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Paz para la República, 103 ATC (Antes del Tratado de Coruscant)
Los siglos que precedieron a la Gran Guerra eran al mismo tiempo una época de paz
y crecimiento para la República.
Docenas de nuevos sistemas solares se unieron al Senado Galáctico.
Para el Imperio Sith, sin embargo, esos siglos estuvieron marcados por
por una rápida aceleración en las preparaciones para la guerra…
Un esfuerzo por el que los Sith mostraron sorprendente cooperación y espíritu de sacrificio.
Hace mucho que he sospechado que durante este extendido período,
los Sith estuvieron infiltrándose durante generaciones en
los círculos políticos de la República e incluso la Orden Jedi.
Revisando los archivos históricos, he descubierto importante evidencia de que existió al menos un caso.
Eison Gynt era un Jedi de cuarta generación,
considerado por la mayoría como el más prometedor padawan de la Orden.
Al tener un patrimonio similar, el venerado erudito Jedi,
Maestro Barel Ovair, tomó a Gynt como su aprendiz.
Juntos, Ovair y Gynt viajaron por la galaxia, estudiando los misterios de la Fuerza.
A lo largo de los años, la pareja se volvió más y más ambiciosa,
hasta que finalmente llevaron a cabo una atrevida misión.
Partieron a explorar los antiguos templos Sith que yacían en Yavin-4.
Su objetivo era investigar el lugar de descanso final de Naga Sadow:
uno de los más poderosos Lores del Sith que jamás vivió.
Al llegar a Yavin-4, Ovair y Gynt descubrieron que los retorcidos guerreros massassis
de Naga Sadow habían sobrevivido al paso de los siglos.
Los massassis se habían creado como una de las subespecies de los Sith,
formando el núcleo de los primeros ejércitos Sith.
Pero Naga Sadow sometió a sus seguidores massassi a atroces experimentos,
convirtiéndolos en monstruos que esgrimían el Reverso Tenebroso.
Gynt y el Maestro Ovair lucharon valientemente contra los massassi,
pero fueron derrotados y obligados a huir a las profundidades del templo.
Allí, se encontraron con las oscuras energías que todavía permanecían en la tumba de Naga Sadow.
Semanas más tarde, el Maestro Ovair regresó al Templo Jedi de Coruscant,
sólo, herido y medio enloquecido por las torturas que había soportado.
Tras una larga recuperación, el Maestro Ovair relató una historia sobre los horrores a los
que se habían enfrentado, y sobre la trágica muerte de Gynt.
Pasaron varios años.
Entonces un día, Eison Gynt reapareció misteriosamente en Coruscant,
vistiendo los ropajes de los guerreros massassi y decidido en su afán de matar al Maestro Ovair.
Poseído por el oscuro espíritu de Naga Sadow,
Gynt atacó a su antiguo maestro a plena luz del día.
La brutal batalla entre los dos fue dispuesta para que fuese observada por toda la República.
Los poderes prestados de Gynt eran formidables, pero el Maestro Ovair venció aquel día.
El triunfo de Ovair sobre las tinieblas fue celebrado,
y el Consejo Jedi asumió que todo estaba bien.
La pregunta que nadie se había hecho era la siguiente:
¿Por qué el espíritu de Naga Sadow buscaría vengarse,
específicamente contra el Maestro Ovair?
La respuesta estuvo clara tras examinar con cuidado el pasado de la familia Jedi de Ovair:
Su padre y su abuelo también se habían desviado de su camino
para visitar las tumbas de los antiguos Lores del Sith.
Eran una familia de infiltradores Sith.
La misión de Ovair en Yavin-4 no era para servir a los Jedi,
si no en nombre de su auténtico maestro, el Oscuro Emperador de los Sith.
El Emperador sabía que los espíritus de los antiguos Lores del Sith
podrían ser una amenaza para su poder
una vez que regresase a la galaxia conocida un siglo más tarde…
El viaje de Ovair a Yavin-4 fue un ataque preventivo…
Para sellar la tumba de Naga Sadow y
asegurarse de que los únicos enemigos del Emperador cuando regresase fuesen los Jedi y la República.
Que desafortunado es que hayamos descubierto la terrible verdad sobre el Maestro Ovair
con más de un siglo de tardanza.
Por supuesto, esta revelación sólo lleva a muchas más preguntas…
¿En qué otros actos de oscuro subterfugio estaban implicados Ovair y su familia?
Este será el punto en que comenzaré en mi próximo informe.