrar un patrón rico.
Pero no tenemos.
Y aún así quieres dejar a ese vagabundo vivir aquí.
¿Que hizo por ti que te sientes tan obligada a ayudarle?
Me ayudó a convertirme en una geisha respetada.
Así que es por eso.
En cualquier caso,
el único propósito de una geisha es servir a los hombres.
Nos pagan por ser sus juguetes.
Nos compran y venden como si fuéramos objetos, ¿todo eso quién?
¡Los hombres!
Los hombres son nuestros enemigos.
¡Les desprecio por lo que nos hacen!
Deberíamos hacerles sufrir siempre.
Eso es lo que siempre intento hacer.
Usan palabras como obligación o deber, para confundirnos.
Y tú cedes ante lo que quieren.
Hermana, escúchame:
Deberías romper con él.
Hazlo cuando vuelva, y échalo de aquí.
No podemos ir por el mundo haciendo lo que dices.
Tal vez podamos tratar así a los hombres...
...que sólo vienen a divertirse,
pero no a los que nos han ayudado.
Todos tienen su propia opinión.
Omocha, entiéndelo.
¿Qué diría la gente si hiciera las cosas a tu manera?
Lo más seguro es que hablarían mal de mí.
¿Así que vas a cuidar del Sr. Furusawa...
...sólo para que la gente no hable mal de ti?
¿Es que alguna vez han hablado bien de nosotras?
¿Por qué deberíamos de preocuparnos por lo que piense la gente?
Si quieres seguir viviendo de esa manera,
siempre te sentirás como si te controlaran los demás.
Fíjate en las otras geishas de tu edad.
- No les importa lo que digan los demás. - Buenos días, Omocha.
¿Aquí, rezando?
Omocha, tengo buenas noticias para ti.
¿De qué se trata?
Hay un hombre que está loco por ti.
¿Quién es?
El Sr. Kimura. Me visitó esta mañana.
Es el que trabaja en la fábrica de kimonos.
¿Ese?, que decepción.
No digas eso. Dile que sí.
- No seas tonta. - Adiós.
Buenos días, señora.
Buenos días, quería verte.
¿Quería algo?
Hay un banquete de gente rica el próximo mes,
y quería que tu hermana estuviera allí.
¿En serio?
Sí.
Pero respóndeme a una cosa.
Tu hermana es una estupenda geisha,
¿Pero tiene un kimono apropiado?
Es un banquete de alta clase.
Así que sería bastante embarazoso que no fuera con un buen kimono.
Dañaría mi reputación.
¿Qué reputación?
Siempre está sacando hasta el último céntimo de nosotras, nunca nos deja descansar.
Que mentirosa.
Por favor, déjela participar.
Lo haré, si tiene un kimono decente.
Arreglaremos eso.
Si mi hermana no encuentra pronto un patrón...
...no quiero ni pensar que será de ella.
Estoy de acuerdo.
Señora, escuche esto.
Realmente me ha puesto furiosa.
- ¿Conoce al Sr. Furusawa? - ¿El de la tienda que se arruinó?
Si. Vino esta mañana y nos pidió quedarse en nuestra casa.
Perdón por haberle hecho cuidar de la casa.
Ha debido sentirse solo, como en una cárcel.
Pues; llega tarde, carcelera.
Lo siento.
- Estoy muerta de sed. - ¿Un poco de té?
Gracias. Me he comprado un kimono.
¿Cree que me quedará bien?
Por supuesto.
Parecerás una estrella del Kabuki con él.
No se burle de mí.
Lo digo en serio.
Le he traído anguilas, sé que son sus favoritas.
¡Que buena pinta!
- Deliciosas. - ¿En serio?
Voy a ir poniendo la mesa. Vuelvo en un momento.
Muy bien.
¡Buenos días!
Gracias por venir.
- Su dinero. - Gracias.
Lo siento mucho, pero, ¿puedo pagarle la próxima vez?
El jefe es muy estricto.
Por favor, que no vuelva a ocurrir.
¡Que fastidio!
- Buenos días. - Oh, hola.
Encantado de verla de nuevo.
¿Qué tal los negocios, Sr. Kimura?
No van mal, señora.
Tiene usted un brillante futuro.
- Ojala sea así. - ¿Sr. Kimura?
Hola, Omocha.
Es usted terrible.
¿Qué he hecho?
Ha estado hablando con Umeryu sobre mí, ¿cierto?
¿Quién te ha dicho eso?
- ¿Es cierto?. - Sí, lo siento.
