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Emma Woodhouse nació bajo un sol brillante.
Con un padre que siempre esperaba lo peor.
Y una madre despreocupada
cuya sonrisa Emma no iba a recordar.
Un día sucedió lo peor.
Y mientras vio a su mujer abandonar su casa por última vez,
el Sr. Woodhouse decidió no volver a perder de vista a sus hijas,
excepto bajo la cuidadosa mirada de su institutriz,
Ann Taylor.
Y así el sol continuó brillando sobre Emma.
Tenemos que apresurarnos, Dr. Perry, está empeorando.
Vamos, Emma.
Pero otros niños en Highbury no eran tan afortunados.
El mundo del joven Frank Weston quedó al revés.
Me encargaré del niño, Sr. Weston, por la insensata de mi hermana.
Pero vivirá siempre conmigo
y su nombre será Frank Churchill.
Y la vida de Jane Fairfax no volvió a ser la misma cuando
su tía pasó por una situación difícil.
Es lo mejor, tenemos que dejar ir a Jane.
El Capitán Campbell está muy bien situado,
le dará la educación que nosotras no podemos.
Pero no podemos dejar ir a la niña. Nuestra encantadora chiquilla...
Pronto tendremos que dejar esta casa por una más pequeña.
Prometimos hacer lo mejor para Jane.
Recuerda, Jane, escríbenos tan seguido como puedas.
Estará maravillosamente formada en todo.
El Capitán Campbell no asusta.
Es una buena chica, Jane.
Y así Jane y Frank fueron obligados a abandonar Highbury
y confiar su suerte a extraños.
¡Mira!
Mientras Emma se quedaba cómodamente en casa.
Con muy poco que la preocupara o la enojara...
- ¿A dónde va, Srta. Taylor? - ... durante muchos años.
La Srta. Campbell temía que, fueran demasiado jóvenes,
pero Jane es muy aguda,
cuando se aplica. Siempre sobresale, siempre lo ha hecho.
Y luego Jane dice que van a ir a la costa.
¿No es espléndido, Srta. Taylor?
Emma no sabe nada sobre la costa, es mejor que los niños no lo sepan.
La letra de Jane es impecable. No hay nada que no pueda hacer.
Sobresale en todo, en todo.
Estoy tan contenta, nunca dudé de que el Coronel Campbell
cuidaría de ella como de su propia hija.
Irse es lo mejor que le ha pasado.
¿Verdad, Madre?
Y luego Jane dice que ella y la Srta. Campbell...
... han empezado a aprender a tocar el piano.
El Coronel Campbell tiene un piano muy grande.
Ella lo toca a los invitados.
¿Le he dicho lo bien que Jane toca el piano, Srta. Taylor?
Y habla francés como una nativa,
aunque no estoy segura de que sea algo sensato.
Voy a pedirle al Sr. Knightley que me enseñe chino.
¿Cree que Jane sabe leer chino?
Oh, seguro, seguro que puede.
Creo que hacia atrás, seguro que a Jane tanto le da.
¿Les he contado que Jane está a la mitad de leerse su lista de 100 libros?
100.
Supongo que has venido a quitarme de la cabeza lo del chino.
Sí, he oído sobre eso.
Seguro que la Srta. Bates no se enfadó, pero deberías...
Ser amable con ella. Sí, sí, ¡lo sé!
Es justo lo que la Srta. Taylor no para de decirme.
Jane es huérfana y la Srta. Bates ha caído en la miseria, y lo intento.
Es sólo que Jane parece escribir a su tía cada semana
y haber ganado 8 nuevas habilidades de una semana a otra.
Y la Srta. Bates viene aquí cada semana a hablarnos de ellas.
¿Qué estás haciendo?
He recopilado una lista de libros para leer.
101 títulos.
Para no ser tan inculta en comparación a Jane Fairfax.
- Oh, mira, he empezado. - Milton. Impresionante.
Es el primero de la lista.
Ahí están otra vez John e Isabella.
Son imposibles.
Seguro que Jane Fairfax no es buena en las cosas que yo hago bien.
Puede que sobresalga en palabras y música, pero... en las personas,
sus esperanzas, sus sueños, sus aspiraciones,
ahí soy yo la experta.
¿En serio? ¿Imagino que no podrás decirnos si tenemos sueños y esperanzas?
No tú, tontito. No eres del tipo romántico...
pero mi hermana y tu hermano.
¡¿John e Isabella?! Desde luego que no.
Seguro que sí. Ha sido mi deseo expreso e intención desde hace seis meses.
Pero se conocen de toda la vida, tanto como nosotros, de hecho, más.
Cierto, así que un cuidadoso empujoncito era necesario.
