Tip:
Highlight text to annotate it
X
Imagina que tienes un amigo que se llama George...
Esta historia es engañosa.
¡George no está siendo amenazado! Sólo se le está pidiendo que pague su justa parte
como al resto de nosotros. Si no le gusta ese arreglo siempre tiene la opción de marcharse.
Empecemos con la pregunta de si el estado amenaza o no a las personas.
Imagina una isla desierta.
Albin vive con algunas otras personas en esta isla.
Un día conoce a Jeff.
Jeff dice
¡Dame tu pelota!
O vas a recibir una paliza.
Jeff está amenazando a Albin con la violencia, ¿no?
Sí, por supuesto.
Pero los que pagan impuestos no son amenazados de esa manera.
Nadie en realidad es atacado por no pagar impuestos.
Okay. Hagamos que Jeff diga algo distinto.
Él dice:
¡Dame tu pelota!
Si no lo haces, tendré que pedirte que entregues tu pelota y tu camisa.
Si aún así no cooperas,
pasarás la noche atado a ese árbol.
Y si te resistes a ser atado, recibirás una paliza.
Ahora, los defensores de Jeff podrían insistir que él nunca atacaría a alguien por algo tan trivial
como negarse a entregar una pelota.
Él solo haría uso de la violencia como último recurso,
como castigo por romper las reglas y resistir el castigo adecuado.
No importa cómo Jeff lo explique, sigue siendo una amenaza hacia Albin con la violencia, ¿no?
Okay. Sí, Jeff sigue aún amenazando a Albin con violencia,
incluso si la violencia está separada por un par de pasos.
Pero ésta no es una buena analogía para los impuestos.
En primer lugar, los Estados modernos usan los impuestos para proporcionar servicios que ayuden a las personas.
Okay
Veamos, ¿y si supieras que Jeff sólo quería mejorar la pelota de Albin
y dársela de nuevo como una sorpresa?
Supongo que ya no vería a Jeff como uno de los malos,
pero sigue amenazando a Albin, lo cual no está bien.
Sin embargo, hay más diferencias entre Jeff y el estado.
El estado depende de los impuestos para que pueda proporcionar cosas
que simplemente no serían posibles de otro modo,
como las carreteras...
Existen carreteras privadas, sabes.
está bien, entonces servicios esenciales como los bomberos
Existen bomberos privados también.
Bueno ¿qué pasa con la confiable red de seguridad social? ¡La caridad sola no es suficiente!
Antes del estado de bienestar obligatorio
las haya desplazado
solía haber muchas sociedades de ayuda mutua.
Junto a obras de caridad, hacían un buen trabajo cuidando a los necesitados.
De todos modos, asumamos en pro del argumento,
que hay algunas cosas importantes que sólo pueden proveerse con impuestos.
Así que Jeff ya no está interesado en la pelota de Albin.
Ahora él quiere sus monedas de oro. Él está juntando dinero para construir una piscifactoría.
Hubo una seria escasez de peces el mes pasado y Albin está de acuerdo
en que una piscifactoría sería una buena idea,
pero el no confía en Jeff para darle su dinero. Él prefiere usarlo de otras maneras.
Jeff dice
La piscifactoría beneficiará a todos, y todos los demás han pagado su parte.
Simplemente no sería justo si no colaboraras con tu dinero.
Es por eso que obtendrás una paliza si no entregas el dinero.
¡Jeff sólo quiere evitar que Albin se aproveche de una mejora sin pagar por ella,
que ayudará a todos!
¿Pero acaso no sigue amenazando a Albin con violencia?
Está bien.
Pero en una democracia moderna es la gente la que decide la ley,
a través de sus representantes,
eso es muy diferente a una isla donde no hay representación.
Bueno, vamos a cambiar las cosas en la isla para arreglar eso.
Algunos de los isleños deciden
que debe haber un gobernante con ciertos poderes o atribuciones que los otros isleños no tengan.
Este gobernante es elegido por el voto, y Jeff fue el primer ganador.
Al igual que antes, Jeff le dice a Albin que tiene que contribuir para las mejoras que él ha planeado.