Entre ustedes hay algo, ¿no?
Por supuesto que no.
- Sólo pido que no hagan nada aquí. - ¡Qué cosas dice, señora!
Hablo en serio.
- Sr. Kimura. - ¿Sí?
Necesito un kimono nuevo para dentro de un mes.
¿Tiene algo bonito que pueda darme?
- ¿Para el otoño? - Sí.
Si, muchos...
...desde que estoy la calle Hanamikoji.
Déjeme verlos. Me llevaré uno.
Pero, son muy caros.
Así que no puedo darte ninguno.
Y no creo que puedas permitírtelos.
Así que un Rayon podría ser una mejor opción.
Pero nosotros no los fabricamos, así que tendrás que ir a otro sitio.
¿Por qué está tan frío conmigo?
Usted mintió cuando le dijo a Umeryu que le gusto, ¿verdad?
No, es cierto.
No le creo.
Sería muy feliz si realmente fuera así.
Sr. Kimura...
Mi hermana necesita un kimono especial para una fiesta de la alta sociedad.
¿Podría usted darle uno?
Eso es pedir demasiado.
Escuche, Sr. Kimura,
hágalo por mi.
No le pidas eso a un hombre pobre como yo.
Pídeselo a tu patrón.
Idiota. si tuviera patrón, no habría acudido a usted.
Porque le pediría montones de ropa.
Entonces búscate un patrón rico.
¡Quiere que me busque un hombre! Entonces mintió a Umeryu de verdad.
¡Qué tonta he sido!
No me puedo creer que creyera sus palabras.
Pues si eso es lo que de verdad piensa,
me conseguiré un patrón.
De todas formas lo prefería.
Sólo estaba bromeando. Dime que quieres.
No se moleste. Ya no quiero nada.
Si de verdad te gusto,
veré que puedo hacer con lo del kimono.
Realmente es usted listo.
Sabe lo que una mujer quiere sólo por la manera en que actúa.
No puedo hacer nada a menos que aclaremos lo nuestro.
De verdad que no.
Es usted desesperante.
¡Qué bonita!
Quiero esta.
Esa cuesta 53 yenes.
Es la mejor que tengo aquí.
- Son 53 yenes. - Ya le he oído la primera vez.
He estado mirándote.
Hoy estás radiante, No te reconocía.
Usted y sus bromas.
Escucha, ayer fui a casa del Sr. Furusawa...
...por lo de la subasta
Pero me dijeron que no estaba en casa.
¿Es por eso por lo que hoy estás tan radiante? ¿Él está en tu casa?
Puede ser.
Sólo con mirar a una persona...
...ya sé lo que está pasando.
Nadie puede engañarme.
- Vale, tiene usted razón. - ¿De verdad?
- ¡Ah! Se ha puesto celoso. - ¡Qué dices!.
¿Dónde está la casa de Shimbei Furusawa?
Por favor, tenga cuidado.
¡Oh!
¿Quién está ahí?
Es el Sr. Jurakudo.
Empezamos a hablar de usted e insistió en que quería verle.
Me alegro de que vinieras.
Hacía tiempo que no nos veíamos, Jurakudo.
¡Furusawa!
Tenía que verte.
Ha bebido demasiado.
Es terrible lo que ha sucedido.
Fui a la subasta, ayer.
Te lo juro, se me saltaron las lágrimas.
Se llevaron todo...
Todo lo que te había vendido.
Nunca imaginé que algo así pasaría.
Yo lloré y lloré.
No me creía lo que veía.
¿Sabes cómo me sentí?
¿Lo sabes?
Está totalmente borracho, ¿no?
¿Borracho?
¿Eso piensas?
¿Crees lo que digo no es verdad?
- No, era broma. - ¿De verdad?
En serio. Muchas gracias por tu apoyo.
Qué hombre tan divertido.
¿Quién eres?
¡Qué preciosidad!
- Cuidado. - Se ha hecho daño.
- Tenga más cuidado. - ¿Quién eres?
Esta es mi hermana pequeña. Por favor, sea bueno con ella.
¿Tu hermana?
No sabía que tenías una hermana tan guapa.
Venga, ven a beber.
Sírveme tú la bebida, guapa.
¡No, tú no!
Si me lo sirves tú, el sake perderá su sabor.
Como quieras, casanova.
¿Puedes hacerme un favor, Jurakudo?
¿Qué tipo de favor?
- Necesito que me prestes algo de dinero. - ¿Cuánto necesitas?