Si, si se gustan lo suficiente como para casarse
será porque ellos lo desean, no tú.
Pero creo que no hay nada.
Estás equivocada, como siempre.
Yo, Isabella Woodhouse te tomo a ti, John Knightley, como mi esposo.
Londres.
Londres, tan lejos como Londres.
Bien podría ser la luna.
Yo cuidaré de ti.
Todo será como antes.
(Ha sido suerte.)
No hay nada de suerte en ello.
Sólo talento e intuición.
Bien, ¿quién irá después?
Me pregunto.
Y así pasaron los años
y las estaciones cambiaron...
...y damos gracias al Señor por su misericordia.
Y en el propio libro del Señor encontramos las palabras para dar las gracias
por estas maravillas naturales.
Dios de salvación...
Tú que eres la esperanza de todos los finales en la Tierra
por cuyo poder...
Buenos días, Sr. Elton.
Buenos días, Srta. Woodhouse. Espero que se encuentre bien.
Muy bien, gracias.
- Buenos días, Sr. Weston. - Sí, querida. - Mr. Weston.
Y sobre todo porque esta mañana por fin obtuve la propiedad de Randalls.
Oh, ¡enhorabuena! Es muy buena casa, y tan cerca de Hartfield.
Seremos vecinos. ¿Qué dice el Sr. Frank Churchill sobre esto?
Seguro que vendrá, al fin, a visitarnos y ver su nueva casa.
Ya le he escrito.
No se preocupen, señoritas,
siempre llevo un paraguas de más en los paseos primaverales.
Estamos en deuda, Sr. Weston.
Pero un hombre con dos paraguas no puede mojarse.
Seguro que hay sitio para los dos bajo el grande.
Srta. Taylor, sería un honor recibirla un día en Randalls...
- Estaría encantada, Sr. Weston. - Espléndido.
¡Oh, dios, oh, dios!
¡Pobre Srta. Taylor!
Tienes que parar de una vez, Emma, este emparejar.
Es una desgracia para la pobre Srta. Taylor.
Piénsalo, ha estado con nosotros y la familia durante 17 años.
¡Se podría haber quedado aquí hasta su muerte! Si la hubieras dejado en paz.
¿¡Desgracia!? Pero ahora tiene un gran futuro por delante,
un marido que ama, una casa y puede que incluso una familia.
¡Familia! Seguro que no.
No le puedes negar eso,
después de habernos cuidado tan bien y tanto tiempo.
Las madres mueren, es un hecho.
Srta. Taylor no es joven.
Oh, querida, no deberías emparejar o predecir.
Por desgracia acaban siendo verdad.
Todo el mundo decía que el Sr. Weston no se volvería a casar.
Pero desde el día de los paraguas supe que se casaría con la Srta. Taylor.
¡Es mi gran éxito!
¡¿Éxito?! ¿Y cómo calculas eso?
Éxito implica esfuerzo.
Decir, "Creo que sería bueno que la Srta. Taylor y el Sr. Weston se casaran,"
y luego repetírtelo muchas veces, no es lo mismo que conseguirlo.
En el momento en que el Sr. Weston compró Randalls
y consideraba cómo llenarlo, estaba yo ahí para allanar el camino.
Ah, justo a tiempo.
Emma estaba en el proceso de compararle nuevas cortinas o un sofá.
Creo que merece una felicitación.
Oh, tenemos tanto que planear, por supuesto, como Hartfield
es tanto tu casa como mía, haremos la boda aquí.
Luego está la lista de invitados a recopilar.
¿Vendrá Frank Churchill?
Bueno, nos ha escrito para felicitarnos y nos asegura que estará aquí.
Imagina. Sería lo mínimo que podría hacer por su padre.
Oh, y luego hay que pensar en el pastel.
Oh, no, no, pastel no, ¡desde luego que no!
Bueno, sí, padre.
- No querrás parecer avaro. - ¿Avaro? ¡Soy el alma de la generosidad!
Sí, claro que lo eres, por eso tiene que haber pastel.
No, no, el pastel es malo para vosotros, y especialmente para los jóvenes.
Nada de pastel.
¡James, Henry, fuera!
- Eh, vuelve aquí. - ¡Nunca!
No me extraña que Padre esté preocupado por la Srta. Taylor.
Después de todo no es joven y desarraigada a Randalls,
aunque está a media milla, será un cataclismo para todos.
Tú te mudaste hasta aquí, querida, a Brunswick Square, Londres.
Oh, sí, pero no lo hubiera hecho si no hubiera estado Emma
para dejarla al cargo de Hartfield y Padre.
¿Así que Emma nunca podrá casarse?
Bueno, ella no lo desea. No lo necesita.
Un marido esperaría decirle qué hacer, y a ella no le gustaría nada.
