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Querido papá:
Por fin he encontrado el modo de decirte lo que siento.
Siempre nos costó hablarnos cara a cara.
A partir de ahora, la distancia podrá permitirnos comunicar,
pues cada kilómetro es portador de serenidad.
Hoy ha sido el primer día de escuela para Sunita.
Mientras la acompañaba, me he acordado
de la primera vez que tú me acompañaste en Islandia.
Aún me acuerdo de mis zapatos.
Se parecían a las botas que tú llevabas siempre.
Está matriculada en una escuela a diez minutos del pueblo.
En el camino, me ha dicho
que por fin iba a conocer a su amor,
con quien tal vez se casaría.
Yo estaba más ansioso que ella.
La llevaba agarrada de la mano,
pero parecía que me agarraba ella.
Llevábamos en una bolsa
el álbum familiar,
el álbum de nuestra inocencia.
La he dejado con una maestra en el patio.
No se ha dado la vuelta para decirme adiós,
y la he visto desaparecer entre otros niños,
para quienes también hoy era el primer día de escuela.
He sacado una foto,
que espero poder describirte en esta carta.
Cuando yo fui a la escuela,
vi un gran mapa del mundo.
Parecía gigantesco.
Y mi imaginación se echó a volar
hacia todos aquellos países que parecían tan lejos de Islandia.
Una vez te pregunté
de dónde venían las palabras.
Me dijiste que si lo averiguaba, podría ganar el premio Nobel.
¿Qué es un premio Nobel?", pregunté.
Dijiste que era un premio,
y que mamá estaría orgullosa.
Papá, ¿cuántas fronteras tiene Nepal?
No me acuerdo.
- ¿Dos? - ¿Cómo lo sabes?
¿Tiene dos?
Nepal no tiene mar.
Está perdido entre montañas.
¡Como Islandia!
¿Por qué dices eso?
¡Piensa un poco!
Hay una tercera categoría de escuelas,
cuya responsabilidad asumen, felices, los habitantes...
- ¿Tan fácil es? - Sí, y sigo:
Las escuelas municipales, dirigidas
y financiadas por gente local.
Entonces, para ir a la escuela, ¿basta con construir una?
Es lo que hace la gente.
Pero se necesita mucha gente para eso.
Y niños para llenarlas, también.
También hay muchos adultos
que no han tenido la suerte de ir.
¿Y qué pasa si no vas a la escuela?
Por ejemplo, que nunca sabrás ni leer ni escribir.
Pues no pasa nada...
Sí, no podrás hacer avanzar las cosas.
Recuerdo que me dijiste
que nunca creería en Dios
si no Lo buscaba.
Te pregunté lo que quería decir "Dios".
La respuesta quedó entre nuestras miradas.
Sunita ha hecho un dibujo en la escuela,
un árbol azotado por el viento y la nieve en Islandia.
Este verano volveré con todos a Islandia.
Pero sólo si me prometes venir
a pasar unos meses con nosotros.
Hola, señor. ¿De dónde viene?
¿No sabe leer? De Nepal.
¡Eso tiene buena pinta!
El "dal bhat" es una sopa de lentejas con arroz.
- ¿Quiere probar? - Sí. ¿Cuánto vale?
4.000.
- ¡4.000! - Vale, ¿cuánto por una ración?
¿600 coronas?
Le sirvo una a cambio de una bici azul.
Pero porque es usted...
Entiendo...
¡Trato hecho! Debo decirte que me siento libre,
libre de todas las limitaciones
que la ignorancia engendra en nuestro espíritu.
Siempre pensé
que todo era posible,
incluido el hecho de amar a alguien.
Siempre pensé
que todo era posible,
incluido el hecho de amar a alguien.
Ya está, hemos llegado a la cumbre del Himalaya.
Sólo espero que mis hijos
puedan divertirse persiguiéndote por la nieve,
buscando su reflejo en el hielo
para ver sus rostros fundiéndose con el tuyo