Si Albin no entrega el dinero exigido, ¡se le dirá que debe entregar
aún más!
Si se niega sistemáticamente, con el tiempo la Guardia de la Isla aparecerá en su casa,
a llevárselo y encerrarlo.
Cuando sus secuestradores lleguen, Albin podría tratar de conseguir que se vayan gritando una advertencia
y sacando un arma. Pero se da cuenta de que es mucho más probable que él será asesinado
antes que lograr escapar de la cadena de exigencias y castigos del estado,
al menos mientras se quede en la isla.
¡Espera, espera, espera! ¡Los oficiales de la policía no son asesinos!
Por lo general no necesitan serlo,
Pero piénsalo de esta manera: ¿Qué crees que pasaría si no hubiera
riesgo para Albin de perder la vida, sin importar lo lejos que llegara en su resistencia?
Si los guardias dejaran en paz a las personas que se defendieran con suficiente fuerza,
correría la voz, que uno puede ignorar esas exigencias de forma segura. Creo que una gran mayoría
de la gente elegiría la resistencia abierta. Apuesto que incluso aquéllos a los que les gusta la idea de un estado
se resistirían. Se preguntarían
¿Por qué debo ser yo el tonto que pague una gran parte de mis ingresos para todos estos
aprovechadores, cuando hay una salida fácil y segura?
Los guardias casi nunca utilizan violencia real contra gente como Albin.
Mientras la mayoría de la gente por lo menos tengan la idea de que la resistencia es inútil,
eso es suficiente para mantener al Estado funcionando.
Debido a que los guardias muy rara vez necesitan recurrir a la violencia, la gente puede incluso olvidar
que el Estado en última instancia se encuentra listo para usar fuerza letal con el fin de asegurar la obediencia.
¡Sí, sí, está bien! Entonces tal vez
los impuestos sí dependen de las amenazas de violencia,
pero eso no significa que la aplicación de impuestos sea un robo.
Todo ciudadano está vinculado por el Contrato Social.
Vives en un país sabiendo lo que se espera de ti, y cuáles son los castigos
si no sigues las reglas.
Si realmente no te gustan los términos del contrato, la mayoría de los estados permiten que te marches.
Y sé lo que vas a decir: ¡yo nunca firmé un contrato social!
Pero eso no importa.
Cuando llega la cuenta en un restaurante, tienes la obligación de pagar
a pesar de que no hayas firmado nada.
Es el mismo tipo de situación con el Contrato Social.
Al quedarte en un país, al menos después de que eres lo suficientemente mayor como para marcharte,
aceptas cumplir las normas, y estás dando permiso
para que cierto tipo de fuerza pueda ser usado en tu contra
si no te apegas a aquellas reglas.
Espera un momento. El jefe del restaurante puede establecer las reglas porque él es dueño del restaurante.
Ser el dueño de algo es lo que te da el derecho a decidir quién puede
usarlo, y cómo.
Algunas personas dicen que existe un Contrato Social entre el Estado y el ciudadano.
Está bien.
Pero, ¿cómo el Estado viene a ser el propietario de la tierra sobre la cual impone sus leyes?
Es importante saberlo, porque si no es el dueño
entonces el Estado no tiene autoridad para establecer los términos de uso de esa tierra
y en realidad está agrediendo al pueblo al cual grava con impuestos.
Algunas personas no creen que el Estado es el legítimo propietario de la tierra que se adjudica.
Para entender por qué, piensa de nuevo en la isla como estaba justo al principio,
antes de hacer todos los cambios.
En algún rincón remoto de la isla, Albin encuentra un poco de madera en el suelo
y lo utiliza para construir una choza allí.
¿Crees que Albin posee la choza, es decir: tiene Albin derecho a
decir cómo otras personas pueden o no pueden usar la choza?
Sí, claro. Albin es el propietario.
¿Tiene Jeff derecho a exigir
a Albin que siga una serie de normas para poder seguir usando la choza?
No, por supuesto que no.
Jeff no tiene el derecho de imponer condiciones a Albin,
porque no es su choza.