Está ocupada casando entre ellos a todo Highbury.
¡Volverás para encontrar a la Srta. Bates prometida!
¡Tío George, tío George!
Sí, lo sé, lo sé, lo prometí.
Bájame, tío George.
¡Bájame!
Oh, Dr. Perry, desearía poder haber evitado el pastel.
Sé lo enérgicamente que lo desaprobáis.
Siento que Frank no fuera capaz de venir al final.
Sí, querida. Sentía mucho perderse esta oportunidad.
Su tía no podía prescindir de él.
Está muy enferma.
Creo que lo hace para aumentar su misterio.
Deliberadamente no ha vuelto a Highbury desde que era pequeño.
Las damas sólo podemos estar más intrigadas y saborear nuestra anticipación
hasta que nos visite, que será muy pronto, seguro.
Sr. Weston.
Aunque nunca lo habría admitido ante nadie,
Emma sintió, sólo por un momento,
una extraña sensación,
de que quizás,
con sus esfuerzos,
estaba a punto de perder algo que nunca recuperaría.
- ¿Podemos comer un poco? ¡Por favor! - No, pastel, no, fuera.
¡Pero, Padre!
- ¿Qué? - Los niños pueden comer pastel.
No es bueno para ellos, los excita. Y luego corretean.
Ahora, Emma, ya es suficiente.
Basta de emparejar. Esta casa no puede aguantar otra marcha.
Oh, ciertamente, su padre tiene razón, Srta. Woodhouse.
Esta es una pobre y vacía casa ahora que sólo están los dos aquí.
Una casa fantasma. Me pregunto si podrán dormir por la noche.
Desde luego mi madre y yo estamos encantadas con nuestra pequeña y cómoda casa.
No tenemos tiempo de sentirnos solas,
como si el mundo nos hubiera dejado atrás.
Que día más feliz hemos pasado.
Estoy segura, Madre. ¿No cree?
Realmente hemos tenido un día fantástico.
Me siento exhausta, seguro que usted también.
Tendremos un feliz viaje de vuelta a casa.
Con el sol en nuestras caras.
Emma, déjame darle algo de comer.
Ann dijo que podía alimentarlo, y luego lo pondré en la cama.
Es mi turno, Isabella. No está cansado aún.
Quiere algo de comer.
Quiere una tostada.
Mira, quiere besar...
Emma, Isabella, es hora de irnos. Venid y coged vuestros sombreros.
Venga, vamos con la Srta. Taylor.
Y, ¿qué tal fue la boda? ¿Quién lloró más?
La cocinera me dijo que los hijos de Perry se comieron todo el pastel.
No la creo.
Es bueno que se haya esforzado para visitarnos después de su viaje.
Es un paseo corto y me gusta.
Creo que somos parte de su entrenamiento.
¡Caminar una milla y regañar a diario a Emma
es justo lo que el Dr. Perry prescribe!
Randalls está sólo a media milla.
Es un camino fácil,
y en carruaje puedes visitar a los Weston varias veces al día, si quieres.
Es verdad. Ya he hecho medir el camino al cochero.
Y ahora que he vuelto de Londres,
creo que os gustaría oír sobre la nueva agregada a la familia.
La bebé Emma...
parece ya tan viva y traviesa como su tía.
Sra. Goddard, ¡tiene una escuela encantadora!
Si Jane no hubiera tenido la suerte de estar con los Campbell,
siempre he dicho que esta escuela con...
maravillosos jardines y tanto... aire fresco.
¿No lo digo siempre?
Bueno, las vemos a todas en la iglesia los domingos.
Usted y una larga línea de pequeñas caminando detrás suyo.
Es una maravillosa vista.
¡Oh, dios mío!
Oh, Srta. Woodhouse, ¡caminando sola!
Bueno, sí.
No es seguro, y ahora que la Srta. Taylor se ha convertido en la Sra. Weston
debe encontrar una compañera.
¿Y si se hubiera encontrado a los gitanos?
Oh, pero están en los campos del oeste y el Sr. Knightley dice que no son
un mal tipo de viajeros, de hecho vienen aquí cada año.
Todos los otros caminos son seguros.
He caminado por aquí toda mi vida.
No me voy a quedar en casa sólo porque la Srta. Taylor esté casada.
¿Está instalada en Randalls?
Oh, debe echarla mucho de menos, Srta. Woodhouse.
¿Vamos a esperarla siempre sin su compañía?
Sola, quiero decir.
Oh... espero que no.
Es decir,
naturalmente, no pasaremos tanto tiempo juntas
como solíamos, pero entonces éramos inseparables y
es natural que las cosas... cambien.
Sin duda.
Estoy segura que encontrará otra compañera.
