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Palabras de Paz Global
Creadores de paz Jeremy Gilley conversa con Prem Rawat
Hola, soy Jeremy Gilley, cineasta y fundador de Peace One Day (“Paz un día”).
2012 ha sido un año crucial en el que 280 millones de personas supieron del Día de la Paz,
un 4% de la población mundial.
En 2013 podemos doblar esa cifra.
Trabajando juntos podemos institucionalizar el Día de la paz
y convertirlo en autosostenible,
un día sin abusos infantiles, sin mujeres maltratadas
y sin armas.
Nuestro lema para 2013 es: “¿Con quién vas a hacer la paz?”
Veamos cómo empezó esto.
La primera película que hice fue un viaje para establecer
un día del alto el fuego y la no violencia, el 21 de septiembre.
Ese documental se llamó “Paz un día”, y conté la historia de cómo y por qué
el 21 de septiembre es un día de alto el fuego y no violencia.
Y así se acuerda.
Fue un viaje increíble y un gran honor formar parte de ello.
Como cineasta fue muy emocionante y me inspiró enormemente
a la hora de reflejarlo en las imágenes.
Mi segunda película mostró las primeras vidas que fueron salvadas ese día
y sucedió en Afganistán.
Jude Law vino conmigo y fue un gran éxito;
todo el mundo se involucró en Afganistán, incluyendo los talibanes,
que se comprometieron a no causar daños al personal sanitario ese día.
A consecuencia de eso y debido al esfuerzo de todos, y en particular de Naciones Unidas,
10.000 sanitarios pudieron entrar en zonas vetadas por temor a secuestros o asesinatos,
y millones de niños fueron vacunados contra la polio.
Fue espectacular y demostró que ese día era más que un símbolo,
que podía funcionar en lugares casi impensables.
En aquel entonces, Naciones Unidas en Afganistán
sacó un comunicado de prensa del departamento de Seguridad y Prevención
anunciando una reducción del 70% de incidentes violentos durante el Día de la Paz.
Me quedé atónito.
Lo más significativo es que los talibanes se comprometieron
a permitir el acceso a los sanitarios involucrados en la campaña.
Eso me hizo pensar que si se podía hacer ahí, se podría hacer en cualquier sitio.
Los cínicos solían decir que aunque ese día exista, no significa nada.
Lo que yo he visto las dos veces que he ido a Afganistán
es que supone la diferencia entre la vida y la muerte.
Hablé con Jude, con Ahmad Fawzi y otras personas y surgió la idea
de tratar de evidenciar no solo la mayor reducción de la violencia en la historia,
en los hogares, escuelas, comunidades y países,
sino también las mayores concentraciones de personas en favor de la paz en un día.
Lo denominamos “Campaña por una tregua global”.
Yo sabía que para hacer que funcionase teníamos que reunir una serie de coaliciones,
cada una con su propio líder. Y es lo que hicimos.
2012 comenzó con una coalición de estudiantes surgida de la Unión nacional de estudiantes del Reino Unido,
una coalición de organizaciones en favor de la reducción de la violencia doméstica
amparada por la fundación EVV
y una coalición de ONGs en coalición con Inter Peace.
Los resultados fueron asombrosos.
Estas coaliciones activaron miles de organizaciones por todo el mundo.
Fue el año con más participación que se ha visto nunca.
Así pues, ¿con quién vas a hacer la paz?
Para todos nosotros es una oportunidad participar en el proceso de la paz.
Trabajar juntos y estar en paz con los demás mejorará nuestra calidad de vida.
El día de la paz no persigue sólo reducir la violencia en zonas en conflicto,
sino en nuestros hogares, comunidades y escuelas.
Así que, ¿con quién vas a hacer la paz? ¿A quién te vas a unir en el día de la paz?
La primera vez que oí hablar de Prem Rawat
fue cuando me invitaron a hablar en el Parlamento Europeo.
Este es Jeremy Gilley, de “Paz un día”.
Gracias por sus sabias palabras, y gracias al Parlamento Europeo por haberme invitado.
Le vi contando uno de sus cuentos,
y fue precioso, profundo e inspirador.
En ese momento supe claramente que estaba escuchando a un hombre muy sabio
en el tema de la paz y que llevaba reflexionando sobre ello toda su vida.
Nosotros somos los que debemos utilizar nuestros recursos, nuestra inteligencia
y la bondad de nuestros corazones
para traer la paz a este planeta Tierra,
por muy imposible que pueda parecer.
Entonces descubrí que llevaba hablando de ello durante toda su vida
y que viajaba cada año
hablando de la paz a cientos de miles de personas por todo el mundo.