Si Jeff elimina físicamente a Albin,
¿eso lo convierte en el legítimo propietario de la choza?
No. Jeff estaría equivocado.
La choza sigue perteneciendo a Albin. ¡Él la construyó!
¿Qué pasa si Jeff anunciara un día
que él es el propietario de las colinas inhabitadas del norte, a pesar de que nunca las había visitado
él mismo; y luego atacara a cualquiera que tratara de utilizar esas tierras sin su
permiso?
¿Eso significaría que las colinas del norte fuesen de su propiedad?
No. Eso sólo lo convertiría en
un matón. No poseería realmente las colinas.
Eso es lo que también pienso.
Parece que estás de acuerdo conmigo acerca de las dos maneras en que una persona puede adquirir
propiedad.
Primariamente, puedes apropiarte de algo.
eso significa crear o mejorar algo que no era propiedad de nadie anteriormente.
Construir una vivienda con materiales sin dueño en una tierra sin dueño es un ejemplo
de apropiación originaria.
La segunda forma en que puedes convertirte en un propietario es si el dueño anterior de una cosa voluntariamente
te lo entrega.
Esto sucede en el comercio donde una entrega ocurre en ambas direcciones.
Puede haber desacuerdos sobre exactamente cómo uno debe apropiarse de algo para
convertirse en su propietario,
o cuánto tiempo se le permite a alguien dejar una cosa sin utilizarla antes de que otra persona pueda
reclamarla para sí,
pero creo que la mayoría de las personas está de acuerdo en lo básico:
Jeff no es el propietario del refugio de Albin o de las colinas.
Si la transferencia voluntaria y la apropiación originaria son las dos maneras
convertirse en el propietario de una cosa
entonces la mayoría de las pretensiones del Estado a la propiedad de la tierra son sospechosas.
Eso se debe a que la mayor parte de la tierra ya era propiedad de alguien cuando el Estado la tomó por
la fuerza. O la tierra se encontraba sin dueño y en lugar de apropiárselas, el Estado
amenazó con castigar a los usuarios de las mismas que no buscaran su permiso.
Así que el Estado se comporta como Jeff al robar el refugio de Albin o al anunciar que
es propietario de las colinas.
Pero no creemos que la propiedad sobre algo funciona de esa manera. Si queremos ser coherentes
creo que tenemos que admitir que el Estado no es propietario de la mayor parte de la tierra y que
no hay un acuerdo legítimo
entre el Estado y la mayoría de las personas a quienes cobra impuestos.
No hay un verdadero contrato social, sólo amenazas de violencia.
Pero si nos remontamos al pasado lo suficiente
hay muchos pedazos de tierra que fueron tomados por fuerza de alguien.
Yo vivo en una tierra que fue robada hace menos de doscientos años.
¿significa eso que no tengo derecho a vivir allí?
Es una buena pregunta.
Un descendiente de la persona de la cual la tierra fue robada podría aparecer y
demostrar que tiene un derecho más legitimo sobre la tierra que tú.
Pero si no hay descendientes que estén interesados, entonces podría calificarse como abandono de
tierra.
Las tierras abandonadas son consideradas como tierras que nunca fueron propiedad de alguien anteriormente.
Puede entonces ser apropiada y transferida después a través del intercambio voluntario.
Okay.
Eso tiene algo de sentido.
Pero no estoy completamente convencido todavía. Déjame pensarlo un poco más.
No importa para qué sean usados,
y cómo sean justificados, los impuestos dependen de una cadena de cada vez más
desagradables exigencias y sanciones respaldadas en última instancia por la fuerza letal.
Algunas personas creen que el Estado mantiene las masivas amenazas de violencia contra
la gente pacífica, que ilegítimamente reclama la propiedad de la tierra en que vivimos,
y que es una institución agresiva e incompatible con una sociedad verdaderamente civilizada.
Haz una búsqueda en la Web de algunos de estos términos, si estás interesado en aprender más: "Anatomía del estado", "Discurso de la servidumbre voluntaria", "Teoría del caos". Traducción: OrdenVoluntario.org