¿Quién es esa joven?
¡Espera!
Es Harriet Smith, una de nuestras internas más populares.
Harriet ha estado con nosotros desde que era una niña.
Se quedará aquí para ayudarnos con los pequeños.
Ha llegado de pasar las vacaciones con sus amigos, los Martins.
Les aprecia tanto que no puede despedirse.
¡Que chica tan bonita! ¿De donde viene?
¿Quién es su familia?
Oh, es la... la, la hija de...
Bueno, no lo sabemos realmente, pero son muy generosos.
No ha querido comodidades, todo ha sido regular y pagado por adelantado.
Obviamente es hija de alguien muy refinado.
De la nobleza, probablemente, ya que el dinero no es un problema.
Venga a cenar a Hartfield el próximo martes, Sra. Goddard.
Y traiga a Harriet Smith,
si es tan amable.
Sólo por un momento, he imaginado que nada había cambiado...
La Srta. Taylor en su lugar habitual y no había pasado nada desagradable.
- Sí. - ¡Sra. Weston, padre!
Y tenemos a una agradable adición a nuestra fiesta.
Disculpe, Srta. Woodhouse.
Me he retrasado en el pueblo por el encargo de aquél
a quien tengo un poco más de consideración que a Ud.
¿Encargo de quién?
- Del Todopoderoso. - ¿De Dios?
¡Oh! Por supuesto.
De Dios, a quien tiene un poco en más consideración que a la Srta. Woodhouse.
Sí. Ya veo, que cortés.
Es bienvenido, Sr. Elton, como siempre. Sólo tengo que hacerle una presentación.
Mi amiga especial, la Srta. Harriet Smith.
La amiga especial de la Srta. Woodhouse no puede ser menos para mí.
Harriet vendrá conmigo esta semana a visitar a los pobres.
Bravo.
No sé que opina de esta nueva intimidad entre
Emma y Harriet Smith, pero opino que podría ser algo malo.
Oh, ¿de verdad?
Que diferente opinamos.
¿Tendremos una de nuestras peleas sobre Emma, Sr. Knightley?
Quizás piense que he venido con el propósito de discutir,
sabiendo que el Sr. Weston no estaría y Ud. debería defenderse sola.
Sin duda el Sr. Weston me apoyaría si estuviera aquí.
Ud. vive solo, Sr. Knightley,
y no creo que un hombre sepa apreciar
cuánto necesita una mujer la compañía de otra.
Y aunque estoy a un milla y media de distancia,
sé, con toda modestia, que Emma echará de menos mi compañía.
Fue la única desventaja al aceptar casarme.
Estamos atraídos a Hartfield como imanes y no podemos irnos.
He oído miles de veces a Emma decir que nunca se casará.
Si a Ud. le fue difícil dejarla, ¡como va a dejar ella a su padre!
Ya veremos. Ese obstáculo se podrá superar con un feliz enlace.
Pero aún no.
¿No tenía buen aspecto anoche?
¡Ha visto nunca tanto encanto!
¡Tan saludable y floreciendo!
Nunca he tenido reparos en verlo en Emma.
Siempre ha sido la más bonita y lista de la familia.
Emma siempre ha tenido una atención especial.
Adoro mirarla y ella no es vanidosa sobre su aspecto.
No, su vanidad radica en otra dirección
e inteligentemente me ha disuadido de la discusión.
No conseguirá que no me desagrade su intimidad con
Harriet Smith y que tema que las dos saldrán heridas.
Alimentará la vanidad de Emma.
Y no veo mal en ello.
Harriet se beneficiará del estatus superior de Emma.
Claro que no es su compañera ideal, ¿pero quién lo es en Highbury?
Y a cambio, Harriet puede...
Bueno, pueden leer juntas.
Siempre le está diciendo a Emma que debería leer más.
Emma se ha propuesto leer más desde que tenía 10 años.
Hace una buena lista, lo admito, pero no veo como Harriet Smith
podría hacer que los leyera si no lo consiguió Ud.
No te preocupes, lo estás haciendo bien, para ser una principiante.
- Buenos días, Srta. Smith. - Buenos días, Sr. Martin.
- ¿Se encuentra bien? - Muy bien, gracias.
Espero que su madre y sus hermanas estén bien.
Muy bien, gracias.
¿Buscó el libro que le recomendé? "El idilio del bosque".
No, me temo que no. Pero les he pedido a mis hermanas que lo busquen.
Y lo leeré tan pronto como pueda.
Bien, buenos días.
Harriet, ¿quién era ese joven?
Oh, era mi Sr. Martin.
El amigo con el que pasé un verano tan feliz.
Pensaba que los Martins eran un matrimonio con dos hijas.
¡Oh, no! No hay un Sr. Martin mayor.
