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Drágon, capítulo 15: El secreto de los cielos.
El microbús venía hacia mí echando humo del lado de la banqueta donde caminaba, y
cuando me adelantara , de quedarme donde estaba, terminaría inhalando el neblumo de su motor
sucio. Me apresté a pasarme del otro lado apenas me rebasara, es decir cruzaría corriendo
la estela de esmog que dejaría a su paso. Y en cuanto me adelantó, salté al río de
la calle para irme a la acera de enfrente.
Sólo que al írmele encima a la calle, algo me detuvo y regresó lo suficiente, como para
quedar casi rozando al taxi que perseguía de cerca a ese contaminador, y que estaba
oculto por completo de mi vista por lo voluminoso del microbús y lo cerca de él que estaba.
No más atrás de su paso raudo. Lo justo para librarme de que me estampara directamente,
como me hubiera pasado centésimas de segundos antes, de haber, ya no sólo proseguido mi
camino, sino tan sólo permanecido donde estaba al momento de ser transportado.
El shock sicológico fue inmediato, y me quedé anclado allí, en un extraño estado de consciencia
postraumática, reflexionando qué había ocurrido, de qué me acababa de salvar, y
cómo la había librado. Una bolsa que daba vueltas sobre sí misma, comenzó a flotar,
a ascender, y esto capturó mi atención. Algo me dijo "voltea hacia arriba", y al obedecer,
vi en el cielo una luz brillante que se movía. Y esta vez se me dijo: "hay más", y al buscar
encontré dos luces más, una que se acoplaría exactamente a mi cenit, y otra en curso indiscernible.
Al principio pensé que habían sido los tres arcángeles más conocidos, Gabriel, Miguel
y Rafael. Y me la pasé agradeciéndoles y a Dios por el pequeño gran milagro.
Sin embargo, nunca abandoné este asunto, y en cierto momento surgió un enfoque distinto:
¿y si habían sido ovnis? ¿Cómo es que llegué a preguntármelo? Cuando asocié aquello
que detuvo en seco los sistemas de un avión no tripulado *** (UAV), con la forma en
que se detuvo la inercia de mi movimiento, tanto a la hora de pararme de inmediato, como
al jalarme de regreso a cierto punto.
¿De qué avión a telecomando hablo? Del que entró a espiar a Irán y fue capturado
por las fuerzas armadas persas, y mostrado casi íntegro en la red: el RQ170 Sentinel.
Obama pidió que lo devolvieran. Irán les demandó por la invasión de su soberanía.
Si bien es posible que el rayo que emplearan para pasmar al aparato, sólo sirviera para
esto, el artefacto que necesitaban para la captura debía ser extremadamente veloz y
preciso, algo impensable para la ingeniería aeronáutica de dominio público.
Lo primero en explicar la posesión y uso de estos sistemas de vuelo por los iranios,
y el desarrollo de rayos gravitatorios o electromagnéticos de captura semejantes fue una entrevista del
científico Mehran Tavakoli Keshe, en la que informaba haber legado el conocimiento científico
necesario para lograr tales consecuciones, a sus connacionales, por su calidad ética,
no porque fueran sus coterraneos: al desarrollar ellos estos saberes y poderes primero que
cualquier otra nación, garantizarían el adviento de la paz en el mundo, asunto pendiente
de realizar y de suprema urgencia.
¿Pero qué hacían tres ovnis rescatándome como lo hicieron? Yo no era un avión vacío
tripulado por un adolescente desde una base en Afganistán, que se encontraba fisgoneando
al supuesto enemigo de la patria. Pero, confesémoslo, yo sí era la persona adecuada para agradecer
un hecho semejante en público, y con ello comunicar ciertas realidades. Bendito sea
Dios. Y ahora estamos culminándolo.
En un mundo que negó por principio, y muy seguro de sí, que fuera posible que algo
más pesado que el aire volara, como el metal, comunicar que uno tiene directamente algo
que ver con tecnologías superiores a las de un avión de aluminio, equivale a buscar
el descrédito. Sin embargo, hace tiempo que me importa más Dios, que aquello que pierda
por ganarLe: "Juro por el cielo y por Tariq. ¿Y qué te hará saber lo que es Tariq? Es
la estrella que brilla en la noche. En verdad, no hay alma que no tenga un guardián sobre
ella." SC 86:1-4 Ante esta aseveración de Dios en Su Libro, concatenamos el hecho de
que la navegación de lo que se ha dado en llamar ovnis, es bajo las mismas leyes y procesos
de los cuerpos estelares como las estrellas y planetas cuando navegan, tanto entre sí,
como en el espacio. Y si a esto concatenamos también que en esa "estrella" hay un guardián
de cada alma, lo cual nos incluye a todos y a todas, podemos esgrimir que el Sagrado
Corán alude al suceso que me ocurrió, donde en definitiva, por lo menos participó un
guardián que me salvó de terminar en el hospital o en el panteón.