Con 30 yenes me vale.
Eso es mucho. Te daré 20.
Vamos, no seas tacaño.
Cómo han cambiado las cosas.
Shimbei Furusawa.
El dueño de una de las mayores tiendas de antigüedades de Kyoto.
Pidiéndole dinero a un viejo como yo.
Que triste es ver a un hombre perder toda su fortuna.
¿Qué estás diciendo?
Tú me vendías muchas cosas de imitación y porcelana barata.
¿Qué acabas de decir?
Repítelo.
¿Estás intentando manchar mi buena reputación?
¿Me estás diciendo que te vendía falsificaciones?
¿Que te vendía antigüedades falsas?
Tranquilo, lo siento.
Fue tan triste.
Fui a la subasta...
...y lloré.
Lo sé.
- Se llevaron todo y... - Lo siento, sólo era una broma.
¿Una broma?
Por supuesto.
- No vendo cosas falsas. - Por supuesto que no.
- ¿De acuerdo? - Sí.
Vale, que quede claro.
Hay mucho dinero aquí.
¿Es suficiente?
Espera un momento.
Cuidado.
El sake le ha debido sentar mal.
- Le llevaré a su casa. - ¿Lo harás?
¿Dónde vive?
- Calle Sanneizaka en Kiyomizu. - Sé donde está.
Sr. Jurakudo.
Taxista, vuelva a la calle Shimokiya, por favor.
¿Se ha despertado?
¿Quién eres?
Realmente estaba borracho antes.
Usted me hizo venir aquí, ¿Recuerda?
¿Lo hice?
¿Quién eres?
Omocha, la hermana de Umekichi.
¿Umekichi tiene una hermana tan guapa?
¿Y que estamos haciendo aquí juntos?
¿Qué recuerda?
Estuvimos en casa de Umekichi...
Sí.
- Ví al Sr. Furusawa, ¿no? - Sí, así es.
Ya veo.
Ciertamente estaba muy bebido.
Esta es la calle Shimokiya, ¿no?
Tenga, beba.
Ya he bebido mucho antes. ¿Qué hora es?
Las 10:00 pasadas.
¿Las 10:00 pasadas? Tengo que irme a casa.
Espere sólo un momento.
- Quiero hablar con usted. - ¿Sobre qué?
Mi hermana quiere hablar con usted sobre algo.
Si es por dinero, la respuesta es no.
Sr. Jurakudo, ¿qué piensa usted de mi hermana?
¿Qué pienso de ella? No hagas esas preguntas.
- ¿No le gusta? - ¿Qué estás diciendo?
Oh, bueno... olvídelo entonces.
Espera.
¿A qué venía eso?
Ella no para de hablar sobre usted.
No intentes halagarme.
Ella dice que usted es un gran hombre...
...y que sólo una mujer afortunada podría tenerle de patrón.
- ¿Eso es cierto? - ¿Por qué iba a mentirle?
Vamos a beber.
Eso podría estar bien.
Pero el Sr. Furusawa es el patrón de su hermana.
Eso era antes.
Él era su patrón, pero ya no hay nada entre ellos.
Lo que pasa es que ella se siente obligada a cuidarle...
...porque le ayudó en el pasado.
Seré totalmente sincera:
Mi hermana le ve como una carga.
Es normal.
¿Quién querría estar con un viejo pobre como él?
- Antes por lo menos era rico... - Sí.
Pero ahora no tiene nada.
Y va ha hacerla sufrir mucho.
Tiene toda la razón.
Perdón por la tardanza. ¿Quieren que les traiga algo?
Tráiganos la mejor comida que tengan.
- Y más sake. - Ahora mismo, señor.
Mi hermana dice que si usted aceptara cuidarla.
Le pondría las cosas difíciles al Sr. Furusawa.
Y le echaría de casa.
Por favor, trate de imaginar lo que significaría para ella.
Pero eso me pondría en una difícil posición.
¿Por qué?
¿Por qué?
Yo solía hacer negocios con él.
Somos amigos.
Pero si rompen, no habría ningún problema.
Yo podría ayudar a que rompieran si me da algo de dinero.
- ¿Si te doy dinero harás que rompan? - Sí.
Él es demasiado pobre, necesita el dinero para ir con su familia al campo.
¿Cuánto necesitas?
Necesitaré bastante.
- ¿Qué tal 100 yenes? - Perfecto.
Esto es por el bien de tu hermana. Dáselo a Furusawa en cuanto le veas.