El joven Sr. Martin lleva la granja.
Me sorprende que no le conozcas.
Suele visitar al Sr. Knightley y estoy segura que te conoce.
3 manzanas, por favor. Sería al revés.
Podrá conocerme, pero no sé por qué debería conocer yo a un granjero.
Gracias.
Harriet, ¿hay algún motivo por el que le llames "tu Sr. Martin"?"
Quería decir mi amigo el Sr. Martin.
Dime, ¿qué opinas de él?
- ¿Es poco agraciado? ¿Eso opina? - Notablemente.
Nadie esperaría mucho de un granjero, pero no sabía que sería tan vulgar.
Sin duda. No tiene los modales de un caballero.
Oh, no pretendía ofender.
Un granjero no necesita tener modales,
pero pensaba que al haber conocido hombres de buenos modales,
y bien educados en Hartfield, te sorprendería
que desfavorable es la compañía de tu Robert Martin.
Srta. Woodhouse. ¡Otra carta de Jane!
¿Les apetece tomar un té mientras se la leo?
Oh, lo siento, Srta. Bates. Harriet y yo vamos a visitar a los pobres.
Vendremos mañana, como de costumbre.
Ah, muy bien. Hasta mañana.
Nos hemos salvado de milagro.
Espero no aburrir tanto a la gente como
los Knightleys y la Srta. Bates hacen sobre Jane Fairfax.
Estoy harta del nombre de Jane Fairfax.
En cada carta se debe leer 40 veces. ¡Me aburre!
Es una lástima, porque Jane, Frank Churchill y yo
estamos unidos misteriosamente.
Frank es como un niño perdido, que no regresa al hogar.
Ni para la boda de su padre.
Qué triste.
Una carta de Jane, madre, para confortarnos.
Le pregunté a la Srta. Woodhouse si quería oírla, pero no podía.
Está tan ocupada con los asuntos de la parroquia.
La oirá mañana, el miércoles, como siempre.
Que he hecho con mis... Oh, sí, aquí están.
Me extraña que el Sr. Martin no recordara el libro que le sugerí.
Era romántico.
¿Piensa demasiado en el trabajo para "El idilio del bosque"?
¿Qué clase de hombre es?
- Si es así a los... - 24 años.
A los 24, imagina cómo será cuando sea mayor.
Será un granjero bruto, vulgar y desatento
que solo piensa en las ganancias y las pérdidas.
Me sorprende que no lo recordara.
Oh, no estés disgustada, Harriet.
Vamos a animarnos.
Pensemos en hombres superiores.
Hay pretendientes mucho más apropiados por aquí.
Es un árbol muy bien hecho.
¡Ah!
Que bien formadas están las jóvenes en todos los campos hoy en día.
Nos halaga, Sr. Elton.
Oh, sí, veo como ha intentado capturar la...
la luz y el, el ambiente...
Tan delicado y aún así tan...
elocuente.
Recuerdo a Emma y a Ud. pintando exactamente igual.
Con caballetes.
Supongo que todo debe cambiar.
Opino que su amistad con Harriet es algo muy bueno.
Emma es una maestra excelente,
y no querrá que se sienta tan sola que desee estar en otro.
¿En otro lugar? ¿Emma? No, imposible. ¿Quién llevaría la casa?
Emma ya no es una niña, sino una mujer adulta.
Mi trabajo como institutriz ha acabado,
pero siempre seré una amiga para ella
y para Ud.
La verdad es,
sin exagerar... he visto trabajos inferiores...
¿Sr. Elton?
¿No cree que la figura humana sería un tema excelente?
Una acuarela de Srta. Smith. ¿Qué le parece?
Oh, sí, desde luego.
El retrato de la Srta. Smith hecho por Ud.
Eso, eso sería la perfección.
Me gustaría más que cualquier otra cosa.
Ahora debería irme, quería agradecerle a Ud. y, por supuesto,
a la Srta. Smith su excelente trabajo en la parroquia.
¿Qué te dije? Sabía que pronto aparecerían pretendientes.
¿El retrato de quién me ha encargado el Sr. Elton que pinte?
¿De quién?
- El tuyo, claro. - Oh, no, Srta. Woodhouse. ¿Seguro?
¡Absolutamente! ¿Qué te dijo al marchar?
Oh, que mi pintura progresaba espléndidamente.
- Oh, debe estar enamorado de verdad. - Oh, Srta. Woodhouse, ¿qué hago?
¿Cómo debo comportarme delante de él?
Oh, no te preocupes, Harriet.
Yo seré tu guía.
Estarás casada para Año Nuevo.
¡Robert Martin!
¿Eres tú?
No, no, Srta. Smith.
Debe mantener su postura, como una estatua.