Hay un video donde un camionero se topa de frente con un motociclista que le sale al
paso, y desaparece antes de ser arrollado, igual que me ocurrió. Supongo que bajo la
perspectiva del dueño del carro que me iba a pasar encima, me vi igual, pues fue tan
rápida la transición, que bien se pudo observar como si desapareciera ante sus ojos, para
aparecer más atrás de inmediato, sin darle tiempo de virar siquiera. Si Dios quiere,
los operarios de las cámaras de la Ciudad de México nos mostrarán la película de
lo que me ocurrió, pues hay una en esa calle; tan sólo con las "palabras de búsqueda"
"Iván Ardila" y "accidente", el sistema debería retribuir el video correspondiente.
El suceso tiene más peculiaridades dignas de considerarse, como la carencia de efecto
inercial en dos momentos: al detenerme, y al halarme. Y otra, no menos sorprendente:
la inmediatez del hecho. No hay ser humano capaz de ser tan veloz, y menos aún siendo
operario de un vehículo articulado como aquellos que tienen brazos, palas, cañones, o emisiones
con funciones complejas, como detener, halar, mesurar ambos tirones, y hacerlo en tiempo
y forma con precisión absoluta. Absoluta. Ni un tirón, ni un traspiés; todo limpio.
Imaginemos el engarce de un arpón con su objetivo, desde el cual se tiende la cuerda
que le acompaña, hasta el arponero, el cual hala hacia sí a su presa. De hecho, la misma
palabra "arpón", nos rememora a otro instrumento de cuerdas, al harpa, en la cual también
hay cuerdas tensas cuyos cabos han sido firmemente anclados entre dos extremos. Este principio
es a su vez el mismo que articula al arco, donde volvemos a encontrar la cuerda, y en
esta ocasión siendo tensada por el cuerpo del arco entre sus dos extremos. Ahora tenemos
dos imágenes ejemplares desde las cuales extrapolar lo que ocurrió con el harpón
electromagnético cuyos dos cabos están, respectivamente, en las instalaciones de Alaska,
y en el lugar elegido para clavarlo, como explican que se hizo contra China, o Fukushima.
De ahí el nombre de este cañón electromagnético, que ahora es explícito en sí mismo: HAARP;
se comprende que es un arco o arpón desde el que se lanza una onda que no por ser invisible,
deja de agarrar y sacudir en la frecuencia o cuerda escogida, al lugar o seres elegidos
como blancos. Este principio universal que hemos ejemplificado en la mecánica y en el
electromagnetismo, se verifica también en lo que me ocurrió, y en el sistema de navegación
y el de pasmo y captura de las naves alienígenas y terrícolas, cada una en su nivel de desarrollo
específico, pues no serán iguales aquellos artefactos desarrollados por Persia, usados
para capturar cada nave imperial que ha entrado en su espacio aéreo, a las tecnologías evidentemente
más avanzadas de quienes me salvaron.
Y ahora que evidenciamos la influencia que las cuerdas de las ondas gravitatorias y las
electromagnéticas poseen, es menester indiciar el proceso por medio del que nuestras mujeres
son violadas en la vía pública, incluyendo a quienes les acompañen.
"La seguridad económica y física de las naciones se perderá; los caminos y rutas
se volverán inseguros; el miedo, el horror y la aprensión abarcarán a la humanidad,
y las muertes prematuras y repentinas se incrementarán. Inocentes niños serán asesinados mediante
las peores torturas a manos de gobernantes opresores; mujeres embarazadas serán violadas
en las calles y arterias públicas." Cada una de las aseveraciones anteriores es adjudicable
a algunos de los resultados que la civilización del acua rayo obtiene con sus descargas asesinas,
suicidas y violatorias. Esta tradición forma parte del legado profético, que anunció
desde hace centurias, cómo sería el mundo que a nosotros ya nos toca vivir, y así corroborar
que éstas profecías son verídicas y sumamente exactas. Diríamos: detalladas.
