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Fotografiar paisajes inspiradores, como este de la aldea de "El Tesorero",
puede convertirse en un excelente ejercicio práctico
de cursos de fotografía como el que imparte la empresa
"Al Andalus Photo Tour".
La iniciativa se basa en la experiencia adquirida por Peter Manschot,
partidario de enriquecer sus instantáneas
con la vivencia experimentada en cada paisaje,
por eso, los talleres que imparte en "Al Andalus Photo Tour"
incluyen clases prácticas en entornos como éste,
donde los alumnos colocan sus cámaras.
"Pues aquí estamos impartiendo un curso fotográfico:
por una parte, enseñamos las nociones básicas de la técnica,
dado que la gente de este grupo son más bien aficionados,
les enseñamos cómo componer correctamente una imagen,
o cómo componer de forma creativa,
y luego los llevamos a los lugares para poner en práctica la teoría".
Este grupo realiza una actividad que se prolonga durante el fin de semana,
pero la empresa oferta también viajes fotográficos de hasta ocho días,
que abarcan una muestra representativa del catálogo paisajístico andaluz.
Ante el objetivo pasan desde las húmedas estampas de Grazalema o Alcornocales,
hasta la desértica Tabernas, en horas diurnas o crepusculares.
"La fotografía digital ha permitido, que en esas horas crepusculares
incluso en esas horas nocturnas, se puedan hacer fotografías de una belleza impresionante.
Entonces, la disciplina a la que yo me dedico es la fotografía nocturna,
y una de las partes que abarcan estos cursos es precisamente la fotografía nocturna".
De forma intensiva se ofrecen nociones de calidad técnica y composición fotográfica
a la vez que se hace turismo por lugares de la naturaleza
que no aparecen en los destinos de los grandes touroperadores.
Es posible adaptar el nivel de conocimiento previo necesario
a las exigencias del alumnado.
"Si son profesionales, nosotros podemos servir un poco como localizadores,
llevarlos a los sitios más exquisitos, más interesantes y más fotogénicos,
en su momento más espectacular, y facilitar en ese sentido el trabajo
de los fotógrafos que ya tienen un buen nivel".
Visiones de la naturaleza, entre cuyos márgenes caben esparcimiento y aprendizaje.
Imágenes muy planificadas, o cazadas al vuelo,
ya indelebles si se oye el clic de una cámara de fotos.