La... la gran artista debe tener tiempo para crear.
Ni un centímetro, Srta. Smith.
La pintura debe ser perfecta.
¿Seguro que es una manera prudente de actuar?
Sí, señor.
El plan parece sensato.
¿Desde cuándo te conozco?
Nunca has puesto la granja en peligro.
¿No sería más prudente considerar este suceso dentro de unos años?
¿Cuántos años tienes? ¿Unos 24?
Tengo 24.
No quiero malgastar mi vida.
No hay motivo para retrasar algo de lo que estoy decidido.
Me sorprende que quieras oír mi opinión sobre tu proyecto de expansión.
No necesitas estrictamente mi permiso.
Buena suerte, Robert.
Gracias, señor.
- ¿Srta. Smith? - Sí.
Hay demasiados pasteles, Amy...
Disculpa.
Oh, Srta. Woodhouse, Srta. Woodhouse.
No lo adivinará.
Cálmate, Harriet. ¿Qué ocurre? - ¿Qué debo hacer?
Es una sorpresa. Lo recibí esta mañana.
Es una proposición de Robert Martin.
Al menos eso pensé cuando la leí.
Es una buena carta, ¿verdad?
Seguro, no lo sé.
Es una sorpresa encantadora.
¿O es inoportuna?
Pero escribe como si me quisiera mucho.
¿Y bien...?
¿Es una buena carta?
O es...
¿... demasiado corta?
Es una buena carta.
Tanto que parece que una de sus hermanas la haya escrito.
Pero está mejor escrita de lo que esperaba.
Soy lo bastante sincera para reconocerlo.
Y bien, ¿qué debería hacer?
¿Qué deberías hacer? ¿A qué te refieres?
Oh, ¿respecto a la carta?
Pues deberías contestarla, y enseguida. - Sí.
Sí, sabía que lo sabrías.
Oh querida, pero ¿qué debo decirle?
Oh, Harriet, no. La redacción de la carta ha de ser completamente tuya.
Seguro que puedes hacerlo.
Debes ser muy clara y ser consciente del daño que harás.
¿Entonces crees que debo rechazarle?
¿Qué debes rechazarle...?
¡Oh, disculpa!
Creí que sólo me pedías consejo sobre la redacción.
¿Así que realmente quieres aceptar a Robert Martin?
No lo sé.
Sí.
No.
Oh, Srta. Woodhouse, por favor, ayúdame.
Yo no puedo interferir en tu decisión, Harriet.
Depende de ti conocer tus propios sentimientos.
No tenía la más mínima idea de que te gustara tanto.
Por norma general, creo que
si una mujer duda sobre aceptar o no a un hombre,
debería rechazarlo.
Aunque, claro, yo... No pretendo influenciarte.
Por favor, por favor, hazlo.
Quiero que me influencies,
si eres tan amable.
Srta. Woodhouse, estoy decidida.
De verdad lo estoy... casi.
He decidido...
¿Rechazar al Sr. Martin?
¿Crees que hago bien?
Desde luego. Desde luego.
Mientras dudabas me callé mi opinión, pero ahora que lo has decidido, te felicito.
Oh, gracias a Dios no voy a perder tu compañía para siempre.
No, nunca podría haber visitado la granja de la Sra. de Robert Martin de Abbey Mill.
Ahora mi amistad con mi amiga está asegurada para siempre.
Oh, querida Srta. Woodhouse, no cambiaría el placer de su amistad por nada.
Sin embargo, creo que el Sr. Martin es un joven afable,
y siente tanta atracción hacia mí.
Vamos, siéntate. Debes escribirle enseguida.
Sería desconsiderado y descortés retrasar su rechazo.
Qué arte,
qué perfección.
Qué inteligentemente ha sugerido la atmósfera griega y
el paisaje, con sólo unos pocos trazos certeros.
¿A que la Srta. Woodhouse se ha superado a sí misma en esta ocasión?
Encantador, extremadamente encantador.
¿Pero no te parece que la Srta. Smith debería llevar un chal más sustancial?
No. Es una escena estival, Padre.
Las jovencitas pueden resfriarse incluso en climas calurosos.
No, la Srta. Smith posó en esta estancia sin miedo a las corrientes de aire.
No queremos alentar a la gente a que se arriesgue innecesariamente.
Bueno, no veo cómo podría mejorarse.
Ha capturado a la Srta. Smith a la perfección.
Debemos conseguir un marco apropiado.
La próxima vez que John e Isabella vengan,
se lo daremos para que lo lleven a Londres y te lo enmarquen.
Pero eso no será hasta dentro de varias semanas.
¿Puedo ofrecer mis servicios?
Puedo cabalgar a la ciudad y volver en un día, para un recado tan precioso.