Como es sabido por quien aborde someramente la influencia de las microondas, éstas inciden
particularmente en el agua, es decir, las frecuencias que median entre nuestros emisores
y nosotros, tienden un arco tenso y vibratil que literalmente nos percusiona al ritmo de
sus tamborazos, que es del orden de los 300 Mhz hasta los 300 Ghz, es decir, de trescientos
mil a trescientos millones de golpes por segundo, a cada molécula de agua que nos sustenta
la vida. Y para quien tenga todavía la duda de si estos golpeteos hacen daño, repetimos
que en los más de mil estudios rigurosos, de la antología "Bioinitiative Report", sobre
el efecto de estas frecuencias en el ser humano, se concluye que en cada ámbito estudiado,
ya sea en nuestras células, tejidos, u órganos, o en nuestra sicología y mente, sustentados
todos en las cuerdas de las moléculas de agua, el arco o arpón de microondas hace
mal, un mal múltiple, grande y profundo.
Tal es el poder que tiene asir las cuerdas del agua con la garra de la microonda (digo
garra, porque para que ocurran estos jaloneos destructivos, debe mediar cierta inconsciencia
***, cierta furia ***, cierta mente y alma bestializadas). Qué profunda es la
influencia que obtenemos al subir a través de esta soga humana, ni más ni menos que
aquella donde nuestro Creador puso su trono. Mesurémoslo.
"Y Él es Quien creó los cielos y la Tierra en seis días y puso Su trono sobre el agua,
para poneros a prueba y ver quién de vosotros obra mejor...." SC 11:7
En otra cuerda fue que Dios ubicó la posibilidad de detener a un objeto o ser en movimiento,
o la capacidad de detener un circuito, o atraerles hacia sí halándoles.
"¿O poseen el dominio de los cielos, de la tierra y de lo que entre ellos hay? Pues que
suban por las cuerdas. Todo un ejército de coalicionistas será aquí mismo derrotado."
SC 38:10-11
O inclusive el poder de llegar a Sirio trepando por su cuerda particular. Y quien lo dude,
que lea bien el signo que ha dejado Dios en el magneto, o en su manifestación más grandiosa:
la gravedad.
"Y que Él es el Señor de Sirio y que Él es Quien aniquiló a los primeros Ad y a Zamud
sin dejar a ninguno y, anteriormente, al pueblo de Noé? -En verdad, ellos fueron los más
opresores y los más rebeldes- Y a aquellos que destruyó poniendo lo de arriba abajo
y cubriéndolas con lo que las cubrió. ¿Cuál, pues, de las mercedes de vuestro Señor pondréis
en duda?" SC 54:49-55
Si el hombre no ha sido responsable ni siquiera de esa cuerda tendida entre el trono de Dios
y nuestra alma, ¿cómo podrá creer que se le otorgaría la cuerda de los cielos, cuando
de ella de-penden más poderes, y de mayores capacidades, si no a través de purificarle
permanentemente hasta hacerle llegar al grado de la infalibilidad, y cómo se obtendría
esto sino sometiéndose voluntariamente al escrutinio y control de la bestia, primero
en su versión terráquea, y luego en su versión cósmica, donde además somos transportados
al universo para culminar nuestros cometidos más trascendentes? Si Dios ordenó predicar
la Biblia hasta el último humano de la Tierra, ¿qué destino espacial le esperará al Sagrado
Corán, libro eterno y puro? ¿Acaso no es evidente ahora quiénes serán llevados en
esa Arca que surcará los mares tempestuosos del espacio exterior, jamás vacíos y sí
pletóricos de corrientes electromagnéticas, de océanos gravitatorios, de habitantes insospechados?
¿Acaso corresponderá tripularla a otro, en vez de a un santo? Por favor... No confundamos
al Arca de Noé con el Titanic de nuevo. Los cielos están prohibidos a nuestros demonios
desde hace tiempo. Nadie que esté endemoniado saldrá de la atmósfera terrestre. ¿Acaso
piensan que la Jerusalén Celestial está poblada por posesos, siendo estos infecciosos?
¿Dónde piensan que está Jesús, hijo de María, siendo que ascendió a los cielos?,
¿y de dónde creen que descenderá? Y para los musulmanes, una pregunta pertinente: ¿qué
creen que es el Búrak, que fue por su medio que el último profeta cruzó el espacio hasta
llegar a ese lugar que se conoce bajo el apelativo de "El Loto Del Límite"? Vamos, el que crea,
acertará. Y el que no, que se quede bien plantado, firme, en el materialismo, en la
Tierra. Ya verá.
"Y dicen: «¡Fábulas de los primitivos que él ha pedido que le escriban y que le son
leídas mañana y tarde!» Di: «Lo hace descender Quien conoce el secreto de los cielos y la
Tierra. En verdad, Él es perdonador, misericordiosísimo.»" (5-6)
"Bendito sea Quien ha puesto constelaciones en el cielo y ha puesto en él una lámpara
y una Luna luminosa." (61) SC 25, El Discernimiento.