No es por el bien de mi hermana, es por el de usted.
No tienes pelos en la lengua, ¿verdad?
- Ya he llegado. - Bienvenida.
- Estoy cansada. - ¿Llegó bien a casa? -Sí.
- Muchas gracias. - Estaba muy borracho, no fue fácil.
Lo siento.
¿Tienes hambre? ¿Quieres que encargue fideos?
Gracias, pero ya he cenado.
- Esto es para usted. - Gracias.
Tómeselo con sake.
Me lo tomaré ahora mismo.
Es mi comida favorita.
Deje que le sirva.
Otra.
Otra más.
¡Qué servicio!
- Sr. Furusawa... - ¿Qué ocurre?
Lo que estoy a punto de decir no le va a gustar.
Pero no se enfade, por favor.
¿Qué ocurre?
Creo que podría adivinarlo.
Estoy segura que usted sabe...
...que su estancia aquí es una carga para nosotras.
Sí, lo sé.
Vosotras dos estuvisteis otra vez en números rojos el mes pasado.
Las geishas realmente no ganáis mucho, ¿eh? Lo siento por vosotras.
Y apenas nos quejamos.
Además a la gente le gusta hablar.
Y todo el mundo cotillea sobre nosotras.
Cierto.
Nosotras le hemos acogido con todo nuestro amor.
Pero otra gente no lo ve de esa manera.
Por supuesto, mi hermana no puede decirle la verdad.
Por favor, perdóneme, pero he traído algo de dinero.
Aquí hay 50 yenes.
Puede usarlo para volver al campo, con su familia.
Siento haberos metido en problemas.
Gracias por tomárselo tan bien.
Creo que me iré ahora mismo.
Veo que sus desgracias han hecho que lo entienda muy bien.
Dale recuerdos a Umekichi.
Sí, lo haré.
Cuídese.
Vigile su fortuna.
Y su suerte en el amor.
¡Maestro!
¿Quién es?
¡Si es Sadakichi! ¡Cuánto tiempo!
¿Cómo te han ido los negocios últimamente?
¿Dónde ha estado? Todo el mundo está preocupado.
Su mujer estaba muy enfadada y se volvió al campo sola.
¿Dónde se había metido?
Unas personas me estaban ayudando.
Pero me han echado.
- Entonces vuelva con su mujer. - Olvídalo, esta noche tengo dinero.
Vámonos de copas.
Claro, pero tengo que pasar por casa primero.
Olvida eso. Vamos ahora.
¡Castañas asadas!
He vuelto.
¿Dónde está el Sr. Furusawa?
No está aquí.
- ¿No está aquí? ¿Por qué? - No sé.
De repente se fue, como si tuviera que hacer algo importante.
¿Se fue?
No sé por qué.
No te lo he preguntado.
No sé nada.
¿Qué le parece?
Incluso un experto no notaría la diferencia.
Está bien hecho, ¿eh?
¿Cuánto cuesta?
Bueno, vamos a ver.
Ya que realmente está bien hecho.
Serán 170 yenes.
Buenos días.
Por favor, siéntate.
Esperaré, gracias.
Disculpe, me he equivocado. Son 270 yenes.
¿No podría rebajarme los 100 yenes?
Apenas tendría ganancias.
Quizás lo quiera comprar la próxima vez.
Está bien, me lo llevo.
¿De verdad? Gracias.
Muchas gracias.
Por favor, vuelva pronto.
- Por favor, toma asiento. - Gracias.
¿Cómo ha ido?
Se fue en seguida. Fue más fácil de lo que pensé.
Pero fue bastante vergonzoso.
Pasé bastante vergüenza, la verdad.
Eres una chica atrevida. ¿Cómo está Umekichi?
Muy feliz, y esperando con impaciencia vivir con usted.
- ¿En serio? - Pero una cosa...
Usted no debe mencionar al Sr. Furusawa.
No quiero que se vuelva a acordar de él.
Y nunca le pregunte si le quiere.
Los verdaderos hombres no lo hacen.
Comprendo. No lo haré.
- ¿Podré verla pronto? - Sí, pero recuerde lo que le he dicho.
¿Qué te crees que es esto?
¿Crees que puedes engañarme así? ¡Idiota!
Últimamente me estaba dando la sensación de que actuabas muy raro.
¿Era por esto?
Si quieres engañarme, tendrás que esforzarte un poco más.
¿Pensabas que no nos íbamos a dar cuenta?
Dime: ¿Por qué lo has hecho?