Emma, querida.
He dado una de mis tres vueltas.
¿Puedes hacerme un favor?
¿Puedes atar mi bufanda, para asegurar que no se caiga?
¿Crees que debería terminar mi paseo?
Por supuesto, debemos mantener nuestra rutina.
Ah, Sr. Knightley. Perdóneme pero tengo que caminar
y cuando empiezo no puedo parar.
¿Estará bien sólo con Emma? Porque puedo...
Creo que Emma y yo nos las arreglaremos bien solos de momento.
¿No hay Srta. Smith hoy de apariencia hermosa entre las rosas?
Creí que ya formaba parte del mobiliario.
No, no, no te estoy tomando el pelo.
La Srta. Smith es una criatura bonita y me inclino a pensar que su carácter ha mejorado.
Y creo que ha mejorado debido a tu influencia.
Gracias. Y como nunca alabas a no ser que no puedas evitarlo,
eso debe ser un cumplido.
Llegará pronto si puede escabullirse de las cotillas de Highbury.
Qué pesadas son.
Puede que ella sea más tolerante con las pesadas que tú.
Pero puede que se haya retrasado por algo más agradable.
¿De verdad?
Tengo buenas razones para creer que tu amiga recibirá pronto buenas noticias.
Y son noticias que te agradarán.
¿Alguno de tus novias y novios siguen viviendo aquí abajo?
No. Ya soy mayorcita para muñecas.
Pues déjame que te cuente.
El Sr. Robert Martin está locamente enamorado de tu Srta. Smith
y quiere casarse con ella.
Ahí. Por una vez, te he sorprendido.
Él vino a hablar conmigo sobre ello y a pesar de mis dudas sobre la pareja
le di mi bendición. Eso fue anteayer.
Me sorprende que tu amiga haya podido esconder para sí esas noticias.
Creí que se lo diría ayer.
¿Cómo sabes que el Sr. Martin no expresó sus sentimientos ayer?
No lo sé. Creía que ella había pasado todo el día contigo.
Ahora te contaré yo una cosa.
El Sr. Martin se lo pidió ayer. Escribió una carta y fue rechazado.
¡Entonces es incluso más tonta de lo que yo pensaba!
Oh, claro, es incomprensible que una mujer rechace una oferta de matrimonio.
Los hombres se creen que una mujer aceptará a cualquiera que se lo pida.
Los hombres no creen eso.
¿Harriet Smith rechazó a Robert Martin?
Es de locos. Quizás te equivoques.
Vi su respuesta. Nada podría estar más claro.
¿Viste su respuesta?
Hola.
Tú la escribiste.
La persuadiste para que le rechazara. ¡Emma, mírame!
Esto es cosa tuya. Estoy seguro.
Nunca podrías mentirme con éxito.
El Sr. Martin será un joven muy respetable, seguro.
Pero no concuerdo en que esté a la altura de Harriet.
- No, no lo está. Es superior a ella. - ¡Ja!
Harriet Smith es la hija natural de Dios sabe quién.
No es sensata y no ha recibido una educación útil.
No tiene experiencia y no es muy lista.
Puede que sea bonita y de buen carácter.
Pero eso es todo. Creía que en general él no podía elegir peor.
Pero estaba tan enamorado que no se podía razonar con él.
Incluso pensé, "Incluso Emma pensará que es un buen enlace."
No puedo creer que conozcas tan poco a Emma para decir semejante cosa.
¿Un granjero, buen partido para mi íntima amiga? Sería una degradación.
¿Una degradación?
¿Para una ilegítima e ignorante casarse con un granjero respetable e inteligente?
No hay duda de que su padre era un caballero, y un caballero de fortuna.
¿Por qué debería pagar por las ofensas de otros?
Harriet es la hija de un caballero, se relaciona con las hijas de caballero.
Por lo tanto es superior a tu Robert Martin.
Emma, Emma, vivimos en el mundo real,
donde los niños pagan por las ofensas de sus padres,
y parece que no está en sus planes presentar a Harriet en su sociedad,
cualquiera que sea esta.
Pero nosotros vivimos aquí en Highbury,
donde tratamos a la gente con el respeto y cortesía que merecen.
Los amigos de Harriet, cualesquiera fueran,
a pesar del internado de la Sra. Goddard y su compañía
son lo bastante buenos para Harriet.
Y Harriet también lo consideraba así
hasta que la animaste a pensar por encima de su estatus.
Fue muy feliz este verano con los Martin. Y Robert no es vanidoso.
No se hubiera declarado si pensara que ella no le favorecía.
Ella debe haberle alentado.
Bien, pues como tú dices, vivamos en el mundo real,
donde por supuesto los hombres rechazan a una chica de cara bonita
por una de mente bien formada.