Dedica su vida entera a inspirar y animar a las personas de todo el mundo
a que piensen en la paz y a que actúen en favor de la paz de modo personal.
Es un ser humano increíble,
muy sabio y muy valiente, un ser poderoso.
No es el mundo el que lo necesita.
Somos nosotros, como individuos, los que necesitamos paz.
En mis intentos por establecer e institucionalizar el día de la paz
tratando de demostrar que puede funcionar,
sentí que había muchos lazos de unión que podían permitirnos hacer algo juntos al respecto.
Como cineasta quería hacer algo importante. Quería hacer una película sobre la paz
porque deseaba contestar algunas de las preguntas fundamentales
y me di cuenta de que no había un día de la paz. Juntos podemos crear “El día de la paz”.
Por favor, díganselo a sus amigos, compañeros y familiares
y unámonos el 21 de septiembre de 2012
con un mensaje a las nuevas generaciones: podemos cambiar y las cosas pueden ser distintas.
Gracias señoras y señores.
Aproveché la oportunidad de poder encontrarme cara a cara con él,
porque sabía que era alguien que llevaba mucho más tiempo que yo en ese camino.
Es fantástico que Prem, ya que obviamente la paz es su vida,
hablando de ello, inspirando y animando a la gente en todo el mundo,
sepa e informe a la comunidad global, al nivel que pueda,
que hay un día del alto el fuego y no violencia, y que es una oportunidad
de unirse a otros en todo el mundo.
-Encantado de conocerle. -¡Hola!
Y no tenía ni idea de que iba a resultar tan divertido.
-¡Allá vamos! -¡Allá vamos!
He pasado 13 años viajando,
hablando de paz e intentando crear un día de la paz, cosa que hicimos,
con la idea de que si nuestro mundo se uniera,
dejando a un lado la política y la religión, y conformara una unidad
con la que quizá aparecieran pequeños cambios en nuestra conciencia
en las relaciones fundamentales que compartimos sobre la paz y la sostenibilidad.
La idea de alcanzar una unidad.
¿Qué te parece esa idea?
¿Qué opinas sobre la idea de unirnos en nombre de la paz a una escala global?
Creo que es muy admirable que alguien haga esos intentos
de despertar esa conciencia en la gente:
“Pensar en la paz. Comprender la paz”.
Eso es muy importante, porque es algo que no sucede todos los días.
Pero, ¿qué importancia tiene la paz para un ser humano?
Porque de verdad siento que la paz es algo esencial.
La paz se encuentra fundamentalmente dentro de cada ser humano
y tenemos que vernos a nosotros mismos como una fuente de paz.
Hace mucho tiempo Sócrates dijo: “Conócete a ti mismo”.
Podría haber dicho cualquier otra cosa, cualquier cosa:
“Súbete a esa montaña, quita esa roca, vacía ese océano”.
Pero lo que dijo es: “Conócete a ti mismo”.
Y la gente habla sobre esto, pero en realidad a veces no comprendemos
lo que significa verse a uno mismo
como fuente de esa paz,
como la fuente de esa claridad, de esa alegría.
Por eso, cualquier persona que de esos pasos,
que ayude a los demás a reconocer la necesidad de paz en sus vidas
y lo importante que es la paz en nuestra sociedad,
me parece que hace una labor admirable.
Y es muy, muy importante para nuestra sociedad.
Vamos por todo el mundo y hablamos de paz
y tratamos de promover la paz y un día de paz.
Sabemos que no se trata solo de un día.
Son meses y meses de trabajo los que conducen a ese día,
por eso pensamos en ello constantemente.
El Día es simplemente una materialización de su… digamos creatividad, aspiración y deseo de participar.
¿Qué sucede cuando me enfado?
La otra noche me enfadé por algo que no me gustó.
La mayor parte del tiempo estoy en paz.
¿Qué dice eso sobre mí? Si pierdo la calma.
¿Tú pierdes la calma alguna vez?
Eso quiere decir que eres un ser humano.
Idealmente, a un árbol
le ha costado mucho esfuerzo mantenerse despejado y fuerte,
pero cuando sopla el viento también ha aprendido a balancearse,
porque si no lo hiciera, las ramas se romperían.
Todos tenemos esas características.
Te entristeces.
Te alegras. Te enfadas.
Pero no se trata de eso.
El tema no es la ira sino, ¿de dónde partes en tu vida?
¿Estás realmente anclado en la paz?
¿Es la paz algo fundamental para ti o no?