¡Habla!
¿Así qué no me lo vas a decir?
Ya veo que no.
Entonces te lo diré yo:
Alguna geisha te engatusó para que fabricaras un kimono para ella.
¿Qué? ¿Estoy en lo cierto?
Este no es el tipo de regalo que se le hace a una mujer.
Cuando yo era joven, eran las mujeres las que me regalaban cosas.
¿De verdad te gusta esa geisha?
Yo podría ayudarte.
Si ella está dispuesta a casarse contigo...
...yo actuaré como mediador.
Dime quién es,
y veré que puedo hacer.
Omocha.
- Ha ocurrido algo terrible. - ¿Qué?
Estoy en un problema. Mi jefe lo ha averiguado.
¿Y qué te puede pasar?
- Me pueden despedir. - ¿En serio?
Si mi jefe viene por aquí, por favor, defiéndeme.
No, no quiero que me metas en problemas.
No digas eso. Por favor.
Me dijo que nos ayudaría a casarnos, así que no todo es malo.
- Yo, ¿casarme contigo? - Sí.
No me hagas reír.
Por favor, no lo estropees.
- Buenos días. - Bienvenido.
¿Quién es?
Mi nombre es Kudo. Dirijo la fábrica Marubishi.
Encantado de conocerte.
Oh, ¿Usted es el director de la fábrica?
¿Eres Omocha?
Sí. ¿En qué puedo ayudarle?
Me gustaría hablar contigo.
Está bien. Por favor, pase.
Gracias.
- Por favor. - Perdone la intrusión.
Iré directo al grano: Estoy aquí para hablar sobre Kimura.
Me dijo que iba a fabricar un kimono para tu hermana. ¿Eso es cierto?
Oh, ¿eso? Sí, fue hace tiempo.
¿Es qué te da igual?
Vives en el distrito del placer.
Seguramente comprendes que un empleado de la fabrica de kimonos...
...no puede regalar un kimono que cuesta unos 50 yenes.
- ¿Cómo iba a saberlo? - No te hagas la tonta.
Lo sabías y aún así...
¡No lo sabía!
Le pregunté si no le supondría...
...ningún problema hacerlo.
Él me dijo que no me preocupara, que él mismo lo pagaría.
No, le conozco desde que era un niño...
...y sé que no haría tal cosa.
Es un hombre honesto.
¿Está seguro?
¿Intentar seducir a una chica pobre por un kimono...
...es ser honesto?
¿Eso hizo?
En parte es por mi culpa.
Si fuera una geisha popular...
...no tendría que aceptar regalos de ese hombre.
Pero como no tengo patrón...
...se me hace difícil conseguir hasta un simple kimono.
Es por eso que acepté su oferta.
¿Una chica tan preciosa como tú, no es popular?
Es la triste verdad.
Quisiera un patrón que cuidara de mí,
pero no puedo encontrarlo.
¿Nadie quiere ser tu patrón? Todos los hombres deben estar ciegos.
Gracias por adularme. Ojala lo dijera de verdad.
Pues así es.
Está siendo tan agradable hablar con usted que se me ha olvidado ofrecerle té.
No, no te preocupes.
Si encontrara un patrón...
...le amaría con todo mi corazón.
Por favor, venga y beba.
Tome un poco de esto en vez de té. No hay nadie en casa ahora mismo.
Por favor, venga aquí.
No estoy seguro si beber.
- Por favor. - Bueno, si insistes.
¿Así qué tú y tu hermana vivís aquí juntas?
Sí. Trabajamos muy duro, aún así tenemos muchas deudas.
Razón de más para que no te metas en problemas...
...con Kimura.
Le juro que no tenía nada que ver.
Usted debe conocer muchos hombre ricos. Por favor, encuéntreme un patrón.
En realidad no conozco a muchos.
Eso no puede ser verdad.
De todos modos, los hombres jóvenes son poco fiables.
Y no escuchan cuando les quieres hablar en serio.
Los jóvenes no son buenos. Te harían sufrir.
Tiene usted razón.
Un hombre como usted es mucho más listo.
Alguna vez me gustaría contarle una cosa sobre mí.
Me encantaría escucharlo.
¡Estoy tan contenta!
¡De verdad que estoy contenta!
Si alguien como usted cuidara de mí...
...realmente estaría feliz.
Sólo lo dices para hacerme un viejo feliz.
No, lo digo en serio.
He decidido que me gustaría que usted cuidara de mí.
¿Qué me dice? - Pues...