- ¿Qué? - Oh, no, no.
Reverencio su inteligencia superior, sus 16 años de más experiencia.
Usted lo sabe mejor que nadie.
Harriet, con su belleza y agradable temperamento
estará al final de la fila de su sexo cuando haya que elegir pareja.
Ahora que hemos hecho nuestros argumentos, no riñamos.
Es mejor no tener ingenio a aplicarlo como tú lo haces, Emma.
Eso. ¿No ve como añade fuerza a mi argumento?
A los hombres no les gustan las chicas que discuten.
Harriet es sólo la clase de chica que todo hombre quiere.
Ella encanta sus sentidos y le hace feliz, teniendo él siempre razón.
Si se fuera a casar usted, sería la clase de mujer para usted.
Enmarca mis palabras: Harriet puede escoger y elegir.
Aquí está, justo en el principio de la vida.
¿Por qué debería aceptar la primera oferta que recibe?
Perdón.
Muchas gracias, Sr. Elton.
Harriet estará tan agradecida.
¿Cómo podemos esperar un solo instante más del necesario para ver esta pintura
enmarcada y colgada para que todos la vean?
Bueno, entonces adiós, Sr. Elton.
Buen viaje.
Ese hombre está tan creído de sí mismo
que me sorprende que pueda mantenerse sobre ese caballo.
Siempre he pensado que es una mala amistad para ti, Emma.
Pero ahora que pienso en ello creo que es peor para la Srta. Smith.
Los hombres con juicio no quieren mujeres tontas.
Y la mayoría de los hombres de familia tendrán miedo de la desgracia
en que pueden caer si el misterio de su origen se revela.
Permítele casarse con Robert Martin, y será respetable y feliz para siempre.
Pon sus miras más alto, y podría acabar en casa de la Sra. Goddard el resto de su vida.
Pensamos de forma tan distinta que creo que deberíamos dejarlo.
Y sobre permitirle casarse con Robert Martin, es imposible.
Harriet lo ha rechazado.
Debe acatar su decisión.
No pretendo tener tanta influencia, sólo un poco.
Pero en verdad, su apariencia estaba tan en contra suya y sus modales
tan malos que si alguna vez se vio dispuesta en su favor, ya no lo está.
Menuda tontería.
Creo que es la hora del té y aún no ha aparecido.
¿Cree que debería llamar a mi Padre?
Bueno, supongo que no es una gran pérdida. Para el Sr. Martin, lo es.
Lo superará pronto, espero.
Pero sé que tu amor por hacer de Celestina significa
mucho más en esto que lo que tan modestamente niegas.
Esa es la auténtica razón por la que estás enfadado.
Le dí mi consejo y tú diste el tuyo,
pero fue el mío el que prevaleció y no quieres admitirlo.
Estoy tan encantada de que hayas vuelto porque siempre seremos amigos.
No, vine a decir esto, Emma.
Como no ocultas tu juego de Celestina,
asumo que no tomarías un paso tan drástico a no ser que tengas otro pretendiente en mente.
Y como amigo, sólo te señalaré
que si Elton es el hombre elegido, Elton no lo hará.
Sabe que es un joven muy atractivo y jamás se casará sin dinero.
Le he oído hablar con gran animación de una gran familia de jóvenes damas
que valen 20,000 cada una.
Harriet y Robert no son tus juguetes, tus muñecos,
para que se les diga qué hacer y casarse debajo de la mesa a tu antojo.
¡Son de carne y hueso!
Y un día lamentarás amargamente tu intromisión.
¿Sr. Knightley?
No me dí cuenta de que el Sr. Knightley se iría tan pronto.
Sabía que no debería haber dado esa última vuelta.
Srta. Fairfax. estoy tan encantada de verla de nuevo.
Parece perdido, señor.
No estoy perdido.
El Sr. Frank Churchill.
He escuchado tanto de usted, es como si ya nos conociéramos.
Es, es sólo un pequeño poema de naturaleza romántica.
Quisiera saber que Sr. Martin no está tan amargamente decepcionado.
Jamás he visto a un hombre tan decepcionado.
El Sr. Dixon salvó su vida.
No fue nada.
¿Por qué se mudaría a la minúscula casita de Srta. Bates cuando podía
ir a Irlanda, a la, sin duda, hermosa finca sin límites del Sr. Dixon?
- Me avergüenza llegar con usted. - Oh, no seas ridícula, Emma.
¿Es todo culpa mía?
Me culpo.
¡Oh!
La adoro.
Creo que podría morir si me rechazara.
Subtítulos de Ellis, Numil Clementine y ElizzyB.
Para Escapestories y El Salón de Té de Jane Austen