Porque si no lo es, cuando la tormenta de la ira llegue, te arrancará de raíz,
porque no tienes cimientos.
Lo importante son los cimientos.
Enfadarse y después sacar algo en claro de ello, no supone ningún problema.
Entristecerse y después entender algo, no es un problema.
Parece que para mucha gente la idea de la paz es convertirse es un vegetal.
Sentarse en la cima de una montaña
y quedarse completamente inmune a todo lo que suceda a tu alrededor.
Perdona, pero eso no va a suceder.
Eres un ser humano
y en tu vida se dan todas esas texturas.
Pero, ¿qué es lo que elegimos? Tenemos que hacer la elección.
¿Aprendemos algo de nuestra ira o nos dejamos llevar por ella?
¿Entendemos por qué estamos enfadados?
Y después, ¿nos preparamos mejor?
¿O dejamos que nos asalte la tormenta de la ira, de la tristeza, de la desesperación
y se lleve lo mejor de nosotros?
Es cierto que empecé esto porque me disgustaba lo que pasaba en el mundo.
No entendía por qué me sentía humillado en el colegio.
No entendía por qué el mundo se comportaba así.
Por ese disgusto que me producía todo a mi alrededor
fue por lo que inicié el camino de crear un día de la paz,
incluso creyendo que iba a fracasar.
Y entonces poder quejarme de lo reticente que es la humanidad a la hora de unirse,
aunque se trate de un solo día.
Pero sucedió todo lo contrario y desde luego que ha sido un éxito.
Estoy menos disgustado y más esperanzado ahora que nunca.
Es algo muy interesante.
Entiendo lo que dices. De algún modo puedes convertir la ira en una energía positiva,
igual que puedes utilizarla para algo destructivo.
Y tú dices que está bien, claro que sí.
Mucha gente se enfada
y reconducen esa energía por el camino equivocado, y la emplean en cosas malas.
Mira lo que sucede en el mundo. Hay gente que...
Si miras a un bebé ves que lo que quiere es sentirse bien,
lo que quiere es estar feliz.
De repente se encuentra en una situación con la que no está contento
y la ira que le produce la utiliza para informar a su madre:
“Hay algo que no marcha bien. Todo no está como tiene que estar. No soy feliz. ¡Arréglalo!”
Y la madre viene y se pone a la tarea:
“¿Quieres comer? ¿Tienes el pañal húmedo?”. O lo que sea.
Y cuando se ha solucionado el problema
el bebé se calla,
se queda en silencio.
¿Por qué no aprendemos esas cosas básicas de un bebé?
Y sí, es posible que haya algo por lo que enfadarse, como te sucedió a ti:
“¡Eh! Este mundo no hace más que luchar, y eso hace que me enfade”.
Por eso, tomaste tu ira y la convertiste en positividad,
y ahora estás viendo un lado totalmente distinto del que veías antes.
Y eso es maravilloso, ¿sabes?
Es una lucha, ¿no?. Una pequeña batalla. Es igual que con la paz;
a veces siento que tengo que luchar por la paz.
¿Qué opinas de esto?
Es como un marino, como el capitán de un barquito en medio del océano,
con mucho viento y poca tripulación: no es momento de amabilidades.
Arrías la vela a toda velocidad. Si no, te vas a pique.
A veces, llevando “Paz un día”, haciendo este trabajo,
todo va muy deprisa,
porque no hay tiempo.
Pero a veces me siento como, “Dios mío, estás luchando,
estás intentando adivinar lo que otros...
Has de tener un buen resultado, y a veces otros…
de fuera…, no quieren ese resultado, por el motivo que sea.
Y tú tratas de sortear la situación,
que finalmente acabó con un alto el fuego en Afganistán.
Tú y yo sabemos que hizo falta un viaje de tres años para que sucediera en Afganistán,
donde todos incluyendo a los talibanes dejaron de luchar, donde millones de niños…
Eso no consistió en: “Sí, sí, sí, sí”. No lo fue, ¿no es cierto?
Fue un proceso de intentar superar y luchar.
¿Eso está bien? ¿Conseguir la paz es a veces una lucha?
Bueno…
Claro que puede serlo.
Pero fijémonos en lo básico.
En mi opinión, y he pensado mucho en esto,
casi cuarenta años intentando hablar con la gente,
y lo que he comprendido es algo muy sencillo,
que si intentas crear manifestaciones de la paz, sin paz,
va a resultar problemático.
Si la paz está en el centro, las manifestaciones de la paz aparecerán automáticamente,
por sí solas.