- Quítese esto. - Pero...
¿Tiene prisa?
No, hoy es mi día libre.
Tome, estará más cómodo con esto.
Esto es demasiado bueno para ser verdad.
¡Qué cosas dice!
- ¿Dónde está el jefe? - Aún no ha vuelto.
- ¿En serio? - Sí.
Bienvenido, señor.
- Yasukichi. - ¿Sí, señor?
Ven conmigo.
Bienvenido.
Olvídate de ella.
Puedes encontrar un montón de mujeres como ella.
No es tan difícil encontrar una geisha guapa, ¿no?
Lo siento, señor.
Te perdonaré esta vez,
pero que no se vuelva a repetir.
Recibiré a nuestros clientes en el distrito del placer de ahora en adelante.
¿Está claro?
Mantente alejado de las chicas como esa, ¿eh?
Sólo pienso en tu futuro.
Si me entero de que aún la sigues viendo...
...no te podré perdonar.
Lo siento. Tendré cuidado.
- ¿Queda claro? - Sí. Lo siento mucho.
Esa chica te ha engatusado y te ha vaciado los bolsillos, ¿no?
Tonterías. ¿Por qué tienes que ser tan charlatana?
No he afirmado, sólo he preguntado.
Hermana, mírame.
¿Qué tal estoy?
Si juegas bien tus cartas, podremos vivir siempre así.
Comprando todo lo que queramos, vivir lujosamente. ¿no crees?
Pero nunca vas a conseguir nada actuando como hasta ahora.
Sólo viviendo de tu profesión.
¿Qué te dijo el Sr. Jurakudo?
Que quiere una respuesta hoy.
Buenos días.
Hola.
Sr. Jurakudo.
¿Y bien?
- Todo bien. - ¿De verdad?
Ella está esperándole.
- Entre. - Gracias.
Bienvenido.
Hermana, ya es el momento.
No debes presionarla.
Tenga té.
Gracias.
¿Ya te lo has pensado?
Sí.
Ring, ring, ring Nada queda por hacer, y todo se muere
Ese es el único camino,
El único fin a todo este sufrimiento y penuria
Ring, ring, ring
Creo que se que eso te haría infeliz
Hola, Sr. Furusawa.
¿Qué tal todo?
Como siempre, gracias.
¿No estaba usted con Umekichi?
No, ahora estoy aquí, en casa de mi empleado.
¿De verdad?
Estaba pensando en ir por allí.
¿Quiere que la diga algo de su parte?
¿Va hacia allí?
Mejor no.
En ese caso, me voy ya.
Buenos días.
¿Qué ha pasado? Hacía tiempo que no le veíamos.
Es que mi jefe está haciendo ahora negocios por aquí.
Y me ha dicho que hoy no podía venir por aquí,
por eso he venido.
¡Ah!
¿Qué tal?
Umekichi.
¿Qué os ha pasado a ti y al Sr. Furusawa?
¿Os habéis peleado? Le acabo de ver hace un momento.
¿Qué? ¿El Sr. Furusawa?
¿Dónde le ha visto?
- ¿No sabes dónde está? - No.
- En una tienda de tés en Yasakashita. - ¿Yasakashita?
Sí, en casa de un empleado.
Llevaba un carro de bebé y cantaba Bunraku, como siempre.
Espera.
¿Qué pasa?
Se me hizo triste verle así...
...después de que ha vivido en lo más alto.
Realmente te hace pararte y pensar.
Umekichi, ¿qué pasa?
¿Qué les pasa a todos?
No seas estúpida. ¿Qué te crees que estás haciendo?
Por favor, no me detenga. Y déjeme sola.
No entiendo nada.
¿Qué está bueno aquí?
No entiendo una maldita palabra de este menú.
Míralo tú y pide algo bueno.
- ¿Qué pasa? - He olvidado la cartera.
¿La cartera? Serás descuidado.
¿Omocha?
¿Qué estás haciendo aquí?
¡Idiota!
Después de todo lo que te dije, ¿Aún no lo has entendido?
¡Vete a casa!
¿Y usted, jefe?
Usted me regañó por aquello, pero mírese.
¿Qué hace usted aquí?
¡Cómo te atreves a hablarle así a tu jefe!
Muy bien. Estás despedido.
Te quiero fuera de mi negocio.
Si aún sigues allí cuando vuelva...
...lo lamentarás. ¡Idiota!
Omocha, no me digas que él es tu...
- Sí, mi patrón. - ¿Tu patrón?
