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En el centro de ocio y cultura Alhóndiga de Bilbao se puede ver hasta el 6 de enero la muestra Guerrilla Girls 1985-2013.
Ésta es la primera exposición retrospectiva que se hace en el mundo y que recoge su obra completa.
Un cartel realizado ex profeso para la muestra nos plantea un interrogante que supone toda una declaración de principios.
¿Por qué las Guerrilla Girls echan pestes contra el arte, el cine, la política y la cultura pop?
Y nos invitan a descubrirlo.
Guerrilla Girls es un colectivo artístico feminista nacido en Nueva York en 1984.
Sus tácticas son las de la guerrilla y su objetivo promocionar la presencia de la mujer en el arte.
En ese cruce de caminos entre arte y feminismo preservan el anonimato con dos rasgos distintivos.
Usan máscaras de gorila en sus obras y apariciones en público
y utilizan nombres de mujeres insignes muertas para rescatarlas del olvido.
Esto les permite una absoluta libertad a la hora de expresar sus opiniones
y además resulta ser un reclamo visual para los medios de comunicación.
El trabajo de Guerrilla Girls ha supuesto una denuncia permanente de la posición subordinada de la mujer en el mundo del arte.
Una de sus primeras obras, todo un icono de su producción, fue el cartel que realizaron a partir del cuadro "La gran odalisca" de Ingres,
convirtiéndola en una activista de Guerrilla Girls que se planteaba la siguiente pregunta:
¿Tienen que ir desnudas las mujeres para poder acceder al Metropolitan Museum? La respuesta resultó ser demoledora.
Menos del 5% de los artistas expuestos en las secciones de arte moderno son mujeres pero el 85% de los desnudos son femeninos.
El uso estético de la estadística permite una denuncia directa y clara de las contradicciones que en el mundo del arte y la creación
muestran las sociedades democráticas y sus supuestos logros en el terreno de la igualdad.
Sus acciones se extienden a otros ámbitos como el cinematográfico.
Con la vista puesta en Hollywood y especialmente en los premios de la Academia Guerrilla Girls atacan de nuevo con la estadística
y en el año 2006 crean un cartel, el primero en español, que afirma que ninguna mujer directora ha ganado jamás un oscar
y sólo tres han sido nominadas.
Tres años más tarde Kathryn Bigelow gana el oscar a la mejor dirección con "En Tierra Hostil",
en competencia con James Cameron su marido, que optaba al oscar con Avatar.
Otro famoso cartel del colectivo hace referencia al carácter no sólo machista si no también racista de los Oscars.
Denuncian que el premio es blanco y macho, como los chicos que lo reciben, y de nuevo las cifras vienen a demostrarlo.
Tan sólo el 3% de los premios de interpretación han ido a parar a gente de color.
Y ese mismo año Halle Berry y Denzel Washington ganan el oscar a la mejor interpretación
y Sidney Poitier el honorífico en reconocimiento a su trayectoria.
La huella de Guerrilla Girls en ésta y otras áreas del mundo de la creación es innegable.