Pero si la paz no está presente en un lugar muy básico
y tratas de crear sus manifestaciones,
va a resultar muy, muy difícil.
Por eso intento llevar mi mensaje de paz, que la paz está dentro de ti.
Yo lo llamo mi mensaje pero en realidad no es mi mensaje.
Muchos otros lo han dicho: “La paz está dentro de ti. Busca.
Ve, busca en tu interior y encuentra esa paz”.
Porque, a menos que eso suceda,
intentar crear distintas cosas que reflejen la paz, va a ser complicado.
La paz ha de estar en un nivel esencial.
Entonces, no tienes que preocuparte de sus manifestaciones:
aparecerán por sí mismas.
Hablo con gente casi cada día, sobre todo con jóvenes.
Ya tenemos materiales educativos en 6 idiomas oficiales que se hablan en 197 países.
Para mí lo más importante es inspirar y capacitar a los jóvenes
para que sean el motor que impulsa la visión de un mundo unido y sostenible.
Darles las herramientas para conseguirlo, para que sean creadores de paz.
Y cuando hablo con ellos y ven las películas, los viajes que hemos hecho y todo eso,
me dicen: “¿Por qué nunca te das por vencido?”
Y cuando estuve en Nueva York el 11 de septiembre. “¿Por qué no paraste despues de las torres gemelas?
¿Qué te hace seguir?”. Hay una sensación como de que la paz es imposible.
¿No crees que un problema que tiene la gente
es esa sensación de no poder cambiar el mundo,
y necesitan entender que cuando te involucras,
si lo hiciéramos todos a nivel mundial, lo cambiaríamos mañana?
¿Que no se acaban de creer que pueden cambiar el mundo?
Si, porque la responsabilidad de cambiar el mundo no depende de ellos,
está en manos de otra entidad, sea los gobiernos,
los ángeles que caerán del cielo.
-Es lo que creen. -Sí, es lo que creen.
No se incluyen en la ecuación de que sí pueden marcar la diferencia.
Sin embargo, es verdad que pueden marcarla.
Sólo saber eso, puede tener un gran impacto.
Saber que eres una parte crucial del mecanismo
que traerá paz a la tierra.
Que no estás separado de ella,
que no eres un mero receptor de noticias como:
“A propósito, hoy hay paz mundial. Muchas gracias”.
No! Tú formas parte de ello
sin importar quién seas.
No importa quién seas.
Ponemos mucho énfasis en la juventud
porque es muy importante, son nuestro futuro.
Pero también me gustaría ver ese ánimo en los que no son niños;
quizá sean bisabuelos,
quizá solo les queden tres días en la tierra,
pero que se den cuenta
de que forman parte del proceso de hacer realidad la paz.
Quiero incluir a todos. Quiero incluir a la juventud.
Quiero incluir a esas personas que les van a educar.
Muy importante.
Porque si no están en sintonía con ellos mismos,
¿qué van a enseñar a los jóvenes?
Quiero incluir a la juventud y a los que van a enseñarles.
Quiero incluir a los hombres de negocios y a los gobiernos.
Quiero incluir a los pobres y a los ricos.
Quiero incluir a los que creen que no deberían ser incluidos.
Quiero incluir a todos. ¿Me comprendes?
Quiero incluir incluso a esas personas a quienes les hemos dicho:
“Has hecho algo mal, te vamos a encerrar entre rejas”.
Porque van a salir de esas cuatro paredes, ¿y entonces qué?
¡Quiero incluir a todos!
Son buenas noticias y quiero decirlo una y otra vez,
yo lo necesito igual que tú, todos necesitamos recordar una y otra vez
que la paz es posible.
La paz es posible, sí que lo es.
Y quizá algún día cale.
Y sí que cala. Es justo lo que tú estas haciendo.
Por eso estamos inspirados y capacitados y lo apoyamos cada día y trabajando mucho, ¿verdad?
Igual que hacen muchas otras personas en todo el mundo.
Es posible. Funciona. El perdón sucede,
la gente puede parar incluso cuando dicen que no pueden. ¡Sí pueden!
– ¡Claro que sí! – Y tenemos que creer...
... en que sucederá.
Yo quiero verlo ocurrir en nuestras vidas.
Claro que… ¡Quién sabe! Es un proceso, un viaje.
Estamos totalmente de acuerdo. Estoy seguro que la gente que lo ve
también está de acuerdo en que el gran reto que todos tenemos
es abrazar la idea de que podemos cambiar el mundo como individuos
y que si podemos unirnos y ser uno y hacerlo, entonces, ¡bingo!