Y me lo dices tan tranquila, ¡me has engañado!
Bien por mí. Soy geisha.
Si siempre fuese honesta, estaría fuera del negocio.
A veces tengo que mentir.
¿Qué haces?
Él cree que soy su mujer sólo por lo del kimono.
- Es patético. - Suficiente.
Deberías ser más prudente.
Si me pegaras serías arrestado.
Tiene razón.
Ya lo tengo todo más claro. No olvides este día.
Usted también, jefe. ¿Lo recordará?
¡Para de una vez y vete!
Me iré.
Pero recuerda, Omocha: También tengo sentimientos.
Oh, no te preocupes. No lo olvidaré.
¡Fuera de aquí!
¿Cómo puede ser tan estúpido?
Oh, la cartera.
¿Por qué se fue tan de repente?
No sabe como me sentí.
No digas eso.
En realidad no soy tan malo.
Me dijeron que no querías verme más, así que me fui.
¿Quién dijo tal cosa?
Omocha.
¿Omocha?
¿Le dijo que se fuera?
A mí me dijo que usted se fue sin motivo aparente.
¿Por qué hizo una cosa así?
Pero aunque lo hiciera.
¿Por qué se fue sin decir una palabra?
Pensaba que no me querías.
¿Sabe cuánto sufrí?
Estoy cansado de oírte decir eso.
¿De verdad Omocha me odia tanto?
¿Vendrás aquí a vivir conmigo?
Pues si no le importa, sí.
No quiero vivir con una hermana que haga tales cosas.
Podríamos vivir perfectamente aquí.
Sólo nosotros dos.
Eso me gustaría mucho.
Pero debe prometerme algo.
Que no volverá a dejarme sin decir una palabra.
Por supuesto. No volverá a pasar.
Está bien.
Disculpe. ¿Puedo usar su teléfono?
¿Perdón?
- Que si puedo usar su teléfono. - Está bien.
¿Kimura?
¿Qué?
No digas estupideces.
No digo estupideces.
Es verdad.
Gracias por todo.
¿Cómo dices?
¿Hablas en serio?
Sí, así es.
Vi a su marido en un lugar bastante agradable en Gion.
Por eso me ha despedido.
¿En Gion? ¿De qué lugar tan agradable hablas?
Hablo de la casa de Omocha, la geisha que me engañó.
Me enteré que su marido es el patrón de ésta.
Por eso no puedo volver a pisar la fábrica.
Adiós, Señora.
Y déle recuerdos a su marido de mi parte.
Bienvenido.
Escucha, ¿Yasukichi Kimura ha vuelto por aquí?
No, todavía no ha vuelto.
Bien.
Bienvenido.
He vuelto.
Bienvenido, señor.
Omasa, te traigo comida de Gion.
He estado muy ocupado. No he parado, una cosa tras otra.
Todo el rato ocupado.
¿Qué te pasa?
¿Te encuentras mal?
- Ni se te ocurra acercarte. - ¿Por qué?
¡Otake!
- ¿Está el baño listo? - En un momento, señora.
Esto no es comestible. Dáselo al perro.
Pero, ¿qué te crees que estás haciendo?
Para de actuar así. ¡Pareces una estúpida!
Pero una estúpida que tiene razón.
¿Por qué estás tan enfadada?
Para de hacerte el tonto.
¿De dónde acabas de venir?
De casa de un cliente.
¿Dices la verdad?
Basta ya. Esta broma no tiene gracia.
¿Te crees que estoy de broma?
Hola.
El Sr. Jurakudo debe haberse ido muy contento, ¿no?.
Me voy de aquí.
¿Por qué?
El Sr. Furusawa me lo ha contado todo.
¿Le has visto?
Ya vendré a por más cosas.
¡Hermana!
¡Hermana, espera!
¿Cómo puede ser tan tonta?
Buenas noches.
- ¿Omocha? - Sí. ¿Quién es?
El Sr. Kudo envía un coche para usted.
¿En serio?
Espere un momento por favor.
¿Cansada de los negocios, Omocha? ¿Quieres divertirte?
¿Cómo? No tenga tanta confianza conmigo.
¿Que no tenga tanta confianza?
Pero si lo sé todo de ti.
¿No fuiste tú quién le estafó un kimono a un empleado de la fábrica?
¡Cállese!
Tan guapa como eres, y aún te cuesta encontrar patrón.
Lo siento mucho por ti.
¡Cómo se atreve a hablarme así!
