Tip:
Highlight text to annotate it
X
En Parashá Tzav, D-os instruye a Moisés decirle a Aarón
y a sus hijos cómo realizar
el ritual más complejo y santo para los sacerdotes -
que es, cómo realizar
las ofrendas animales y vegetales
que se ejecutan en el Santuario.
Antes que nada, mantener el fuego ardiendo,
eso es muy importante.
Estos sacrificios son rituales de purificación
para purificar al individuo
así como a la comunidad.
Así es como funciona el holocausto -
al animal sacrificado ha estado ardiendo
en el altar toda la noche hasta la mañana
el sumo sacerdote se viste
con su túnica de lino y calzones
y separa las cenizas del holocausto
y las coloca junto al altar.
Luego, el sumo sacerdote se quita las ropas de lino,
se pone unos jeans,
y lleva las cenizas a un lugar limpio
fuera del campamento.
Es muy esencial
que el fuego no se apague.
El sumo sacerdote debe poner madera fresca
al fuego cada mañana,
el fuego debe continuar ardiendo,
no deberá apagarse.
Nunca! Jamás!
Para las ofrendas vegetales y de los sacerdotes,
los hijos de Aarón toman un puñado
de la harina que se usará para cocinar
la ofrenda vegetal diaria
y luego mezclarla con el incienso
para que huela bien cuando sea cocinada;
Deberá ser completamente quemada;
NO deberá ser comida: Entiendes?
Mientras tanto, aquí está la receta
para la ofrenda vegetal diaria
que debe ser comida por los sacerdotes:
toma aproximadamente nueve tazas de muy buena harina
y divídela, la mitad para la mañana
y la otra mitad para la noche.
Mézclala con aceite en una sartén poco profunda
Fríela por un momento
y quema las partes que se quiebren,
que son muy parecidas a galletas.
Cómela! Se supone que hay que comerla.
Sigue la ofrenda por el pecado
- se degolla un buey, un carnero o una cabra
de acuerdo a la ley -
esto también se puede comer,
pero tiene que se comido en un lugar santo,
en este caso, en el atrio del Tabernáculo,
que es un lugar muy adecuado para un picnic.
Cualquier cosa que lo toque se volverá santa
- impresionante!
Puede ser comida por cualquier varón
de entre los sacerdotes - pon atención:
es una cosa santísima.
Si es cocinada en un recipiente de barro,
ese recipiente deberá ser quebrado y desechado
cada vez, pero si es cocinada en cobre,
el recipiente puede ser lavado y reusado.
No seas malgastador; usa cobre siempre!
Luego viene la ofrenda por la culpa -
las mismas reglas para degollar
que en la ofrenda por el pecado y los holocaustos.
El sacerdote se asegura que la grasa de la carne
se queme en el altar
como un holocausto al Señor.
Finalmente viene
el sacrifico de paz y acción de gracias
(que, luego de los holocaustos y los sacrificios por el pecado y por la culpa,
es como un alivio)
e implica hornear pan y ázimos
además de sacrificar y cocinar
un animal.
Asegúrate de que sea comido en el primer o segundo día;
las sobras deben ser desechadas
en el tercer día sin importar nada!
Buena idea, porque no había
refrigeradores en esos días, cierto?
Luego, D-os le dijo a Moisés que trajera a Aarón
y a sus hijos, y las vestiduras,
y el aceite de la unción, y el novillo de la ofrenda por el pecado,
y los dos carneros, y el canasto de los ázimos,
y reúne a toda la congragación
a la entrada del Tabernáculo.
Una vez que todos estaban ahí,
Aarón y sus hijos tomaron un baño
(¡Oy! Frente a todos?)
y Moisés los vistió a cada uno de ellos
con un traje especial de sacerdotes,
y roció todo,
incluidos Aarón y sus hijos,
con el aceite de la unción,
santificándolos,
convirtiéndolos en los sacerdotes más santos de todos.
El buey y los carneros fueron degollados
y añadieron los ázimos,
y todo eso fue quemado
en el altar - woosh!
Luego, Moisés dijo,
"Está bien, ahora pueden tomar un bocadillo
luego de toda esa unción...
Como judíos, siempre tenemos
algo que comer luego de los servicios."
Como leímos en esta parashá,
reconocemos la importancia de los rituales
en nuestras propias vidas.
En tiempos antiguos,
estos rituales alcanzaban los cinco sentidos:
los israelíes podían oír la madera quemándose
crujiendo en el altar;
observar el humo subir desde el altar;
oler el aroma de la carne, los ázimos,
y el incienso; probar las sobras;
sentir las cenizas, la harina y los animales.
Piensa en rituales significativos
en tu propia vida, como serían?
Nuestro amor por D-os y la comunidad
es como el fuego sagrado
que era confiado
a los antiguos sacerdotes.
Nuestros propios fuegos internos deben ser mantenidos
o perdemos nuestra conexión con D-os.
Mantén tu fuego ardiendo!
Productora: Sarah Lefton
Director de animación: Nick Fox-Gieg
Animación: Colleen MacIsaac
Director editorial: Matthue Roth
Tema musical: Tim Cosgrove
Escrito y narrado por Jennifer Joseph
Grabación de sonido: Sarah Lefton