Pero todos nosotros.
Todos. Ya seas un abuelo o un joven en la escuela.
Todos tenemos que formar parte de ello.
Tenemos que aceptar que la paz es posible, que podemos cambiar el mundo.
Podemos elevar el nivel de conciencia sobre los temas fundamentales a los que nos enfrentamos,
y hacerlo rápido.
He ido a prácticamente a todas las zonas en conflicto del mundo,
107 países en los últimos años.
Y al igual que tú, donde quiera que he ido, Afganistán o Sudán o Somalia,
nunca he visto a nadie luchar; he visto gente maravillosa.
Personas apasionadas, valientes y llenas de esperanza.
En casi todas partes hay paz.
Está claro que hay gente sufriendo innecesaria e injustamente,
y es una tragedia. Ojalá no sucediera.
Pero en realidad la guerra más tremenda que sufre la humanidad se hace con un puño, no con un arma.
Y la violencia más grande que va a suceder hoy tendrá lugar en el entorno familiar.
Sí. Decías que has ido a muchas zonas en conflicto,
y mientras hablabas estaba pensando,
¿sabes dónde está la zona más conflictiva?
Justo aquí. En la mente es donde empiezan los conflictos.
Esta es la zona más conflictiva.
Y todo ser humano sobre la faz de la Tierra
lleva en potencia la zona conflictiva aquí arriba,
en la mente.
Y también hay un lugar de paz
en el corazón de todo ser humano.
¡Elige! ¡Elige!
Tú y personas como tú, que van a dar esa opción a la gente:
elige la paz.
Sí, lo sé. Es muy emocionante.
Ahí es donde creo que es muy interesante la educación de los jóvenes
sobre los temas de la paz.
Haciéndoles ver que tú eres el que crea la paz.
Que se trata de lo que te pasa a ti
y de que si tomas esa decisión, entre tus amigos y en tu entorno familiar,
puedes mejorar la calidad de sus vidas. Por tanto, si ocurre eso en una comunidad,
mejora la comunidad, y eso lógicamente cambia el mundo.
Es lo que veo, que la gente se está entusiasmando con la paz
y comprendiendo que la paz traerá una prosperidad inigualable.
Que nos podemos unir. Que no es un sueño imposible,
sino que se puede hacer realidad.
Si podemos hacer que las cosas sean terribles para la gente,
también podemos hacer que sean maravillosas para ellos, porque es la otra cara de la moneda.
¡Y es así! Todos deberíamos estar muy entusiasmados.
Todos incluidos. Todos incluidos.
Cuando todos nos demos cuenta de que somos los creadores de la paz mundial,
que el problema no está lejos, que el problema está aquí.
Y que si todos nosotros lo solucionamos en nuestro interior y a nuestro alrededor,
entonces cambiaremos el mundo para siempre.
Sí.
Es increíble haberte conocido, realmente increíble.
Ya te había escuchado hablar
y sabía de ti,
pero hoy me ha dejado impresionado.
Cuando pienso en ello te veo como un caballero Jedi de la Guerra de las galaxias,
con su espada láser.
Es impresionante lo conectado que estás a lo que es la paz
y que viajas por el mundo en aviones sofisticados con instrumentos complejos,
todo eso para difundir un mensaje de paz.
¡Eres el guerrero de la paz más extraordinario del planeta!
Ha sido un gran honor reunirme contigo.
Te estoy muy agradecido por lo que has compartido conmigo
y estoy seguro que la gente que vea este programa también sentirá lo mismo.
Ha sido un placer, Jeremy, reunirme y hablar contigo.
Y de verdad espero no ser el único guerrero.
Espero que todos los seres humanos del mundo sean guerreros de la paz.
– Muy bien. Cuídate Prem. Gracias. – Gracias. Gracias Jeremy. Ha sido un placer.
Después de estar con él me sentí lleno de energía.
Me sentí como si hubiera estado con un gran creador de la paz.
He estado con un hombre que ha dedicado toda su vida a promoverla.
Un hombre de paz.
Es un privilegio conocer gente así, está claro que es un honor.
Algo increíble y me siento muy afortunado.
Va a dejar a la gente asombrada. Justo como un Jedi.
¿Entiendes que quiero decir? Un verdadero Jedi, ¿no?
He vivido un momento en mi vida realmente interesante, emocionante, divertido, inspirador.
¡Ha sido genial!
– Ha sido un placer. – Sí, muchas gracias.
Un grandísimo honor.
¿Con quién vas a hacer la paz?
Para ver la versión completa ve a wopg.org/peacemakers