¡Pare el coche! ¿Dónde está el Sr. Kudo?
¿El Sr. Kudo? Ese es demasiado tacaño. Olvídate de él.
Yo te puedo encontrar algún hombre que te pague bien.
Aunque si prefieres un hombre joven, como yo, también podría ser.
¿O prefieres un viejo como él?
¿Qué insinúa? ¡No soy una prostituta!
No me digas eso. Yo sé muy bien...
...que haces lo que sea por dinero.
Así que cállate.
¡Idiota! ¿Quién te crees que eres?
¿Por qué haces esto?
Omocha, ¡cuánto tiempo!
He sido yo quien te ha traído aquí.
Me gusta conseguir todo lo que quiero.
- ¡Kimura! - Soy un hombre vengativo.
Vas a tener lo que te mereces.
- ¡Sácame de aquí! - Tú no vas a ninguna parte.
¡He dicho que me saques de aquí!
No vamos a comerte. Estate calladita.
¡Para el coche!
¡Ha ocurrido algo terrible!
Tu hermana está malherida.
¿Omocha?
Sí. El doctor acaba de llamar.
Es terrible. Ve a verla ahora mismo.
¿Cómo ha podido ocurrir?
No vale de nada estar aquí lamentándote.
Date prisa.
Volveré pronto.
Si necesitas cualquier cosa, avísame.
Umekichi.
¿Qué ha ocurrido, señora?
Parece ser que una venganza.
La han tirado desde un coche en marcha.
¿Está muy mal?
Sólo espero que no se quede parapléjica.
¿Es tan grave?
- ¿Dónde está? - El Doctor está viéndola.
- ¿Se pondrá bien? - Eso queremos todos.
Omocha, ¿cómo ha ocurrido?
¿Te duele mucho?
Esto es lo que pasa cuando tratas a los hombres así.
Te pasan cosas terribles.
Esto no me hará temer a los hombres.
Cualquier hombre que le hace esto a una geisha...
...simplemente por haberle rechazado es un mal nacido.
Pero me las va a pagar.
No digas esas cosas.
¿Es qué no has aprendido nada?
Tienes que pensar en los sentimientos de la gente.
Si lo hubieras hecho, nada de esto hubiera ocurrido.
No, tu cederás ante los hombres.
¡Pero yo me niego!
¿Por qué alguien querría ceder ante ellos?
No deberías alterarte.
Tiene razón. No deberías ponerte así.
Deberías estar tranquila, ¿Vale?
Sé buena.
¿Puedo hablar con usted un momento?
Tengo que ir a hacer unas cosas. ¿Podría quedarse hasta que vuelva?
- No tardes. - No lo haré. Gracias.
¿Se ha ido?
¿El Sr. Furusawa? Acaba de recibir un telegrama de su mujer.
¿Un telegrama?
Sí. Él y mi marido se fueron en seguida...
...a casa de la Sra. Furusawa en el campo.
Parece que el Sr. Furusawa va a dirigir una fábrica allí.
¿De verdad?
¿Dejó alguna carta para mí?
No dejó ninguna carta,
pero me dijo que te dijera que encontraras un buen patrón.
¿Cómo pudo decir eso?
Extraño, ¿verdad?
Umekichi, tengo frío.
¿Puedes ponerme otra manta?
¿Ocurre algo?
¿Por qué pones esa cara?
¿Ha pasado algo?
¿Qué ha pasado?
El Sr. Furusawa se fue de repente a su casa en el campo...
...sin decirme una palabra.
Te lo dije.
No importa lo mucho que hagamos por los hombres,
ellos nos abandonan cuando les place.
No pasa nada.
Estoy bien.
Hice todo lo que pude por él,
y estoy segura que le hice feliz.
Puedo ir por la calle con la cabeza bien alta.
¿Eso crees?
Tú le ayudaste.
Pero, ¿qué hizo él por ti?
Puede que el Sr. Furusawa fuese feliz.
Pero, ¿qué hay de ti?
¿Has sido feliz?
Te volveré a repetir por última vez...
...algo que ya te dije una vez.
Si hacemos bien nuestro trabajo, nos llaman inmorales.
¿Así que qué podemos hacer?
¿Qué se supone que tenemos que hacer?
¿Por qué tenemos que sufrir así?
¿Por qué existen profesiones como las geishas?
¿Por qué el mundo necesita esta profesión?
Es tan injusto.
¡Ojala no existiera!
¡Ojala no existiera!
FIN
Traducción de morale para Allzine.org