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Si el mundo quiere ser engañado, pues engañémoslo" no, no es frase de este tipo, de hecho es
mas vieja del celebre escritor romano Petronio. Seguramente la palabra fraude o engaño viene
a tu mente con la imagen de este conocido comerciante de misterios, pero sorpresa este
sujeto a pesar de ser conocido actualmente, no es el más famoso a nivel mundial como
estafador. Aunque técnicamente no hizo copias de obras de arte, su talento como imitador
le trajo algunos problemas legales, conozcamos la obra de Elmyr de Hory el imitador de arte
más famoso.
Es posible que realmente él no fuera ningún falsificador, sino un magnífico imitador
de estilos de otros pintores famosos. Elmyr pintaba los cuadros sin firmar y es posible
que su socio pusiera las firmas. Posiblemente, nunca se sabrá si él conocía o no el destino
de sus cuadros firmados, aunque él siempre afirmó que era inocente
Elmyr de Hory nació en 1906 en Budapest, hijo de aristócratas de origen judío. Se
fue a vivir a París decidido a ser artista, donde en esa época trabajaban Matisse, Derain
y, a menudo, Picasso. Al llegar la Segunda Guerra Mundial, fue conducido a Alemania.
Allí, durante un interrogatorio, la Gestapo le rompió una pierna, tras lo cual fue conducido
a un hospital. De dónde escapo saliéndose de puntillas, no dudo que con su talento se
haya hecho pasar por algún doctor o soldado. Regresó a Budapest, donde se quedó hasta
el final de la guerra, momento en el cual volvió a París. Allí vivió en la pobreza,
hasta que una amiga suya se fijó en un dibujo de él, confundiéndolo con un Picasso se
lo compró. Allí fue donde Elmyr dijo "de aquí soy" o algo asi supongo y sin ningún
remordimiento se hizo la transacción. Elmyr justifico su proceder aludiendo en que aquellos
días era muy difícil salir adelante. Pronto recorrió Europa, vendiendo sus falsos Picassos,
con lo cual obtuvo ganancias suficientes para vivir muy bien.
Posteriormente se trasladó a la isla de Ibiza, donde, durante dieciséis años continuó
realizando sus obras y donde entabló amistad con muchos residentes y extranjeros.
Se asoció con dos jóvenes estafadores, Dimas y Gestas, no perdón, fueron: Legros y Lessard,
quienes vendían sus oleos por todo el mundo. Hasta que el enfrentamiento público de sus
socios levantó las sospechas del multimillonario Algur Hurtle Meadows, magnate del petróleo
que les había comprado un chingo de obras. Tras pedir el asesoramiento de cinco expertos,
se descubrió que 44 cuadros por lo menos no eran originales. Pese al gran número de
obras que falsificó, de Hory recibía sólo unos cientos de dólares al mes. Lessard uno
de los malandros que le comercializaba sus obras explicó posteriormente que «Teníamos
que mantenerle pobre, para que siguiera a nuestras órdenes». Descubiertas las falsificaciones,
el Tribunal de Vagos y Maleantes le abrió una investigación, y fue condenado a dos
meses de cárcel por homosexualidad, convivencia con delincuentes y «carecer de medios demostrables
de subsistencia». Por cierto que tiempos aquellos donde ser homosexual era un delito.
Elmyr no se andubo con pequeñeces, sus obras imitaban en estilo a los grandes: Monet, Matisse,
Degas, Van Dongen entre otros. Con sus obras puso en jaque al mercado del arte y ello le
obligó a ser escurridizo y utilizar diversos nombres: Dory Boutin, Elmyr von Houry, Herzog,
L. E. Raynal, Louis Nassau entre otros.... En aquellos días salió la obra ¡Fraude!
La historia de Elmyr de Hory, el pintor más discutido de nuestro tiempo, escrito por Clifford
Irving, amigo suyo y también célebre estafador. Elmyr, perseguido por la ley, había entrado
en España bajo la falsa identidad de Joseph Boutin para instalarse definitivamente en
Ibiza, donde se codeaba con la jet set: Ursula Andress, Lana Turner, Zsa Zsa Gabor... y cuanto
famoso se dejara caer por la isla. Y así en las vidas de él e Irving se cruzó el
cineasta, que les dedicó su divertido documental "F" for Fake. Welles se puso de parte de Elmyr
y su desafío a lo establecido. La trayectoria vital y artística del húngaro
plantea, de hecho, cuestiones fundamentales sobre la obra de arte y los conceptos de autoría
y plagio, objeto hoy de acalorados debates. Sin ir más lejos, en Viena existe un museo
dedicado por completo a la obra de algunos de los más famosos impostores del arte de
todos los tiempos. El Museo de los Falsificadores no conserva ni una sola creación "original"
pero sí reproducciones de Rafael, Van Gogh, Rembrandt... y recibe cada año unos 10.000
visitantes. En cuanto Emyr se suicidó en la isla de Ibiza
el 11 de diciembre de 1976, poco después de recibir la noticia de que iba a ser extraditado
para ser juzgado por falsificación. Puesto que de los cientos de lienzos que pintó
Elmyr, sólo han sido reconocidos como suyos aquellos que él personalmente regaló o vendió
como tal y otros pocos más, a partir de los cuales, finalmente se descubrió el fraude.
De este modo, es más que probable que aún cuelguen de las paredes de los más reconocidos
museos, galerías de arte y coleccionistas privados, cuadros que pintó Elmyr como si
fueran obras originales. Aunque como Hory decía: "es el ojo del espectador y el lugar
donde está colocada la obra, lo que le otorga carta de autenticidad a un cuadro". En lo
personal yo creo que a mi no me hubiera hecho pendejo por una simple razón, no es que sepa
mucho de arte simplemente que no tendría plata para pagarle. Espero que este video
haya sido de tu agrado y que le des like y lo compartas. Soy César y espero verte nuevamente
analizando una nueva evidencia X