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Hola.
Hola Marion. ¿Cómo estás?
Muy bien y ¿tú? Bien. Encantada.
¿Ya estás lista?
Hoy estoy un poco cansada. Tuve un buen entrenamiento.
Ayer pasé en total 6 horas en la cancha y esta mañana 4, entonces en la tarde fue un poco difícil.
¿Un recuerdo de tus comienzos?
Comencé a jugar cuando tenía 5 años y medio, mi hermano y mi papá jugaban todos los días.
Desde que tenía 2 o 3 años iba con ellos a las canchas con mis juguetes y los observaba.
Desde muy niñita. Si desde muy temprano.
Entonces entré a la cancha y dije : “esta vez soy yo quien juega”
Seis meses después había un torneo de club y
dije a mi papá: “es mi primer torneo, tengo que prepararme y ganar”
¿Dijiste haber llorado viendo jugar a Pete Sampras? Uhh, más de una vez.
¿Por qué?
Era tan fanática de cada vez que él perdía estaba destruida.
El problema era que mi mamá era fan de Agassi y ellos se enfrentaban a menudo.
Obviamente, una vez era el uno que ganaba y el otro que perdía.
Pero yo era más fanática que ella, entonces para mí era mucho más duro…
¿Qué desayunas cuando tienes partido?
¿Jabalí, gacela?
Sí, de una comienzo con embutidos de Córcega.
¿Uno de tus defecticos?
Hay tantos.
Me pareces muy dura.
Pero si… soy muy terca.
Cuando jugaba con mi hermano no parábamos hasta que yo ganara.
Hubo ocasiones en las que jugamos Monopolio hasta las 2 y media de la mañana.
Podrías hacer el “el ojo del tigre"?
Sí.
Realmente como la mirada de la jugadora que va a acabar con su adversaria.
Sí, pero en estos casos es una condición mental…
Déjame ver. No me parece que esté mal.
De 1 a 10 cuánto te pones:
¿Mi derecha?
¡0,5!
Dependiendo del día, entre 7 y 7,5.
¿Mi revés? 9.
¿Tu sex-appeal? Eso debes decírmelo tú porque yo no puedo decirlo.
Yo tampoco puedo.
Digamos que estoy muy muy buena, 10 de 10.
Muchas gracias.
Muchas gracias Marion, nos divertimos.
Sí, fue divertido.
Nos vemos pronto.