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- Santiago Kovadloff
- Treinta años de democracia en el medio de esto, ¿la argentina está condenada a
repetir estas crisis permanentemente como decía Losteau? - Claro, yo creo que es
legítimo Nélson, preguntarse qué estamos celebrando;
una cosa es reivindicar
el fin del terrorismo de estado,
el juicio de la juntas,
la condena del delito guerrillero;
pero el retorno a la vida democrática
ha quedado incumplido entre nosotros y estos 30 años,
este año el trigésimo, lo evidencian. ¿Por qué?
Porque el estado no aparece
asumiendo la responsabilidad que le cabe frente a la consumación de este
proceso
de instalación de la república.
Aparece excusándose
y presentándose como víctima de lo sucedido.
Un estado que se victimiza,
gobernantes que se excusan por lo que hacen,
una sociedad
que está fuera de la ley porque la ley cuando trata de operar con entereza es
apartada,
como en el caso
que acabamos de ver de este juez,
de este fiscal Castañón. - Campagnoli.
- Entonces me parece a mí
que hay hechos emblemáticos que están diciendo que la Argentina más que
celebrar sus 30 años de democracia a través de una actitud triunfalista,
tiene que tomar las medidas que garanticen su consolidación
venidera,
porque está frágil nuestra democracia,
no es una democracia consolidada, sus instituciones están debilitadas,
sus representantes opacados por la ineficiencia,
hay hechos que son reveladores de esa fragilidad.
¿Cómo puede ser que en el obelisco, la bandera de Boca Juniors reemplace a la
de la República Argentina?
¿Cómo puede ser que la identidad apasionada y partidaria de un equipo de
fútbol se proponga como emblema de identidad nacional?
¿Qué ocurre cuando el fútbol
es un ejercicio de delitos y de violencia no castigadas en las canchas?
Ocurre lo que vemos:
que convierten en un potrero a la república
y se valen de la excusa
de tener que celebrar ¡el día de un hincha de un equipo!,
para poder convertir a la ciudad en un campo de incertidumbre cívica.
¿Treinta años de vida democrática o treinta años luchando para impedir que las
instituciones caigan gracias a la iniciativa
de la gente en las calles, que sale a pedir por la justicia?
Que sale ha tratar de contener el avasallamiento de la ley por parte de un
proyecto de re reelección
por dirigentes políticos que no tienen la integridad
de salir a denunciar la gravedad de la situación;
y se consuelan
condoliéndose con lo que sucede. Un vicepresidente de la república, que es
la voz encarnada
del delito, y de la posibilidad de un juicio por parte de las autoridades que
aún tienen
el deber de juzgarla,
que va representarnos frente a las exequias de Mandela,
un hombre que encarna la reconciliación de la política y la ética,
y ante ese
presidente que desaparece en Sudáfrica
aparece un vice que es el
espectro de una democracia envilecida...
¿Treinta años de vida democrática
o treinta años de fragilidad democrática luchando para devolverle
dignidad a la república?
- Frente a este desafío de esta...
tan tremendo, dos preguntas:
¿Qué le pasa a la sociedad argentina que genera estas dirigencias que la llevan
a este estado que en estos diez días hemos visto nosotros, no es cierto?
De desamp... que deja a la sociedad desamparada
frente a una protesta policial, frente al delito, lo que fuere...
¿Por qué la sociedad argentina genera estas dirigencias? - Yo tengo la impresión de
que no sólo entre nosotros está incumplida la transición del
autoritarismo
a la democracia desde el '76
al '83, a lo que se inicia en el 83;
está esencialmente incumplida la presencia
de la Constitución Nacional en la educación de nuestra ciudadanía;
somos un pueblo
preconstitucional
que no ha superado su fragmentación
y por eso estmos lejos del federalismo
y cerca del caudillismo,
lejos de la integración programática con el mediano y el largo plazo
en la mente y en la sensibilidad de la construcción de la república y urgido por
una inmediatez que nos consume,
queremos dudar,
¿queremos qué? ¿Queremos vivir?
¿Qué queremos los argentinos?,
si aún no somos ciudadanía...
Si aún la república es una convocatoria que no terminamos de escuchar.
Somos un pueblo que no está a la altura del desafío de su momento y nuestras
dirigencias
son el síntoma de nuestro extravío.
Sin duda debemos exigirles a esos dirigentes que cumplan con su deber, pero
interroguémonos nosotros sobre el nivel cultural y cívico de una sociedad que
genera
síntomas de su inconsistencia
para que ejerzan el poder.
- Santiago: quería compartir con usted en el final, este episodio que protagonizó
el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Granados, en el
Concejo Deliberante
de Ezeiza;
sobre el cual pidió disculpas, pero hay cosas que ni una disculpa borra, por
favor...
- El Ministro de Seguridad, Alejandro Granados, tratando a la persona de pedazo de mogólico
en este hecho lamentable
y el aplauso de la gente,quería un minuto de su reflección porque no
podía dejarlo... -Si...
- Tratando de reponerme de lo que acabo de ver, tratando
de creer que lo que vi es cierto,
yo diría
que acá tenemos una prueba
muy rotunda
de lo que es la intrascendencia de las investiduras en la política argentina:
cuando un ministro se expresa como lo hizo
este señor,
está traduciendo hasta qué punto
las investiduras carecen de valor y de ejemplaridad.
Hemos escuchado a un matón
reaccionando ante una actitud que podría ser improcedente, si se quiere,
olvidando por completo cuál es su función,
y diciendo que el poder político
se reduce a la capacidad de tomarlo por la solapa a aquel que no coincide con uno
y persuadirlo a golpes de que está equivocado...
¿Treinta años de democracia, Nélson?
En riesgo, porque quienes la representan, en buena medida, no están a la altura de
lo que representan.
- Santiago, muchas gracias.
Por supuesto que
tenemos un desafío,
tenemos un desafío enorme
los argentinos,
que lo representa esta realidad,
porque lo que queremos mostrar es la realidad, porque si no enfrentamos la
realidad nos equivocamos; podemos decir un montón de palabras hermosas
y después estamos como estamos.
Quiero comparar estas dos imágenes:
una, la de la plaza
del '83
atestada de gente
10 de diciembre del '83...
Había de todos:
peronistas, radicales, independientes, conservadores, revolucionarios, izquierdistas..
El lema "el pueblo unido
jamás será vencido".
Y otra la plaza del
del martes pasado,
una plaza esmirriada,
en donde solamente había
o mayoritariamente había
militantes de La Cámpora y del gobierno,
alguno que otro, pero
la ciudadanía estaba ausente.
En una plaza en la cual
la Presidenta,
más allá del discurso de celebración,
de recuerdo de la democracia, bailaba
mientras había 10 muertos, 12 muertos, de los cuales no dijo una sola palabra...
En un contexto en el cual
los muertos
de estos días
para el poder no representan nada...
Como dijo alguien: "habrá que ver por qué murieron", es decir
aquello de la dictadura,
algo habrán hecho... Digo,
las imágenes de estos días que reflejan la realidad
nos marcan un retroceso.
Nos marcan el presente de un país involutivo.
El desafío que tenemos
es el futuro...
Y me acuerdo que cuando asumió la Presidenta
la segunda presidencia,
terminé diciendo "Señora Presidenta,
llévenos al futuro".
A dos años
debo decir con mucha pena,
Señora Presidenta, que hasta aquí
nos ha llevado al pasado.
Ojalá cambie...
no nos merecemos esto los argentinos,
nos merecemos construir
una argentina mejor y dejar de ser
el país
del mañana mejor que nunca llega...
Hasta el próximo jueves, muchas gracias.